jueves, 18 de octubre de 2012

MUERTE COLATERAL…



Somos ahora un imperio y, cuando nosotros actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras  ustedes están estudiando esa realidad - juiciosamente, como a ustedes le parezca - nosotros actuaremos de nuevo, creando otras nuevas realidades, las que ustedes pueden también estudiar, y así es como las cosas se van a disponer. Nosotros somos los actores de la historia… y ustedes, se quedaran a cargo únicamente de estudiar lo que nosotros hacemos” G. W. Bush.


MUERTE COLATERAL, OPERACIÓN DE
LA CIA EL OBJETIVO PRINCIPAL

 Christopher Stevens, es arrastrado ya malherido. 

Por Marvin Najarro

De acuerdo a reportes publicados en varios medios alternativos de prensa, la muerte del embajador de los Estados Unidos en Benghazi, Libia, fue el resultado de una operación militar montada por militantes islamistas libios cuyo blanco principal era el desmantelamiento de una de las más grandes operaciones de la CIA en la región. La resultante muerte del embajador Stevens fue un evento secundario - colateral - los atacantes no iban tras el embajador, ellos estaban enfocados en lo que había en el recinto. Según reporta John Robles para Voice of Russia, esto fue enfatizado por el hecho de que más de la mitad del personal estadounidense evacuado de Benghazi eran operativos de la CIA, el número de ellos resultó sorpréndete hasta para los oficiales libios y también el hecho de que el refugio de la CIA fue atacado al mismo tiempo.

Un reporte en el New York Times describió la misión de la estación CIA en Benhgazi como encargada de “conducir actividades de vigilancia y recolección de información sobre una variedad de grupos militantes armados dentro y en los alrededores de la ciudad”, incluyendo Ansar al Sharia, una milicia islamista que ha sido ligada, por algunos, a los ataques de septiembre 11 y Al Qaeda en el Maghreb Islamico o AQMI.

“Es una perdida catastrófica de inteligencia”, un oficial de EEUU que había estado estacionado en Libia le dijo al Times. “Nos han sacado los ojos”.


 Según Robles, la evidencia más conclusiva que se tiene en relación a la naturaleza del ataque es lo que fue tomado del recinto de la embajada. El The Independent  del Reino Unido reportó que: … “papeles extraviados del consulado se dice contienen las listas con los nombres de libios que están trabajando para los americanos… mientras que otros de los documentos se ha dicho están relacionados con contratos petroleros”. El mismo artículo declara que los Estados Unidos supieron con 48 horas de anticipación que las misiones americanas podrían ser atacadas pero fue incapaz de hacer algo al respecto.

Hasta el momento hemos escuchado muchas versiones empezando con las declaraciones de Hillary Clinton y de su Departamento de Estado de que el incidente en Benghazi no fue un ataque planeado con anticipación, o que “hasta hoy, nosotros no tenemos un panorama completo”. Entre las muchas versiones hay algunas que inclusive mencionan una supuesta participación, en un trabajo desde adentro, de algún agente solitario libio al servicio de la CIA o de terroristas de Al  Qaeda pagados por la CIA. Lo que sí está claro  es que ellos no tienen ninguna idea de lo que ha pasado y subraya la completa desconexión existente con los países en lo que ellos están envueltos.

Mientras tanto los políticos y los medios de prensa con agendas particulares de por medio han estado propagando de diferentes maneras las fallas de la inteligencia y seguridad que dieron lugar a los incidentes en Benghazi sin tomar en consideración o rehusándose en el mejor de los casos, a tomar en cuenta la razón principal - la raíz de lo que condujo al desastre: la injerencia estadounidense en los asuntos internos de otros países, en este caso en Libia, destruida y su líder asesinado a causa del intervencionismo militar estadounidense.

Por décadas los Estados Unidos ha estado interfiriendo en los asuntos internos de los países musulmanes y mientras en el congreso estadounidense se han estado llevando a cabo audiencias para determinar las causas del ataque ninguno de los participantes se ha dignado, con la sola excepción del congresista Denis Kucinich, mencionar que la razón principal reside en la ingenuidad y la arrogancia de las políticas imperialistas de los Estados Unidos.

Aunque recientemente tanto Obama como Hillary Clinton han admitido su responsabilidad al fallar en percibir la gravedad de la situación en Libia, reconociendo que en verdad fue un acto terrorista planeado y dirigido contra el recinto diplomático norteamericano, todavía evitan mencionar el origen o el motivo real de lo acontecido en Benghazi.  Se dice que los Clintons están preocupados, pues como ellos saben es la actitud de agresividad de la señora Clinton - has lo que te ordenamos o morirás - la que contribuyó al ataque. Según el Daily Caller, citando al autor Ed Klein: … “el ex presidente Bill Clinton está agilizando planes de contingencia sobre como su esposa la secretaria de Estado Hillary Clinton, debe reaccionar en caso Obama intente poner la culpa por el fiasco de Benghazi sobre su espalda”.

La administración de Obama incapaz de comprender o de aceptar que el problema es Estados Unidos y sus planes intervencionistas en el mundo musulmán, ha decidido como solución el envió de comandos de operaciones especiales y de equipo militar de rastreo a Libia para dar con el paradero de uno de los líderes de la milicia islamista responsable por el ataque. Es tanta la ineptitud, el descaro y la arrogancia imperialista que el ahora buscado es de nuevo un “terrorista” cuando hace unos meses atrás era considerado un “combatiente por la libertad”.

George Santayana sabiamente observó: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.

El embajador Stevens quien según algunos reportes fue arrastrado por las calles de Benghazi, sabía que existían problemas de seguridad, (previo a ser nombrado embajador el había negociado con Al Qaeda, mercenarios e insurgentes que se aliaron con los Estados Unidos para destruir y apoderarse de Libia y, asesinar a Moamar Qadaffi) pero nadie lo escuchó. Aquellos responsables no están programados para escuchar, ellos honestamente creen  que los estadounidenses a donde quiera que ellos vayan serán bienvenidos como héroes salvadores trayendo con sigo las bondades de la democracia, libertad y prosperidad. Todo aquello que no sea parte de esa errónea idea, no tiene lugar.

“Teniendo una pared con un pie extra de altura o una docena y media extra de guardias o agentes no nos hubiera permitido responder a esa clase de asaltos. La ferocidad y la intensidad del ataque fue algo que nunca habíamos visto en Libia, o que yo haya visto en mi tiempo de servicio en el Servicio de Seguridad Diplomatica”, dijo el oficial Eric Nordstrom, testigo principal en las audiencias del congreso.

Si los Estados Unidos fueran en verdad queridos como libertadores y portadores de la democracia, como quieren que el mundo crea, entonces para que hablar de incrementar el número de guardias y reforzar la seguridad.  Lo acontecido en Benghazi claramente fue una falla en la seguridad, pero esa falla no está dentro de la “Comunidad de Inteligencia”, tiene que ver con la simple inteligencia para entender que si se mata y se humilla a la gente por mucho tiempo ellos un día van a reaccionar con furia.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

miércoles, 17 de octubre de 2012

EL CACIF DESPUÉS…



Todo es según el cristal con que se mire, es el teatro del bien y del mal diría Eduardo Galeano, si se observa el hecho desde la perspectiva empresarial y gubernamental la actitud del ejército es plenamente justificada. Si por el contrario se ve desde el sentir del campesinado, de nuevo regresa la brutalidad del ejército. ¿Quién tiene la razón?, para ello, la evidencia y la justicia resolverán la duda. Recuerdo las palabras de Galeano cuando escribió, Todos los enamorados de la muerte coinciden también en su obsesión por reducir a términos militares las contradicciones sociales, culturales y nacionales. En nombre del Bien contra el Mal, en nombre de la Única verdad, todos resuelven todo matando primero y preguntando después. publicogt.com






EL CACIF DESPUÉS DE INCITAR A LA REPRESIÓN
AHORA ACONSEJA EL DIÁLOGO






Por Luciano Castro Barillas

El Cacif después de las exigencias públicas al gobierno para garantizar el derecho a la libre locomoción de una u otra manera y que se saldó con ocho muertos en la manifestación de los 48 Cantones de Totonicapán, ha permanecido cobardemente agazapado, callado; y no fue sino hace unas 48 horas que se dio una declaración de ese órgano empresarial muy preocupado en que sus furgones de mercancías circulen porque manifiestan pérdidas millonarias. Es muy posible que el atraso de una entrega en un día ocasione dificultades, paro no las pérdidas magnificadas que ellos suelen anunciar con visos de tragedia, principalmente el más beligerante, Chiqui Drácula Briz y ex canciller. Uno de los voceros oficiosos del Cacif y profesor de la Universidad Francisco Marroquín  -Martínez Merlos- simplifica de manera ignorante las leyes apelando maliciosamente al derecho al afirmar que todas las leyes son igual de importantes, es decir, para él no hay jerarquías, según su antojadiza, mediocre y precaria argumentación jurídica. El gran inductor desde ya hace varios años que los piquetes de las manifestaciones populares en las carreteras fueran reprimidos son precisamente los señores del Cacif, sin que obste por su lado las ganas que los militares de siempre tienen y han tenido de repartir bala como procedimiento imprescindible para imponer la autoridad, en el mal entendido conceptual de confundir autoridad con fuerza. La autoridad está fundada en el ejemplo y es ética. La fuerza para ser legítima posee ese componente, de lo contrario es violencia irracional pura. En esa línea de análisis lo propuesto por el Cacif contra las manifestaciones populares fue, invariablemente, violencia pura, porque en ningún momento declararon en sus frecuentes comunicados la necesidad de entablar un diálogo franco y directo (obviando las socorridas mesas de diálogo) para solucionar los postergados problemas de las comunidades rurales indígenas y acabar de ese modo con los bloqueos que tanto les fastidian. Cacif y ejército se conchabaron, se coludieron de tal modo en aquel viejo refrán popular: “A San Juan que lo llevan y a él que le gusta”. . Si en realidad se quieren dar pasos civilizados para solucionar este problema se debe empezar por reformar la Ley de Orden Público para sacar de las labores de seguridad civil al ejército y derogar el Decreto 40-2000 donde se apoyan y coordinan fuerzas militares y civiles en las tareas de orden público. En este país su ejército no está preparado todavía para tener relaciones adecuadas con el ámbito civil porque sigue siendo una fuerza armada   -pese a las capacitaciones en derechos humanos-  con una fuerte ideología antidemocrática resultado de la existencia de un Estado débil a causa de políticos venales incapaces de dar dirección intelectual a los ciudadanos que gobiernan, de inspirarlos en valores cívicos. En este país no hay peor cosa, a nivel de prestigio personal, que ser politiquero, pese a que estas personas en el ejercicio de sus cargos les sobren “amigos”,  o sea paniaguados e incondicionales. El Cacif y el Ejército siguen siendo los dos grandes partidos políticos de la derecha guatemalteca. Las formaciones legales partidarias contempladas en la Ley Electoral y de Partidos Políticos y las instituciones de intermediación con la sociedad son solo “apariencias políticas”, de allí su irrelevancia, una tras otra, cada cuatro años y su absoluta carencia de prestigio y credibilidad ante los ciudadanos. Y nunca se aprende: muertos y heridos en el desalojo de la finca Nueva Linda, en el valle de Polochic, tal vez porque hay sugerencias indebidas de una oficialidad que no se democratiza: “Echen bala muchá  -quizá les haya dicho el coronel Chiroy a sus subalternos- no tengan pena” El problema es que ahora están en el bote y enfrentan cargos criminales por esa manera tan estrecha de abordar la realidad. Pero algo más, y conste que no va en descargo de los militares sino por lo difundido por amplitud por las organizaciones de derechos humanos: los vecinos de los 48 cantones sí iban armados, aunque hay que hacer la salvedad;  no con armas de fuego. ¿O no es un arma que mata un contundente garrote o un machete afilado?










Publicado por Marvin Najarro
CT., USA. 

martes, 16 de octubre de 2012

LA ÚLTIMA ENTREVISTA…



INTRODUCCIÓN

Eric Hobsbawm quien  falleció el 1 de octubre a la edad de 95 años fue descrito por The Guardian, como el más ampliamente leído y por un considerable margen el más influyente y respetado intelectual e historiador británico de la tradición  marxista. El escribió más de 20 libros incluida la celebrada serie de tres volúmenes sobre el “largo siglo XIX” desde la revolución francesa hasta la primera guerra mundial. Fue miembro del partido Comunista desde 1936 hasta que colapsó después de 1989, paso la mayor parte de su vida como profesor universitario en Cambridge al igual que en Birbeck en Londres. Howsbawm rehusó, a lo largo de toda su vida a, abandonar el comunismo que lo transformó en una figura. Como le explico al New York Times en el 2003, “Yo pienso todavía que fue una gran causa, la emancipación de la humanidad. Quizás lo hicimos de la forma equivocada, quizás apoyamos al caballo equivocado, pero usted tiene que estar en esa carrera, o de lo contrario la vida humana no vale la pena vivirla”. Sus críticos se irritaban ante su insistencia de no retractarse de sus creencias en el Comunismo, tal vez condenando su legado al recuerdo de un simpatizante comunista que del sistemático, perspicaz historiador. En 1989 se convirtió en Companion of Honour un raro honor para cualquier Marxista. Marvin Najarro.






ERIC HOBSBAWM, LA ÚLTIMA ENTREVISTA





Por Wlodek Goldkorn
l'Espresso, 08/10/2012

La noticia de la muerte del capitalismo es por lo menos prematura, el sistema económico social que desde hace algunos siglos gobierna el mundo no está ni siquiera enfermo, y basta mirar a China para convencerse de ello y para leer el futuro. En Oriente, masas de campesinos están entrando al universo del trabajo asalariado, abandonan el mundo rural y se convierten en proletarios. Ha nacido un fenómeno nuevo, inédito en la historia: el capitalismo de Estado, donde la vieja burguesía intelectual, creativa y, si cabe, rapaz —como la describía Marx en el “Manifiesto Comunista”—, es sustituida por las instituciones públicas. En suma, esto no es el fin del mundo, y ninguna revolución está a la vuelta de la esquina, simplemente el capitalismo está mudando la piel.

Eric Hobsbawm desciende con una especie de montacargas por la empinada escalera de su casa de Highgate, en Londres, no muy lejos, precisamente, del lugar donde descansa su gran maestro e inspirador, Karl Marx. Ha sido sometido a una operación, y por eso camina con dificultad. Tiene 95 años, pero si el cuerpo muestra las marcas de la edad, la cabeza de este señor, considerado el máximo historiador contemporáneo, es la de un joven. 

Está escribiendo un ensayo sobre Tony Judt, un intelectual británico fallecido prematuramente, hace dos años. Habla en la BBC, está más activo que nunca. Y nunca ha dejado de ser marxista. Y, si para esta entrevista con L’Espresso , una de las poquísimas que ofrece, pidió que le mandasen las preguntas por email, y aunque comenzara según el esquema acordado, después de pocos minutos pasa a un acelerado y espontáneo diálogo con el interlocutor.

“ Me pregunta si es posible el capitalismo sin crisis”, comienza. “No. A partir de Marx sabemos que el capitalismo funciona precisamente a través de crisis, y restructuraciones. El problema es que no podemos conocer la gravedad de la crisis actual porque aún estamos dentro de ella”.

¿La crisis actual es diferente de las anteriores?

Sí. Porque está ligada a un desplazamiento del centro de gravedad del planeta: desde los viejos países capitalistas hacia las naciones emergentes. Del Atlántico al Océano Índico y el Pacífico. Si en los años treinta todo el mundo estaba en crisis, a excepción de la URSS, hoy la situación es distinta. El impacto en Europa es diferente respecto de los países BRIC: Brasil, Rusia, India, China. Otra diferencia con el pasado es que, a pesar de la gravedad de la crisis, la economía mundial sigue creciendo. Aunque solo en las zonas que están fuera de lo que llamamos Occidente.

Cambiarán las relaciones de fuerza, ¿también las militares y políticas?

Por el momento, están cambiando las económicas. Las grandes acumulaciones de capital de inversión son hoy día las que pertenecen al Estado y a las empresas públicas en China. Y, de este modo, mientras en los países del viejo capitalismo el desafío es mantener los niveles de bienestar existentes —aunque yo creo que estas naciones se encuentran en un rápido declive—, para los nuevos países, los emergentes, el problema es cómo mantener el ritmo de crecimiento sin crear problemas sociales gigantescos. Está claro, por ejemplo, que China se ha dado a una especie de capitalismo en el que la presión de la marca occidental del Welfare, el Bienestar, es completamente inexistente. Ha sido sustituida en su lugar por la velocísima incorporación de las masas de campesinos al mundo del trabajo asalariado. Es un fenómeno que ha tenido efectos positivos. Queda la cuestión de si este mecanismo que puede funcionar a largo plazo.

Lo que está diciendo nos lleva a la cuestión del capitalismo de Estado. El capitalismo como lo hemos conocido significaba una apuesta personal, creatividad individualismo, capacidad de invención por parte de la burguesía. ¿Puede el Estado ser tan creativo?

Hace unas semanas, The Economist versaba sobre el capitalismo de Estado. En él se planteaba la tesis de que este sistema podría ser óptimo para la creación de las infraestructuras y en lo que respecta a las inversiones masivas, pero no tan conveniente en lo concerniente a la esfera de la creatividad. Pero hay más: no es seguro que el capitalismo pueda funcionar sin instituciones como el Bienestar. El Bienestar por norma es gestionado por el Estado. Por tanto, creo que el capitalismo de Estado tiene un gran futuro.


¿Y qué hay de la innovación?

La innovación está orientada al consumidor. Pero el capitalismo del siglo XXI no debe pensar necesariamente en el consumidor. Y por otro lado, el Estado funciona bien cuando se trata de la innovación en el ámbito militar. Además, el capitalismo de Estado no tiene la obligación de garantizar un crecimiento ilimitado, lo cual es una ventaja. Al decir esto, deducimos que el capitalismo de Estado significa el fin de la economía liberal como la hemos conocido en los últimos cuarenta años. Pero es la consecuencia de la derrota histórica de aquello que yo llamo “la teología del libre mercado”, la creencia, realmente religiosa, según la cual el mercado se regula por sí mismo y no precisa de ninguna intervención externa.


Durante generaciones la palabra capitalismo rimaba con libertad, democracia, con la idea de que los individuos forjan su propio destino.

¿Estamos seguros de eso? En mi opinión, no es en modo alguno evidente la asociación de los valores que acaba usted de mencionar con determinadas políticas. El capitalismo de mercado puro no está obligatoriamente vinculado a la democracia. El mercado no funciona como teorizaban los pensadores liberales: desde Hayek a Friedmann. Lo hemos simplificado demasiado.


¿A qué se refiere?

Hace algún tiempo escribí que hemos vivido con la idea de dos vías alternativas: el capitalismo de aquí y el socialismo de allá. Pero esa es una idea estrambótica. Marx nunca la tuvo. Por el contrario, él explicaba que este sistema, el capitalismo, un día quedaría superado. Si observamos la realidad, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido, Suiza, Japón, podemos llegar a la conclusión de que no se trata de un sistema único y coherente. Hay muchas variantes del capitalismo.


Sin embargo, los financieros prevalecen. Hay quien dice que el capitalismo podría existir sin la burguesía. ¿Cree que es acertado?

Ha emergido con fuerza una élite global compuesta por personas que lo deciden todo en el campo de la economía y que se conocen entre ellos y trabajan juntos. Pero la burguesía no ha desaparecido: existe en Alemania, quizás en Italia, menos en Estados Unidos y Reino Unido. No obstante, ha cambiado el modo en que se accede a formar parte de ella.

¿Es decir?

La información es hoy día un factor de producción.

Eso no es nada nuevo. Los Rothschild se hicieron ricos porque fueron los primeros en enterarse de la derrota de Napoleón en Waterloo, lo que les permitió desbancar la Bolsa…
Yo lo veo de otro modo. Hoy haces dinero porque controlas la información. Y este es un argumento fuerte en manos de los reaccionarios que proponen combatir a las élites educadas. Las personas que leen y que tienen una avanzada formación universitaria son las que consiguen los empleos más lucrativos. A la gente bien formada se le identifica con los ricos, con los explotadores, y eso es un verdadero problema político.

Hoy se hace dinero sin producir bienes materiales, con derivados, especulando en Bolsa.

Pero se sigue haciendo dinero también, y sobre todo, produciendo bienes materiales. Solo ha cambiado el modo en que se produce aquello que Marx llamaba el valor añadido (la parte del trabajo del obrero de la que se adueña el propietario [ Nota del redactor] ). Hoy este valor añadido ya no lo producen los trabajadores, sino los consumidores. Cuando compra un billete de avión online , usted con su trabajo gratuito, está pagando por la automatización del servicio. Por tanto, es usted el que crea la plusvalía que genera el beneficio de los propietarios. Esto es una consecuencia característica de la sociedad digitalizada.

¿Quién es hoy el propietario? En cierto tiempo existió la lucha de clases.

El viejo proletariado ha seguido un proceso de externalización; de los antiguos países hacia los nuevos. Es allí donde debería darse la lucha de clases. Pero los chinos no saben qué es eso. Hablando en serio, quizás tengan lucha de clases, pero todavía no la hemos visto. Y añado: las finanzas son una condición necesaria para que el capitalismo camine hacia adelante, pero no indispensable. No se puede decir que el motor que mueve a China sea solo el afán de lucro.


Es una tesis sorprendente, ¿puede explicarla?

El mecanismo que está detrás de la economía china es el deseo de restaurar la grandeza de una cultura y de una civilización. Es lo contrario a lo que sucede en Francia. El mayor éxito francés de las últimas décadas ha sido Astérix. Y no es casualidad. Astérix es el retorno al remoto poblado celta que resiste al asalto del resto del mundo, un poblado que pierde pero que sobrevive. Los franceses están perdiendo, y lo saben.

Mientras tanto, en Occidente tenemos a los bancos centrales que nos dicen qué tenemos que hacer. Se habla de cuentas, de números, pero no de los deseos de los humanos, y de su futuro. ¿Se puede avanzar así?

A largo plazo no. Pero estoy convencido de que el verdadero problema es otro: la asimetría de la globalización. Algunas cosas están globalizadas, otras súper globalizadas, y otras no han sido globalizadas. Y una de las cosas que no lo ha sido es la política. Las instituciones que deciden sobre política son los Estados territoriales. Por tanto, queda abierta la cuestión de cómo tratar problemas globales sin un Estado global, sin una unidad global. Y eso afecta no solo a la economía, sino también al mayor desafío actual, el medio ambiente. Uno de los aspectos de nuestra vida que Marx no supo ver es el agotamiento de los recursos naturales. Y no me refiero al oro o al petróleo. Pongamos como ejemplo el agua. Si los chinos tuvieran que usar la mitad del agua per cápita utilizada por los estadounidenses, no habría agua suficiente en el mundo. Se trata de desafíos en los que las soluciones locales son inútiles, salvo desde el punto de vista simbólico.


¿Hay alguna solución?

Sí, siempre que se comprenda que la economía no es un fin en sí misma, sino que forma parte de la vida de los seres humanos. Esto se percibe observando la trayectoria de la crisis actual. Según las creencias anticuadas de la izquierda, la crisis debería generar revoluciones. Pero estas no se ven (exceptuando las protestas de los indignados). Y, puesto que no sabemos tampoco cuáles son los problemas que van a surgir, no podemos siquiera saber cuáles serán las soluciones.

¿Puede hacer al menos algunas previsiones?

Es extremadamente poco probable que China llegue a ser una democracia parlamentaria. Es poco probable que los militares pierdan todo el poder en la mayoría de los Estados islámicos.

Usted ha defendido la necesidad de llegar a una especie de economía mixta, entre lo público y lo privado.

Vuelva la vista atrás a la historia. La URSS intentó eliminar el sector privado. Y resultó ser un sonoro fracaso. Por otro lado, la tentativa ultraliberal también ha fallado miserablemente. Por tanto, la cuestión no es cómo será la combinación de lo público con lo privado, sino cuál es el objeto de esta combinación. O mejor, cuál es su objetivo. Y el objetivo no puede ser simplemente el crecimiento de la economía. No es cierto que el bienestar esté ligado al aumento del producto total mundial.

¿El objetivo de la economía es la felicidad?

Ciertamente.

Sin embargo, las desigualdades siguen creciendo.

Y están destinadas a aumentar aún más; con seguridad aumentarán dentro de los Estados, y probablemente entre unos países y otros. No tenemos ninguna obligación moral de intentar construir una sociedad más igualitaria. Un país donde hay más equidad es probablemente un país mejor, pero no está en absoluto claro el grado de igualdad que una nación es capaz de mantener.

¿Qué queda de Marx? Usted, a lo largo de toda esta conversación, no ha hablado ni de socialismo, ni de comunismo…

El hecho es que ni siquiera Marx habló mucho de socialismo ni de comunismo, pero tampoco de capitalismo. Escribía sobre la sociedad burguesa. Permanece su visión, su análisis de la sociedad. Queda la comprensión del hecho de que el capitalismo funciona generando crisis. Y por otro lado, Marx hizo algunas previsiones acertadas a medio plazo. La principal: que los trabajadores deben organizarse como partido de clase.

En Occidente se habla cada vez menos de política y cada vez más de técnica. ¿Por qué?

Porque la izquierda ya no tiene nada más que decir, no tiene un programa para proponer. Lo que queda de ella representa los intereses de la clase media formada, y claramente no están en el centro de la sociedad.


Traducido del italiano para Rebelión por Teresa Benítez.













Publicado Por LaQnadlSol
CT., USA. 

lunes, 15 de octubre de 2012

MÁQUINAS DE GUERRA:…




INTRODUCCIÓN

Después de la publicación de este artículo a principios del 2012, se generó una buena cantidad de publicidad en torno a si en efecto Monsanto, la mega corporación que controla un 90 por ciento del negocio de las semillas genéticamente modificadas a nivel mundial, había adquirido en propiedad los servicios de la compañía de servicios de seguridad Black Water (actualmente conocida como Xe Services)  considerada como el ejército mercenario más grande del mundo. Todo parece indicar que se debió a una mala interpretación del reporte original en inglés publicado en The Nation por el periodista Jeremy Scahill, al final todo se aclaró y en definitiva Monsanto decidió que no necesitaba adquirir su propio ejército mercenario. Claro que esto no quiere decir que el gran monopolio trasnacional del agronegocio no esté haciendo uso de los servicios de espionaje que Blackwater presta, como lo ejemplifica y de acuerdo a documentos obtenidos por Scahill, el pago de $500,000 de parte de Monsanto para que Blackwater haga el trabajo sucio de infiltrar los grupos de activistas que se oponen a las siniestras prácticas del gigante de la biotecnología. Por otra parte la adorable pareja que controla más del 90 por ciento del mercado de patentes en el área de la computación, Bill y Melinda Gates, figuras emblemáticas del filantrocapitalismo, compraron 500 mil acciones de Monsanto, por más de 23 millones de dólares en nombre de la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta son las bondades del capitalismo a ultranza en su más pura expresión. LaQnadelSol.





MÁQUINAS DE GUERRA: BLACKWATER,
MONSANTO Y BILL GATES














Por Silvia Ribeiro*

Un reporte de Jeremy Scahill publicado en The Nation(Blackwater’s Black Ops,15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (ahora llamado Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional Monsanto. Blackwater cambió de nombre en 2009, luego de hacerse famosa en el mundo por las denuncias sobre sus abusos en Irak, incluidas masacres de civiles. Sigue siendo el mayor contratista privado del Departamento de Estado de Estados Unidos en servicios de seguridad, es decir para practicar el terrorismo de Estado dándole al gobierno la posibilidad de negarlo.

Muchos militares y ex oficiales de la CIA trabajan para Blackwater o alguna de las empresas vinculadas que creó para desviar la atención de su mala fama y generar más lucros vendiendo sus nefastos servicios –que van desde información y espionaje hasta infiltración, cabildeo político y entrenamiento paramilitar– a otros gobiernos, bancos y empresas trasnacionales. Según Scahill los negocios con trasnacionales –como Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como Barclays y Deutsche Bank– se canalizan a través de dos empresas que son propiedad de Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Éstas comparten oficiales y directivos de Blackwater.

Uno de ellos, Cofer Black, conocido por su brutalidad siendo uno de los directores de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en 2008 como directivo de Total Intelligence, concertando el contrato con la compañía, para espiar e infiltrar a organizaciones de activistas por los derechos de los animales, contra los transgénicos y otras sucias actividades del gigante biotecnológico.

Contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto se negó a hablar, pero posteriormente confirmó aThe Nation que habían contratado a Total Intelligence en 2008 y 2009, según Monsanto solamente para hacer seguimiento de información pública de sus opositores. Dijo además, que Total Intelligence era una entidad totalmente separada de Blackwater.

Sin embargo, Scahill cuenta con copias de los correos electrónicos de Cofer Black posteriores a la reunión con Wilson de Monsanto, donde les explica a otros ex agentes de la CIA, usando sus direcciones electrónicas de Blackwater, que la discusión con Wilson fue que Total Intelligence se convertiría en el brazo de inteligencia de Monsanto, espiando activistas y otras acciones, incluido que nuestra gente se integre legalmente a esos grupos. Monsanto pagó a Total Intelligence 127 mil dólares en 2008 y 105 mil dólares en 2009.

No asombra que una empresa de ciencias de la muerte como Monsanto, que se ha dedicado desde sus orígenes a producir tóxicos y desparramar venenos, desde el Agente Naranja hasta los PCB (policlorobifenilos), agrotóxicos, hormonas y semillas transgénicas, se asocie con otra empresa de matones.

Casi al mismo tiempo que la publicación de este artículo en The Nation, la Vía Campesina denunció la compra de 500 mil acciones de Monsanto, por más de 23 millones de dólares por la Fundación Bill y Melinda Gates, que con esto se terminó de sacar su careta de filantrópica. Otra asociación que no sorprende.

Se trata de un casamiento entre los dos monopolios más brutales de la historia del industrialismo: Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de programas patentados de computación y Monsanto cerca de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y la mayoría del mercado global de semillas comerciales. No existen en ningún otro rubro industrial monopolios tan vastos, cuya propia existencia es una negación del cacareado principio de competencia de mercado del capitalismo. Tanto Gates como Monsanto son muy agresivos en la defensa de sus mal habidos monopolios.

Aunque Bill Gates intente decir que la Fundación no está ligada a sus actividades comerciales, todo lo que ésta hace demuestra lo contrario: gran parte de sus donaciones terminan favoreciendo las inversiones comerciales del magnate, además de que en realidad no dona nada, sino que en lugar de pagar impuestos a las arcas públicas, invierte sus ganancias donde le favorezca económicamente, incluida como propaganda de sus supuestas buenas intenciones. Por el contrario, sus donaciones financian proyectos tan destructivos como la geoingeniería o la sustitución de medicinas naturales y comunitarias por medicamentos patentados de alta tecnología en las zonas más pobres del mundo. Qué coincidencia, el ex secretario de Salud Julio Frenk y Ernesto Zedillo son consejeros de la Fundación.

Al igual que Monsanto, Gates se dedica también a tratar de destruir la agricultura campesina en todo el planeta, principalmente a través de la llamada Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA). Ésta funciona como caballo de Troya para despojar a los campesinos africanos pobres de sus semillas tradicionales, sustituyéndolas por semillas de las empresas primero, y finalmente por transgénicos. Para ello, la Fundación contrató en 2006, justamente a Robert Horsch, un director de Monsanto. Ahora Gates, venteando mayores ganancias, se fue directo a la fuente.

Blackwater, Monsanto y Gates son tres caras de la misma figura: la máquina de guerra contra el planeta y la mayoría de la gente que lo habita, sean campesinos y campesinas, indígenas, comunidades locales, gente que quiere compartir información y conocimientos o cualquier otro que no quiera estar en la égida de lucro y destrucción del capitalismo.


*Investigadora del Grupo ETC














Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

domingo, 14 de octubre de 2012

LOS VALORE$ Y EL PRECIO…



INTRODUCCIÓN
               
Por lo general la mayoría de las personas que llegan a los Estados Unidos provenientes de otros países los impulsa el enorme deseo de hacerse ricos, algunos en alguna medida lo logran otros no. Existe la falsa creencia de que el simple hecho de estar residiendo y trabajando en este país es suficiente para llenarse los bolsillos de verdes dólares o como dicen por ahí, el dinero se recoge con rastrillo, nada más alejado de la realidad. Lo que sí es cierto es que para lograr un mínimo de éxito económico o mejorar las condiciones de vida en relación al país de origen se necesita adquirir o apropiarse de los valores (american values) propios de la cultura del bienestar sin límites (consumismo) que constituye la esencia del ser “American”. Aparte de trabajar duro, que es una condición necesaria, el prerrequisito indispensable es y debe ser la ambición sin límites sin la cual toda pretensión del sueño americano no pasará de ser una aspiración. Es precisamente la ambición desmedida defendida como valor dentro del capitalismo, opuesta a valores tradicionales propios de otras culturas como la solidaridad, el compañerismo y la amistad, la que debe de ser apropiada, sin escrúpulos de ninguna clase y como condición sine qua non, por todo aquel que quiera, independientemente de su origen nacional, hacerse rico o pretender que lo es. Marvin Najarro.



LOS VALORE$ Y EL PRECIO
DE ALGUNOS GUATEMALTECOS















Por Flor de María Roca

Es frecuente confundir valor con precio. Son dos categorías económicas distintas y ya Marx, corrigiendo la plana a los economistas clásicos ingleses, dio las debidas explicaciones científicas al respeto. Intento en este breve artículo o ensayo hablar de otros valores, de ese sistema de ideas y creencias de las personas que confieren a una Nación un sentido nacional. Un espíritu particular, tal como lo hacen, por ejemplo, las distintas literaturas nacionales que con sus poetas y escritores (académicos o no) van configurando ese espíritu absoluto dialéctico kantiano que hace hasta del derecho un encanto y una metáfora y le da cada cultura su propia civilización. Los guatemaltecos migrantes de origen popular que toman rumbo de Estados Unidos se van siendo guatemaltecos. Son mujeres y hombres (no las y los señores y señoras corruptores del buen uso del idioma)  sencillos, humildes, con los valores propios de su país, de su sociedad; pero resulta que a la vuelta de unos pocos años son presas de la alienación y regresan no siendo guatemaltecos. Empiezan por odiar a su país que, afirman, no les ha dado nada, al referirse a los asuntos materiales, claro está. Imitan lo peor del sueño americano y no los resultados magníficos (porque los hay también) de la civilización estadounidense, contrario a lo brutal de sus gobernantes. Los grandes ideales del trabajo del pueblo norteamericano son los mismos hermosos ideales del guatemalteco trabajador y honrado. Puntuales, abnegados, de palabra, sin nada que no sea suyo se les pegue en las manos. Ese tipo de guatemalteco, del que regresa de los yunais, está en vías de extinción. Hoy  salta al escenario nacional e internacional con antivalores. No cree en la amistad y considera que el único amigo es el dinero. Afirma con certidumbre que no hay amigos. Y tal vez tenga en parte razón. En los Estados Unidos el valor supremo es el dinero, pero el problema es que ese antivalor catódico, ese pedo hediondo, lo traslada a su país a través de sus pláticas larguísimas por teléfono hablando frivolidades o pidiendo ponerse al día, no de los acuciantes problemas nacionales, sino de la morbosa situación de la hija del vecino que salió con una pierna más larga que la otra. O preocupado por comprar el mejor coche para lucirlo en Guate, sin tomar en cuenta que las ciudades de Guatemala (excepto la ciudad capital)  todavía se pueden recorrer a pie, además que están llenas de hoyos. Estas personas de origen campesino,  quienes han salido apenas  de la prehistoria porque defecaban a campo abierto y se bañaba al pie de un bidón o en la quebrada comunitaria, resulta ahora que en menos de tres o cuatro años aprenden a consumir a lo americano. No saludan a sus vecinos, irrespetan a los ancianos, le tiran el auto o la camioneta al que va a la vera del camino y aquellas hermosas casas que logran construir en la mayoría de veces con trabajo honrado y que  tienen de lo primero a lo último en artefactos electrodomésticos y tecnología comunicacionales, en el interior de esos hogares, naufraga  -con suerte-  un libro entre fárragos de tonterías. Ciudades, poblados y aldeas están llenas de este nuevo guatemalteco: desinformado, alienado, insolidario, reaccionario y enloquecido igual que el común de los gringos por el “time is money”. De paso han hecho también de las generaciones que les precedieron, como abuelos y padres -en un extraño fenómeno regresivo- pelotones de holgazanes que olvidaron que las jornadas laborales en el campo guatemalteco eran de cinco de la mañana a cinco de la tarde, ya que ahora se llega al barbecho (con los que todavía siembran maíz o frijol) a las 8 de la mañana y se está en los lugares de convergencia a las 12 del día para fumar, beber e insultar a cuanto persona acierta a pasar por esos puntos. ¿Para qué trabajar si nos mantienen?, es la respuesta. En fin, el nuevo guatemalteco está realmente irreconocible, en oriente, occidente, norte y sur. Es un cáncer que corroe a toda la sociedad guatemalteca. Es la generación del facilismo, donde el que se esfuerza no es más que un tonto. ¿Y con esos valores a dónde vamos a ir a parar? “Bueno,  -dijo un muchacho cuando afirmó que el estudio no servía para nada-  pues a los Estados Unidos”. “Estos puebluchos  -prosiguió-  debiera de anexarlos Estados Unidos, realmente no sé por qué existen…”.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

sábado, 13 de octubre de 2012

SOMOS PEORES…



 INTRODUCCIÓN

Este artículo periodístico lo escribió Manuel José hace 31 años, no obstante resuena tan fresco e inmediato como si hubiese sido escrito ayer. No cabe la menor duda que tres décadas después el mundo está peor. Los recursos naturales están virtualmente siendo arrasados y no será tarde el día cuando el agua sea un bien escaso pues el actual desorden  -no orden-  económico internacional ha configurado una peculiaridad en la distribución de la riqueza: un 8% por ciento de la población (los oligarcas de todo el mundo) poseen el 85% de la riqueza del planeta. Así las cosas no es difícil entender porque la poesía  (esa adivinanza cifrada del mundo) no es “bien de consumo”. Son pocas las personas que la leen, pues a cambio de adquirir un libro, prefieren comprar un celular para hablar invariablemente sandeces, monitorear al marido o la mujer para ver en qué motel está haciendo acrobacias o sencillamente endeudarse hasta el suicidio por adquirir un coche de lujo para que le dé estatus y no le haga lucir tan llamativamente ordinario. El poeta nos da una amena lección de un momento loco del proceso de producción social: el consumo. Paranoia económica que, de no tener lugar, hace sentir a las personas compulsivas por adquirir sentirse virtuales cucarachas. Luciano Castro Barillas.




SOMOS PEORES QUE LAS RATAS














Por Manuel José Arce

¡Cómo nos hemos llenado de cosas sin sentido!  El hombre se ha vuelto una inmensa termita que carcome vorazmente, constantemente el medio en el que vive sin darle nada o casi nada a cambio… ¿Qué devolvemos a la naturaleza en pago de lo mucho que destruimos en ella? Apenas nuestros excrementos y nuestros cadáveres.

El ganado fecunda el campo en donde pasta. El árbol nutre con su hojarasca la tierra que lo alimenta. El pájaro lleva en sus heces la semilla de la fruta que come y crea nuevos bosques, riega la vegetación por donde pasa.

Nosotros no. Pulverizamos la piedra para volverla cemento. Explotamos la tierra hasta agotarla. Ensuciamos el aire hasta convertirlo en veneno. Derribamos los bosques hasta volverlos desiertos. Extraemos los aceites del subsuelo hasta extinguir las reservas. Dejamos nuestros detritus en el agua hasta negar la posibilidad de vida en ella.

Somos como termitas destructivas. Como malignas cucarachas. Como ratas insaciables. Y, si lo vemos fríamente, podremos darnos cuenta de que, en la mayoría de los casos, nuestra depredación es innecesaria. Es más: ni siquiera está llamada a proveer el disfrute de toda nuestra especie. Porque la especie humana, entre las muchas formas de dividirla, puede ser vista así: los que producen y los que consumen.

Los unos producen muchísimo más de lo que consumen, los otros, consumen mucho más de lo que producen. Los primeros, son abejas laboriosas, los otros, son los asaltantes que se aprovechan de la miel y la cera que aquellas han creado con su trabajo incesante. Es decir, que no basta con la depredación inmisericorde de los recursos del planeta para la vida: también llega el sudor, la inteligencia y la capacidad creadora de los propios congéneres.

“Los bienes de consumo”,  “la sociedad de consumo”, y el “consumo” elevado a categoría suprema, a dimensión de finalidad única de la vida. Cementerios infinitos de automóviles, basureros, con increíbles hacinamientos de refrigeradoras, televisores, planchas, máquinas de las más diversas, para cuya construcción ha sido necesario invertir minerales de toda clase, petróleo en cantidades increíbles, madera en dimensiones astronómicas, cosas, objetos que han hecho que centenares de fábricas contaminen el aire y el mar, productos que, para su adquisición, han debido de ser pagados con centenares de horas de sudor y energía, con toneladas de alimentos, a costa de estadísticas inmensas de analfabetismo y desnutrición. Objetos cuya vida útil ha sido cuidadosamente limitada para que no se detenga la catarata del “consumo” esclavizador del hombre.

Y los sabios peroran y los profetas gritan contra la explosión demográfica. Arguyen que el planeta ya no soporta más pulmones humanos respirando en su atmósfera, que la tierra ya no puede producir alimentos para más personas… En tanto, por cada nueva fábrica de “artículos de consumo”, cientos de chimeneas envenenan el aire, contaminan las aguas, saquean la economía de los pueblos.

Somos peores que las ratas.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

viernes, 12 de octubre de 2012

EL PREMIO NOBEL…




INTRODUCCIÓN

¿Por qué no la OTAN?

Un par de comentaristas al referirse a la decisión de los parlamentarios noruegos de conferirle el premio Nobel de la Paz a la Unión Europea argumentaban, en tono irónico, que al ser Noruega uno de los pocos países que no pertenecen a la UE, sospechan ellos, que los modestos noruegos se abstuvieron de nominar a la organización que ellos en lo más profundo creen que en verdad merece el premio, la OTAN, porque ellos pertenecen a la misma. Los modestos noruegos probablemente temían que otorgarle el premio a la OTAN era como otorgárselo ellos mismos, por lo tanto resultaba más conveniente dárselo a la Unión Europea. No todos los países miembros de la OTAN forman parte de la Unión Europea, como tampoco todos los miembros de esta última son parte de la primera. Lo cierto es que la UE y sus miembros principales Francia, Inglaterra y Alemania tienen poco de que hablar cuando se trata de promover la paz y la integración. La destrucción de Yugoslavia con bombas y misiles por la EU - OTAN, la desintegración que enfrenta motivada por el colapso económico son hechos que ponen de manifiesto la falsedad de la justificaciones del Comité del Nobel para otorgarle el premio. Hoy en día las acciones criminales de la EU - OTAN en contra de la paz y la fraternidad en naciones como Libia, Siria, Iraq, Afganistán e Irán contradicen flagrantemente el deseo de Alfredo Nobel quien en una de las partes de su testamento estipula: “Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”.  Queda para el debate y la controversia el hecho de que la EU no puede ser categorizada como persona o grupo de personas. Marvin Najarro.




EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ
Y SU DIGNIDAD DE PAPEL SANITARIO


















Por Luciano Castro Barillas

Lo decidido por el comité que asignó el Premio Nobel de la Paz 2012, hace menos de 72 horas, es de espanto, bochornoso, cínico y con inconfundible olor a mierda. Ya hace más de medio siglo que el otrora distinguido Premio Nobel de la Paz fue prostituido al otorgárselos a los más abominables sujetos como el negro desteñido Obama, por ejemplo. En sus mejores tiempos solía honrar a nivel universal a honorables personas impulsoras de la armoniosa convivencia entre los seres humanos en algún lugar del mundo. Pero, repito, eso es un romántico pasado donde el Comité Nobel encargado del discernimiento de los premios estaba integrado por personas decentes. ¿Quién o quiénes fueron los de la idea de otorgárselo a la Unión Europea en un arrebato de deliciosa desaprensión? Ese premio burgués, todavía muy alampado por “intelectuales” y “personalidades sociales”, ha tenido la suerte de ser honrado  -en una inversión de la realidad-  por personas dignas y no precisamente que el premio honre a dichas personalidades, tal el caso del profesor Adolfo Pérez Esquivel cuyo compromiso verdadero con la paz le ha mantenido impoluto  para  no caer en el resumidero inmundo de la política partidista, todo lo contrario de lo hecho por la premio nobel guatemalteca Rigoberta Menchú, ex candidata presidencial de izquierda con un 1% de credibilidad del electorado nacional y tirándose sin desenfado  -con todo lo sonoro de sus caites-  al patio de la derecha en la segunda vuelta electoral cuando le dieron carreta de que sería la nueva canciller de Guatemala. Pero ahora esta asignación, aparte de dejarnos demudados en un principio y con el hígado inflamado después, riñe con la lógica, con el mínimo de decoro y con el cinismo sin paliativos. ¿Acaso la Unión Europea que trabaja para salvar a los bancos y no a los ciudadanos unitarios no ha dejado en la miseria a 100 millones de europeos? ¿Acaso la Unión Europea no es un simple instrumento de los banqueros judíos Rotschild dueños del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y otros bancuelos europeos dirigidos desde Bruselas? ¿No es, por ventura, la Unión Europea la que se confabuló para destruir Irak, Libia y ahora Siria y tienen a los ciudadanos de Grecia, Portugal, España e Irlanda al borde de la inanición y el desencanto total de la vida, los sueños y la felicidad? ¿No es la Unión Europea la doméstica caja de resonancia del imperio quienes coludidos arremeten, violan, roban, matan, empobrecen y mienten? ¡Por favor comité de boñiga! Si vosotros lo único que tenéis es muy ancho el culo para defecar en abundancia sobre la dignidad de de los hombres y mujeres dignas del mundo. En fin, todo pergamino y medalla nobel, ciertamente ya tiene su lugar: para servir de papel sanitario y para raspar el sarro que se acumula en el sifón. ¡Uf, lo que se tiene a  veces qué decir, querido lector!  El único hombre verdaderamente digno y absolutamente consecuente con sus convicciones fue el filósofo existencialista francés Jean Paul Sartre  -por cierto atacado por los comunistas ortodoxos, cerrados o de pocas luces de la era soviética y algunos revisionistas franceses y alemanes-  quien tuvo la delicadeza de rechazar el más alto premio burgués, pues lo consideraba ya entonces una auténtica porquería representante del mundo delicuescente que le tocó vivir.



GUATEMALTEQUISMO

ü  Dar carreta: Equivale a crearle al alguien ilusiones sobre algo.









Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

jueves, 11 de octubre de 2012

LA BOLETA…



Parafraseando al gran pensador revolucionario C. L. R. James, nosotros podríamos decir que las revoluciones no ocurren en las urnas, ellas simplemente se registran allí, y mientras la dialéctica es en la práctica más compleja, existe una verdad fundamental en esta afirmación. Esta elección, como el mismo Chávez, es el resultado de algo más profundo que se ha estado desarrollando por décadas y que se ha acelerado considerablemente en años recientes. Es únicamente captando esta verdad fundamental que nosotros podemos tener la esperanza de contribuir a una mayor profundización de la Revolución Bolivariana en los próximos seis años.




LA BOLETA Y LA BALA















Por George Ciccariello-Maher
Counterpunch, octubre 2012

Caracas.

El discreto encanto de la burguesía

Cometimos el error de volar a Caracas en el momento en que Chávez estaba cerrando su campaña en la capital, tres millones de partidarios camisas rojas atestaban siete grandes calles de la ciudad (la oposición orgullosamente cacareaba de haber llenado la Avenida Bolívar la semana anterior). En medio del tráfico, los minutos alargándose en horas,  el triunfalismo de nuestra camarada taxista adquirió la forma de sarcasmo: “Usted ve todo este tráfico”, ella insistió, señalando  los cientos de buses y carros llenos de partidarios de Chávez con las ventanas abiertas, sonando bocinas y ondeando banderas, “esta es la prueba de que el Presidente será derrotado”.

Al otro lado de esta poderosa segregada metrópolis, la tensión era palpable pero su origen no estaba claro. Exclusivos supermercados estaban igual de atestados que las calles del centro de la ciudad, pero en lugar de los pobres que se dirigían a casa después de la marcha triunfante que para muchos selló la victoria, esta vez eran las bien acomodadas clases media y alta acaparando margarina, harina de pan para hacer arepas y kilos de azúcar. Muchos, sus compras completas, lanzaban unos cuantos bolos a un trabajador para empujar el carrito de las compras en las disparejas aceras: tal es su innegable encanto.

Esta histeria resuena y es avivada por la prensa de la oposición domesticamente e internacionalmente y algunos de los temores son cómicos en el mejor de los casos, como sucedió, con el autoproclamado exilio quienes la tuvieron muy difícil para encontrar una tarjeta telefónica prepagada en uno de los vecindarios más ricos de Venezuela: seguramente el mundo debe estar aproximándose a su final. Mientras que nosotros esperamos tales cosas de la a menudo descartada como los vestigios de la “rancia oligarquía”, podría decirse que lo más sorprendente fue la cobertura en la víspera de la elección provista por Roy Carroll del The Guardian, quien publicó un montón de disparates para crear la impresión de que la campaña de Chávez estaba trastabillando en medio de su patente inhabilidad para gobernar el país.

¿De qué tienen miedo, estos domésticos y forasteros sembradores de incertidumbre y discordia? Una combinación de un temor irracional, racista y clasista del Chavista - el otro - y un profundo temor de ellos mismos: el conocimiento de que si algo pasa después de la elección, será con certeza a causa de ellos. Para los Chavistas, conocimiento de la posibilidad de un “Plan B” de la oposición es el único impedimento en sus expectativas de una victoria.

Preparandose para un Plan B

La noche antes de las elecciones, yo atendí a una reunión clandestina de seguridad en un barrio del suroeste de Caracas, sin duda una de las muchas espontaneas reuniones de revolucionarios para discutir los posibles escenarios de seguridad que la elección podría ocasionar. Los participantes discuten un plan para escapar anónimamente del vecindario en caso de un golpe o de enfrentamientos locales, pero bullendo bajo la superficie está la cuestión de qué hacer si Chávez pierde, sabiendo perfectamente que muchos de los más militantes colectivos tienen la intención de no aceptar la derrota. “Los Tupamaros no se van a sentar con los brazos cruzados” sugiere alguien.

Esta cuestión de si reconocer o no una victoria de la oposición en las urnas está completamente entrelazada con la certitud de que tal victoria no es posible: como lo dijo en conferencia de prensa el ex vicepresidente y actual alcalde del occidente de Caracas, Chávez perderá cuando las ranas echen pelos (when frogs grow hair). Pero también existe la muy real y abierta cuestión de si semejante paso atrás puede ser justificado de ajustarse a las formalidades de la democracia representativa que siempre ha sido vista con sospecha por las bases revolucionarias que buscan construir una forma de democracia más directa y participatoria.

Alguien más rechaza la mera sugerencia de abandonar el barrio: “Nosotros no podemos ser carne de cañón, pero ¿por qué vamos a huir?”. El espectro del golpe de Pinochet en Chile flota pesadamente, una referencia constante apunta a esperanzas destruidas y errores cometidos y la mayoría de los colectivos revolucionarios parecen haber aprendido las lecciones fundamentales de la tragedia chilena. Como alguien lo dijo, “Yo nunca he tenido confianza en la policía, en los militares”, y el único baluarte digno de confianza contra las fuerzas de la reacción es la autodefensa popular.

“Va haber un peo”

A las 3:15 en la mañana, el toque de Diana despertó a la ciudad de su tensa duermevela. Aquí el imperativo de votar temprano es tomado con la mayor seriedad, y antes de las 4 am muchos en los baluartes de Chávez han tomado ya sus posiciones afuera de los centros de votación.

Lo primero que hago en la mañana con algunos camaradas es dirigirme al históricamente combativo vecindario 23 de Enero para tomar el pulso del grupo más radical del movimiento Chavista, esos colectivos revolucionarios armados y milicias populares cuya razón de existir es una abierta afrenta al monopolio de la fuerza del Estado. Cuando nosotros nos aproximamos a los estudios de Radio 23 Combativa y Libertaria, los vigías nos divisan y una motocicleta nos sigue muy despacio para asegurarse de que no venimos con malas intenciones. Glen, un líder revolucionario local con problemas de visión hace poco para calmar su radicalismo revolucionario, nos habla con franqueza sobre cómo ve el escenario: “creemos que va a haber un peo”, la oposición rehusará aceptar los resultados de la elección y causará alguna clase de disturbios.

Las a menudo tensas relaciones entre las docenas de colectivos armados operando en el 23 han sido puestas a un lado para dar lugar a  las preparaciones militares y políticas en caso de tal eventualidad: “candela que se prenda candela que apagamos” (whatever fires they light, we will put out), aquí no se está hablando del todo metafóricamente. La oposición ha hecho uso de su riqueza para acumular armamento, él me dice, pero esto no les preocupa mucho a ellos, pues las pistolas vienen con balas no bolas (they come with bullets but not the prerequisite “balls”) para presionar el gatillo.

Glen es sin ambigüedades más Chavista que cuando hable con él hace cuatro años en medio de exacerbadas tensiones entre los colectivos y la policía. Ninguna cantidad de intermitentes tensiones con el gobierno puede justificar un retorno al pasado: “antes nosotros éramos perseguidos, estuvimos en prisión, nos asesinaban…  Gracias a Chávez nosotros ya no somos clandestinos”. Son precisamente aquellos que han sentido el plomo caliente de los pasados gobiernos quienes están menos dispuestos a aceptar un retroceso y Glen no es la excepción: Ellos no crean que exista un chance de que Chávez pierda la elección, pero si esto fuera a pasar, ellos en lo absoluto no tienen la intención de aceptar los resultados, a pesar del hecho de creer que Chávez lo hará.

Pero el también ve las elecciones como el “último chance” de Chávez: las masas populares apoyan a Chávez, pero tienen una “ira contenida” hacia los abusos perpetrados por aquellos que a menudo visten las camisas rojas del Chavismo. Las fuerzas de la revolución únicamente serán socavadas si candidatos corruptos e inconsecuentes son impuestos desde arriba en las elecciones regionales que se avecinan. “Cada día la guerra, el combate se intensifica y la derecha, los majunches no dan tregua, ellos no descansan en su esfuerzo para retomar los espacios de poder” ahora controlados por los revolucionarios.

El día que esta revolución se vuelva reformista, todo estará perdido: “Chávez es nuestro vocero. No es que él sea indispensable, pero en este momento él es indispensable.” A pesar de su abierto y total apoyo por su líder sin el cual una guerra civil será casi que inevitable, Glen sin embargo no se anda con rodeos: “O Chávez asume la tarea [de profundizar el proceso] o que se vaya a la mierda.”

Entre constituyente y constituido

En un poderoso ejemplo de las peculiaridades de la Venezuela revolucionaria, en donde nosotros hablamos con Glen está ubicado a tan solo unos minutos de caminata desde la destartalada vía del barrio hasta donde Chávez se está preparando para votar. La prensa y sus partidarios se reúnen bajo el caliente sol y esperan más de dos horas por el Comandante para que muestre su cara, estallando en vivas por cada ministro y líderes políticos locales que arriban a la escena. Cuando Chávez el mismo llega, la bulla es ensordecedora: Uh, Ah, Chávez no se va (Chavez isn’t going anywhere) Pa’lante, Pa’lante, Pa’lante Comandante (onward, onward, onward Comandante).

Ninguna de estas cosas es sorpresa, pero menos  notable es el hecho de que estos oficiales electos, estos representantes del pueblo quienes ocupan posiciones dentro de las estructuras del poder constituido, están saludando a las encantadoras multitudes de pie bajo murales y pancartas de otro colectivo revolucionario más, Alexis Vive, el cual a la vez que apoya al gobierno similarmente mantiene una fiera actitud de independencia del poder centralizado del estado.

Esta peculiar relación entre el poder del constituyente y el constituido por la autoridad del estado el cual caracteriza nuestro itinerario a lo largo del día, es un profundo y frecuentemente incomprendido elemento del proceso político que está teniendo lugar en Venezuela. Mucha de esta incomprensión, sin embargo, viene del hecho de que el poder constituido es muchas veces vacilante en cuanto a reconocer públicamente a sus propios constituyentes revolucionarios. Chávez frecuentemente condena como “ultra - izquierdistas” las provocativas acciones de los colectivos y lo hace con mayor énfasis en el caso del colectivo La Piedrita, liderado por Valentín Santana, quien en el papel al menos está siendo buscado por la policía para ser arrestado. Pero como me dice un militante, fue a solicitud del mismo gobierno de Chávez que Santana ha permanecido apenas visible en las vísperas de la elección, ya que tales provocaciones podrían únicamente dañar loe esfuerzos de reelección del presidente. Tal incomodidad a  la cercanía de los movimientos por aquellos con la tarea de gobernar es entendible, pero también es el motor más poderoso que este proceso revolucionario tiene.

Por la tarde, con la barriga llena de ese delicioso guisado de sancocho que no se encuentra en las secciones más ricas de la ciudad, me dirijo al barrio sureño de El Valle, donde la organización revolucionaria Bravo Sur ha establecido una sala situacional. Estas salas son, como las reuniones de seguridad la noche previa, cuarteles provisionales establecidos para monitorear el actual desarrollo de los eventos y tomar las decisiones necesarias por cualquier eventualidad. Un muchacho de 10 años de edad se para, mostrando su dedo pulgar derecho, pintado para que luciera como si él, también, había votado, pronunciando un improvisado discurso sobre su esperanza de que Chávez ganará y, de que si él no gana, estamos perdidos (we are all lost).

Conforme la tarde se transforma en noche, sin embargo, el optimismo  en el salón cede para dar lugar a una clara preocupación, avivada por el flujo de mensajes de texto desde todos los puntos del país y rumores de que Chávez ha perdido en su estado natal de Barinas debido a los malos manejos de su familia (esto resultó ser falso), que su ventaja según los primeros reportes se había reducido a un simple 7 por ciento y que algunas provocaciones armadas de la oposición estaban teniendo lugar en Petare, el más extenso y peligroso de los barrios de caracas. A las 6:45 textos desde el palacio de Miraflores hablan de un margen del 12 por ciento, otros del 15 por ciento, pero al cierre de las votaciones, nadie está tranquilo.

Soldados y Revolucionarios

Es el momento de desplazarse rápidamente por toda la ciudad una vez más, de regreso a la capital, esta vez sentado precariamente en la parte trasera de una motocicleta. Un camarada me pregunta, ¿“quieres ir seguro o rápido”? “Ambas cosas” no parecen ser opciones disponibles y por lo tanto me he decido por lo último. Mientras nos movilizamos velozmente por toda la ciudad, deteniendo apenas en las luces rojas de los semáforos, extraños desde las esquinas de las calles gritan “¡Ganó!”: ¡“El Ganó”! De regreso al corazón de la revolución, 23 de Enero, la celebración ha empezado. A pesar de la ley seca (dry law) ron y cerveza fluyen libremente y muchos no han dormido por 36 horas. En medio del sonoro reggaetón y el ruido de los motores de las motocicletas, una mujer vestida de rojo exalta a su “maravilloso presidente, quien siempre ha tenido sus pies en la tierra como nosotros”.

Mientras estoy de pie hablando con ella en la recientemente renovada Plaza Che Guevara que da a la coordinadora Simón Bolívar, El Consejo Nacional Electoral anuncias que Chávez ha sido reelecto por un margen de diez puntos porcentuales. El barrio explota y los juegos pirotécnicos aparecen en el cielo sobre 23 de Enero. Mientras que un 10 por ciento sería una victoria arrolladora en cualquier otra parte, la celebración es más un alivio que cualquier otra cosa: para un candidato que gano por más del 20 por ciento en el 2006, esta elección fue muy apretada como para causar confort.

En la Coordinadora, las particularidades de esta revolución sin precedentes están completamente a la vista. Dos miembros de la infantería llegan en una motocicleta con AK-47s, desmontan, y para la alegría de la multitud gritan ¡“Viva Chávez”! Claramente ellos han estado aquí antes y caminan con confianza hacia la Coordinadora, que está ubicada dentro en una antigua estación de policía y centro de tortura. En una poderosa y emocionante expresión de la fusión sin presidentes de soldados y revolucionarios que ha emergido en años recientes, uno de ellos calurosamente abraza a Juan Contreras, un militante por largo tiempo y fundador de la Coordinadora quien por muchos años fue la figura emblemática de la lucha contra el orden existente. Observando a estos soldados uniformados y armados abrazar a alguien que fue considerado un terrorista  gran parte de su vida, me doy cuenta que tan lejos estamos de lo que sucedió en Chile.

En este momento, cientos de balas de pistolas y fusiles automáticos vuelan desde todos los techos, y hasta los soldados de infantería se encogen cuando una tanda de cohetillos falla a tan solo 20 pies de distancia. Alguien se entera que el candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski se está preparando para hablar y nosotros nos amontonamos dentro del salón de la Coordinadora, revolucionarios desarrapados, simpatizantes foráneos y colaboradores y soldados con armas automáticas colgando de sus hombros, para escuchar con un sorprendente respeto a Capriles aceptar la derrota.

Parafraseando al gran pensador revolucionario C. L. R. James, nosotros podríamos decir que las revoluciones no ocurren en las urnas, ellas simplemente se registran allí, y mientras la dialéctica es en la práctica más compleja, existe una verdad fundamental en esta afirmación. Esta elección, como el mismo Chávez, es el resultado de algo más profundo que se ha estado desarrollando por décadas y que se ha acelerado considerablemente en años recientes. Es únicamente captando esta verdad fundamental que nosotros podemos tener la esperanza de contribuir a una mayor profundización de la Revolución Bolivariana en los próximos seis años.




Traduccion por: Delmar Manuel


George Ciccarielo-Maher ensena teoría política en la Universidad de Drexel en  Filadelfia y es el autor de We Created Chávez: A People’s History of the Venezuelan Revolution, próximamente de Duke University Press.










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