El derribo del caza
F-16 marcó el punto de inflexión intergeneracional y ahora saben bien los
jóvenes árabes, pero sobre todo los sirios, que a los israelitas también se les
puede dar palo del bueno y que los tiempos de la impunidad llegaron a su fin.
LA IMPUNIDAD Y LA
SUPUESTA INVULNERABILIDAD
ISRAELÍ LLEGÓ A SU FIN
Por María de los Ángeles Roca
Por generaciones, incluida la de Netanyahu, los
jóvenes del ejército israelí llegaron a creer que su país era invulnerable,
invencible e invicto por siempre. De allí que se volvió hasta asunto “cultural”
el matar árabes-palestinos sin que esta atrocidad constituyera cargo de
conciencia alguno. Ya la Biblia y El Torá, 570 años antes de Cristo justificaba
la siega de la mala hierba. De esa manera, con esa moral hecha a su
conveniencia, robaron el 90% del territorio y lo siguen haciendo hasta el 2018,
ocuparon la mitad de Jerusalén, se anexionaron los Altos del Golán, sur de
Siria y norte de Israel, con el propósito poco disimulado de apropiarse de esa
porción de esa tierra ajena, mataron sin piedad en Sabra y Shatila, asesoraron
a oficiales del ejército de Guatemala en técnicas de interrogación y
tortura durante los regímenes de Romeo
Lucas García y Efraín Ríos Montt y lo dotaron de armamento de infantería y
logística aérea con fusiles Galil y aviones pequeños de carga Arabá cuando el
presidente de Jimmy Carter suspendió la ayuda militar por la imparable efusión
de sangre contra la ciudadanía guatemalteca.
Pero además de eso y quizá sea lo peor, tiene
desde hace años un arsenal nuclear a escondidas, no declarado, para lanzarles
la bomba atómica, al momento de sentirse acorralado, a todos los pueblos árabes
que lo circundan. Ha contado también, políticamente, con el apoyo incondicional
del gobierno norteamericano y las potencias europeas occidentales para agredir
una y otra vez, hasta el punto de la inanición a la nación palestina, con dos
paredes infranqueables: el muro aislacionista construido por los israelíes y el
mar, con un mínimo de mar patrimonial para que no se mueran los palestinos
literalmente de hambre.
El más cimarrón de los Estados del mundo es la
entidad sionista, que no ha acatado ninguna resolución de la ONU en todo lo
relacionado con Palestina y Cuba, que de paso se recuerda por la inclinación de
esa gente al atropello y a la impunidad. Siempre ellos tuvieron la iniciativa
de dar el primer golpe, en el entendido de quien golpea primero, golpea dos
veces. Así educaron a los jóvenes judíos en el exclusivismo nacionalista y
racista de ser El Pueblo Elegido de Dios,
por lo tanto, todos los demás seres humanos, son los bastardos del mundo,
porque son hijos de Dios, pero de segunda categoría, medio reconocidos. ¿Podría
haber más exclusión con semejantes ideas? Esa ideología religiosa
antidemocrática y hegemonista debe ser desterrada de la civilización humana
porque solo ha servido para la muerte y esclavización de miles de seres humanos
a lo largo de casi tres mil años de historia judía.
Ahora el derribo del caza F-16 marcó el punto
de inflexión intergeneracional y ahora saben bien los jóvenes árabes, pero
sobre todo los sirios, que a los israelitas también se les puede dar palo del
bueno y que los tiempos de la impunidad llegaron a su fin porque Rusia e Irán,
ahora poderoso y no débil como cuando los aviones judíos bombardearon las
incipientes instalaciones nucleares iranís para la producción de electricidad;
puede hacerles vivir un infierno de fuego convencional y literalmente
pulverizarlos de la faz de la tierra. Por eso no salen de su estupor los
jóvenes oficiales y soldados israelitas, pues en el horizonte se ve la
posibilidad de que, o respetan, o lo sirios y los iraníes los harán respetar.
Estados Unidos es un escudo agujereado que no puede ya, garantizarles nada.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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