Ambos Presidentes recibirán
por parte de la CIA “regalos envenenados” bajo la envoltura de prisión de
Guantánamo y proyecto de invasión de la Bahía de Cochinos. Así,Obama firmó la
Orden Ejecutiva para cerrar Guantánamo en un año, pero en su segundo mandato,
sus asesores siguen buscando los mecanismos legales para finiquitar un espacio
virtual fruto de la ingeniería jurídica del llamado “Comité de Guerra” (nombre
en clave del selecto grupo de juristas y asesores que trabajaron a las órdenes
de la Troika formada por Rumsfeld, Hayden y Cheney verdaderos detentores del
Poder durante el nefasto mandato de George W.Bush).Sin embargo, el enmarañado
proceso legal que se avecina podría retardar el finiquito de dicho “limbo
jurídico”, rememorando el plan de la CIA durante la administración de
Eisenhower para derrocar al régimen de Fidel Castro y la posterior y fallida
invasión de la Bahía de Cochinos por Kennedy (abril, 1961).
DOS PRESIDENTES Y UN DESTINO
Por Germán Gorraiz
El caprichoso y cíclico devenir de la Historia, podría hacer que dos
presidentes de EEUU (separados en el tiempo por cerca de 50 años), quedaran
hermanados por la recesión económica y las dos guerras que recibirán como
herencia. Así, Obama y Kennedy pasarían a la Historia como fenómenos
sociológicos que mediante la utilización masiva e inteligente de los nuevas
tecnologías audiovisuales para explotar su innegable carisma personal,
telegenia y poder de la Palabra habrían logrado que dos personas sin experiencia
ni ideario político conocido se convirtieran en iconos de masas, insuflaran
vientos de cambio y devolvieran la ilusión y la esperanza a una sociedad
americana hundida en la recesión y con lacerantes desigualdades.
Obama basó su propaganda en el uso de la plataforma multimedia que desplegó
en su campaña electoral (básicamente en el uso del portal YouTube y de sus
apariciones en horario “prime” de televisión repitiendo hasta la extenuación el
pegadizo lema “YES, WE CAN”apoyado en la exuberante liquidez monetaria
conseguida mediante cuestaciones populares en Internet y aportaciones de
empresas y corporaciones privadas, emulando el famoso debate televisivo
Kennedy-Nixon de 1960 en el que 70 millones de espectadores presenciaron el
primer debate presidencial transmitido por televisión en la historia de EEUU,
debate que marcaría el inicio del uso de los medios audiovisuales por parte de
los candidatos presidenciales para mediante el impacto mediático suplir el
desconocimiento de su programa electoral por parte de los electores o la simple
inexistencia del mismo.
Rasgos políticos
Ambos Presidentes recibirán por parte de la CIA “regalos envenenados” bajo
la envoltura de prisión de Guantánamo y proyecto de invasión de la Bahía de
Cochinos. Así,Obama firmó la Orden Ejecutiva para cerrar Guantánamo en un año,
pero en su segundo mandato, sus asesores siguen buscando los mecanismos legales
para finiquitar un espacio virtual fruto de la ingeniería jurídica del llamado
“Comité de Guerra” (nombre en clave del selecto grupo de juristas y asesores
que trabajaron a las órdenes de la Troika formada por Rumsfeld, Hayden y Cheney
verdaderos detentores del Poder durante el nefasto mandato de George
W.Bush).Sin embargo, el enmarañado proceso legal que se avecina podría retardar
el finiquito de dicho “limbo jurídico”, rememorando el plan de la CIA durante
la administración de Eisenhower para derrocar al régimen de Fidel Castro y la
posterior y fallida invasión de la Bahía de Cochinos por Kennedy (abril, 1961).
Asimismo, habrían elegido como Vicepresidentes a Lyndon B. Johnson y Joe
Biden (Senadores por Texas y Delaware), debido a su procedencia sureña y a su
contrastada experiencia política en un intento de contrarrestar su juventud e
inexperiencia política, los cuales deberán asumir la Presidencia del País por
motivos trágicos (Magnicidio), triunfando en posteriores elecciones
presidenciales y condenando de paso al ostracismo político a un Partido
Republicano inmerso en luchas intestinas y huérfano de un líder carismático,
por lo que deberán hacer cristalizar las iniciativas inconclusas de sus
predecesores (Aumento de la Cobertura Sanitaria, Proyecto de Revitalización de
la Educación Pública y Ley de Inmigración).
Política doméstica
Recuperación del espíritu del “New Frontier” kennedyano, plasmado en el
utópico Programa de Obama de destinar ingentes fondos federales para la Mejora
de la Educación, la Ampliación de la Cobertura de la Sanidad Pública
(Obamacare) y la ampliación de la cobertura del desempleo a 8 millones de
nuevos parados, proyectos que serán postergadas “sine die” por el
filibusterismo político de la mayoría republicana en el Congreso o nacerán
descafeinados tras su tramitación parlamentaria al ser claramente onerosas para
el erario público (se estima que costarían unos 127.000 millones de $) y estar
sumido el país en una aguda recesión económica. Así, asistiremos al rediseño
del Plan inicial de Obama de Sanidad (Obamacare) y al retraso “sine die” del
Proyecto de Ley sobre Inmigración, proyecto que buscaría una mayor igualdad y
protección de derechos civiles y laborales tanto para los nacidos en el país
como para los que obtengan el derecho de residencia pero que quedará postergado
y deberá ser presentada por su sucesor, rememorando la “Ley sobre Inmigración y
nacionalidad” promovida por Edward Kennedy (1965).
Igualmente, aplicarán medidas keynesianas como bálsamo ante la crisis
económica, tales como programas de especialización de obreros en paro,
viviendas y ayudas a zonas afectadas por la depresión económica, subida del
salario mínimo y reducción de impuestos por un monto de más de 300.000 millones
de $ para favorecer el consumo interno (uno de los tradicionales motores de la
economía de EEUU ya que representa más de la mitad del PIB del país), así como
el llamado Impuesto Buffet para las frandes fortunas, medidas que resultarán
claramente insuficientes y favorecerán en la mayoría de los casos a las clases
altas.
Asimismo, entablarán negociaciones con la mayoría republicana para reducir
el déficit presupuestario y para nivelar la balanza de pagos norteamericana así
como medidas para proteger el papel del dólar como moneda de referencia ante la
ofensiva ruso-china para cambiar de patrón monetario mundial. Finalmente,
entablarán negociaciones con sindicatos y patronos a fin lograr la congelación
de salarios para evitar la inflación, política económica que requerirá el
mantenimiento de los precios de los productos manufacturados por parte de las
empresas, pudiendo revivirse la Crisis del Acero (Kennedy, abril 1962), que privaría
a Obama del apoyo de las élites empresariales y financieras pero que aumentaría
su popularidad entre las clases medias del país.
Además, como consecuencia del seguro descenso de los ingresos de los
Estados y del bestial incremento de las prestaciones de Desempleo (8 millones
de parados sin cobertura de desempleo), no sería descartable en varios estados
la aparición de agujeros financieros, (del que sería paradigma la ciudad de
Detroit o los Estados de New York o California), así como de leyes para recortar
ayudas a los más necesitados en Estados como Arizona, Nuevo México y Carolina
del Sur), lo que agudizará la fractura social del país quedando obligadas
amplias capas de la población (especialmente negros e hispanos), a depender en
exclusiva de los subsidios sociales y a vivir en umbrales de pobreza.
Así, el programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) y cuyo
costo actual sería de unos 80 mil millones $ anuales, proporciona asistencia
alimentaria a un 14 por ciento de todos los hogares estadounidenses,
(alcanzando la cifra récord de 47 millones de personas inscritas en el 2013 en
comparación a los 29,4 millones que recibían esta ayuda mensual en el 2008),
pero la prevista reducción de los Fondos para dichos Cupones de Alimentos para
el 2014 (estimados en cerca de 10.000 millones $), unido al renacer de
sentimientos xenófobos en los Estados sureños podrían reeditar la Gran Marcha
sobre Washington (Martin Luther King,1.963) y favorecer la aparición de nuevos
líderes religiosos radicales que con sus soflamas incendiarias podrían terminar
por reeditar los violentos disturbios raciales del verano de 1963).
Enfriamiento de las
relaciones con Israel
A pesar de contar Kennedy con el apoyo explícito del lobby sionista para
lograr su elección presidencial, (recibió 500.000 dólares para su campaña, y el
80% del voto judío) y tras intervenir ante el AIPAC para garantizar el
tradicional apoyo incondicional de EE.UU a Israel así como autorizar la primera
gran venta de armamento estadounidense a Israel en 1963, su mandato se
caracterizó por un enfriamiento de sus relaciones con Ben Gourion. Así, Laurent
Guyénot en su artículo ”Kennedy, el lobby y la bomba”, (Red Voltaire,
2-5-2013), afirma que desde el inicio de los años 1950, el Primer Ministro
israelí Ben Gurión, había emprendido la fabricación secreta de bombas atómicas,
desvirtuando así la finalidad primigenia del programa de cooperación pacífica”
Atom for Peace”, iniciado durante el mandato de Eisenhower.
Por su parte, Kennedy, tras ser informado por la CIA del verdadero objetivo
del complejo de Dimona , el 13 de Junio de 1.961, mediante una misiva oficial
exigió a Ben Gurión “la realización urgente de inspecciones periódicas en
Dimona”, advirtiendo de que caso de nuevas dilaciones “el compromiso y el
respaldo de nuestro gobierno a Israel pudieran verse en serio peligro”, lo que
provocó la dimisión de Ben Gurión para evitar la recepción de aquella carta y
seguir con su política dilatoria, pero cuando el nuevo primer ministro Levi
Eshkol asumió sus funciones, Kennedy le envió de inmediato una carta idéntica,
fechada el 5 de julio de 1963.
Según Guyénot, el objetivo de Kennedy no era evitar que Israel dispusiera
del arma nuclear sino que formaba parte de un proyecto mucho más ambicioso, que
ya había anunciado el 25 septiembre de 1961 ante la Asamblea General de la
ONU:“Hay que liquidar esas armas de guerra antes de que ellas nos liquiden”,
pues en los años 60 tan sólo EEUU, URSS, Francia y Gran Bretaña así como sus
aliados de la Otan y del Pacto de Varsovia disponían del arma nuclear, países
que siguiendo los dictados de Estados Unidos y la URSS estaban ya decididos a
implementar la doctrina del desarme nuclear, tesis que no era compartida por
Ben Gurion quien en secreto trabajaba contrarreloj para conseguirla a pesar de
la frontal oposición de Kennedy.
Además, Kennedy se había comprometido a favor del derecho al regreso de los
800.000 palestinos expulsados de sus casas y de sus poblados en 1948 (nakba) ,
por lo que la delegación de EEUU ante la ONU presentó el 20 de noviembre de
1963 una propuesta de implementación de la Resolución 194, aunque ya no tuvo
tiempo de contrastar las reacciones del Gobierno israel pues fue asesinado 2
días después, magnicidio que proporcionó a Israel la luz verde del Presidente
Johnson para culminar su proyecto nuclear aunque hubo que esperar hasta 1.986
para que quedara demostrado fehacientemente que Israel había conseguido en
secreto la bomba atómica (1.967?), gracias a la publicación por Sunday Times de
varias fotos del complejo nuclear secreto de Dimona tomadas por el técnico
israelí Morchedai Vanunu. En el caso de Obama y tras las acusaciones vertidas
por los países árabes de una tácita complicidad con Israel en la “operación Plomo
Fundido” (invasión de la Franja de Gaza) y de un deslizamiento del Gobierno de
EEUU hacia posiciones prosionistas por la presunta pertenencia al “lobby” judío
de parte de los miembros de su primer Gabinete, en su segundo mandato se habría
producido un grave desencuentro con la AIPAC y su protegido Netanyahu.
Aunque siempre se ha creído que la AIPAC sería un “gobierno virtual” que
teledirigiría la política exterior de EEUU en función de los intereses
israelíes, la realidad sería que el lobby pro-israelí tiene verdadero peso en
los ámbitos del poder porque EE.UU. e Israel casi siempre han compartido
idénticos intereses geopolíticos desde la fundación del Estado de Israel en
1.948. Así, EE.UU. contaría con Israel para mantener a los Estados árabes de
Oriente Próximo bajo la amenaza constante de ataque, (asegurándose de paso que
se mantengan serviles ante Washington) e Israel no podría seguir existiendo en
su forma actual sin el fuerte apoyo político y material que recibe de EE.UU. (
más de 3.500 millones de dólares en ayuda militar), pero en el momento actual,
asistimos a graves discrepancias Obama-Netanyahu sobre las políticas a aplicar
en la resolución de los contenciosos sirio e iraní, que tendrían su reflejo en
las declaraciones del ex-Consejero de Seguridad Nacional del presidente Carter
y cerebro geopolítico de la Administración Obama,Zbigniew Brzezinski.
Así, Brzezinski, en un discurso ante el Consejo Nacional
Irano-estadounidense (NIAC), afirmó que “creo que los EE.UU. tiene derecho a
decidir su propia política de seguridad nacional y no seguir cual mula estúpida
lo que hagan los israelíes”, pues desde el asesinato de John F. Kennedy los
Estados Unidos no habrían ya disfrutado de ese derecho al quedar desde entonces
como rehenes de los intereses sionistas todos lo sucesivos Presidentes electos
de EEUU.
Respecto al contencioso nuclear iraní, en una entrevista concedida por
Brzezinski a Gerald Posner en The Daily Beast (18 de septiembre de 2009) ,
afirmó que “una colisión estadounidense-iraní” tendría efectos desastrosos para
Estados Unidos y China, mientras Rusia emergería como el gran triunfador, pues
un hipotético cierre del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico donde atraviesa
el transporte de petróleo destinado al noreste asiático (China, Japón y Sur-Corea),
Europa y Estados Unidos, elevaría el precio del oro negro a niveles
estratosféricos y tendría severas repercusiones en la economía global , pasando
a ser la UE totalmente crudodependentiente de Rusia”, por lo que la
administración Obama procedió a la implantación de sanciones económicas al
régimen iraní para lograr su asfixia económica y provocar la revuelta social.
Sin embargo, tras la elección de Hasan Rowhani como nuevo Presidente iraní,
se abriría una nueva oportunidad para la solución diplomática al llamado
contencioso nuclear iraní, pues Rowhani , clérigo educado en Gran Bretaña,
encabezó el equipo de negociación nuclear iraní de 2003 a 2005 y es conocido
por su pragmatismo nuclear que en esa época llevó al acuerdo de Irán a una
suspensión total de “actividades nucleares conflictivas”.
En consecuencia, y a pesar de la falta de acuerdos concretos en las últimas
conversaciones mantenidas por Irán con el sexteto de mediadores internacionales
(Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Alemania y China), tras el
previo intercambio de cartas personales Obama-Rohwani y recogiendo la oferta de
Obama, en su intervención ante la Asamblea de la ONU, Rowhani se ofreció a
“participar inmediatamente en negociaciones para construir la confianza mutual
y eliminar las incertidumbres con plena transparencia”, por lo que se habría
instaurado una línea directa de negociación Obama- Rowhani que contaría con el
apoyo explícito del Líder Supremo de la teocracia iraní,Ali Jameini, por lo que
no sería descartable que tras limar asperezas, EEUU dé su visto bueno a las
actividades de enriquecimiento de uranio de Irán “siempre que se supedite a la
estricta supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)”, lo
que permitiría el control del stock de uranio enriquecido de Irán y fuente de
inquietud entre los occidentales e Israel que temen que Teherán lo pueda
emplear para fabricar armas atómicas.
En el supuesto de lograrse la resolución del contencioso nuclear de
EEUU-Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países,
Rowhani conseguiría su objetivo de que se reconozca el papel de Irán como
potencia regional, logrando de paso el incremento de cooperación
irano-estadounidense relativa a la seguridad en Iraq y Afganistán y la resolución
del avispero sirio, pues la jugada maestra de Putin convenciendo a Assad para
que entregara todo su arsenal de armas químicas y el escaso apoyo internacional
recibido por Obama para iniciar su operación militar contra Siria, podría
conducir al inicio en Diciembre de la anhelada Conferencia Internacional
Ginebra II sobre Siria ( rememorando la Guerra de Laos y los Acuerdos de
Ginebra de 1.954) .
Además, el acuerdo de cooperación energética del 2010 entre Irak, Irán y
Siria para la construcción del gasoducto de South Pars a Homms que conectaría
el Golfo Pérsico con el Mar Mediterráneo permitiría la llegada del gas iraní a
la Unión Europea y aliviaría la severa rusodependencia energética europea,
relativizando de paso la importancia estratégica de Turquía dentro del Proyecto
del Gasoducto Trans-Adriático (TAP) así como el papel relevante de Arabia Saudí
y Emiratos Árabes como suministradores de crudo a Occidente, con lo que Obama
se granjearía la enemistad del otrora “fiel aliado” Arabia Saudí.
El mensaje diáfano de Obama sería que “la paz es posible a través del
diálogo y que Israel y Estados Unidos tienen que negociar con Irán y con Siria,
dos actores cruciales en la política de Oriente Próximo”, postulados que serían
un misil en la línea de flotación del Gobierno de Netanyahu que aspira a
resucitar el endemismo del Gran Israel (Eretz Israel), ente que intentaría
aunar los conceptos antitéticos del atavismo del Gran Israel que bebe de las
fuentes del sustrato bíblico y la concepción de un estado democrático incardinado
en el siglo XXI, heredero de los postulados ideológicos de Theodor Herzl,
considerado el Padre del actual Estado de Israel y fundador del sionismo. Así,
Herzl en su libro “El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la
cuestión judía”, propuso la creación de un Estado judío independiente y
soberano para todos los judíos del mundo al tiempo que promovió la creación de
la OSM (Organización Sionista Mundial) y en su obra “La vieja Nueva
Tierra”(1902), sienta las bases del actual Estado judío como una utopía de
nación moderna, democrática y próspera.
Por su parte, el Proyecto del Gran Israel (Eretz Israel), sería hijo del
atavismo bíblico y bebería de las fuentes de Génesis 15:18, que señala que “
hace 4.000 años, el título de propiedad de toda la tierra existente entre el
Río Nilo de Egipto y el Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y
trasferida posteriormente a sus descendientes”, lo que supondría la
restauración de la Declaración Balfour (1.917), que dibujaba un Estado de Israel
dotado de una vasta extensión cercana a las 46.000 millas cuadradas y que se
extendía desde el Mediteráneo al este del Éufrates abarcando Siria, Líbano,
parte noriental de Irak , parte norte de Arabia Saudí, la franja costera del
Mar Rojo y la Península del Sinaí en Egipto así como Jordania, que pasaría a
denominarse Palesjordán tras ser obligado a acoger a toda la población
palestina de las actuales Cisjordania y Gaza forzada a una diáspora masiva (
nueva nakba).
Sin embargo, la política dialogante y contemporizadora de Obama sería un
serio obstáculo para implementar la arquitectura del Gran Israel, por lo que
asistiremos a la gestación de una trama endógena que tendrá como cerebros a la
CIA y al Mossad israelí y que no dudará en reeditar el Magnicidio de Dallas
(Kennedy,1.963), con el objetivo inequívoco de lograr que EEUU vuelva a la
senda de las seudodemocracias tuteladas por el establishment anglo-judío.
Posteriormente, la Trilateral EEUU-Gran Bretaña-Israel procederá a la
desestabilización de Oriente PROME por métodos expeditivos,(reviviendo la
Guerra de los Seis Días, 1.967), y a rediseñar la cartografía del puzzle
inconexo formado por los actuales países de Oriente Próximo y Medio para así
lograr unas fronteras estratégicamente ventajosas para Israel, siguiendo el
plan orquestado hace 60 años de forma conjunta por los gobiernos de Gran
Bretaña, Estados Unidos e Israel y que contaría con el respaldo de los
principales aliados occidentales (Gran Israel).
Germán Gorraiz Lopez (1957, Navarra-España). Analista
económico y geopolítico, colaborador habitual de varios medios digitales
españoles y latinoamericanos.
Web personal: http://losrestosdelnaufragio.over-blog.es/
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