¡CORRUPTOS Y LADRONES! LLAMÓ
MONSEÑOR ANTONIO CALDERÓN CRUZ, OBISPO DE JUTIAPA,
Por Luciano Castro Barillas
Esta Patria nos empezó a cansar a todos, a todos los que tenemos conciencia y esperanza de hacer de este país un hogar feliz para los 17 millones de guatemaltecos. Es un país de grandes riquezas materiales y culturales. Pero un hado maligno se ha apoderado de esta tierra y la tiene entre sus fauces. Las reservas espirituales están al mínimo y el equilibrio emocional se encuentra en su punto más bajo. Hasta hombres de proverbial prudencia y virtud como monseñor Antonio Calderón Cruz, se salen de la compostura, a sabiendas de los riesgos que corre, cuando el fascismo ha sentado sus reales en Guatemala de manera inequívoca. Tuvo la valentía, el coraje, de llamar las cosas y personas por sus nombres, usando un adjetivo lapidario y comprometedor para su seguridad personal: ¡corruptos y ladrones!
Monseñor está cansado, agotado moralmente y mentalmente, ahíto de tanta desvergüenza, de tanto atropello a la dignidad de esta Nación. Por eso su desfogue verbal, su justa ira, en una comunidad que, como la jutiapaneca, está desde hace años docilizada, domesticada por las ideologías reaccionarias. Por "filosofías" políticas que no son más que ideas egoístas. Una sociedad en que la idiotización pentecostal hace decir a pastores y feligreses que Guatemala es una tierra bendita por tener un presidente "cristiano" y ser este hombre infame gran amigo de Israel. Todo lo contrario a lo dicho por monseñor que les llamó, muy seguramente, lo que son: corruptos y ladrones. ¿Y quién no lo sabe en Guatemala?
No es algo que se diga a sotto voce (en voz baja) sino es dicho con todo el volumen nacional de la indignación ciudadana. ¿Podría llamársele de otra manera a una familia muy adicta, muy inclinada al dinerillo sucio. Pues como familia proveniente de una cama media baja, oportunista, ascencionista y desclasada, esa oportunidad de hacer dinero fácil a través del cargo presidencial era como haber encontrado el mítico El Dorado o un montón de tuzas donde hay ganado flaco. Oportunismo puro. Sin escrúpulos, para practicar a profundidad las artes de la corrupción y las raterías inimaginables, pero escuche con atención: todo sustentado con citas bíblicas y esparcimiento descarado de alguien que al final de todo discurso dice un colofón hipócrita y cínico: ¡Bendiciones! ¡Qué Dios los bendiga!
Posiblemente ese Dios invocado sea el actual Dios de Israel, que masacra diariamente a palestinos, hombres, mujeres, niños y ancianos. Ese Dios israelita que más se parece a Moloc y Asmodeo que no permite que impere la paz en esa región por su codicia, a través de actos criminales. Todo eso hizo expresar tales objetivos a un hombre justo. Y lo más sorprendente: lo dice en Jutiapa, ámbito por excelencia de las fuerzas reaccionarias nacionales.
El futuro es incierto para todo el pueblo de Guatemala y cuando los pueblos pierdan la fe en el derecho recurren a las acciones de hecho, como dijera el insigne abogado laboralista Mario López Larrave. Esa es la advertencia, pues como van moviéndose las fuerzas de la oscuridad política, no está distante que la violencia le diga malos o quizá buenos consejos al oído de los hombres de paz, signados por la prudencia y el honor. Lo venimos repitiendo desde que las facciones militares tomaron el poder con Otto Pérez Molina y están a la vista los resultados. Desbordada corrupción que tiene en la cárcel a decenas de colaboradores de ese gobierno corrupto y ladrón. Va cerrando muy decididamente, paso a paso, los espacios que necesita la paz para florecer. Guatemala florecerá, como dijera don Iván Velásquez, pero ojalá esa bella flor no vaya a ser regada con la sangre de muchos ciudadanos. Porque el fascismo así empieza en todos partes del mundo: mintiendo, copando las instituciones, los poderes públicos, restringiendo libertades individuales y sociales y después, matando. Esa es la dinámica.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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