De acuerdo a Buchanan, lo
que Bibi (Netanyahu) quiere es la guerra con Irán. Lo que más aterroriza a Teal
Aviv e inquieta a Riyadh no es una confrontación bélica entre Estados Unidos e
Irán sino el horrible fantasma de un acercamiento entre ambos, un detente. Esta
es la razón del porqué cuando el ministro francés de relaciones exteriores
torpedeó el acuerdo, que John Kerry estaba listo para firmar en Ginebra,
Francia se ganó la estima de los neoconservadores. En palabras del comentarista
conservador, “los monos come queso que siempre se rinden” del 2003, que se
opusieron a la guerra de Iraq, repentinamente se convirtieron de nuevo en los
héroes de Verdun y el Marne.
¿UN ACUERDO O UNA
GUERRA CON IRÁN?
En un comentario publicado en el Official Website de Pat Buchanan, el
comentarista político conservador o paleoconservador como acostumbran llamarlo con cierto aire de desprecio sus críticos de
la derecha por sus posiciones en contra
del intervencionismo militar estadounidense en el extranjero, y de la alianza
con Israel que él considera es perjudicial para los intereses norteamericanos
en el Medio Oriente, y que le ha valido el calificativo de antisemita,
considera que lo que en estos momento está pasando con respecto a las
negociaciones de Ginebra sobre el programa nuclear de Irán, es un asunto muy
serio.
De acuerdo a Buchanan, lo que Bibi (Netanyahu) quiere es la guerra con
Irán. Lo que más aterroriza a Teal Aviv e inquieta a Riyadh no es una
confrontación bélica entre Estados Unidos e Irán sino el horrible fantasma de
un acercamiento entre ambos, un detente. Esta es la razón del por qué cuando el
ministro francés de relaciones exteriores torpedeó el acuerdo, que John
Kerry estaba listo para firmar en Ginebra, Francia se ganó la estima de los
neoconservadores.
En palabras del comentarista conservador, “los monos come queso que siempre
se rinden” del 2003, que se opusieron a la guerra de Iraq, repentinamente se
convirtieron de nuevo en los héroes de Verdun y el Marne. El término peyorativo
usado por Buchanan para describir a los franceses fue popularizado por los
neocoservadores durante los primeros días de la guerra en Iraq.
Bucchanan teme que si la cábala de Netanyahu tiene éxito en sabotear las
negociaciones con Irán será muy difícil que se pueda evitar otra guerra que
podría prender en llamas la región del Golfo Pérsico y colapsar la economía
global.
¿Y qué es lo que tiene a Netanyahu con apoplejía?
Según el comentarista conservador, sería el acuerdo preliminar de 6 meses
bajo el cual Irán congelaría el enriquecimiento de uranio a cambio de una
modesta disminución de las sanciones económicas, mientras se negocia el acuerdo
final. El acuerdo final pondrá límites y controles permanentes sobre el
programa nuclear de Irán para garantizar que no sea utilizado para fabricar
bombas. La inspecciones seran cada vez más intrusivas.
Retóricamente Buchanan se pregunta, ¿cómo esto pondría en peligro a Israel?
Hasta la fecha Irán no tiene la bomba atómica. Nunca ha conducido un ensayo
nuclear. Nunca ha explotado un artefacto nuclear. No posee una simple onza de
uranio enriquecido al 90%, esencial para una bomba de uranio. Irán tampoco
tiene el suficiente uranio enriquecido al 20% para producir una bomba. Y parte
de la reserva que tenía ha sido convertida en barras para combustible. Existen
inspectores en todas las instalaciones nucleares en funcionamiento en Irán. El
Ayatola ha emitido una fatwa contra las armas nucleares. El gobierno de Rouhani
afirma que no tiene un programa de armas nucleares. Y la inteligencia de los
EEUU está de acuerdo con él.
En el 2007, las 16 agencias de inteligencia de los EEUU, y de nuevo hace
dos años, declararon, con plena confianza, que Irán no había tomado la decisión
de fabricar una bomba y no posee un programa de armas nucleares.
Entonces, ¿cómo las nuevas restricciones y reducciones sobre el programa
nuclear de Irán, que nunca ha producido una sola onza de uranio de alto grado
de pureza para la fabricación de armas, mucho menos una bomba, amenazan a
Israel, con sus centenares de bombas atómicas?
“No se puede confiar en los iraníes”, dice el congresista republicano
Lindsey Graham, enemigo declarado de Irán y fiel sirviente y portavoz de
Netanyahu en Washigton, “ellos están mintiendo a cerca de su programa nuclear”.
Entonces, ¿también está mintiendo la inteligencia de los EEUU?, se pregunta
Buchanan
Hace diez años, fue el mismo Lindsay Graham y compañía quienes se
encargaron de propagar las mentiras sobre las armas de destrucción masiva de
Iraq. Resultó que Saddam Hussein estaba diciendo la verdad.
Todo indica que los mismos personajes del pasado están recurriendo a las mismas
mentiras del pasado.
De acuerdo a Buchanan, Bibi Netanyahu se está moviendo en cuatro direcciones
para abortar la iniciativa iraní de Obama.
La primera, lograr que el congreso acepte la demanda no negociable de
Israel –Irán debe de suspender todas sus actividades de enriquecimiento, cerrar
todas las instalaciones nucleares y sacar fuera del país todo el uranio
enriquecido- antes de que cualquier sanción sea levantada.
Esto es un ultimátum disfrazado como negociación.
La aceptación de esta posición intransigente de Israel supondría el
doblegamiento de Irán, algo que el presidente Rouhani nunca podrá lograr que
sea aceptado en casa. Es una posición que aniquila toda posibilidad de un
acuerdo. Todo mundo lo sabe, incluso los Republicanos que han adoptado la
posición israelí como propia.
En segundo lugar, persuadir a los colaboradores de Israel en el congreso
para que impongan nuevas y más severas sanciones, restregárselas en su propia
cara a los iraníes, y echar por tierra las conversaciones.
La tercera, agitar a las comunidades judías en todo el mundo para que
presionen a los gobiernos de sus países para que bloqueen cualquier acuerdo.
El domingo 10 de noviembre, Bibi, dijo ante la Asamblea General de
Federaciones Judías de Norteamérica que, lo que Kerry estaba dispuesto a firmar
era un "acuerdo malo y peligroso" que amenazaba la supervivencia judía,
y, "en materia de supervivencia judía, no voy a ser silenciado".
Bibi Netanyahu intenta, con el uso de la explosiva cuestión del peligro a
la supervivencia judía, obstruir a Obama y a Kerry forzándolos a abandonar su
iniciativa de acercamiento con Irán.
Por último, Buchanan dice, que detrás de las acciones de Lindsay Graham y
del representante Trent Franks está el
lobby israelí que busca que el Congreso preventivamente ponga a disposición de
Obama todos sus poderes de guerra, situación que autorizaría a Obama para
lanzar una guerra contra Irán en el momento que él decida, sin ninguna consulta
previa con el Congreso.
Sorprendentemente, dice Buchanan, los autoproclamados republicanos
constitucionalistas están a punto de extenderle un cheque en blanco a Barack
Obama para que haga la guerra.
Lo que temen los del Partido Republicano es otro episodio como el del
verano pasado cuando los estadounidenses le dijeron al Congreso que no
autorizara ninguna guerra en Siria. Un Congreso en estado de pánico capituló, y
no hubo guerra.
Hoy, sin embargo, Obama y Kerry insisten en que "todas las opciones
están sobre la mesa", en estos momentos Obama no tiene más autoridad para
atacar a Irán de la que tenía para hacerlo en Siria el pasado verano. Los republicanos
en Capitol Hill tratan de remediar eso mediante una rendición anticipada de su poder congresional para
declarar la guerra.
Uno se pregunta si Netanyahu y su esquina de incondicionales en el
Congreso han considerado las repercusiones mundiales en caso de que tengan éxito en echar a pique las
conversaciones de Ginebra y poner a este país en un curso acelerado a otra
guerra en el Medio Oriente, que Israel y Arabia quieren pero los Estados
Unidos, no .
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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