sábado, 17 de junio de 2023

La asociación "sin límites" entre China y Rusia se pondrá a prueba en Asia-Pacífico

No cabe duda de que el nordeste asiático constituye ahora una prioridad para China y Rusia, dados sus intereses coincidentes en la región. La expansión de la OTAN en Asia, y el fuerte aumento de la proyección de poder por parte de EE UU. deja ver con claridad a los estrategas de defensa de Pekín y Moscú que el Mar de Japón es un "patio trasero común" para los dos países donde su asociación estratégica "sin límites" debería ser óptima.

 

LA ASOCIACIÓN "SIN LÍMITES"
ENTRE CHINA Y RUSIA
SE PONDRÁ A PRUEBA
EN ASIA-PACÍFICO



M. K. Bhadrakumar
Indian Punchline

La dinámica de poder en el noreste de Asia está experimentando un cambio dramático teniendo como telón de fondo, la asociación estratégica "sin límites" entre China y Rusia. El colapso de la contraofensiva de Kiev" y la abyecta derrota en la guerra con Rusia pueden obligar a la administración Biden a desplegar "tropas de combate" en el oeste de Ucrania, desencadenando una confrontación global. Por otra parte, las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentran en su punto más bajo desde su normalización en la década de 1970, al tiempo que la cuestión de Taiwán puede convertirse potencialmente en un casus belli de guerra.

No cabe duda de que el noreste asiático va a ser un escenario crucial en la confrontación entre las grandes potencias que se está gestando, ya que el Ártico se está calentando y la Ruta Marítima Septentrional está entrando en funcionamiento, lo que catapultará la importancia estratégica del Lejano Oriente ruso y Siberia como centro neurálgico de la economía mundial en el siglo XXI, además de su actual estatus como primera potencia nuclear del mundo. El desenlace de la guerra de Ucrania podría ser la última oportunidad de Estados Unidos para frenar a Rusia y evitar que mantenga su cita con el destino. Eso es lo que convierte al Lejano Oriente en la región más importante para Estados Unidos en su estrategia global.

Como una muestra de la serie de tensiones, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso citó el viernes al embajador japonés y presentó una protesta en un lenguaje extraordinariamente duro, al saberse que los 100 vehículos que Tokio prometió inocuamente la semana pasada a Ucrania serían en realidad vehículos blindados y todoterreno. Al parecer, Tokio estaba disimulando, ¡ya que las normas de exportación de Japón prohíben a sus empresas vender artículos letales en el extranjero!

Tokio está cruzando una "línea roja" y a Moscú no le hace ninguna gracia. El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del viernes "subrayaba que la administración del primer ministro Fumio Kishida debería estar dispuesta a compartir la responsabilidad por la muerte de civiles, incluidos los de las regiones fronterizas de Rusia... (y) llevar las relaciones bilaterales a un peligroso callejón sin salida. Tales acciones no pueden quedar impunes, las repercusiones serán muy graves".

De manera significativa, el viernes, en una videoconferencia con el general Liu Zhenli, jefe del Estado Mayor Conjunto de la Comisión Militar Central de China, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas y primer viceministro de Defensa, general Valery Gerasimov, expresó su confianza en la expansión de la cooperación militar entre ambos países y señaló: "La coordinación entre Rusia y la República Popular China en la arena internacional tiene un efecto estabilizador en la situación mundial".

Los medios de prensa chinos informaron posteriormente que los dos generales acordaron que Rusia participará (por segunda vez) en el ejercicio Northern/Interaction-2023 organizado por China, lo que señala un nuevo marco de ejercicios estratégicos conjuntos China-Rusia junto al patrullaje aéreo conjunto sobre el mar de Japón y el mar de China Oriental por parte de sus bombarderos estratégicos. Por cierto, el martes se llevó a cabo el sexto de estos patrullajes aéreos conjuntos desde que comenzó la práctica en 2019.

El panorama general muestra que el cambio en las políticas japonesas a lo largo del último año -estrecho alineamiento con EE UU. respecto a Ucrania; replicando las sanciones de Occidente contra Rusia; suministro de armamento letal a Ucrania, etc.- ha dañado gravemente la relación ruso-japonesa. Además, la remilitarización de Japón con el apoyo estadounidense y sus crecientes lazos con la OTAN (que está desplazándose abruptamente hacia la región Asia-Pacífico) convierten a Tokio en un adversario común tanto de Moscú como de Pekín.

El imperativo de hacer retroceder a este resurgente cliente estadounidense se siente con fuerza en Moscú y Pekín, y tiene también una dimensión global, ya que Rusia y China están convencidos de que Japón actúa como un agente del dominio estadounidense en Asia y está al servicio de los intereses occidentales. Por su parte, en un giro de 180 grados, Washington anima activamente a Japón a que sea una potencia regional asertiva, desechando sus límites constitucionales al rearme. A Washington le complace que Japón haya prometido un aumento a largo plazo del gasto en defensa superior al 60%.

Lo que preocupa a Moscú y Pekín es también el ascenso de elementos revanchistas -vestigios de la era imperial japonesa- en las altas esferas del poder en el período reciente. Por supuesto, Japón sigue negando las atrocidades que cometió durante la brutal colonización de China y Corea y los terribles crímenes de guerra de la Segunda Guerra Mundial.

Esta tendencia guarda una sorprendente similitud con lo que está ocurriendo en Alemania, donde también los elementos pronazis están reclamando un hábitat y un nombre. Curiosamente, un eje germano-japonés está presente en el núcleo de las estrategias de Washington contra Rusia y China en Eurasia y el noreste asiático.

La Bundeswehr alemana está ampliando sus maniobras de combate en los océanos Índico y Pacífico y el año próximo desplegará más unidades navales y aéreas en la región Asia-Pacífico. Un reciente informe alemán señalaba: "La intensificación de la participación alemana en las maniobras regionales de Asia-Pacífico tiene lugar en un momento en que Estados Unidos está llevando a cabo maniobras sin precedentes en el Sudeste Asiático, en sus intentos de intensificar su control sobre la región y desplazar a China en la medida de lo posible."

Las motivaciones de Japón son fáciles de comprender. Aparte del revanchismo japonés que alimenta los sentimientos nacionalistas, Tokio está convencido de que un acuerdo con Rusia sobre las islas Kuriles es imposible, ahora o en el futuro, lo que significa que no será posible un tratado de paz que ponga fin formalmente a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial. En segundo lugar, Japón ya no ve a Rusia como un "contrapeso" en su problemática relación con China.

En tercer lugar, y esto es lo más importante, Japón ve el ascenso de China como una amenaza política y económica, y por esa razón se está militarizando rápidamente, lo que a su vez crea su propia dinámica en términos tanto de alterar su posición de poder en Asia, como de integrarse en Occidente ("globalizándose"). Inevitablemente, esto se traduce en la promoción de la OTAN en la dinámica de poder asiática, algo que afecta profundamente a las principales estrategias rusas de seguridad nacional y defensa. En consecuencia, todas las esperanzas que los estrategas moscovitas habían alimentado en el pasado de que Japón pudiera salir de la órbita norteamericana y ejercer su autonomía estratégica, se han desvanecido.

Podría decirse que, en su afán por integrar a Japón en el "Occidente colectivo", liderado por Estados Unidos, el primer ministro Kishida se ha extralimitado. Se comporta como si estuviera obligado a ser más leal que el propio rey. Así, el mismo día en que el presidente Xi Jinping visitó Moscú en marzo, Kishida aterrizó en Kiev, desde donde se desplazó para asistir a una cumbre de la OTAN y abiertamente se dedicó a presionar para que se estableciera una oficina de la OTAN en Tokio.

A continuación, Kishida recibió en Tokio al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y le ofreció una plataforma para reprender públicamente a China desde su país. No existe una explicación fácil para un comportamiento tan excesivo. ¿Se trata sólo de un comportamiento precipitado o es una estrategia calculada para ganar legitimidad para el ascenso de los elementos revanchistas que Kishida representa en la estructura de poder japonesa?

No cabe duda de que el nordeste asiático constituye ahora una prioridad para China y Rusia, dados sus intereses coincidentes en la región. La expansión de la OTAN en Asia, y el fuerte aumento de la proyección de poder por parte de EE UU. deja ver con claridad a los estrategas de defensa de Pekín y Moscú que el Mar de Japón es un "patio trasero común" para los dos países donde su asociación estratégica "sin límites" debería ser óptima. Los comentaristas chinos ya no restan importancia al hecho de que los lazos militares ruso-chinos "sirven de poderoso contrapeso a las acciones hegemónicas de EEUU".

Es totalmente concebible que, en algún momento en un futuro próximo, China y Rusia empiecen a considerar a Corea del Norte como protagonista de su alineamiento regional. Es posible que ya no se sientan comprometidos con el cumplimiento de las sanciones contra Corea del Norte lideradas por Estados Unidos. De hecho, si eso ocurriera, surgirían multitud de posibilidades. Los lazos militares ruso-iraníes sientan el precedente.




Publicado por La Cuna del Sol

miércoles, 7 de junio de 2023

Tropas y armas estadounidenses en Perú

Todo apunta a que Estados Unidos no quiere perder una pieza importante de lo que consideran "su patio trasero" geopolítico, uno de los hubs portuarios del eje Pacífico, y harán todo lo necesario para no ceder terreno de influencia en la región, sobre todo por los intentos de algunos países en impulsar plataformas de integración y proyección geopolítica.

 

DETRÁS DEL INGRESO DE
TROPAS Y ARMAS
ESTADOUNIDENSES EN PERÚ



Misión Verdad

El pasado 31 de mayo el gobierno de Perú autorizó el ingreso de personal militar estadounidense al país andino con armamento, tanto por vía aérea como náutica. De acuerdo con la administración de Dina Boluarte, el propósito sería llevar a cabo actividades de cooperación y entrenamiento con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional peruanas.

La Resolución Legislativa Nº 31758 señala lo siguiente:

"Se autoriza el ingreso al territorio de la República de personal militar de los Estados Unidos de América, con la finalidad de realizar actividades de cooperación de entrenamiento con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, del 1 de junio al 31 de diciembre de 2023; en el marco de lo establecido en el numeral (8) del artículo 102 de la Constitución Política del Perú, conforme a las especificaciones y objetivos que se señalan en el anexo que forma parte integrante de la presente resolución legislativa".

Un rápido ABC de esta llegada de militares estadounidenses al país andino nos indicaría que estarán en Lima, Callao, Loreto, San Martín, Santa Lucía, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Huancavelica, Cusco, Ayacucho, Iquitos, Pucusana y Apurímac; que llevarán a cabo actividades de entrenamiento con las Fuerzas Armadas en relación con el Ejercicio Militar Internacional Resolute Sentinel 2023; y que todo ocurre en el marco de la cooperación bilateral.

Sin embargo, el contexto local, los últimos acontecimientos políticos y sociales en Perú, las reuniones entre los líderes de la región con miras a consolidar un bloque político autónomo, así como el establecimiento de grandes acuerdos comerciales entre China y países suramericanos son factores inamovibles que dan cuenta de los intereses de Estados Unidos en ese pedazo de Los Andes, más allá de lo evidente.

En primer término hay que señalar el carácter controvertido del gobierno de Dina Boluarte, devenido en una crisis política que se añade al panorama que ya se estaba viviendo en el país. Su llegada al poder estuvo signada por un entramado que terminó con el golpe contra el presidente Pedro Castillo. Desde entonces se ha registrado una fuerte represión contra la población cuyo saldo deja hasta el momento al menos 50 fallecidos, miles de heridos y decenas de miles de detenidos.

La fuerte represión contra buena parte de los sectores sociales que se han movilizado a escala nacional, trasladados desde diferentes puntos del país hacia la capital, despertó el rechazo de algunos líderes en la región suramericana, pero no de Estados Unidos. A pocos días de instalarse el cuestionado gobierno, Boluarte recibió el apoyo del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien, según lo dicho por la Cancillería, reiteró el apoyo de su país a Perú y "su voluntad de seguir fortaleciendo la nutrida relación bilateral".

El respaldo total era "a la institucionalidad democrática" y a las acciones para atender lo que denominaron como "estallido social", lo que refleja que no importaba la población que estaba siendo brutalmente reprimida, sino confirmar que el gobierno de Boluarte era un aliado confiable.

"Por supuesto que reconocemos a la presidenta peruana, Dina Boluarte, y seguiremos trabajando con las instituciones democráticas de Perú. Esperamos colaborar de cerca con la presidenta Boluarte y el Estado peruano", declaró en diciembre de 2022 el portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano, Ned Price.

Todo apunta a que Estados Unidos no quiere perder una pieza importante de lo que consideran "su patio trasero" geopolítico, uno de los hubs portuarios del eje Pacífico, y harán todo lo necesario para no ceder terreno de influencia en la región, sobre todo por los intentos de algunos países en impulsar plataformas de integración y proyección geopolítica. Además es evidente que responden ante el avance de China y sus grandes inversiones para seguir desplegando por el mundo la Iniciativa de la Franja y la Ruta —IFR, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda—.

Cabe destacar que uno de los ejercicios se realizará en Lima y Callao, localidades donde se encuentran los puertos más importantes de ese país y donde se está construyendo el puerto de Chancay, el más grande del país que se construye con capital chino, inversión que no ha sido bien vista por el Pentágono por interferir en sus intereses en la región.

https://twitter.com/Mision_Verdad/status/1661138687684476929?s=20

¿Por qué es tan importante? El megapuerto de 11 atracaderos con capacidad para recibir buques de hasta 9 mil toneladas constituye una puerta de entrada comercial por el océano Pacífico de mercancía proveniente de Asia. Dada su ubicación, también sería un importante puerto por donde saldrían materias primas de la región hacia el continente asiático. Por el ejemplo el litio, mineral que tiene la atención mundial por ser vital para las nuevas arquitecturas tecnológicas que se están construyendo.

La región fronteriza de Bolivia, Chile y Argentina, llamada "triángulo del litio", concentra 68% de las reservas mundiales del mineral. Según estudios recientes, Bolivia posee 30% de las reservas mundiales de litio, seguido de Chile con 21% y Argentina,con 17% del total. El mercado del metal evidencia la manera en que se han modificado las relaciones de poder a escala geopolítica en las dos últimas décadas, ya que las potencias económicas centrales del siglo XX —Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia—"se ven cada vez más rezagadas y eclipsadas frente al fuerte dinamismo surasiático, especialmente el generado por China", expresa el informe.

Recordemos que Estados Unidos tiene la pretensión de instalar una especie de "OTAN metálica" con la cual pudiera controlar, vía militarización extraterritorial, la dinámica en torno al mercado del litio y otros metales en el mencionado "triángulo". El entrenamiento de las tropas y la policía peruanas por parte del Pentágono podría tener una intención estratégica alrededor en ese sentido, sentando sus intereses políticos, económicos y geoestratégicos como prerrogativas para el avance de las relaciones bilaterales con Perú, país que cuenta con un Estado secuestrado entre crisis políticas y sociales y golpes de distinto cuño.

Si bien no es la primera vez que ingresa un contingente militar estadounidense a Perú, ya que en 2015 entraron más de 3 mil 500 soldados en calidad de cooperación y "lucha" contra el narcotráfico y grupos insurgentes, todo indica que con este nuevo avance se estarían cubriendo dos frentes. Por una parte, colaborar con las fuerzas de seguridad para mantener la estabilidad que sostiene el gobierno de Boluarte y, por otro, tratar de establecerse como un factor dominador y "disuasivo" por medio de las armas en la región ante el avance de China y de los posibles factores de integración regional.




Publicado por La Cuna del Sol

viernes, 26 de mayo de 2023

Estados Unidos empuja el control de su frontera más hacia el sur

Durante una conferencia de prensa celebrada el 27 de abril, Mayorkas afirmó que otros países ayudarían a vigilar la frontera estadounidense. "Éste es un reto hemisférico que exige soluciones hemisféricas", indicó. "Trabajando con nuestros vecinos de la región, podemos reducir y reduciremos el número de migrantes que llegan a nuestra frontera sur".

 

INADVERTIDAMENTE, TRAS LA ELIMINACIÓN
DEL TÍTULO 42, ESTADOS UNIDOS EMPUJA EL
CONTROL DE SU FRONTERA MÁS HACIA EL SUR



Todd Miller
Counterpunch

El 11 de abril, Estados Unidos, Panamá y Colombia anunciaron una operación conjunta de dos meses para "poner fin al movimiento ilícito de personas y bienes" a través de la Brecha del Darién. A su llegada a Panamá, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, explicó en un tuit que los tres países trabajarían juntos para "atacar las redes criminales, construir vías legales y salvar vidas". El anuncio trilateral, escaso en detalles, dejó mucho a la imaginación: ¿cómo, por ejemplo, se realizarán esas ambiciosas tareas? Sin embargo, el anuncio proporcionó una pista sobre la forma en que Estados Unidos reforzará la aplicación de las leyes fronterizas después del 11 de mayo, fecha en que se suprimirá gradualmente el Título 42, la ley de expulsiones rápidas de la época de la pandemia.

Prensa Asociada en su artículo sobre la operación Darien Gap, lo expresó así: "Sin ese instrumento de disuasión [el Título 42] en la frontera de EE UU., existe la preocupación [en el gobierno de EE UU. de que] las llegadas de migrantes puedan volver a ser incontrolables". La palabra clave aquí es "disuasión", un término que evoca la estrategia de varias décadas en la frontera entre Estados Unidos y México para hacer el cruce lo más difícil y peligroso posible. La exportación de la estrategia de prevención a través de la disuasión a la Brecha del Darién y a todo el hemisferio, en otras palabras, forma parte de la eliminación del Título 42.

Durante una conferencia de prensa celebrada el 27 de abril, Mayorkas afirmó que otros países ayudarían a vigilar la frontera estadounidense. "Éste es un reto hemisférico que exige soluciones hemisféricas", indicó. "Trabajando con nuestros vecinos de la región, podemos reducir y reduciremos el número de migrantes que llegan a nuestra frontera sur". Con esto, Mayorkas incluye a los solicitantes de asilo que tendrán que ir a los Centros Regionales de Procesamiento de EE UU. que se establecerán en toda América Latina, comenzando en Colombia y Guatemala.

Aunque Washington declara que admitirá más refugiados, también habrá "consecuencias más severas por no hacer uso de las vías legales". Esto incluiría si las personas "no buscaron protección en un país a través del cual transitaron en su camino a los Estados Unidos", según lo manifestado por la Administración Biden en febrero, al explicar lo relacionado con una nueva regla para "incentivar los procesos migratorios legales". Comparando este cambio de políticas con la prohibición de tránsito de la era de Donald Trump, la periodista Belén Fernández encontró otra forma de describirlo: una "prohibición de asilo."

Aunque Mayorkas hizo hincapié en las actuales operaciones internacionales como respuesta a la eliminación gradual del Título 42, la ampliación de sus fronteras ha sido una parte fundamental de la estrategia de aplicación de la ley estadounidense durante dos décadas. El ex comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Alan Bersin, calificó este giro, posterior al 11-S (dirigido a la internacionalización de las operaciones fronterizas estadounidenses), de "cambio masivo de paradigma". Según escribió, se ha producido un cambio "en nuestra percepción de las fronteras no sólo como líneas, sino como movimientos -flujos de personas y mercancías a escala global tanto legal como ilegalmente". En 2004, el comisionado de la CBP, Robert Bonner, explicó este cambio como lo haría un mando militar: lo llamó, "ampliar nuestra zona de seguridad allí donde podemos hacerlo, más allá de nuestras fronteras físicas, para que las fronteras estadounidenses sean la última línea de defensa, no la primera".

Estas ideas se han incorporado a la estrategia fronteriza, y no es ningún secreto. Los documentos de estrategia de la Patrulla Fronteriza estadounidense hablan constantemente de un "enfoque estratificado". Según la agencia de Seguridad Nacional, la frontera y su aparato de control van mucho más allá de la división entre Estados Unidos y México. Esto incluye no sólo la aplicación de la ley en el interior de Estados Unidos (las zonas de 100 millas a lo largo de las fronteras y costas, y las operaciones del ICE en el interior), sino también el agresivo empuje de la frontera de Estados Unidos en otros países en todo el hemisferio y más allá. Estados Unidos ha llevado a cabo operaciones de adiestramiento en más de 100 países, y ha realizado numerosas transferencias de equipos y tecnología a estos países para ayudar en la aplicación de las leyes fronterizas. El CBP cuenta también con 23 agregados en todo el mundo, incluidos los de Ciudad de Panamá y Bogotá.

Es difícil decir qué aspecto tendrá esta operación en la Brecha del Darién, y en los próximos meses estaremos evaluando ésta y otras operaciones aquí en The Border Chronicle. Ahora bien, abundan los ejemplos de externalización de la frontera estadounidense en todo el hemisferio occidental y más allá. La frontera entre México y Guatemala, que ha recibido mucha atención y financiación estadounidense, podría encabezar la lista de ejemplos. En 2017, cuando entrevisté a un funcionario estadounidense de la oficina de Asuntos Internacionales -en la sede de la CBP enWashington D.C.- sobre la coordinación de las operaciones fronterizas de Estados Unidos en México, me dijo: "Apuesto a que hay 15 llamadas telefónicas en curso con México en este mismo momento." Como probablemente las hay ahora mismo, mientras ustedes leen esto. Y cuando fui a investigar el Programa Frontera Sur de México en 2014, descubrí que a pesar de la retórica oficial sobre la preocupación por la seguridad de las personas que migraban, la intensificación de la aplicación de la ley bajo la tutela de Estados Unidos y el uso de equipos estadounidenses empujaron a los migrantes a zonas más remotas y peligrosas. Las personas que acampaban en el bosque junto a las vías del tren cerca de Arriaga, Chiapas, me hacía recordar de manera perturbadora acerca de como las personas no autorizadas se desplazan por el desierto de Arizona. Me pregunté por primera vez, si esto era la exportación de la prevención a través de la disuasión.

No se trata sólo de México. Estados Unidos ha invertido mucho en la creación de patrullas fronterizas en Guatemala, Honduras, El Salvador y otros países. En 2015, mientras estaba en un viaje de investigación para mi libro Empire of Borders: The Expansion of the U.S. Border Around the World, me desplazaba por una carretera en un ruidoso camión cerca de Copán, Honduras, con el comandante de la recién formada fuerza Maya Chortí, como la bautizaron (sí, la fuerza fronteriza utiliza el nombre del pueblo indígena que ha habitado la zona durante casi 2000 años), él me informó que habían arrestado y detenido a 18 ecuatorianos y dominicanos en un puesto de control cercano. En 2017, la fuerza fronteriza guatemalteca (conocida entonces como Chortí, sin el "maya" de su homóloga hondureña) me mostró cómo podían equipar con armamento sus jeeps proporcionados por Estados Unidos y desplegar un puesto de control en una carretera rapidamente. También había un supervisor militar estadounidense observándolo todo. Y en la República Dominicana, en 2012, fui testigo de cómo el comandante de la relativamente nueva guardia fronteriza del país, formado en Estados Unidos, discutía durante varios minutos con un grupo de hombres haitianos que habían sido detenidos, sobre que en su país no había hambre. Y debido ello, dijo, la detención estaba bien justificada. He documentado este incidente en el libro, Border Patrol Nation: Dispatches from the Front Lines of Homeland Security.

En cada lugar la aplicación de la ley era distinta, pero con el denominador común del apoyo y la retórica estadounidenses sobre el desmantelamiento de las redes de contrabando, las organizaciones delictivas y las actividades ilícitas. También existe el denominador común de la detención, muerte y brutalización de personas que se desplazan sin autorización gubernamental, ya sea en Tapachula, en el desierto de Arizona o, ahora cada vez más, en la Brecha del Darién.

La Brecha del Darién, por donde cruzaron 250.000 personas en 2022 (casi el doble que el año anterior), se está convirtiendo en un nuevo estrato de la frontera estadounidense. Con los últimos anuncios de la administración Biden en relación con el Título 42, el gobierno estadounidense logra cosméticamente dos cosas importantes: En primer lugar, la eliminación de esta contenciosa política de la era de la pandemia de la conversación sobre la frontera, una política a la que muchas personas han exigido que Estados Unidos ponga fin. Apuntala la aseveración del gobierno de Biden de que está creando una frontera "segura, humana y ordenada". En segundo lugar, empuja aún más la aplicación de las leyes fronterizas estadounidenses, lejos de las cámaras y la prensa, lejos de la conciencia global. El control de la frontera deja de llamar la atención.

 

Originalmente publicado en The Border Chronicle.

 

Todd Miller es el autor del libro, Build Bridges Not Walls y editor de The Border Chronicle.




Publicado por La Cuna del Sol

viernes, 19 de mayo de 2023

Todo se desmorona

Estados Unidos está actualmente al borde de la Tercera Guerra Mundial, los estadounidenses están muriendo de enfermedades prevenibles a tasas muy elevadas, la administración Biden está "luchando contra el racismo" mediante la persecución racial de los socialistas negros, los grandes bancos están siendo rescatados una vez más, casi todas las acusaciones histéricas lanzadas contra la derecha estadounidense en los últimos años han sido refutadas, la administración Biden está haciendo todo lo posible para eliminar la disidencia a través de la propaganda y la censura, y los políticos a la espera de asumir el control político son las personas más corruptas y menos capaces del país. Estados Unidos está en una situación preocupante.

 

TODO SE DESMORONA



Rob Urie
Counterpunch

Estados Unidos está actualmente al borde de la Tercera Guerra Mundial, los estadounidenses están muriendo de enfermedades prevenibles a tasas mucho más altas que los ciudadanos de naciones con gobiernos que funcionan adecuadamente, la administración Biden está "luchando contra el racismo" mediante la persecución racial de los socialistas negros para su detención, los grandes bancos están siendo rescatados una vez más, casi todas las acusaciones histéricas lanzadas contra la derecha estadounidense en los últimos años han sido refutadas, la administración Biden está haciendo todo lo posible para eliminar la disidencia a través de la propaganda y la censura, y los políticos a la espera de asumir el control político son las personas más corruptas y menos capaces del país. Estados Unidos está en una situación preocupante.

La práctica actual de la prensa de transmitir noticias de "izquierda" y "derecha" a sus respectivas audiencias se fundamenta en una lucha por el poder. Mientras la prensa del establishment actúa como propagandista del gobierno ante la burguesía urbana, y la derecha excluye el poder del capital de sus explicaciones sobre el mal funcionamiento del gobierno, los estadounidenses discuten sin entenderse unos a otros. No existe una base común para el discurso y, por lo tanto, para la resolución de las diferencias. De hecho, esta "estetización" de la política, basada en el sentimiento ligado a las políticas federales que elevan la fortuna de algunos grupos mientras aplastan la de otros, tergiversa las diferencias políticas fácticas (materiales) como una cuestión de gusto personal.

En 1975 había 4.5 trabajadores del sector manufacturero por cada trabajador del sector financiero. En 2023, esta proporción se había reducido a 1.5, con una preponderancia de la diferencia procedente de la disminución del empleo en el sector manufacturero. Este resultado es consecuencia de las políticas federales destinadas a desindustrializar Estados Unidos, como el TLCAN. También explica la disminución de la influencia política de los trabajadores del sector manufacturero en relación con los burgueses urbanos. Fuente: Reserva Federal de San Luis.

La base histórica del análisis de la izquierda en la política de clases se ha puesto patas arriba, con la izquierda liberal canalizando al personaje de Jonah Hill en la película, Don’t Look Up (No mires hacia arriba), cuando parlotea sobre los "ricos buena onda". El chiste iba dirigido a los seguidores de Donald Trump, por no decir a sus donantes. Pero encaja aún mejor con la izquierda del establishment. La CIA, el FBI, la NSA, el MIC (Complejo Militar Industrial) y las grandes corporaciones representan ahora la base institucional de esta nueva-nueva-izquierda. Estos solían ser la base de la vieja derecha política. Por lo tanto, las opciones son imaginar que estas instituciones son ahora fuerzas permanentes, o que la CIA ha realizado finalmente su viejo sueño de fabricar una "izquierda anticomunista". Mi voto es para esta última explicación.

¿Cómo hemos llegado hasta este punto? La desindustrialización de EE UU. privó de poder a los distritos rurales y regionales que ahora tienden a los republicanos. El apoyo federal a Wall Street y Silicon Valley ha empoderado a los electorados burgueses de los demócratas. La desindustrialización ilustró la venalidad y la falta de previsión de los oligarcas estadounidenses, que imaginaron que desbaratando los sindicatos de trabajadores harían al menos a algunos estadounidenses más ricos. En última instancia, este programa era racista y clasista. Los oligarcas estadounidenses imaginaban que eran los únicos capaces de gestionar la producción capitalista. Si los trabajadores y el medio ambiente dejan de importarnos, no es tan difícil.

Esta arrogancia se basaba en parte en el malentendido de la posición única de Estados Unidos al salir de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos tenía la única infraestructura industrial intacta del mundo. Sin embargo, el poder del monopolio es fundamentalmente diferente al de la habilidad. La "greedflation" (explotar la inflación para conseguir ganancias excesivas) actual, en la que las empresas suben los precios porque pueden, es un ejemplo de poder monopolístico utilizado de forma malévola. Pero así es como han actuado siempre los capitalistas. El New Deal, y las restricciones internas que impuso a la depredación capitalista, fue lo que hizo que Estados Unidos fuera habitable en la posguerra.

Cuatro décadas después, este esfuerzo por presentar los resultados de la ingeniería federal como el producto de los "mercados", ha perdido su credibilidad. EE UU. se encuentra en medio de una nueva ronda de rescates bancarios, mientras los dirigentes políticos ponen en marcha la Tercera Guerra Mundial, como si quisieran volver a demostrar que la Primera y la Segunda Guerras Mundiales fueron proyectos imperialistas asignando la "competencia económica" como justificación. Pregunta: ¿por qué Estados Unidos está involucrado en una guerra proxy contra Rusia en Ucrania? Respuesta: porque Europa estaba integrando el petróleo y el gas rusos en su producción industrial. Pregunta: ¿por qué Estados Unidos está inmerso en una Guerra Fría contra China? Respuesta: porque China reprodujo la producción capitalista en una fase mucho más tardía del proceso evolutivo.

Gráfico: El empleo en el sector manufacturero, el numerador en el gráfico de la parte superior de esta pieza, puede verse colapsado alrededor de 2001, cuando la OMC (Organización Mundial del Comercio) concedió a China el privilegio de inundar Estados Unidos con bienes de consumo de bajo coste. Esta decisión fue tomada por muchos de los mismos ideólogos neoliberales estadounidenses que promovieron el TLCAN, Joe Biden incluido. Fuente: Reserva Federal de San Luis.

Poco de esta nueva-vieja estrategia estadounidense se está explicando honestamente, o ejecutando con competencia. En la medida en que los burgueses urbanos conocen de los fracasos de la administración Biden, ellos conceden intenciones que no se han demostrado durante el medio siglo del Sr. Biden en cargos públicos. Y aunque "los políticos mienten", la segregación de las noticias por afiliación política significa que ahora los políticos demócratas mienten a los electores demócratas, mientras que los republicanos mienten a los electores republicanos. Esto explica el carácter de culto de las informaciones de la prensa contemporánea, así como la arrogancia que permite a los guerreros de Twitter afirmar que la ignorancia de hechos básicos es una virtud.

Esta política, formulada en torno a lo que sus defensores no saben, forma parte de una política negativa más amplia. Aquí tenemos al "filósofo" Jason Stanley afirmando que no sabe nada de historia, economía o sociología, pero que tiene opiniones firmes sobre los orígenes del fascismo. Aunque Stanley resulta simpático personalmente, esta visión intencionadamente aislada carece de la capacidad de dimensionar la contribución de su "filosofía" al auge del fascismo, del mismo modo que el economista y ex presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke, no puede explicar la Gran Depresión en términos del funcionamiento ordinario del capitalismo.

Pregunta: ¿quién necesita un economista que no sepa explicar la Gran Depresión? El Sr. Bernanke tiene muchas teorías al respecto y comparte las teorías dominantes sobre el funcionamiento ordinario del capitalismo. Lo que no puede hacer es explicar la transición del funcionamiento ordinario del capitalismo a la Gran Depresión sin introducir una amplia variedad de factores que contradicen sus teorías sobre el funcionamiento ordinario del capitalismo. Como economista, debe mirar fuera de su campo para explicar de forma convincente lo que ocurre dentro de su campo.

Tenga en cuenta que las teorías liberales de izquierda del fascismo que predominan en los EE UU., concretamente desde 2016, rechazan explícitamente tanto la historia como la economía como factores causales. La teoría del Sr. Stanley, por lo que recuerdo, es que el fascismo es el caso en el que un político malévolo ('Hitler') utiliza la propaganda estatal para coaccionar a la gente para que le siga. En la historia real, Adolf Hitler ascendió al poder mediante el uso selectivo de la violencia política vinculada a la promesa de volver a poner a trabajar a los trabajadores alemanes desempleados debido a la Gran Depresión. Y así lo hizo. Entonces, ¿cómo disociar el impacto de las promesas racionales -volver a poner a trabajar a los desempleados- del poder de la propaganda?

La división política que surgió de la Gran Recesión en EE UU. fue en gran medida la que se produjo al inicio de la misma, solo que sesgada aún más por el Gobierno federal. Aunque no estoy de acuerdo con algunos aspectos de su estructuración, este ensayo proporciona un marco para entender cómo algunos grupos (la burguesía urbana) salieron mejor parados de la Gran Recesión, mientras que otros salieron significativamente peor parados. El gráfico superior de este ensayo ilustra como el empleo manufacturero en EE UU. siguió disminuyendo en relación con el financiero, incluso después de la catástrofe social de la Gran Recesión.

Esta nueva-nueva izquierda, adyacente al Estado, aplicó la lógica aislada de la tecnocracia liberal ("expertos") al panorama posterior a la Gran Recesión para concluir, al modo de Bernanke, que la historia y las relaciones económicas no influyen en la política de izquierda. ¿Qué es lo que influye? Un moralismo insustancial. Algunas personas son buenas y otras son malas. El papel de los buenos es pasarse el día aplastando a los malos (¿lógica fascista?). La gente "buena" en este relato son en general los burgueses urbanos que se beneficiaron de los años de Obama, mientras que la gente "mala" son los antiguos obreros industriales desposeídos que no se beneficiaron.

Lo que se omite es que los obreros manufactureros desplazados comparten algo con los obreros de las finanzas y la tecnología: intercambian su trabajo por un salario cuando pueden. Y los patrones y oligarcas de la industria manufacturera comparten algo con los oligarcas de las finanzas y la tecnología: controlan sustancialmente la economía política estadounidense. El TLCAN fue concebido e implementado a instancias de los oligarcas industriales y Wall Street para aplastar a los trabajadores industriales. Independientemente de lo que haga la Reserva Federal, los trabajadores de las finanzas y la tecnología bien podrían estar en proceso de redescubrir la hermandad del trabajo que actualmente rechazan.

Tras la destitución del Sr. Trump en 2020, esta nueva-nueva-izquierda tenía exactamente lo que había estado clamando, un demócrata liberal en la Casa Blanca. Dada la sensación de catástrofe inminente en la actualidad, puede resultar difícil recordar con precisión cuanta basura se empleó en vender a Joe Biden. Mientras los estadounidenses han estado muriendo en una proporción muy superior a la de los ciudadanos de países que funcionan eficazmente desde que el empleo en el sector manufacturero se desplomó a principios de la década de 2000, a partir de 2021, el primer año de la presidencia de Biden, la esperanza de vida de los estadounidenses ha sido 6.3 años inferior a la de los países que funcionan adecuadamente.

Gráfico: EE UU. es un caso atípico en cuanto al descenso de la esperanza de vida. Los estadounidenses viven ahora 6.3 años menos que los ciudadanos de naciones con gobiernos que funcionan eficazmente. La estrategia de la nueva-nueva-izquierda ha sido culpar a las víctimas: drogadicción, alcoholismo, obesidad, etc. Sin embargo, los países de referencia del gráfico anterior ("media de países comparables") en general los consideran problemas de salud pública y los tratan como tal. Estados Unidos sólo trata a los que pueden pagar. Fuente: Healthsystemtracker.org

Dada la dimensión de clase de esta catástrofe de salud pública, los pobres y los trabajadores están muriendo a un ritmo mucho mayor que los burgueses urbanos. La aritmética básica sugiere que si la esperanza de vida ha disminuido en 6.3 años, pero los ricos y los burgueses urbanos no se han visto afectados en gran medida, entonces la esperanza de vida ha disminuido en mucho más de 6.3 años para los pobres y los trabajadores. Esto se llamaría genocidio si ocurriera en otro lugar. De hecho, fue (con razón) llamado genocidio cuando el Sr. Trump lo estaba supervisando. En relación a esto, se omite en el presente el reconocimiento de que la gestión del Sr. Biden ha sido mucho peor que la del Sr. Trump.

Esta dimensión de clase es importante. La mayoría de los estadounidenses a los que ha matado el Sr. Biden son blancos, negros e hispanos pobres. Y la pandemia de Covid-19 fue mundial, lo que significa que son los fallos del sistema sanitario estadounidense los que distinguen a Estados Unidos, no la pandemia en sí. Los liberales mal informados seguían culpando a la administración anterior de los fracasos de la pandemia cuando Joe Biden supervisó la mitad (50%) de muertes adicionales por Covid, que las experimentadas por EE UU. bajo el Sr. Trump. Recordemos que la izquierda liberal condenó (con razón) a Donald Trump por sus fracasos en la pandemia. La explicación más probable del silencio sobre los fracasos de Biden es que sus partidarios no saben nada sobre sus políticas reales.

¿En qué tipo de sociedad puede la esperanza de vida caer por el proverbial precipicio sin que suenen las alarmas en los pasillos del poder? Respuesta: en una sociedad en la que los ricos y poderosos están bien cuidados y corren poco riesgo de que los que mueren les pidan cuentas. No he podido lograr que la prensa de izquierda publique un ensayo de alerta temprana sobre las muertes masivas de estadounidenses porque los hechos sobrepasan por mucho lo que informan las fuentes dominantes que parecen carecer de sentido. Sin embargo, se invita a los lectores a buscar en la literatura médica pruebas de un sistema sanitario que funcione. Después de intentar poner buena cara al Obamacare, los que prestan atención están ahora en pleno pánico.

Uno podría haber imaginado, dado el supuesto interés por la justicia social, que la izquierda estadounidense se habría indignado por los cargos presentados recientemente contra miembros del Partido Socialista Popular Africano / Movimiento Uhuru por el FBI (léase: la administración Biden) por haber recibido supuestamente varios miles de dólares en contribuciones de un agente del Estado ruso durante la época en que EE UU. y Rusia mantenían relaciones amistosas. El ex presidente estadounidense Bill Clinton recibió 500 000 dólares de Rusia en 2010 por pronunciar allí un breve discurso. La implicación obvia es que el Partido Socialista Popular Africano está siendo acosado porque sus miembros son socialistas africanos (negros), y no ex presidentes violadores.

Si el genocidio contra poblaciones vulnerables y la represión policial selectiva en función de la raza por parte de las agencias federales no fueran suficientes, Joe Biden hizo gala de su buena fe hacia la clase trabajadora archivando su promesa de aumentar el salario mínimo poco antes de aplicar a los trabajadores ferroviarios la misma receta que Ronald Reagan aplicó a la Organización de Controladores Profesionales de Tráfico Aéreo (PATCO, por sus siglas en inglés). La diferencia aparente entre Biden y Ronald Reagan es que posteriormente, el Sr. Biden, afirmó sentirse mal. Crear una izquierda antiobrera ha sido el sueño húmedo de la CIA desde su creación. Biden estuvo en el lado equivocado de todas las cuestiones que preocupaban a la izquierda estadounidense hasta que la nueva-nueva-izquierda se unió a su visión del gobierno al servicio del poder.

Poco después de que el Sr. Biden administró la receta PATCO a los trabajadores ferroviarios, se produjo el desastre del tren bomba en East Palestine, Ohio, por la misma razón que los trabajadores ferroviarios habían amenazado con ir a la huelga -la inadecuada dotación de personal que dejaba a los sobreexplotados trabajadores ferroviarios, agotados e incapaces de abordar adecuadamente los problemas de seguridad. En otras palabras, se dio prioridad a los ejecutivos ferroviarios de la clase donante, que ahora obtienen ganancias récord, sobre los trabajadores ordinarios que realmente hacen el trabajo. Imagínense la serie de HBO "Succession", en la que una familia rica se pasa el tiempo jugando a piratear las finanzas sin producir nada de valor, luego aniquila a una ciudad y consigue que el presidente la rescate.

Observando los banquillos políticos de ambos partidos, Estados Unidos, tal y como está configurado actualmente, está condenado. Aunque estoy a favor de la economía política socialista / comunista, no hay manera de llegar a ella sin unir a la gente para ir tras ese objetivo. Esto hace que la toma de control de la izquierda estadounidense por la CIA y sus representantes en la izquierda estadounidense sea particularmente descorazonadora, si no sorprendente. La batalla marxista no es contra los trabajadores que no comparten los puntos de vista marxistas. Es contra el poder, no contra los que no tienen poder. No hay izquierda sin análisis de clase. La actual formulación estadounidense de izquierda contra derecha confunde a los trabajadores con los patrones. Y la actual configuración política en EEUU garantiza crisis que son irresolubles y que nunca terminan. Así funciona el capitalismo. La humanidad necesita otro camino.

 

Rob Urie es artista y economista político. Su libro Zen Economics ha sido publicado por CounterPunch Books.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 6 de mayo de 2023

¿Qué es el "orden basado en reglas"?

Nadie debería sorprenderse de que el Gobierno de Estados Unidos nunca haya intentado aclarar públicamente, y mucho menos promulgar formalmente, las reglas que componen su "orden basado en reglas".

 

¿QUÉ ES EL "ORDEN BASADO EN REGLAS"?



John Whitbeck
Counterpunch

Al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU, el 24 de abril, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció a Estados Unidos y a sus aliados occidentales por promover un "orden basado en reglas" del que nadie ha visto las reglas y que impide el acceso a las tecnologías modernas y a los servicios financieros para castigar a los países con los que no está de acuerdo.

El Sr. Lavrov no es el único que se esfuerza por comprender qué reglas se incluyen en esta alternativa al derecho internacional dictada por Estados Unidos, que aparentemente no incluye la Carta de las Naciones Unidas, las Convenciones de La Haya y Ginebra, otros convenios y tratados multilaterales, las sentencias de la Corte Internacional de Justicia o de la Organización Mundial del Comercio, el Estatuto de Roma por el que se establece la Corte Penal Internacional ni el derecho internacional consuetudinario.

Sin embargo, un examen minucioso de las acciones e inacciones estadounidenses en las últimas décadas, en particular sus guerras contra Serbia, Afganistán, Irak, Libia y Siria, su apoyo incondicional al apartheid israelí, su reconocimiento de la soberanía israelí sobre la Jerusalén Oriental ocupada y la ocupación de los Altos del Golán sirios y su feroz hostilidad hacia la Corte Penal Internacional y el derecho internacional en general, sugiere que existen tres reglas primarias y fundamentales de este "orden basado en reglas":

1) Lo importante no es la naturaleza del acto, sino quién se lo hace a quién.

2) Hacer lo que dice Estados Unidos, no lo que hace Estados Unidos.

3) Independientemente de las reglas que existan, Estados Unidos y sus ciudadanos no están obligados por ellas.

Es evidente que no incluye la "Regla de Oro": "Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti".

Desde esta perspectiva, nadie debería sorprenderse de que el Gobierno de Estados Unidos nunca haya intentado aclarar públicamente, y mucho menos promulgar formalmente, las reglas que componen su "orden basado en reglas".

Pero esperen ...

Tal vez ese empeño por comprender sea un ejercicio equivocado, centrándose como lo hace en el adjetivo cosmético, "basado en reglas", en lugar del sustantivo clave, "orden".

Resulta revelador que, en una entrevista en el programa de televisivo, 60 Minutes, el 3 de mayo de 2021 (https://johnmenadue.com/us-hypocrisy-serial-rules-breaker-forfeits-global-credibility), el secretario de Estado, Antony Blinken, dijera: "Nuestro propósito no es contener a China, frenarla, mantenerla a raya. Es defender el orden basado en reglas para el que China supone una amenaza".

China, cuya última guerra fue un enfrentamiento fronterizo de un mes con Vietnam en 1979, proclama públicamente su lealtad a la Carta de la ONU y a otros aspectos del derecho internacional tal y como lo entienden la mayoría de los países, y sus acciones e inacciones en las últimas décadas han sido sustancialmente de conformidad con estas obligaciones acordadas internacionalmente, que las acciones e inacciones de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

El orden al que China representa una amenaza es el orden internacional existente de dominio mundial de espectro completo y hegemonía unipolar estadounidenses.

Este orden se ve amenazado por un Nuevo Mundo Libre multipolar, en ciernes pero en expansión, que engloba a países con culturas y sistemas de gobierno muy diversos que, inspirados y alentados por China, tienen la disposición y la capacidad de afirmar su propia libertad, soberanía y preferencias nacionales y de negarse a que ningún otro país les diga lo que deben o no deben hacer, tanto en sus asuntos internos como en sus relaciones con otros países, bajo la amenaza de escarmiento militar o económico si desobedecen los dictados que se les quieren imponer.

Desde esta perspectiva, la incapacidad del gobierno estadounidense para identificar las reglas que constituyen su "orden basado en reglas" puede explicarse por la realidad de que ninguna regla es realmente relevante, ya que lo único que importa es mantener, en consonancia con lo atribuido al rey Canuto, el orden existente.

 

John V. Whitbeck es un abogado internacional residente en París.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 29 de abril de 2023

Inteligencia artificial (IA), preguntas y respuestas

La inteligencia artificial está aquí, allá y acullá. Los expertos hablan con elocuencia y a veces no tanto. Los vídeos de YouTube revelan secretos internos y posibilidades, y a veces cosas que no son tan internas, ni tan secretas, ni siquiera posibles.

 

INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA),
PREGUNTAS Y RESPUESTAS



Michael Albert
Counterpunch

La inteligencia artificial está aquí, allá y acullá. Los expertos hablan con elocuencia y a veces no tanto. Los vídeos de YouTube revelan secretos internos y posibilidades, y a veces cosas que no son tan internas, ni tan secretas, ni siquiera posibles. La IA nos destruirá. La IA nos fortalecerá rotundamente. ¿Cuáles son las preguntas que realmente importan? ¿Qué respuestas podrían importar? Los debates se multiplican rápidamente, pero reina la confusión.

Entre tanto ruido, he aquí algunas cuestiones que parecen fundamentales.

+ ¿A qué viene tanto alboroto? ¿Qué puede hacer la IA de hoy que no pudiera hacer la de ayer?

+ Aunque sólo sea a grandes rasgos, ¿cómo funciona la nueva IA? Si no es magia, ¿qué es?

+ Cuando la IA hace cosas que nosotros hacemos, ¿las hace como las hacemos nosotros?

+ ¿Puede la IA hacer cosas que nosotros hacemos tan bien o mejor que nosotros?

+ Cuando la IA puede hacer cosas mejor de lo que nosotros los humanos lo hacemos, ¿cuánto mejor puede hacerlo?

+ Y, sobre todo, ¿cuáles son las consecuencias importantes a corto plazo del progreso de la IA? ¿Cuáles son las posibilidades a largo plazo del progreso de la IA? ¿Y cómo deberían responder a la IA los defensores de un cambio social progresista o revolucionario?

Si usted conoce todas las respuestas, felicitaciones, es la única persona del planeta que las conoce. Pero, a pesar del estado de ignorancia y de incertidumbre, ¿podemos decir algo al menos con cierta seguridad? Vayamos por partes.

¿Por qué tanto alboroto? ¿Qué puede hacer ahora la IA que no pudiera hacer antes?

La respuesta breve sería, mucho. Antes -digamos hace dos décadas- las máquinas no invadían demasiado terrenos que normalmente sólo pisaban los humanos. Bueno, un momento. Las máquinas jugaban juegos como el ajedrez y el go. Y podían actuar como expertos mediocres en algunos temas muy específicos. Pero dos décadas después, y sobre todo en los últimos seis años, y abrumadoramente en los últimos tres años, y en realidad incluso justo en el último año, y -mientras escribo- incluso justo en el último mes o semana, las máquinas pintan cuadros, componen música, diagnostican enfermedades e investigan y preparan dictámenes jurídicos. Escriben manuales técnicos, noticias, ensayos, cuentos (e incluso novelas...). Las máquinas codifican software, diseñan edificios y aprueban exámenes increíblemente diversos. Ahora mismo, en la mayoría de los estados, las máquinas podrían convertirse en abogados. Por lo que sé, probablemente también hayan aprobado exámenes de medicina. Las máquinas ofrecen asesoramiento en salud mental, cuidado de ancianos, apoyo personal e incluso compañía íntima. Las máquinas conversan. Encuentran patrones. Resuelven problemas complejos (como el plegamiento de proteínas). Y desde esta semana, colaboran e incluso pueden hacerse peticiones unas a otras. Y mucho más.

Entonces, ¿eso es todo a lo que nos referimos cuando hablamos de IA? Sí, porque lo que suele calificarse de inteligencia artificial son máquinas que hacen cosas que los humanos hacemos con el cerebro. Son máquinas que hacen cosas que nosotros hacemos mentalmente o, para usar una palabra más elegante, que hacemos cognitivamente. Y la sorpresa es que la IA de hoy, y ni hablar la de mañana, no solamente hace cosas mentales de forma rudimentaria. No. Incluso la IA de hoy, ni hablar la de la semana que viene, o la del año que viene, hace muchas cosas mentales tan bien y en algunos aspectos significativos no solo cientos de veces más rápido sino también cualitativamente mejor que casi todos los humanos hacen estas cosas. Y en algunos casos, con más por venir, mejor de lo que cualquier humano hace o incluso hará alguna vez estas cosas. ¿Recuerdan la gran noticia que fue cuando un programa informático derrotó a Garry Kasparov, el entonces Campeón del Mundo de Ajedrez en 1997? Pues bien, el programa que le derrotó sería aniquilado por la IA actual, y lo mismo ocurre con otros juegos. La brecha entre los mejores jugadores del mundo de ajedrez, go, póquer e incluso videojuegos y la mejor IA de cada uno de esos juegos se ha hecho enorme. Y este diferencial no se limita a los juegos.

Aunque sólo sea a grandes rasgos, ¿cómo funciona la nueva IA? Si no es magia, ¿qué es?

Puede que les cueste creerlo, pero más allá de algunas observaciones limitadas, las mejores fuentes que he podido encontrar afirman que nadie puede responder plenamente a esta pregunta. Y me refiero a nadie. Por ejemplo, las IA que han sido entrenadas en inglés para leer, escribir y conversar, utilizar, como todos hemos oído, "redes neuronales" entrenadas básicamente con tantos datos como sea posible utilizar, que resultan ser millones de libros y casi todo lo que hay en Internet. Una vez entrenadas, estas IA generan la siguiente palabra, y luego la siguiente, y así sucesivamente, para satisfacer acumulativamente las peticiones que se les hacen por una respuesta escrita, o gráfica, o de otro tipo. Cada paso que da la IA implica un enorme número de cálculos. Según algunas estimaciones, la red neuronal entrenada más actualizada, la GPT-4, incluye unos 150 billones de números, o pesos, cada uno de ellos asociado a conexiones entre nodos que están vagamente modelados a partir de las neuronas que se encuentran en los cerebros orgánicos. Supongo que esa cifra, 150 billones, es una exageración provocadora que surgió de algún periodista indiscreto y que luego se convirtió en falso evangelio, pero, aun así, podemos estar bastante seguros de que la cifra verdadera, aún no publicada, es increíblemente alta. Sea cual sea la cantidad de números que caracterizan a GPT-4, están ahí para actuar sobre las entradas, es decir, para actuar sobre la petición que se hace a la IA, petición que a su vez se traduce primero en números. Esta "actuación" produce a su vez resultados numéricos que la IA traduce a su vez en textos (o imágenes o melodías o cualquier otra cosa) que recibimos. En medio de todo ese cálculo, y de nuevo a través de las mejores fuentes, se establecen varios parámetros y características adicionales esencialmente por ensayo y error.

Sí, ensayo y error. En otras palabras, los ingenieros no pasaron de GPT-2 en 2019, a GPT-3 en 2020, a GPT-3.5 en 2022, a GPT-4 meses después, en 2023, teniendo una teoría cada vez más enriquecida del funcionamiento de su producto y haciendo grandes cambios guiados por esa teoría. No. En lugar de eso, por un lado, los ingenieros simplemente ampliaron la red neuronal, aumentando su número de nodos y parámetros y observando si eso mejoraba los resultados, cosa que, hasta ahora, ha ocurrido. Y más allá de eso, las mejores descripciones que he podido encontrar dicen que los programadores esencialmente adivinaron montones y montones de posibles cambios modestos, probaron sus conjeturas, y retuvieron lo que funcionó y desecharon lo que falló, sin saber realmente por qué algunos funcionaron y otros fallaron. Y, sí, eso implica que, en su mayor parte, los programadores no pueden responder a la pregunta "¿por qué funcionó esa opción? ¿Por qué falló esa otra opción? Y también implica que cada nueva versión de GPT se debió a una combinación de cambios modestos que sumados supusieron ganancias muy significativas en periodos de tiempo muy cortos. Pero sea cual sea la lógica/teoría/explicación del reciente éxito y progreso de la IA, lo que sí sabemos es que el progreso de los resultados a nivel humano no sólo ha sido sorprendente, sino que se ha acelerado.

Cuando la IA hace lo que hace, ¿lo hace de la forma en que lo hacemos nosotros?

En la mayoría de los casos, la antigua IA intentaba incorporar explícitamente en sus entrañas las lecciones que le transmitían los humanos a los que se consultaba sobre sus métodos en ámbitos específicos -por ejemplo, jugar al ajedrez, diagnosticar determinados síntomas médicos o lo que fuera-. Luego, los conocimientos que los programadores habían obtenido al hablar con expertos eran almacenados por los ingenieros en una base de datos que la IA consultaba cuando se le pedía que realizara alguna tarea relacionada. En cambio, las nuevas IA "examinan" primero (se enfocan en) enormes conjuntos de datos para llegar por sí mismas a disposiciones internas de su amplia gama de parámetros. La disposición resultante de los números permite alcanzar diversos fines. Resulta, por lo tanto, que cuando transmitimos una petición a una IA estamos conversando con un conjunto increíblemente inmenso de números que, a su vez, actúan sobre números que ingresan para producir números de salida. ¿Es así como hablamos?

Bueno, hay un problema para responder decididamente a esa pregunta. Prácticamente, no sabemos cómo los humanos producimos frases y mucho menos llegamos a puntos de vista, decisiones, etc. Sabemos mucho y probablemente la mayor parte de lo que ocurre en nosotros sucede de forma preconsciente. Tampoco sabemos cómo la IA llega a sus opiniones, decisiones, etc. Sabemos que las IA actuales utilizan redes neuronales y que han sido entrenadas con cantidades masivas de datos para establecer innumerables parámetros, y que luego también han contado con programadores humanos para establecer algunos parámetros adicionales por ensayo y error, pero más allá de eso no sabemos casi nada de "por qué" lo hace bien. Lo que sí sabemos es que, sea cual sea la lógica subyacente, la IA está realizando diversos tipos de tareas con resultados cada vez más parecidos a los humanos.

Entonces, ¿lo que hace la IA lo está haciendo de la misma manera que nosotros? La respuesta más probable es que no. Puede que en algunos aspectos haya analogías, si es que hay tanta similitud. Y la diferencia es de considerable interés científico porque sugiere claramente que la comprensión científica de las IA aportará poca o ninguna comprensión científica de los humanos. Pero para la IA como ingeniería, todo esto del "por qué" tiene mucha menos importancia. El "cómo sucede" o el "por qué funciona" no es el punto central de la IA como ingeniería. Lo importante es "lo qué ocurre". Y aunque el "cómo sucede" de la IA no se parece mucho o nada al de los humanos, el "qué sucede" de la IA se parece mucho al de los humanos.

Entonces, ¿puede la IA hacer lo que hace tan bien o mejor que nosotros? Si puede hacer las cosas mejor que los humanos, ¿cuánto mejor?

A juzgar por las pruebas objetivas de la práctica actual de la IA, la respuesta es que sí, ya que las IA pueden hacer muchas tareas tan bien o mejor que los humanos. De hecho, las IA no solo pueden hacer muchas cosas mucho más rápido que nosotros, sino también cualitativamente mejor. ¿Cuántos humanos pueden crear imágenes, componer música, leer y resumir informes, y escribir y programar mejor de lo que lo hacen las IA actuales? Muy pocos. ¿Comete errores la IA actual? Sin duda, y muchos. Pero los humanos también cometen errores. Y en cualquier caso, lo que importa es su trayectoria. Las anécdotas sobre errores extraños resultan divertidas. Las evaluaciones del año que viene son harina de otro costal.

GPT-2 no habría reconocido la diferencia entre un examen de abogacía y una escoba. GPT-3 tomó un examen de abogacía y puntuó en el 10% más bajo. Muchos errores. Un año después, el GPT 4 se situó en el 10% superior. Muchos menos errores. Ver la trayectoria no el tiro a un monumento. Y esto no se comparó con humanos desconocidos tomados de la calle. Se comparó con estudiantes de derecho. ¿Qué puntuación crees que obtendrá el GPT-5 el año que viene? ¿Qué ocurrirá con su número de errores, por muchos que siga cometiendo, cuando a tiro de piedra una red neuronal envíe rutinariamente los resultados a una segunda para que los compruebe, y entonces la primera corrija los errores comunicados por la segunda antes de entregarnos sus resultados? ¿Será mejor que el 99% de los estudiantes de Derecho? ¿Desaparecerán todos los errores tontos y fácilmente verificables?

Por otra parte, los expertos señalan que la IA no entiende las respuestas a las preguntas de los tribunales examinadores como lo hacen los estudiantes de Derecho. Y dependiendo de lo que entendamos por la palabra "entender", podría decirse que la IA no entiende ninguna de las respuestas que da. Esto es cierto, pero ¿apostarías por la IA o por un estudiante al azar o incluso por un graduado de la facultad de Derecho al azar para obtener una mejor puntuación? Y no es por machacar a los académicos, pero, en realidad, ¿qué significa "entender"?

Una observación técnica más general, pero relacionada, es que GPT-4 no contiene una "teoría del lenguaje" como la que reside en los cerebros humanos. GPT-4 simplemente contiene una enorme cantidad de parámetros que dan resultados similares a los de una teoría perfecta del lenguaje. Produce textos gramaticalmente correctos y convincentes. ¿Qué significa "entender"? ¿Y tiene la IA una "teoría del lenguaje" aunque su "teoría" esté oculta entre un billón de números? Los humanos tampoco tenemos una "teoría del lenguaje", salvo que esté oculta en lo más profundo de nuestro ser.

Ahora enfoquémonos en lo que importa en cuanto a política. ¿Cuáles son las consecuencias a corto y largo plazo que ya se están produciendo o que, sin regulación, es muy probable que se produzcan? ¿Qué es potencialmente bueno? ¿Qué es probablemente malo?

En primer lugar, debo reconocer que hay una gran incógnita que se cierne sobre todo este ensayo y sobre cómo evaluar la IA. Es decir, ¿seguirá haciéndose más "inteligente" o chocará contra un muro? ¿Más nodos, más números y más alteraciones inteligentes reducirán los errores y producirán cada vez más funcionalidad, o llegará un punto en el enfoque de las redes neuronales -quizás incluso pronto- en el que el aumento de los números encuentre rendimientos decrecientes? No sabemos lo que nos espera, porque depende de hasta qué punto las IA sigan haciéndose más potentes.

Entonces, ¿qué es potencialmente bueno y qué es probablemente malo a cerca de la IA? En un extremo, y a largo plazo (que algunos dicen es cuestión de sólo una década o dos, o incluso menos), escuchamos predicciones de horror sobre la IA, provenientes de miles de ingenieros, científicos e incluso funcionarios que trabajan con IA, que la programan y que de alguna manera la utilicen o produzcan y que, para el caso, hicieron los grandes avances, esclavizando o acabando con la humanidad. En el otro extremo, de personas igualmente informadas, implicadas e incorporadas, escuchamos hablar de que la IA creará una utopía virtual en la Tierra al crear curas para todo, desde el cáncer a la demencia, pasando por quién sabe qué, además de eliminar el trabajo pesado y facilitar así una mayor creatividad humana. A veces, de hecho, sospecho que bastante a menudo, la misma persona, por ejemplo, el director general de OpenAI, declara que ambos resultados son posibles y que tenemos que encontrar la manera de obtener sólo el resultado positivo.

A corto plazo, nosotros mismos podemos ver fácilmente posibilidades de grabaciones de voz falsas e imágenes y vídeos falsos inundando no sólo las redes sociales, sino también los principales medios de comunicación, los medios alternativos e incluso los procedimientos judiciales. Es decir, podemos ver posibilidades de fraude intencionado masivo y extendido, manipulación individual o en masa, vigilancia intensa masiva y nuevas formas de violencia, todo ello controlado por las IA que, a su vez, están controladas por corporaciones que buscan beneficios (pensemos en Facebook...), por gobiernos que buscan control y poder (piensen en su propio gobierno...), pero también incluso por entidades particulares a menor escala (pensemos en los Proud Boys o incluso en individuos desagradables...) que buscan diversión en el caos o la ventaja grupal o personal. Si una IA puede ayudar a encontrar un compuesto químico para curar el cáncer, no hay duda de que también puede encontrar uno para matar a la gente con gran eficacia.

Y luego está la cuestión de los puestos de trabajo. Todo parece indicar que la IA puede o pronto será capaz de realizar muchas tareas en lugar de los humanos que ahora las hacen o, como mínimo, podrá aumentar drásticamente la productividad de los humanos que ahora las hacen. El lado bueno de todo esto es que se obtendrá un rendimiento económico similar con menos horas de trabajo, lo que permitirá, por ejemplo, acortar la semana laboral con ingresos completos para todos, o incluso con ingresos más equitativos. El lado malo es que, en lugar de asignar menos trabajo, además de ingresos completos a todos, las empresas mantendrán a algunos empleados trabajando tanto como ahora, pero con el doble de producción, les pagarán ingresos reducidos y enviarán al resto a la fila de los desempleados.

Tomemos en cuenta, como uno de tantos ejemplos, que en los Estados Unidos hay aproximadamente 400 000 asistentes legales. Supongamos que en 2024 la IA permita a cada asistente realizar el doble de trabajo por hora que antes de utilizarla. Supongamos que en 2023 los asistentes legales trabajan 50 horas a la semana. En 2024, ¿los bufetes de abogados los retendrán a todos, mantendrán su salario íntegro y harán que cada uno trabaje 25 horas a la semana? ¿O los bufetes retendrán a la mitad de ellos, les mantendrán las 50 horas semanales y el salario íntegro, y despedirán a la otra mitad? Y luego, con 200 000 asistentes legales desempleados que buscan trabajo, el poder de negociación de los que todavía tienen un empleo se reducirá debido a su temor a ser sustituidos, ¿los bufetes de abogados reducirán aún más el salario y aumentarán el rendimiento exigido y la semana laboral de los retenidos, mientras despiden a más asistentes legales? Sin una normativa eficaz ni cambios en el sistema, el beneficio económico se impondrá, y ya conocemos el resultado. Y no se trata sólo de los asistentes legales, por supuesto. La IA puede ofrecer asistentes personales para educar, prestar servicios de guardería, diagnosticar y medicar, redactar manuales, manejar la correspondencia, hacer y entregar pedidos de productos, componer música, cantar, escribir historias, crear películas e incluso diseñar edificios. Sin regulaciones vigorosas, si el beneficio económico impera, ¿hay alguna duda sobre si la IA traería la utopía o impondría la distopía?

La enumeración anterior podría nunca terminar. Increíblemente, en la última semana, y que yo sepa ni siquiera se había contemplado un mes antes, ya existe una empresa que entrena la IA en funciones directivas, financieras, de elaboración de políticas, etcétera. O, si no la hay, ¿podría haberla la semana que viene?

Antes de dejar de adivinar el futuro, también podríamos considerar algunas consecuencias imprevistas de intentar hacer el bien con la IA. En el peor de los casos, ¿cuál será el impacto de que la IA realice tareas que nos gustaría que hiciera, pero que forman parte integral de nuestra condición de seres humanos? Supongamos incluso que realiza estas funciones tan bien como nosotros, en lugar de hacerlas lo suficientemente bien como para que a las empresas les resulte rentable utilizarlas en nuestro lugar.

¿Guarderías? ¿Atención a personas mayores? ¿Asesoramiento psicológico y médico? ¿Planificar nuestras propias agendas diarias? ¿Enseñar? ¿Cocinar? ¿Conversaciones íntimas? Si las IA hacen estas cosas, ¿qué ocurre con nuestra capacidad para hacerlas? Si las IA nos desplazan de esas actividades tan humanas, ¿se están convirtiendo en personas o nosotros en máquinas?

Intenten conversar incluso con las IA actuales. Apuesto a que en poco tiempo dejaran de referirse a ellas como "eso" y pasaran a referirse a ellas como "él" o "ella", o por su nombre. Ahora imaginen que las IA se encargan de enseñar, aconsejar, cuidar, establecer la agenda, dibujar, diseñar, medicar, etc., ¿y ustedes qué hacen? Liberados de responsabilidades, ven las películas que hace la IA. Comen lo que AI prepara. Leen historias que AI escribe. Realizan las diligencias que la AI organiza. Supongamos que los ingresos se gestionan bien, que el trabajo restante para los humanos se asigna bien. Si quieren algo, se lo piden a una IA. Éxtasis. Y si el desarrollo de la IA no choca contra un muro, este es el escenario utópico beneficioso.

¿Cuál es una respuesta sensata a las posibilidades a corto y largo plazo?

Los seres humanos tenemos a nuestra disposición algo llamado "principio de precaución". Propuesto por primera vez como guía para la toma de decisiones medioambientales, nos dice cómo debemos abordar las innovaciones que tienen potencial para causar grandes daños. El principio hace hincapié en la precaución. Indica que hay que detenerse y revisar antes de aventurarse a innovaciones que pueden resultar desastrosas. Manifiesta que hay que tomar medidas preventivas ante la incertidumbre. Traslada el peso de la prueba a quienes proponen una actividad arriesgada. Indica que hay que explorar una amplia gama de alternativas a las acciones posiblemente perjudiciales. Incrementar la participación pública en la toma de decisiones. En resumidas cuentas, hay que ser precavido.

Así que, me parece que ya tenemos la respuesta. Una respuesta sensata a la aparición de una IA cada vez más potente es pisar el freno. Fuerte. Imponer una moratoria. Luego, durante el paréntesis, establecer mecanismos de regulación, normas y medios de aplicación capaces de prevenir los peligros, así como de beneficiarse provechosamente de las posibilidades. Esto es fácil de decir, pero en nuestro mundo es difícil de hacer. En nuestro mundo, los propietarios e inversores buscan beneficios sin tener en cuenta las enormes implicaciones para los demás. Empujados por la competencia del mercado y por agendas a corto plazo, avanzan a toda velocidad. Sus pies evitan los frenos. Pisan a fondo el acelerador. Es un viaje suicida. Sin embargo, lo que es inusual e indicativo de la gravedad de la situación, cientos e incluso miles de actores centrales dentro de las empresas de IA están lo bastante preocupados/temerosos como para emitir advertencias. Y, aun así, sabemos que es poco probable que los mercados escuchen sus advertencias. Los inversores murmurarán sobre el riesgo y la seguridad, pero seguirán adelante.

Entonces, ¿podemos ganar tiempo y actuar con precaución antes de que las corporaciones suicidas den el salto? Si queremos que las necesidades humanas sustituyan a la locura competitiva y lucrativa de las empresas en lo que respecta al desarrollo y despliegue de la IA, los que tenemos la cabeza bien amueblada tendremos que exigir y presionar muy seriamente para conseguirlo.

 

Originalmente publicado en ZNet.

 

Michael Albert es cofundador de ZNet y Z Magazine.




Publicado por La Cuna del Sol