Y hasta donde la tradición
oral guatemalteca nos ilustra, el único ente capaz de responder con monedas de
oro y billetes de cien dólares a su conjuro, es nada más y nada menos que el
mismo Diablo. Por eso el Desayuno de Oración no es otra cosa que un encuentro
de seres infernales codiciosos como Jimmy Morales y Donald Trump y por lo tanto un encuentro de
Magia Negra para clamar al Maligno.
LA MAGIA NEGRA EN LOS
DESAYUNOS DE ORACIÓN
DE JIMMY MORALES Y DONALD
TRUMP
Por María de los Ángeles Roca
Los Hombres de Negocios del Evangelio Completo, pioneros de esa variante
“espiritual” y altamente comercial del Evangelio de la Prosperidad, tan de moda
en países donde la pobreza es extrema y los esfuerzos por salir de la
mediocridad financiera prende en llamas infernales y hace de esas personas,
digamos crédulas, en personas delirantes; y, como no podía ser de otra manera,
encontró el perfecto acomodo en mentes sencillas y vulnerables como las de
Jimmy Morales cuya sonrisa rozagante desapareció ya hace algunas semanas, con
la inequívoca percepción que tendrá, irremediablemente en los meses que vienen,
que irse por el sumidero del deshonor y la vergüenza. Su incondicionalidad con
los militares y empresarios larvarios y primitivos, de nada le ha valido.
Lamentablemente empezó a sentir la “soledad política” cuando, luego de pelarle
la cara Donald Trump por su manifiesta falta de cooperación en lucha contra el
narcotráfico y la inmigración ilegal,
pese a la celeridad con que le respondió sobre el asunto de trasladar la
embajada de Guatemala a Jerusalén, se ve obligado a estar compartiendo un
Desayuno de Oración, que más que eso, por las personitas que asisten a esos
eventos mascaradas, es un aquelarre de Magia Negra donde a un ignoto Dios solo
se le pide una cosa: dinero y más dinero. Y hasta donde la tradición oral
guatemalteca nos ilustra, el único ente capaz de responder con monedas de oro y
billetes de cien dólares a su conjuro, es nada más y nada menos que el mismo
Diablo. Por eso el Desayuno de Oración no es otra cosa que un encuentro de
seres infernales codiciosos como Jimmy Morales
y Donald Trump y por lo tanto un encuentro de Magia Negra para clamar al
Maligno.
El Evangelio de la prosperidad puso de moda los Desayunos, Almuerzos y
Cenas de Oración y buena plata se tiene que pagar para ir a comer un miserable
plato de pollo saturado de hormonas, porque un alto porcentaje de lo donado, es
para la “Obra del Señor”. Este Evangelio capitalista es una extraña y cínica
combinación de intereses terrenales sintetizados en la acumulación monetaria y
una aparente preocupación por lo extraterrenal, es decir, búsqueda de la
adquisición de la vida eterna, a cambio de la condenación eterna. Esta ideología
neocapitalista con todos los visos de despierto disparate, muy vivaracha,
quiere para sí las dos glorias juntas: vivir bastante bien en este mundo y
estar disfrutando también de las calles de oro del reino celestial. ¿Quién se
ha inventado tales tonterías? ¿Y si en efecto alguien las cree realmente? Se
trata, pienso, de un burdo negocio que se mueve en el ámbito de las
convencionalidades. Como los eventos teatrales o cinematográficos, donde
actores y público saben que lo que ocurre en el escenario o en el set
cinematográfico no es cierto, pero todos convienen que es cierto. Es lo mismo
en todas las religiones, católica, islámica, judía o budista. Nadie realmente
cree en Dios, pero es conveniente que todos digan creer, tener fe; para que la
convención sea posible. Para que la reunión de grandes hipócritas funcione,
para estar todos inmersos en las convenciones tan necesarias en este sistema,
cuyo ideal máximo es hacer dinero que tiene dos caminos ¡oh fabulosos!, que
bien puede ser aprovecharse del trabajo de los demás robándose el excedente del
esfuerzo laboral o bien, como creo que ocurre en estos encuentro de Magia
Negra, que los más listillos vivan de los tontos reales y de los que se hacen
los tontos. ¿Desayuno de Oración? No, son los aquelarres de los tiempos que
corren.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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