El día de ayer, 3 de octubre de 2024, fueron electos por fin los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia, nombre rimbombante, sonoro y grandioso de una corte que si mucho llega a oficina de inexperto juez de paz de municipio.
RIÑA DE PERROS:
LA ELECCIÓN DE LAS CORTES DE GUATEMALA
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Esta es una semana de grandes sobresaltos
políticos. De grandes grescas rabiosas. Los impresentables del Congreso de la
República de Guatemala andan histéricos, paranoicos, furiosos. Mostrándose los
dientes. La avaricia los domina a todos por igual, sean los señoritos capa
medieros del partido “Semilla”, los trúhanes descarados del narcotráfico; los
políticos marrulleros de diferentes filiaciones (si es que todavía tienen por
allí algún residuo de ideología) que han hecho del recinto parlamentario su asqueroso
hábitat. Una consumada porqueriza.
El día de ayer, 3 de octubre de 2024, fueron
electos por fin los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia, nombre
rimbombante, sonoro y grandioso de una corte que si mucho llega a oficina de
inexperto juez de paz de municipio. Grados académicos abundantes, desde
doctorados pasando por maestrías en la ciencia del derecho, pero hace falta lo
mejor: honorabilidad y vocación democrática. Son consumados leguleyos cuya
visión del mundo es muy estrecha. Casi se eligieron a las mismas personas, solo
que ahora con diferentes caras.
Los ciudadanos guatemaltecos tienen la
esperanza que se encienda una luz entre las tinieblas que representa el sistema
de administración de justicia de Guatemala. Los actores de las cortes de este
país, de la mano de los politiqueros, son los responsables de la aturdida
democracia nacional, que no tiene rumbo, que no atina por donde está el
horizonte. Sumada a esta tarea perniciosa de destrucción, la inefable señora
doña Consuelo Porras, Fiscal General.
Casi todas las fuerzas del mal coludidas para
destruir una democracia miserable. Y de veras ¿qué se imaginan estas mafias que
quedará de Guatemala como Nación y como Estado? Realmente ya no se puede estar
tan mal de como estamos. Hemos llegado al no va más. Al punto de donde topó la
llanta y ya no se puede maniobrar. Todo un conglomerado de pillos en contra de
las pocas personas honradas que quedan.
Se hacen corrillos por todos lados dentro del
recinto parlamentario, en las sedes partidarias y cuando no caben buscan
hoteles o restaurantes a riesgo de ser tiroteados por sus propios compinches.
Las nalgas de los cebados parlamentarios brincan por los diferentes pasillos,
presurosos, presas de gran impaciencia. pero sobresalen las de Allan Rodríguez,
que va y viene, cabildeando, amenazando y no muy consciente todavía que su
poder disminuido tiene poca sino ninguna incidencia. Abandera una causa perdida
entre las mafias más dinámicas. Coincidencia o no, esta semana del 30 de
septiembre al 4 de octubre está presente una delegación de alto nivel del
gobierno de Estados Unidos, cuyas declaraciones a través del ex embajador Todd
Robinson es coordinar acciones en contra del narcotráfico, la corrupción y la
migración, sin embargo, no es una coincidencia. Eso en política debe
interpretarse como la presión difusa del poder imperialista.
Es una supervisión poco disimulada del Tío
Sam por las quejas de don Bernardo Arévalo contra los actores fácticos,
reaccionarios de este país que no lo dejan trabajar y la verdad es que están
perjudicando el trabajo que ambos gobiernos quieren impulsar, con un punto muy
sensible para el electorado norteamericano: la migración masiva. Sin control,
que trae tras de sí una serie de males. Y es que el presidente de Guatemala,
don Bernardo Arévalo, no logra designar a instituciones de proyección social y
no carentes de conflictividad, como lo es el sector agrario. Allí designó a un
reconocido dirigente indígena por la tierra de nombre Daniel Pascual. Todo lo tenía callado hasta que el caldero
reventó por donde no esperaba.
Resulta que el hermano maya -no Daniel- se
estaba despachando con la cuchara grande los vales de gasolina, en tal cantidad
que fue y vino del Petén, según los cálculos del combustible, unas 156 mil
veces. Sin embargo, Daniel Pascual, el hasta poco impoluto dirigente indígena
comunitario, no denunció la anomalía de los vales de gasolina, pues aquí se
cumple el viejo refrán popular: (…) tan culpable es el que mata la vaca como
el que le agarra la pata. La pacaya ésta se la tendrá que tragar por la vía
de la destitución, digamos, por bruto.
En fin, esta semana es una de las más álgidas
en el tejemaneje político. Esta semana los bandidos de cuello blanco andan con
la camisa levantada, sobre todo si Miguelito se descose en los tribunales
norteamericanos. Las listas de pillos
que traen en su cartera diplomática los estadounidenses es muy generosa. Se
asustan que en Guatemala ya casi no hay personas honradas. Por eso están
nerviosos los congresistas y muy seguro decididos a portarse bien para no ser
ellos también jalados hacia el norte por sus múltiples mañas.
Publicado por La Cuna del Sol
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