El discurso del presidente
de los EE.UU, Barack Obama, sobre el estado de la unión el martes fue, tal vez
incluso más que sus anteriores discursos, una farsa cínica y reaccionaria. La
retórica vacía fue combinada con una desconexión completa de la realidad económica
y social que enfrentan a millones de personas en el país.
EL DISCURSO DE OBAMA
Como ha sido la costumbre de Obama en sus discursos anuales sobre el estado de la nación, cada vez exhibe el mismo
cinismo, patrioterismo militar, amenazas de guerra y la creencia de que los Estados Unidos sigue siendo la
nación indispensable, cuyos supremos y envidiables valores democráticos son de
gran beneficio para el mundo, que está destinada a continuar liderando por lo
que resta del siglo actual y más allá. Pero Obama, aun con su elevada retórica
y de grandes dotes de orador, como político que es, la mayoría de las veces
pinta un paisaje con colores ajenos a la realidad. Este último discurso del
presidente, promovido por los medios de prensa como mayormente enfocado en el
problema de la enorme desigualdad económica que continua ampliando la brecha
entre ricos y pobres, estuvo más bien plagado de una mezcla de falsificaciones
sobre el verdadero estado de la economía, la promoción de los grandes negocios
como una panacea y una mezcolanza de
pequeñas recetas para los actuales males económicos del país.
Para empezar, el discurso de Obama tuvo lugar ante los miembros del
congreso, un club de millonarios que cuenta con uno de los índices de
aprobación más bajos -7%- entre el público estadounidense y de otros invitados
de la elite que en ningún momento representan los intereses de la clase
trabajadora del país. De acuerdo a la percepción de Obama en los últimos cinco
años, después de salir de la gran recesión, el país ha experimentado la más
baja tasa de desempleo, el resurgimiento del mercado inmobiliario, y un sector
manufacturero que por primera vez desde 1990 está creando trabajos. El no
mencionó que la caída en el desempleo se debía a que millones de trabajadores
habían abandonado la búsqueda de trabajos o que el pequeño incremento en
trabajos manufactureros se debe a la caída de los salarios promovida por su
gobierno. Además olvidó mencionar que el centro histórico de la industria
manufacturera, Detroit, está hoy en bancarrota y con la ayuda de su gobierno las
cortes están siendo utilizadas para forzar cortes profundos en las pensiones y
en el acceso a otros derechos sociales y
culturales.
Sin embargo, elogió el trabajo de la primera mujer CEO del gigante de
la industria automotriz, GM, quien tiene planes para acelerar el aumento de las
ganancias a través de reducciones en los costos de producción en Europa y los
EE.UU. También elogió a un proveedor de repuestos para autos en Detroit
que ha trabajado muy de cerca con los sindicatos para contratar trabajadores
por una fracción de su antiguo salario.
El presidente, quien ha hecho más que cualquiera de sus predecesores para canalizar
dinero a Wall Street, reconoció que las ganancias de las corporaciones y los
precios de las acciones rara vez han sido más altos, y que aquellos en la cima
nunca han estado mejor, como si las políticas de su gobierno no tuvieran nadada
que ver con eso. Sin embargo, rápidamente afirmó que, los estadounidenses “no
resienten a quienes, por virtud de su esfuerzo, logran un éxito increíble”.
Probablemente esta era una referencia a uno de sus banqueros preferidos, el CEO
de JPMorgan, Jamie Dimon, quien, a pesar de las repetidas y documentadas
actividades criminales de su empresa, no solo ha evadido la justicia, sino que
hace poco recibió un incremento del 74% en su salario.
De acuerdo a algunos relatos, los redactores del discurso de Obama fueron
instruidos para moderar el tono en cuanto a las referencias a la desigualdad
social y en su lugar enfatizar el concepto de la “oportunidad”, el viejo mito
de que con perseverancia cualquiera se puede convertir en millonario.
En su discurso Obama brevemente hizo referencia al corte de beneficios de
desempleo que 1.6 millones de
trabajadores experimentaron a finales del año pasado debido a las acciones de
demócratas y republicanos. Al mismo tiempo hizo un llamado para “reformar el
seguro de desempleo para que sea más efectivo en la economía de hoy”, lo que en
definitiva significaría introducir mayores restricciones en cuanto a la elegibilidad.
Obama tampoco dijo nada sobre el recorte de ayuda en cupones de alimentos a
los más necesitados por valor de 8,7000 millones de dólares recientemente
acordado por demócratas y republicanos. El recorte es el segundo desde la
creación del programa –el primero sucedió hace unos pocos meses.
Luego vendría la que fue promovida como la iniciativa más audaz de Obama,
pensada como una concesión a los sindicatos y a los liberales y pseudo izquierdistas que simpatizan con su
gobierno; la movida de una orden ejecutiva que requiere que los contratistas
federales paguen un salario mínimo de 10 dólares por hora para empleados bajo
nuevos contratos o que sean renovados, este requerimiento no aplica a los
contratos existentes. Esta propuesta afectará a unos 250,000 trabajadores
los cuales representan una pequeña fracción de los aproximadamente 50 millones
de estadounidenses clasificados como “trabajadores pobres”. Mientras los
trabajadores bajo esa propuesta permanecerán en la pobreza, la misma constituye
la muestra más clara de que la clase gobernante no tiene ninguna intención de
hacerle frente al flagelo de la desigualdad económica, pobreza y desempleo
masivo.
La realidad es que, si el salario mínimo hubiera aumentado al mismo ritmo
que la remuneración de los CEOs de los Estados Unidos, el 1 por ciento, el
trabajador más pobremente pagado en los EE.UU estaría ahora ganando más de $ 33
por hora. Si fuera acorde al ritmo del aumento de la productividad, sería más
de $ 22 por hora.
El discurso incluyó la obligada referencia
al “fuerte” estado de la unión,
junto con la afirmación de que el 2014 puede convertirse en "un año de
significativos avances para los Estados Unidos". Pero ¿a quién cree Obama que le está tomándole el pelo?
Encuesta tras encuestas muestran que alrededor de dos terceras partes de la
población estadounidense que experimentan un declive en su bienestar creen que la economía es cualquier cosa menos,
que la economía esta robusta, no obstante los falsos indicadores citados por
Obama. Una encuesta llevada a cabo a finales del mes pasado, encontró que más
de la mitad de la población se ve obligada a reducir sus gastos, y un 36 por
ciento están recortando sus gastos en alimentos y medicinas. Por otra parte,
cada día son más los desamparados y el número de personas que complementan sus
exiguos ingresos por medio del reciclaje de envases de vidrio y plástico o con la
recolección y venta de chatarra.
En el análisis final, el quinto discurso de Obama sobre el estado de la unión
ha puesto de manifiesto su presidencia como una fuerza políticamente gastada.
El será recordado, primeramente, como un presidente que fue capaz de explotar
las ilusiones con sus falsas promesas de cambio para llevar a cabo la mayor
estafa de la historia, el rescate de Wall Street, que ha sido testigo de la
transferencia de miles de millones de dólares de la riqueza social de la
mayoría de la población a los bancos y los súper ricos. En segundo lugar, su
legado será el montaje del Estado policial y la trituración de los derechos
democráticos y constitucionales más básicos. Obama será recordado como un
hombre alejado, desconectado de la dura realidad que aflige a millones de
pobres y desempleados, víctimas de la desigualdad económica y social
íntimamente ligadas al capitalismo que privilegia el aumento de las ganancias
sobre el bienestar de la población y que él entusiastamente sigue promoviendo. Pero
que se puede esperar de un hombre que disfruta de todos los privilegios de ser
el presidente de la nación más poderosa del mundo, y por cuyas memorias, ya le
están ofreciendo entre 17 y 20 millones de dólares. La respuesta no puede ser
otra que, falsas promesas, como la pretendida reforma migratoria integral, a la
que apenas le dedicó unos escasos segundos en su alocución.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario