Como premio a los medallistas olímpicos en París 2024, los directivos del Comité Olímpico Guatemala, COG, y los directivos de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, CDAG, destinaron, ad eternum, de manera vitalicia, unas cantidades de dinero escandalosas si comparamos esas cifras con el magro ingreso, los miserables salarios de la gran mayoría de guatemaltecos que con grandes esfuerzos llevan algo de comer a sus familias.
EL DINERO COMO VALOR SUPREMO
DE LOS DIRECTIVOS DEL DEPORTE GUATEMALTECO
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
De veras, ¿qué nos pasa a los guatemaltecos?
Estuvo muy bien y creo que nadie en este país ha expresado lo contrario, que se
les honrara a los medallistas olímpicos, Adriana Ruano en tiro y al joven Brol
en foso olímpico. Lo verdaderamente grandioso para un país subdesarrollado como
Guatemala fue el oro, nunca adquirido en una justa olímpica. Pero aquí, en
Guatecompras (porque todo lo puedes comprar si tienes dinero, por ejemplo, la
justicia, un doctorado como doña Consuelo Porras o una magistratura, por doscientos
mil quetzales) todo se echa a perder y después de la justa alegría de ver
enarbolar la bandera y escuchar por primera vez el Himno Nacional es un
escenario olímpico, como siempre, la gente corrupta de este país, arruina la
alegría. ¿Por qué digo esto? Porque las acciones estúpidas de los directivos
del deporte volvieron a meter la pata.
Los directivos del Comité
Olímpico Guatemala, COG, y los directivos de la Confederación Deportiva
Autónoma de Guatemala, CDAG, destinaron, ad eternum, de manera vitalicia, unas
cantidades de dinero escandalosas si comparamos esas cifras con el magro ingreso,
los miserables salarios de la gran mayoría de guatemaltecos que con grandes
esfuerzos llevan algo de comer a sus familias. POR ESO NO ESTÁ BIEN EL DINERO OTORGADO A LOS
DEPORTISTAS. Bastaba con un premio monetario significativo porque realmente lo
merecen y es usual en casi todos los países que participan en justas olímpicas.
El problema no son los deportistas premiados
de manera espléndida con tanto dinero, el problema son los directivos idiotas,
campeones también olímpicos para despilfarrar el dinero de los guatemaltecos.
El trasfondo de esa actuación de los directivos responde a la necesidad de
quedar bien, según ellos, con el pueblo de Guatemala. Pero el efecto ha sido lo
contrario, le gente que sufre diariamente por comer un poco no puede tener en
términos de idolatría a estos deportistas. Los podrán apreciar, pero hasta allí.
Personas de capas medias una y el otro de la
alta burguesía del país, son los que puedan adquirir una escopeta Beretta 400
Lite que vale en el mercado cinco mil o siete mil quetzales, sin incluir el
precio de cada cartucho de munición. ¿Una pensión vitalicia, de por vida para
estas dos personas? No creo que sea justo. Estas cifras ofenden a los sectores
populares y sus raquíticos salarios. Estos ingresos de contraste ahondan
resentimientos sociales. Y cuando no, aquí en Guatemala campea el hambre, menos
para los políticos, narcotraficantes y directivos corruptos como los aludidos.
Y no es justo este despilfarro de dinero
porque en este país hay personas verdaderamente brillantes que no cuentan con
la solidaridad del Estado como la poetisa excelsa María de los Ángeles Ruano
(no tiene nada que ver con Adriana Ruano) que deambula por el céntrico
histórico con su caja de lustre y vendiendo lápices o bolígrafos. O el caso del
maestro sinfónico de música electroacústica e inventor de instrumentos
musicales, Joaquín Orellana. Los familiares del maestro Joaquín Orellana
tuvieron que acudir a la caridad pública pidiendo por los medios ayuda para
costear los gastos de hospitalización del brillante músico, hospitalizado en el
Roosevelt. Por qué esas enormes cantidades de dinero público (enormes para
nosotros los pobres) no deben ser gastadas en los deportistas porque ya se les
dio lo suficiente y las erogaciones de dinero son decisiones de una cohorte de
corruptos que se mueven desde hace años en las instituciones deportivas.
Medallas así no son bienvenidas por su
clasismo. ¿Por qué al marchista Barrondo no lo premiaron de esa manera
espléndida? Claro porque viene de una aldea de Alta Verapaz y de una familia
humilde. Pero repito, la culpa no la tienen los deportistas sino los directivos
mañosos, acostumbrados a vivir bien a costa del dinero público. Uno de los
directivos quiso agregarse al equipo olímpico guatemalteco pero como está
procesado en un juzgado no se le permitió salir del país.
A no ser por las gestiones del presidente
guatemalteco Bernardo Arévalo, Guatemala no podía participar en estas
olimpíadas por las sanciones impuestas por el Comité Olímpico Internacional,
COI. Hasta este punto hemos llegado en este país. Porque Guatemala está
dirigida por muchos imbéciles, como los dirigentes deportivos. He aquí una
muestra de la corrupción con el dinero público: Para el oro tres millones en
total. Para la plata dos millones. Un millón doscientos cincuenta mil para el
bronce. Y de dulce pilón para Adriana Ruano, una pensión vitalicia, para toda
la vida, de Q. 35,000.00 ¿Qué piensan los ciudadanos de todo esto si se les
preguntara? Vaya usted a saber pero esto, definitivamente, no debe ser así y
solo en Guatemala sucede.
Publicado por La Cuna del Sol
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