Nadie en Israel está
dispuesto a comprometerse con una definición de lo que podría verse como una
victoria. Me temo que el objetivo militar es evidente: salvar la carrera
política de Bibi Netanyahu.
OPERACIÓN RESCATE DE BIBI
Por Gilad Atzmon
Anoche el ejército israelí lanzó una vasta operación terrestre en Gaza.
Hasta ahora, Israel no ha logrado articular sus objetivos militares. Nadie en
Israel está dispuesto a comprometerse con una definición de lo que podría verse
como una victoria. Me temo que el objetivo militar es evidente: salvar la
carrera política de Netanyahu.
El primer ministro Netanyahu y su ministro de Defensa Moshe Ya’alon no
tienen otras opciones. Los dos han tratado de evitar una operación terrestre.
Como la mayoría de los líderes de las FDI, Netanyahu y Ya'alon saben que el
ejército israelí no tiene la capacidad para hacerle frente al desafío balístico
de Gaza. Israel perdió su poder de disuasión hace un tiempo. En lugar de ello,
desarrolló una impresionante tecnología para hacerle frente a una amenaza
balística. El sistema antimisiles Cúpula de Hierro de Israel ha funcionado excepcionalmente
bien, sin embargo, estratégicamente, ha resultado contraproducente. Ha liberado
a Hamas y otras organizaciones en Gaza de tener que desatar su arsenal de
cohetes contra las ciudades israelíes, poniendo a Israel en la defensa, mientras
que mantiene una posición ética, ya que nadie ha salido lastimado.
Desde una perspectiva militar, esto expone un cambio único. Hamas y el
ejército israelí han intercambiado doctrinas militares. Mientras que en el
pasado, Israel y las FDI se asociaban con la filosofía de la doctrina ofensiva
-la creencia de que "el ataque es la mejor forma de defensa". Ahora Hamas y otros luchadores por la libertad
palestinos tienen la sartén por el mango y buscan el combate.
Tanto Netanyahu como Ya’alon son veteranos de las fuerzas especiales.
Tienen una excelente comprensión de la situación militar y han sido testigos del
espíritu de resistencia persistente en Gaza. También se dan cuenta de que
teniendo en consideración el creciente aislamiento del Estado judío, las opciones
de Israel son limitadas. El primer ministro Netanyahu y el ministro Ya’alon
saben que una operación terrestre no va
a detener los misiles a menos que toda la franja de Gaza se excavada. Israel no
posee la fuerza militar para participar en una operación de ese tipo ni
disfruta de la habilidad diplomática para sostener un asalto tan prolongado.
Durante varios días el primer ministro Netanyahu ha estado siendo empujado por los
miembros de la línea dura dentro de su gabinete. Él tiene que mostrar un poco
de lealtad con la ideología halconezca que ha defendido durante años. Los
israelíes necesitan venganza. Después de todo, han sido humillados por la
resistencia palestina por varios días. Necesitan algo para animarlos y
Netanyahu sabe lo que es. Las imágenes de los soldados israelíes que marchan en
el territorio de otras personas, es un momento de éxtasis colectivo en el
Estado judío. Un recordatorio de que la atmósfera suele cambiar una vez que los
soldados israelíes son enviados de vuelta a casa en ataúdes. Pero eso ocurre
más tarde.
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