El reporte del Institute for
Global Labour and Human Rights es
contundente: La fábrica Alianza Fashion, propiedad de un ciudadano de Corea del
Sur, que fabricaba ropa para varias de las más famosas marcas estadounidenses,
no solo explotaba a los trabajadores guatemaltecos pagándoles $ 1.25 por hora,
sino que al final se apoderó de más de 6 millones de dólares en
beneficios y salarios atrasados de los trabajadores. Esto demuestra la
naturaleza despiadada y criminal de las maquiladoras y del capital foráneo que
aprovechándose de la enorme cantidad de concesiones laborales exigidas de los
gobiernos de países pobres como Guatemala -a través de las zonas francas y
tratados de “libre comercio”- explotan y roban de todo al pobre trabajador. Los
sucedido en Guatemala al igual que en otros países como Bangladesh, Nicaragua y
México reafirma lo escrito metafóricamente por Marx en El Capital: “el capital
es trabajo muerto que, como un vampiro, vive sólo de chupar trabajo vivo, y
cuanto más vive, más trabajo chupa”. “El vampiro no se saciará”, mientras
“quede por explotar un solo músculo, tendón o gota de sangre”. El capital
“chupa la fuerza creadora de valor del trabajador y está chorreando sangre”.
FÁBRICA GUATEMALTECA QUE ABASTECÍA A WALMART Y
OTROS MINORISTAS EN EE.UU
ROBÓ $ 6 MILLONES A TRABAJADORES
Etiquetas de los Estados Unidos que producían ropa en la
fábrica de explotación Alianza Fashion en Guatemala.
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Por Steven Hsieh, enero 23, 2014
Una empresa manufacturera que fabricó la ropa para por lo menos sesenta marcas
estadounidenses, incluyendo Macy’s, JCPenney, Kohl y Wal-Mart, supuestamente
debe a trabajadores guatemaltecos más de 6 millones de dólares en salarios y beneficios
atrasados, de acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Trabajo
Global y Derechos Humanos (Institute for Global Labour and Human Rights).
Los investigadores obtuvieron más de 200 documentos internos contrabandeados
fuera de la fábrica Alianza Fashion en la primavera pasada, la documentación
incluye facturas, comprobantes de pago y las instrucciones de fabricación de
algunas de las marcas más conocidas en el mundo. La fábrica, propiedad del surcoreano,
Boon Chong Park, canceló sus
operaciones en marzo pasado.
Estas son algunos de los hallazgos del informe:
Desde 2001 hasta el 2013, la gestión de Alianza presentó documentación de beneficios
de pensiones y de asistencia sanitaria legales para sólo sesenta y cinco
trabajadores por año. A través de los años, Alianza empleo entre 1,050 y 1,500
trabajadores, que suman más de $ 4.7 millones en beneficios perdidos.
Dado que la fábrica cerró el año pasado, Alianza no ha pagado $ 1.2
millones en salarios y beneficios atrasados a los 548 trabajadores empleados
hasta el cierre de operaciones.
Las marcas estadounidenses etiquetan sus productos a precios exorbitantes.
Documentos revelan que un blazer cuyo costo de fabricación es de 4.25 dólares,
se vende en Walmart por 21.88 dólares. Un traje con chaleco de Calvin Klein que
se vende en Burlington Coat Factory por 59.99 dólares cuesta $ 9.23 cortarlo y coserlo.
Trabajadores de la fábrica de Alianza ganaban un salario base de $ 1.05 por
hora, que suman $ 287.24 por mes. El Instituto Nacional de Estadística del
Gobierno de Guatemala dice que la familia promedio necesita alrededor de $
363,43 por mes para cubrir las necesidades alimentarias básicas.
La gerencia de Alianza despidió ilegalmente a sesenta trabajadores en marzo
de 2010 por dar los pasos preliminares hacia la sindicalización. Los
trabajadores no recibieron su indemnización legal.
El Instituto de Trabajo Global y los Derechos Humanos afirma que su
objetivo "es recaudar un fondo de 6 millones de dolares para reembolsar a
los trabajadores que han sido despojados de los salarios, indemnizaciones,
beneficios de salud y de pensiones", por parte de Boon Chong Park y
Alianza.
Grupos sindicales se acercaron a algunos de los grandes sellos implicados
en los hallazgos. Phillips-Van Heusen, que produce ropa para Tommy Hilfinger y
Calvin Klein, donó 100.000 dólares a un fondo para los 548 trabajadores
empleados hasta que la fábrica cerró.
ABC News contactó a funcionarios relacionados con Wal-Mart, JC Penney, Kohl
y Macy’s, todos los cuales aparecen en los registros como vendedores de ropa
producida en Alianza.
JCPenney dijo que no ha comisionado ropa a Alianza en más de seis años, y
los funcionarios allí pensaban que los problemas de la nómina de pago allí se
habían resuelto en 2011.
Los autores del informe contradicen eso, dicen que los documentos que
obtuvieron muestran que en 2011, la mayor parte de la producción de Alianza fue
para JCPenney, ordenada a través de un proveedor intermediario.
Wal-Mart también dijo que su negocio con Alianza se llevó a cabo a través
de un proveedor intermediario.
"Nuestras relaciones son con los proveedores, y les pagamos en su
totalidad todas las mercancías producidas en la fábrica cuando estaba en
operación", dijo el portavoz de Wal-Mart, Kevin Gardner. "Como el
mayor minorista del mundo, nosotros nos esforzamos para influir positivamente
en las prácticas de la cadena de suministro global, promoviendo nuestros
propios estándares y mejorando las condiciones de trabajo en los países de los
que obtenemos nuestros productos, y esperamos que nuestros proveedores se
adhieran a nuestros estándares para los proveedores y las leyes locales de
salarios. Si nos enteramos de una violación, tomamos las medidas adecuadas”.
El informe también ataca al gobierno de Guatemala, criticándolo por no
haber decomisado la riqueza y los activos de Park y devolverlo a sus
trabajadores. Los autores escriben: "El Gobierno de Guatemala, debido a la
debilidad de sus leyes laborales, también es cada vez más abierto a la
corrupción. En el frente laboral, no se ha producido ningún avance para poner
en práctica los derechos fundamentales de los trabajadores”.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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