No podemos negar que la actual Izquierda últimamente se ha venido
inclinando más por una agenda ajena, propia de la Pequeña Burguesía, que a una
agenda propia.Dicho más claramente, la Izquierda se ha aburguesado
ideológicamente y hoy viene a quejarse como una niña gritona sobre el triunfo
del Frente Nacional con Marine Le Pen, hablando ahora de “lucha contra el
fascismo”.
MARINE LE PEN: LA PESADILLA DE LA UNIÓN EUROPEA
Y DE UNA IZQUIERDA LLORONA
Por: Níkolas Stolpkin
Da la impresión que la Izquierda
aún no ha podido captar el significado del pasado triunfo de Marine Le Pen. La
Izquierda, tanto francesa como internacional, ha querido responder de la misma
forma que responde la Derecha tras las elecciones parlamentarias de la Unión
Europea. Y por una razón muy simple: saben que han perdido frente a la
conquista de las Masas y son incapaces de ser autocríticos del por qué, en este
caso el Frente Nacional, están donde ellos (la Izquierda) deberían estar.
Para la Izquierda el Frente
Nacional, y particularmente Marine Le Pen, es “xenófoba”, “racista”,
“anti-semita”, “islamófoba”, “homófoba”, “eurófoba”, “ultra-derechista”, etc.
Son dilapidados sin antes siquiera tratar de entender las ideas que defienden,
fijando más la atención en el sentido del humor que ha tenido a lo largo el
fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, y hasta ahora presidente
honorífico.
La pobre crítica de la Izquierda
frente al triunfo de Marine Le Pen llega a ser simplista y solo se ha limitado a
reproducir lo que los Grandes Medios y la clase política tradicional han
calificado a la líder del Frente Nacional y en hacer un llamado a “combatir el
fascismo”, misma postura que podrían tener los partidos enquistados en el poder
político de Francia.
El triunfo de Marine Le Pen no ha
sido tomado, aún, con la seriedad que debería ser tomado, como tampoco el
triunfo de los demás “euroescépticos” o eurorealistas del continente. Y es que
su real avance bien podríamos vincularlo con las deficiencias que la Izquierda
ha estado sujetando de un tiempo a esta parte.
No podemos negar que la actual
Izquierda últimamente se ha venido inclinando más por una agenda ajena, propia
de la Pequeña Burguesía, que a una agenda propia.
Dicho más claramente, la
Izquierda se ha aburguesado ideológicamente y hoy viene a quejarse como una
niña gritona sobre el triunfo del Frente Nacional con Marine Le Pen, hablando
ahora de “lucha contra el fascismo”.
Podrán sonar atractivas estas
frases e iniciativas de la Izquierda, pero están fuera de la realidad. Antes de
las frases atractivas e iniciativas contra los vencedores, primero deberían
hacerse una seria autocrítica del por qué las fuerzas de la Izquierda hoy no
llevan la delantera y sí la llevan otros que se desmarcan de posiciones
tradicionales del poder.
¿Cómo habremos de entender el
ascenso de los “euroescépticos” si empezamos a etiquetarlos como los Grandes
Medios desean que los etiquetemos? ¿Cómo habremos de entender el ascenso del
Frente Nacional, y su líder Marine Le Pen, si reproducimos lo que los Grandes
Medios y la clase política tradicional difunden?
Hoy los Eurorealistas están
tomando el lugar que la Izquierda debería haber tomado, pero que no ha sido
posible por ser hoy esa Izquierda ideológicamente a-co-mo-da-di-za.
¿Cómo puede una Izquierda tomar
el lugar que hoy van tomado los eurorealistas en Europa, en cuanto al apoyo
popular, si hoy la Izquierda se ha convertido en un Pequeño Burgués y que se
alinea a las luchas que esta acostumbra?
Seamos claros; seamos realistas.
La Izquierda mayoriataria ha traicionado sus propios ideales y ha abrazado las
luchas por el Interés Individual de ciertas minorías, abandonando así la
defensa de las clases populares y de los explotados.
Pareciera ser que las prioridades
de la Izquierda se han trasladado a las prioridades de la Pequeña Burguesía
(matrimonio homosexual, despenalización de la marihuana, despenalización del
aborto, etc). ¿Dónde quedaron las prioridades junto a la clase trabajadora o el
Interés General?
Lo mismo podemos decir de cierta
“ultra-Izquierda”, hoy amaestrada y domesticada por la Izquierda acomodada y la
Pequeña burguesía.
Los Medios han jugado un rol
fundamental para que se produzca el presente escenario, al crear la atmósfera
de Presión Social en favor de la Pequeña Burguesía. ¿Acaso el rol de los Medios
no ha sido canalizar las luchas de la Pequeña Burguesía y acallar las luchas de
nuestros trabajadores?
¿Cómo no podría desagradar una
Izquierda acomodadiza que va como un perro repitiendo lo que desde arriba
promueven las élites a través de los Medios, como parte de su “Ingeniería
Social” a través de múltiples ONGs financiados por Grandes Intereses
disfrazados de “Fundaciones”? ¿Acaso esas luchas no le corresponde especialmente
a la Pequeña Burguesía librarlas? ¿Qué hace la Izquierda apropiándose de las
luchas de la Pequeña Burguesía?
¿Cómo no podría desagradar una
Izquierda acomodadiza que acostumbra a profundizar las políticas Neoliberales
al momento que le toca bailar junto al Poder? España, Francia, Chile son
ejemplos claros de una Izquierda cómoda que baila junto al Poder profundizando
políticas Neoliberales, abriendo el camino a la Pequeña Burguesía y cerrando el
paso a la clase trabajadora y explotada.
Es que ya ni sorprende el nivel
de contagio en América Latina de esa Izquierda que abraza ideas exportadas por
la dizque “Izquierda” europea, que todavía tiene la desfachatez de sostener
conceptos que abundan en forma pero que carecen de contenido.
Bien que ha traducido Marine Le
Pen a la Izquierda francesa, y que muy bien podríamos generalizar, al señalarla
como: “Ultra-liberal, laxista y libertina”. ¿Acaso no duele la verdad?
El ascenso de los Eurorealistas
habla de una Izquierda cómoda y aburguesada ante la pérdida progresiva del
Estado de Bienestar y la puesta en marcha del Neoliberalismo. El avance de los
Eurorealistas muy bien podría hablar del fracaso de cierta Izquierda que no ha
sabido olfatear el momento. Los europeos, claramente, se están hartando del proyecto
de la Unión Europea. Pero ¿qué hace la izquierda hoy cuando se presentan los
eurorealistas? Quejarse y lloriquear.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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