jueves, 28 de noviembre de 2013

ACUERDO NUCLEAR

El esfuerzo clandestino de la Casa Blanca ilustra como cualquier acuerdo para limitar el programa nuclear iraní siempre dependía de las negociaciones directas entre los EEUU e Irán. Además demuestra cuanto capital político Obama ha puesto en juego desde el inicio de su presidencia para lograr el éxito del pacto nuclear con los iraníes. Pero este esfuerzo de cinco años que culminó con la firma del acuerdo temporal enfrenta, desde el mismo momento en que se dio a conocer, serias dificultades que con el trascurso de los días se harán difíciles de sortear y seran un serio obstáculo para alcanzar un acuerdo final de largo termino que solucione de manera pacífica el impase nuclear, evite una guerra y normalice las relaciones entre Estados Unidos e Irán.


OBAMA Y EL ACUERDO
NUCLEAR CON IRÁN


Finalmente y después de tantos intentos fallidos Irán y el grupo 5P+1 lograron en Ginebra, afinar todos los detalles para la firma del acuerdo interino que por un periodo de seis meses le permitirá a los iraníes un leve alivio, producto de las sanciones económicas de occidente, a cambio de la suspensión temporal de varios aspectos claves de su programa nuclear, el cual como lo han repetido incesantemente los iraníes es con fines pacíficos y nada tiene que ver con el desarrollo de armas nucleares como afirman sus detractores. Sobre todo en el gobierno de Israel y sus aliados occidentales, principalmente en el Congreso de los Estados Unidos.

La firma del acuerdo temporal se logró después de un largo proceso de negociaciones. Según reporta el Wall Street, el gobierno de Obama desarrolló durante cinco años una estrategia de dos vías, una secreta  y otra pública. Según informa el citado periódico, las negociaciones secretas fueron supervisadas personalmente por el propio presidente Obama y se mantuvieron fuera del conocimiento de los aliados más cercanos de Washington y de algunos de los funcionarios de más alto rango del gobierno de los EEUU. Las negociaciones secretas crearon los fundamentos para alcanzar el acuerdo temporal, pero a ratos también pusieron en riesgo el esfuerzo, particularmente en noviembre 7, cuando en las rondas preliminares de las negociaciones los franceses fueron tomados por sorpresa por la profundidad de las conversaciones paralelas.

El esfuerzo clandestino de la Casa Blanca ilustra como cualquier acuerdo para limitar el programa nuclear iraní siempre dependía de las negociaciones directas entre los EEUU e Irán. Además demuestra cuanto capital político Obama ha puesto en juego desde el inicio de su presidencia para lograr el éxito del pacto nuclear con los iraníes. Pero este esfuerzo de cinco años que culminó con la firma del acuerdo temporal enfrenta, desde el mismo momento en que se dio a conocer, serias dificultades que con el trascurso de los días se harán difíciles de sortear y seran un serio obstáculo para alcanzar un acuerdo final de largo termino que solucione de manera pacífica el impase nuclear, evite una guerra y normalice las relaciones entre Estados Unidos e Irán.

A pesar del optimismo manifestado por el presidente Obama sobre el éxito de las negociaciones, las fuerzas que se oponen a cualquier acuerdo con Irán no han desaprovechado un solo momento para atacarlo de ingenuo, apaciguador y de concederles todo a los iraníes a cambio de mínimas concesiones. Estas fuerzas obstruccionistas lideradas por el energúmeno primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el poderoso lobby judío en Washington  y sus compinches neoconservadores en los medio de prensa y en el congreso estadounidense están dispuestos con todo su arsenal no solo a interrumpir el acuerdo temporal, sino, restarle cualquier chance a Obama de que pueda lograr un acuerdo final de larga duración con los iraníes.

Nethanyahu no ha parado en denunciar el acuerdo de Ginebra con los iraníes, como un “error histórico” que deja al alcance de Irán la producción de armas atómicas, y también ha dicho que Israel no estará obligado a respetar el acuerdo. “El día de hoy el mundo se ha tornado en un lugar más peligroso debido a que el régimen más peligros en el mundo ha dado un gran paso para la obtención del arma más peligrosa del mundo”, dijo Netanyahu. La hipocresía de este hombre no tiene límites, es precisamente Israel quien representa un peligro para la humanidad con sus centenares de armas nucleares no declaradas y que rehúsa a ser parte del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Irán no está en posecion de armas atómicas, es parte del NPT y ha suspendido temporalmente varios aspectos de su  programa nuclear.

De acuerdo al Wall Strett, los líderes del partido Republicano y del Demócrata están amenazando con romper con la política de Obama hacia Irán y aprobar nuevas sanciones punitivas contra el país. Argumentan que el acuerdo alcanzado el domingo en Ginebra concede demasiado al régimen islamista exigiendo a cambio demasiado poco. La realidad es muy diferente:

Según lo pactado en el acuerdo interino, Irán suspenderá toda actividad de enriquecimiento de uranio más allá del 5%, no instalará nuevas centrifugas, la viejas unidades no seran reemplazadas y no podrá aumentar el número de instalaciones para enriquecimiento en el país. En cuanto a las inspecciones a los sitios nucleares de Natanz y Fordow estas se llevaran a cabo diariamente. Suspender los trabajos de construcción en el reactor de agua pesada de Arak . Si Irán decide reiniciar sus actividades de enriquecimiento, los controles impuestos harán que le tome más tiempo que sin el acuerdo interino, además las potencias internacionales con el aumento en el número de inspectores estarán en condiciones de detectar con mayor rapidez cualquier intento de violación de lo acordado por parte de Irán.

¿Qué se le ha concedido a Irán?

Irán tendrá acceso a fondos que han sido congelados por valor de entre, 6 y 7 mil millones de dólares durante el tiempo que dure el acuerdo interino, podrá disponer de sus propios fondos para iniciativas humanitarias, se suspenderán las sanciones sobre las exportaciones de petroquímicos y podrá reiniciar el comercio de metales preciosos, se levantan las sanciones a la auto industria, Irán podrá hacer uso de los fondos restringidos para la compra de equipo médico. Pero la totalidad del embargo sobre la exportación de petróleo permanecerá intacto y luego, las potencias occidentales se reservan el derecho de imponer nuevas sanciones si el acuerdo es violado. En cuanto a la controversia creada a cerca de si Irán tiene derecho al enriquecimiento nuclear, una de las provisiones del acuerdo pactado dice: Las potencias internacionales reconocerán el derecho del pueblo iraní para acceder al uso pacífico de la energía nuclear.

Según el senador demócrata, Charles Schumer, la “la desproporcionalidad” de este acuerdo hará más posible que Demócratas y Republicanos se unan y aprueben más sanciones adicionales cuando regresen del receso en diciembre. Si dicha maniobra política obstruccionista se llegará a materializar significaría la liquidación del acuerdo pactado, tal y como lo han reconocido los funcionarios EEUU e Irán, lo que sumaría un nuevo bochorno  político a los más recientes que ha experimentado la Casa Blanca.

La Casa Blanca ha señalado que defenderá el acuerdo apelando directamente a legisladores y líderes extranjeros. Pero esto no será suficiente si el presidente Barack Obama no pone en juego toda su capacidad de maniobra en el campo de las complejas relaciones internacionales y decide actuar con firmeza contra todos los saboteadores tanto en el frente interno como en el externo. Sus adversarios tienen mucho poder para descarrilar lo que podría ser el mayor logro político en el ámbito internacional de su presidencia en una de las regiones más conflictivas del mundo, pero tendrá que proceder con menos ambivalencia y beligerancia, y más honestidad y sinceridad hacia los iraníes quienes hasta acá han manifestado su buena disposición para llegar a un gran acuerdo siempre y cuando esté basado en el respecto a su soberanía nacional, libre del injerencismo  y de las ambiciones hegemónicas tanto de EEUU, sus aliados europeos de la OTAN y de Israel.

Pensamos que este es un momento definitorio, el más crucial de la presidencia de Obama, el momento en que tiene ser realista y ver el mundo desde una óptica diferente, no la del poder global dominante, sino desde la perspectiva de aquellos que buscan un trato justo, sin precondiciones ni amenazas que vayan en contra de sus intereses particulares y que atenten contra su dignidad de naciones libres e independientes. Hoy en día los Estados Unidos enfrenta serias dificultades en el campo interno y externo, su intervencionismo militar lo ha debilitado enormemente en lo económico y gran parte del pueblo norteamericano ya no quiere más guerras, quieren que mejore la economía y que haya empleos. El mundo está cambiando rápidamente, la unipolaridad está dando paso a una nueva arquitectura de poder global y Estados Unidos no puede seguir infatuado con la creencia de ser la nación indispensable o de que esta centuria también será la suya.

Pero según parece, el presidente Obama empieza a manifestar posiciones contradictorias con respecto a un acuerdo final con Irán. De acuerdo a altos funcionarios del gobierno de EEUU, la administración de Barack Obama no está totalmente comprometida con la conclusión de un pacto final, bajo el cual las sanciones económicas serian levantadas completamente. El gobierno de Obama aparentemente ha empezado a manifestar reservas a cerca de un acuerdo final (“end state”) a pesar de las concesiones por parte del gobierno del presidente Hassan Rouhani que fueron más allá de lo que podría haberse previsto hace unos meses. Similarmente, los funcionarios que prefirieron el anonimato dijeron que, Irán “debe cumplir con sus obligaciones bajo el NPT y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés)”. Esas declaraciones parecen sugerir que el gobierno de Obama insistirá en que se termine totalmente con todas las actividades de enriquecimiento, al menos temporalmente, y que se termine con todos los trabajos en Arak. Esto está dando lugar a que  los funcionarios del gobierno de EEUU estén actuando como si creyeran que las sanciones económicas representan una herramienta diplomática más efectiva que la “opción militar” que se había hecho a un lado.  

Algunas noticias sobre el acuerdo interino se han referido a la posibilidad de que las negociaciones sobre el arreglo definitivo podrían estancarse, y el status quo podría continuar. Pero las declaraciones de altos funcionarios de los Estados Unidos sugieren que la administración puede estar esperando precisamente ese resultado.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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