¿Por qué sienten gran temor
que el líder de la República Popular de China pueda revivir sentimientos
anticapitalistas y antiimperialistas que una vez definieron la política china?
Las implicaciones de esta
realidad, si es en realidad cierto, son enormes. China es el centro de la
producción industrial mundial. Tiene una economía en rápido crecimiento y
globalmente conectada, con relaciones por todo el mundo que están más allá del
cálculo. Si China está de hecho teniendo un renacimiento de la ideología
marxista-leninista y del pensamiento de Mao Zedong, esto no es cosa de risa
para todos los que toman los acontecimientos mundiales en serio.
¿QUIÉN LE TEME A XI JINPING?
Y ¿POR QUÉ?
Por Caleb Maupin
Lo que el Wall Street Journal ha estado insinuando durante meses, en su
cobertura de la campaña anticorrupción del Partido Comunista de China, quedó en
claro en un artículo del New York Times el 4 de enero, titulado "Maoists
in China, Given New Life, Attack Dissent".
La tendenciosa cobertura de los acontecimientos en la prensa de Estados
Unidos habla de un nuevo tono ascendente dentro del Partido Comunista Chino.
Apologistas y expertos pro-estadounidenses temen que los días en que Deng
Xiaoping se puso un sombrero de vaquero, abrazó a Jimmy Carter, y estuvo en CNN
pontificando sobre cuán "glorioso es ser rico" son cosa del pasado.
Temen que las ideas sobre cómo miles lucharon y murieron para establecer la
República Popular de China no van a ser reservadas para los discursos
rutinarios de los días festivos y los desfiles patrióticos de niños.
Los informes parecen complementar lo que Fidel Castro, un indiscutible
"línea dura", escribió en su"Reflexión" de agosto 04:
"Xi Jinping es uno de los líderes revolucionarios más fuertes y más capaces
que he conocido en mi vida".
¿Por qué las principales voces públicas del capitalismo estadounidense se
encuentran en semejante estado de conmoción? ¿Por qué sienten gran temor que el
líder de la República Popular de China pueda revivir sentimientos
anticapitalistas y antiimperialistas que una vez definieron la política china?
Las implicaciones de esta realidad, si es en realidad cierto, son enormes.
China es el centro de la producción industrial mundial. Tiene una economía en
rápido crecimiento y globalmente conectada, con relaciones por todo el mundo que
están más allá del cálculo. Si China está de hecho teniendo un renacimiento de
la ideología marxista-leninista y del pensamiento de Mao Zedong, esto no es
cosa de risa para todos los que toman los acontecimientos mundiales en serio.
Si China una vez más se está encaminando por la senda de la revolución, los
centros de las finanzas, el Pentágono y el mismo papel global de los Estados
Unidos están todos ahora frente a una amenaza más grande que nunca.
Al igual que en 1949 resonó en los pasillos del poder el eco de "¿Quién
perdió China?", las recientes declaraciones de la prensa capitalista
indican que están, sin duda, ahora repitiendo "¿Quién perdió China, otra
vez?" Y “¿Por qué no lo vimos venir?”
La evolución de la República
Popular
Una reciente exposición en el Museo del Club Grolier de la Ciudad de Nueva
York destaca el famoso "Pequeño Libro Rojo" de "Citas del
Presidente Mao". Parece que el mundo aún no puede ignorar al hombre, a
menudo olvidado, que compiló las citas y escribió su introducción original.
Durante los primeros diez años después del desacuerdo entre China y la
Unión Soviética, la figura más importante en establecer la política del gobierno
después del mismo Mao era un general llamado Lin Biao. Lin Biao fue una figura importante
del Ejército Popular de Liberación que había sobrevivido la famosa "Gran
Marcha", junto a Mao Zedong, Zhou En-Lai y Deng Xiaoping.
Cuando la Unión Soviética y China tuvieron su "división sino-soviética"
en 1961, la República Popular de China, apenas en los primeros 12 años de su
existencia, se encontró aislada de su principal aliado y patrocinador. Al
abandonar China los arquitectos e ingenieros soviéticos se llevaron los planos
y planes con ellos. Dejaron edificios a medio construir, plantas de energía sin
funcionar, y presas sin construir. China ya no podía depender de este vital e
importante aliado y sufrió económicamente.
¿Qué fue lo que provocó el desacuerdo entre los dos países? Khruschev había
hecho un llamado a la "coexistencia pacífica" con Estados Unidos, que
acababa de masacrar millones en Corea y estaba escalando su brutalidad en
Vietnam.
La Unión Soviética proclamó que el peligro de una guerra atómica hacia
cualquier conversación sobre el antiimperialismo y nuevas revoluciones
socialistas muy riesgoso. La Unión Soviética decía que la prioridad era las
negociaciones entre los países socialistas y capitalistas del mundo, con la
esperanza de lograr algún tipo de desarme nuclear. China, ripostó a los líderes
soviéticos post-Stalin con argumentos que al final se pueden resumir en una
breve declaración de Mao Zedong. Los líderes chinos, que habían pasado 25 años
luchando en las montañas antes de llegar finalmente al poder, proclamaron:
"Todavía existe el peligro de una nueva guerra mundial, y la gente de
todos los países deben estar preparados, sin embargo, la revolución es la tendencia
principal en el mundo hoy en día”.
La respuesta de Lin Biao al declinamiento de las relaciones sino-soviéticas
fue empujar para que China se convirtiera en un faro de la revolución mundial y
del igualitarismo a nivel internacional y nacional. Lin Biao impulsó una
campaña nacional para purificar la sociedad china de la corrupción y de la
ideología anticomunista. En la "Gran Revolución Cultural Proletaria",
los estudiantes universitarios formaron clubes de "Guardias Rojos" y
se rebelaron contra sus profesores, los líderes del partido y todas las
autoridades de la sociedad china que fueron percibidas como "seguidores
del camino capitalista".
Los Trabajadores industriales en Shanghai se rebelaron y crearon un Estado comunal,
eligiendo directamente a los directores de las fábricas y sometiendo a todos
los funcionarios del gobierno a una revocación inmediata. Se hicieron grandes esfuerzos
para reformar el teatro, el ballet y la literatura para que se promoviera un mensaje
explícitamente comunista y anti-imperialista.
El informe de Lin Biao al Noveno Congreso del Partido Comunista de China fue
titulado "¡Viva el triunfo de la guerra popular!" El informe aplicaba
las estrategias militares de Mao de la guerra antijaponesa en una escala
global. Sostenía que los países anteriormente colonizados y oprimidos del mundo
deben, uno por uno, sublevarse, y rodear los centros económicos occidentales.
El informe es similar en su mensaje al famoso discurso de "dos, tres, muchos
Vietnam" del Che Guevara. Hablaba de la Unión Soviética como
"traidores de la guerra popular", porque los líderes del país
buscaron "coexistir" con el viejo orden mundial que dejó a muchos en
la pobreza y la miseria.
Un cambio de rumbo
Aunque Lin Biao fue consignado en la Constitución china como sucesor
oficial de Mao, y era querido por los militares después de haber abolido el
rango y las insignias, pronto se le hizo a un lado. En eventos que siguen
siendo un misterio, Lin Biao fue acusado de intentar un golpe de Estado y de
huir a la Unión Soviética. Lo que ocurrió exactamente y cómo Lin Biao llegó a
ser removido de liderazgo chino sigue siendo desconocido.
Después de la "caída de Lin Biao", la política exterior china
comenzó rápidamente a cambiar. Richard Nixon fue recibido como un héroe cuando
visitó China en 1972. Multitudes de chinos ovacionaron a Nixon mientras las
bombas caían sobre Vietnam y Cuba sufría un horrendo bloqueo económico.
Mientras China cambiaba, Mao presidió una campaña llamada "Criticar a Lin
Biao, Criticar a Confucio", y el gobierno chino se alineó con los Estados
Unidos en todo el mundo. Deng Xiaoping, previamente declarado un "seguidor
del camino capitalista", fue recibido de nuevo en los centros de poder
dentro del Partido Comunista Chino.
Los líderes chinos ya no se referían a la Unión Soviética como "traidores
de la guerra popular" que eran "demasiado suaves" con los imperialistas,
sino más bien como "Socialistas Imperialistas". No sólo eran los soviéticos
imperialistas, según Mao, sino que eran "el principal peligro". En el
nombre de la oposición a la Unión Soviética, China abrazó al Sha de Irán, a Pinochet
en Chile, y a los insurgentes en Angola respaldados por los EE.UU.
Tras la muerte de Mao Zedong en 1976, Deng Xiaoping asumió el poder y lanzó
reformas masivas de mercado. Al grupo de aliados de Mao etiquetado la
"Banda de los Cuatro" se les sometió a un juicio público y fueron enviados a prisión. China también invadió
Vietnam en nombre de la lucha contra "imperialismo Socialista
Soviético", y miles de vietnamitas y chinos murieron en los combates.
Jimmy Carter y Deng Xiaoping se abrazaron mientras Deng presentaba
justificaciones ideológicas para permitir distintos grados de capitalismo de
libre mercado. Deng afirmó: "La pobreza es anticomunista" y
"enriquecerse es glorioso".
"Enriquecerse es
glorioso"
La declaración por la que Deng Xiaoping se hizo tan bien conocido
-"enriquecerse es glorioso"- fue un indicador de uno de los
principales problemas que enfrentaba el Partido Comunista de China después de
la revolución de 1949. China fue, y sigue siendo en gran medida, un país
empobrecido.
Antes de la revolución de 1949, China había estado
plagada de analfabetismo, hambre, desnutrición extrema, falta de vivienda
básica y ropa para gran parte de su población. El Partido Comunista de China
trabajó para abordar estos problemas con medidas como la redistribución de la
tierra y la creación de un sistema de salud, con "médicos descalzos"
que viajaban por todo el campo. Durante los primeros años de la revolución se
puso en marcha campañas muy exitosas contra el analfabetismo, las enfermedades
venéreas, la prostitución y la drogadicción. Se crearon centros estatales de
producción industrial y se hicieron esfuerzos para promover la abnegacion por
parte de los enormes equipos de trabajo que fueron movilizados para la
construcción de infraestructura en todo el país.
Sin embargo, todo esto apenas era suficiente. El Partido Comunista de China
se volvió cada vez más consciente de un hecho ineludible: La creación de una
sociedad socialista igualitaria, el objetivo proclamado del Partido Comunista
de China, simplemente no se podría lograr sobre la base de la escasez extrema.
Sin contar con la ayuda soviética o la inversión extranjera, China quedaba
limitada a la mera redistribución y reordenación de una cantidad muy pequeña de
la riqueza y de la industria.
El intento de desarrollar a China sobre la base de la igualdad y el anti-imperialismo,
que era la política vigente desde 1961 hasta 1970, simplemente no fue lo
suficientemente exitosa. Consiguió muchos grandes logros, pero todavía no se
habían traducido en el nivel de desarrollo que millones de chinos deseaban. En
opinión de los líderes y analistas de China, las tácticas utilizadas para sacar
a China de la pobreza tenían que ser alteradas con el fin de lograr el éxito.
El solitario aliado internacional de China durante la Revolución Cultural
condenó las maniobras de China a finales de 1970. Enver Hoxha, quien presidía
la pequeña y aislada República Popular de Albania, expresó vehemente que los
líderes de China habían ocultado por mucho tiempo sus "grandes
aspiraciones de poder". En un texto titulado "El imperialismo y la
revolución", de amplia difusión internacional, Hoxha se refirió a los
muchos compromisos que Mao y los líderes chinos habían hecho desde 1949.
Además de Albania, gran parte del movimiento mundial de los simpatizantes
de la China "maoísta" se volvieron contra la República Popular a
finales de 1970.
El fantasma de Lin Biao
Después de la ideología marxista-leninista y el pensamiento de Mao Zedong, la
"Teoría de Deng Xiaoping" sumadas las creencias oficiales del Partido
Comunista de China, se convirtió en la justificación tanto de las políticas de libre mercado a nivel nacional
como de la cooperación con los Estados Unidos en todo el mundo. Hablar sobre
cualquiera de estas cosas habría sido considerado como una herejía en 1966,
pero a mediados de la década de los años 1980, fueron aceptados y al parecer
sin controversia en el gobierno y la sociedad china.
La economía de China ha crecido desde hace varias décadas. La producción ha
aumentado. China tiene más obreros industriales que cualquier otro país del
mundo. La producción que tiene lugar en China es mayor que en cualquier otro
país del mundo.
Sin embargo, esta producción no se lleva a cabo en las fábricas estatales administradas
por el gobierno o el Partido Comunista, sino en instalaciones privadas de
propiedad de los capitalistas nacionales o extranjeros.
El Partido Comunista ha permitido que el capitalismo prospere, pero lo ha
mantenido muy estrictamente controlado. La mayoría de los trabajadores son
miembros de un sindicato alineado con el Partido Comunista. Fuertes impuestos
se imponen a los inversionistas extranjeros, y graves consecuencias se imponen
a los propietarios de negocios que provoquen la ira del partido.
A diferencia de otros países que han hecho del "desarrollo" una
prioridad, el nivel de vida de la gente promedio en China ha aumentado
rápidamente. Si bien la globalización en la India, América Latina, y en otros
lugares ha significado el desplazamiento de campesinos, la creación de talleres
del sudor, y el forzamiento de la población a vivir en la pobreza y
desesperación, en China ha tenido resultados mucho más variados.
Muchos en el Partido Comunista de China probablemente estarían contentos
con que este estado de cosas -del capitalismo y corrupción rampante junto a la
indiscutible hegemonía del Partido Comunista- continúe indefinidamente. Sin
embargo, los muy poderosos en los Estados Unidos tienen otras ideas.
La Asociación Trans-Pacífico, un acuerdo comercial firmado por los EE.UU y
sus aliados en Asia, es particularmente hostil a China y sus intereses
económicos. El "Pívot Asiático" y la escalada de la presencia militar
de los EE.UU en Corea del Sur, Filipinas, y otros países asiáticos es
igualmente preocupante para los dirigentes chinos.
No es un secreto para nadie que las manifestaciones de "Occupy Central"
en Hong Kong fueron patrocinadas y promovidas por los Estados Unidos. Aunque pueden
contar con el apoyo subrepticio de agentes contratados por las ONG
occidentales, esa manifestaciones fueron absolutamente promovidas y manipuladas
con el fin de perjudicar al Partido Comunista Chino.
En tanto China cada vez más se convierte en víctima de la intimidación, la
subversión y las amenazas de los EE.UU, el fantasma de Lin Biao está
apareciendo de nuevo.
Muchos analistas, que han asumido durante mucho tiempo que el Partido
Comunista de China es "comunista sólo de nombre" estan de repente sorprendidos
por la campaña anti-corrupción de Xi Jinping. Si la campaña fuera una mera
lucha de poder interna, no crearía la reacción de terror y rabia que uno
encuentra en las páginas del New York Times y el Wall Street Journal.
La sociedad china, como todas las sociedades, no es permanente en su
configuración. El mundo está en constante adaptación y cambiando, y los países,
las clases y los gobiernos cambian junto con él. Nada es permanente en el
universo.
La sociedad china -dirigida por un Partido Comunista con un enorme control
del gobierno sobre la economía- tiene un papel absolutamente central en la
economía mundial. Con base en las proyecciones de los observadores, tanto del
campo anti-China y pro-China, el país pronto podría estar enfrentando muchos
cambios dramáticos.
Con el nuevo papel central de China en los asuntos humanos, estos cambios
tendrán repercusiones mucho mayores que en cualquier época anterior.
Caleb Maupin es un analista y activista con residencia
en Nueva York. Él estudió ciencias políticas en Baldwin-Wallace College y fue
inspirado y formó parte del movimiento Occupy Wall Street, especialmente para
la revista electrónica “New Eastern Outlook”.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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