Mucho se ha dicho sobre el
por qué Francia ha llegado en auxilio de los israelíes bloqueando el acuerdo
preliminar que Netanyahu ha denunciado en términos apocalípticos. Pero el
interés de Francia en sabotear el acuerdo puede mejor ser entendido al
considerar el dinero de Arabia Saudita. Los franceses que están luchando con
una economía de paso lento, altas tasas de desempleo y una reciente degradación
de su crédito han visto el dinero saudita como panacea a sus serios problemas
económicos.
FRANCIA ARRUINA LA
POSIBILIDAD
DE UN ACUERDO CON IRÁN
Cuando todo indicaba que se llegaría a un acuerdo preliminar después de
tres días de arduas negociaciones en
Ginebra entre Irán y el grupo P5+1, apareció en el último minuto, como
aguafiestas, el Ministro de Realciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius
para bloquear -invocando preocupaciones con la seguridad de Israel- el posible
acuerdo al indicar que Francia no lo firmaría. El proceder del ministro francés
tomó por sorpresa a los demás participantes quienes por meses habían estado
trabajando sobre el texto que delineaba un conjunto de medidas para generar
confianza. Catherine Ashton de la Union Europea
y el Secretatio de Estado de EEUU, John Kerry habían acordado con el
ministro iraní Mohammad Javad Zarif no filtrar ningún detalle de un posible
acuerdo, pero aparentemente Irán congelaría todas sus actividades de
enriquecimiento nuclear por seis meses a cambio de leves, y “reversibles”
reducciones de las sanciones internacionales. Luego de ese periodo se implementarían
otras medidas.
De acuerdo a Juan Cole, el ministro francés Fabius, al rechazar toda noción
de un periodo de seis meses para fomentar confianza sin sustanciales concesiones
por parte de Irán, le lanzó un balde de agua fría a todo el proceso
de negociaciones. En el sistema francés el ministro de relaciones exteriores no
tiene mucha autonomía, lo que sugiere que Fabius estaba actuando bajo las
órdenes del presidente socialista Francois Hollande quien cuenta con baja
aprobación en la encuestas y siente que necesita ser visto internacionalmente
como un líder fuerte, manteniéndose firme contra los EEUU e Irán. Él puede que
este percibiendo una oportunidad para Francia ahora que gran parte del mundo
árabe e Israel están enfadados con Washigton por su apertura hacia Irán. Por
décadas los EEUU han logrado mantener un equilibrio en su alianza tanto con
Israel como con Arabia Saudita, en parte al señalar a Irán como un peligro para
ambos. Dado que Obama parece estar abandonando esa estratagema, Paris piensa
que hay un vacío que puede llenar.
En cuanto a la delirante reacción del gobierno israelí sobre un posible
acuerdo y de sus intentos de sabotearlo, se sabe que no había ninguna señal de
que alguno de los diplomáticos reunidos en Ginebra estuviera en lo más mínimo
dispuestos a ponerle atención a los graznidos de Tel Aviv. De hecho, todo
estaba encaminado hacia la firma de las medidas generadoras de confianza el
mismo día sábado. Los representantes rusos y chinos fueron convocados
abruptamente a Ginebra. En lo que respecta a los sauditas y su inconformidad con
los EEUU por sus esfuerzos diplomáticos para resolver el impase nuclear con
Irán, estos en protesta ya habían abandonado sus pretensiones de ocupar un
puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. El reino saudita teme que un
acuerdo los deje en una posición de debilidad frente a su rival Chiita en la
región del Golfo Pérsico. Se calcula que aproximadamente un 22% de las reservas
de petróleo mundial están en la región.
Laurent Fabius, quien ya había roto el protocolo diplomático al filtrar
detalles de las negociaciones apareció en el último minuto para estropear todo
lo negociado entre Zarif, Ashton y Kerry. Según reportó Le Monde, Fabius
abiertamente dijo que tenía tres preocupaciones, Irán tendría que suspender las
operaciones del reactor de Arak (programado para entrar en funciones en el
2014), luego dijo que Irán tendría que exportar del país todo su stock de
uranio enriquecido al 19.75%, su tercera y última preocupación era que Irán
tenía en línea una nueva generación de centrifugas de gas capaces de enriquecer
cinco veces más rápido. Así de esta manera, al revelar lo que no estaba en el
acuerdo inicial, dejando en claro lo mínimo que Francia aceptaría, Fabius
completamente tiró por la borda toda la estrategia de negociación elaborado por
Zarif, Kerry y Ashton. Las otras delegaciones diplomáticas se pusieron furiosas.
Mucho se ha dicho sobre el por qué Francia ha llegado en auxilio de los
israelíes bloqueando el acuerdo preliminar que Netanyahu ha denunciado en
términos apocalípticos. Pero el interés de Francia en sabotear el acuerdo puede
mejor ser entendido al considerar el dinero de Arabia Saudita. Los franceses
que están luchando con una economía de paso lento, altas tasas de desempleo y
una reciente degradación de su crédito han visto el dinero saudita como panacea
a sus serios problemas económicos.
Apenas el mes pasado, el ministro de Defensa francés Jean-Yves Le Drian
celebró la firma de un acuerdo de $ 1,5 mil millones con Arabia Saudita para
reajustar seis de sus buques de la Armada. En julio, Emiratos Árabes Unidos, el
aliado de Arabia Saudita firmó un contrato de $913 millones con Francia para
comprar dos satélites militares Helios de alta resolución.
Supuestamente otros acuerdos lucrativos de armas están por concretarse
entre Francia y Arabia Saudita (y sus aliados suníes). Arabia Saudita también
ha desplegado su dinero para reforzar la flacidez del sector agroalimentario de
Francia, incluyendo la compra por una firma saudita de una participación
importante en el Groupe Doux, la empresa avícola más grande de Europa con sede
en Gran Bretaña.
Sin lugar a dudas la alianza entre Arabia Saudita e Israel tiene gran poder
de influencia. Ambos países se complementan haciendo valer sus puntos fuertes.
Israel con sus extraordinarias habilidades en el cabildeo y propaganda,
especialmente en influenciar a los altos oficiales en Washington y en Capitol
Hill. Arabia Saudita con sus vastos recursos financieros puede ganar la atención
de los funcionarios de defensa en Francia, los hombres de la industria
petrolera en Houston o los banqueros inversionistas en Wall Street. Estos dos
poderes mancomunados pueden hacer que un compromiso de buena fe con Siria o
Iran sea difícil, si no imposible.
A pesar de las concesiones hechas por Irán, las posibilidades para lograr
un acuerdo sobre el impase nuclear con las cinco potencias nucleares, más
Alemania, cada día parecen más lejanas. A la larga no importa cuántas concesiones
Irán esté dispuesto a hacer. Las potencias occidentales en sintonía con los
intereses sauditas e israelíes no aceptaran nada que no sea el total sometimiento de Irán. Al final y después
de cada intento fallido en las negociaciones los iraníes cargaran con la culpa,
tal y como lo reportó el día lunes el New York Times. Lo sectores de línea
dura en Irán ya empiezan a cuestionar el accionar del presidente Rouhani de
ceder demasiado a cambio de las escasas concesiones de las potencias occidentales
que siguen amenazando con endurecer aún más el embargo económico. Las
negociaciones que han quedado en suspenso están programadas para reanudarse
dentro de pocos días, con la salvedad que esta seran atendidas por funcionarios
de bajo rango lo que sugiere que las posibilidades de llegar a un acuerdo son ínfimas, si no inexistentes, a pesar de lo que digan los diplomáticos. Irán
tiene que evitar la experiencia de Libia.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario