El sionismo ideal fue sustituido por el sionismo pragmático pro imperialista,
cuyos pésimos resultados ofenden a las personas dignas y democráticas del
mundo. No por gusto en 1975 una resolución definía que el sionismo (…) se
equipara con el racismo”, resolución que por cierto, cuando el control de la
ONU por parte de los Estados Unidos se hizo totalmente descarado; fue revocada
en 1991. El otrora “hogar judío” representa actualmente las peores expresiones
de maldad en contra de sus vecinos.
EL SIONISMO EN SUS
ORÍGENES
ERA UNA IDEA JUSTA
Por Luciano Castro Barillas
El presente ensayo es el requisito previo al
análisis de las declaraciones del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad,
durante su visita a Nueva York, con motivo de 67 Asamblea General de las
Naciones Unidas 2012.
Las diferentes expresiones de sionismo no
tardaron mucho en entrar en conflicto, pues pese que la lucha se orientaba
hacia la constitución del hogar para los judíos, las contradicciones de
clase no cedían espacio a un verdadero entendimiento y conciliación, pues como
en cualquier sociedad capitalista las relaciones sociales eran totalmente
antagónicas, habida cuenta que ya por esos años se había consolidado una
relación perversa: judíos ortodoxos de angurria insaciable con judíos pobres
que vivían la condición de proletarios explotados, sin talleres artesanales ni
tierras, es decir, proletarios que no tenían nada que perder (a no ser la vida)
a la hora de una Revolución y sí mucho que ganar. A.D. Gordon promovió el sionismo
tolstoiano, muy de moda en la época prerrevolucionaria rusa, que era
una especie de religión del trabajo, realmente un concepto original que
adoptaría más tarde la Revolución usa de Lenin con los reconocimientos por
parte del Estado socialista y los ciudadanos de los Héroes del Trabajo, tal el
caso del minero Stájanov. Pero al sionismo tolstoiano se le oponía un sionismo
socarrón, el sionismo espiritual-cultural (parecido al
“socialismo espiritual” del presidente guatemalteco Juan José Arévalo, con el
que queriéndose pasar de listo se inhibía de su compromiso de clase a través
del uso hábil de palabras artificiosas y trapaceras, propias del idealismo
objetivo) que, más perdido que la plata del Potosí, exclusivamente aspiraba al establecerse en
Palestina en crecer espiritual y culturalmente. Sin casi ningún adepto, esta
peregrina idea, tal eyaculación precoz, durmió de manera pronta el sueño de los
justos, solo quedando para los asuntos historiográficos. Sin embargo, la
expresión sionista progresista, la del sionismo socialista, deifica y hace
perdurable, hasta hoy, sus conceptos trascendentes de cuño marxista. Logró
crear las comunas de carácter igualitario (los kibutz) una experiencia social
de carácter político, cultural y militar y consolidó, estructuró, la iniciativa
del yishuv
(asentamiento), por supuesto estas acciones tuvieron lugar antes de la
fundación del Estado de Israel.
Ahora bien, luego de esta breves apuntes del
sionismo, la reciente visita de Mahmud Ahmadineyad, cuya personalidad y
políticas públicas son satanizadas por la prensa occidental, principalmente la
estadounidense, da lugar a algunas reflexiones sobre lo que ha sido el sionismo
a todo lo largo del siglo XX y particularmente en lo que va del siglo XXI. Son
sionismos diferentes, separados por el tiempo y las circunstancias históricas.
El sionismo
ideal fue sustituido por el sionismo pragmático pro imperialista,
cuyos pésimos resultados ofenden a las personas dignas y democráticas del
mundo. No por gusto en 1975 una resolución definía que el sionismo (…) se
equipara con el racismo”, resolución que por cierto, cuando el control de la
ONU por parte de los Estados Unidos se hizo totalmente descarado; fue revocada
en 1991. El otrora “hogar judío” representa actualmente las peores expresiones
de maldad en contra de sus vecinos. Son ladrones (por toda la tierra robada a los
palestinos, ya que no ocuparon exclusivamente la que históricamente les
pertenecía), asesinos transnacionales, pues todos los torturadores de las
dictaduras militares latinoamericanas en la década de los 70 en adelante fueron
entrenados en técnicas de interrogación y tormento por expertos israelíes,
además de la venta de armas y materiales logísticos; y responsables de
diferentes maneras de la actual crisis financiera internacional, pues los
grandes centros de la especulación del dinero están en los Estados Unidos y
Europa. Lo dicho por Ahmadineyad sobre “barrer
a Israel del mapa”, se ha dicho que son palabras sacadas de
contexto, lo cual es un asunto discutible y no hay manera de arreglar lo dicho.
Se vea como vea, incluso acompañado de la más vertiginosa semántica; barrer del
mapa no se puede interpretar de otra manera: el sentido directo de las palabras
no permite otra significación. Pero no está, al final, mal; haberlas dicho. Si
Israel ha amenazado con destruir por segunda vez las instalaciones nucleares de
Irán, ¿qué esperaban los sionistas? ¿Que dijera Irán que todo estaba bien? El
actual encargado de la Agencia Internacional de Energía Atómica, un japonés, ha
dicho que nada indica que el programa nuclear de Irán no sea con fines
pacíficos. Es decir, confirma que el programa nuclear no está destinado a
construir la bomba atómica. Se alega también (en un formulismo legal extremo)
que Irán es suscriptor del Tratado de No Proliferación Nuclear y que por lo
tanto todo lo hecho por Irán es ilegal. ¿De qué legalidad internacional habla o
reclama los Estados Unidos y sus aliados? Si de observar la legalidad
internacional se tratara no se hubiera hecho lo de Irak, atacado por sospechas,
ni la agresión contra Afganistán o se hubiesen cumplido las múltiples
resoluciones de las sucesivas Asambleas Generales de las Naciones Unidas que
ordenan a los gringos a terminar el bloqueo criminal contra Cuba. Pienso, con
todo lo que pueda sonar alborotado o provocador y a despecho de lo recomendado
por el collón de Banki Mun a Ahmud Ahmadineyad, sobre la moderación de su
discurso en la 67 Asamblea General; en política se tiene que tener prudencia
pero también se tiene que apelar a la personalidad: si se ha dicho lo de
“barrer del mapa”, pues, sencillamente, se tiene que sostener. Los lapsus
lingüi no valen en política, ni los
eufemismos tampoco. Lo que se nombra se nombra tal cual es.
¿Que tienen derecho los descendientes
culturales europeos judíos a compartir esa tierra? Personalmente creo que sí.
Es una tierra que ancestralmente fue compartida, pero gracias al imperialismo
como expresión máxima del capitalismo, la han ocupado los codiciosos, los
desaprensivos y los reaccionarios. Los judíos pobres no están en Israel. Está
la gente de Wall Street y de los centros financieros europeos que no permitirán
nunca que se acabe el buen negocio del sionismo, la provocación, la guerra y la
infelicidad para miles de palestinos que viven en las peores condiciones de
vida. Por eso se tiene que estar en contra de Israel, porque en el actual
momento representa lo peor de la humanidad. No por ser judíos, sino por ser
capitalistas.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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