La actitud maliciosa de Estados Unidos hacia Rusia permite vislumbrar la brutalidad de la competencia entre las grandes potencias y ayuda a la gente a ver más allá de las medidas de manipulación geopolítica de Washington.
CHINA Y LAS LECCIONES
DEL ASEDIO A RUSIA
Global Times
Estados Unidos ha reunido a sus aliados europeos para lanzar una nueva
campaña de expulsión diplomática y de represión de la opinión pública en contra
de Rusia. Además de la situación en el este de Ucrania, la huelga de hambre del
líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y los informes de que está
"muriendo" en la prisión, se ha convertido en el último foco de
presión sobre Rusia por parte de Estados Unidos y sus aliados.
Es de destacar que países como la República Checa, Polonia, Ucrania y
Bulgaria se han unido a Estados Unidos para expulsar a diplomáticos rusos, en
su mayoría alegando que estos diplomáticos rusos han llevado a cabo
"actividades incompatibles con su estatus". Ésta es una razón muy ambigua
para la expulsión. Antiguamente miembros del Pacto de Varsovia o parte de la
Unión Soviética, estos países ahora están a menudo en la primera línea de
respuesta al llamado de Estados Unidos para enfrentar a Rusia.
Existen complejas razones históricas por las que los países de Europa
Central y Oriental se inclinan hacia los Estados Unidos y se vuelven
"anti-Rusia", lo cual es difícil de comentar para los foráneos. Es
una lástima que la desintegración interna en lugar de la coerción por parte de
los Estados Unidos haya conducidodo directamente al colapso de la Unión
Soviética. La Federación de Rusia fue uno de los principales impulsores de la
desintegración, y Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el acuerdo original
para reemplazar a la Unión Soviética por la Comunidad de Estados Independientes
(CEI). Los líderes rusos que habían destruido la Unión Soviética no tenían idea
de lo que le pasaría después a su país.
El colapso de la Unión Soviética ha provocado cambios geopolíticos a nivel
mundial, y la evaluación del evento está destinado a variar de un país a otro y
a intervalos regulares. Pero se ha vuelto cada vez más claro que Rusia ha sido
el gran perdedor de ese colapso.
Muchos rusos alguna vez creyeron que cuando el Partido Comunista dimitiera
y la Unión Soviética colapsara, Estados Unidos y Occidente abrazarían a Rusia y
respetarían a quienes habían tomado la iniciativa de poner fin a la Guerra
Fría. La realidad, sin embargo, es dura. Moscú no ha recibido gratitud ni
bondad de Occidente. Desde el momento en que se derrumbó la Unión Soviética,
Estados Unidos arrogantemente ha tratado a Rusia como un país derrotado en la
Guerra Fría, participando en todas las acciones posibles para reprimir a Rusia
a voluntad.
El colapso de la Unión Soviética fue un desastre geopolítico para Rusia.
Como potencia dominante en la Unión Soviética, si al principio hubiera optado
por apoyar reformas para resolver los problemas, Rusia podría haber pagado un
precio mucho menor que el precio geopolítico que pagaría en los siguientes 30
años. En aquel entonces, Moscú tenía una amplia esfera de influencia y una
poderosa capacidad de control que le permitía actuar de forma independiente y
desafiante contra Washington. Pero ha cedido esos recursos geopolíticos,
renunciando a sus ventajas.
La actitud maliciosa de Estados Unidos hacia Rusia permite vislumbrar la
brutalidad de la competencia entre las grandes potencias y ayuda a la gente a
ver más allá de las medidas de manipulación geopolítica de Washington. Estados
Unidos caracterizó su Guerra Fría con la Unión Soviética como una confrontación
ideológica para ocultar su intención de dominar el mundo a solas. Muchas
personas, incluidos los rusos, creían que un cambio político, por supuesto,
cambiaría fundamentalmente su relación con los EE.UU, y que, por lo tanto,
Rusia podría integrarse a Occidente y convertirse en un miembro digno del Grupo
de los Ocho.
Sin embargo, Rusia es demasiado grande, con un arsenal nuclear a la par con
el de Estados Unidos. Rusia se extiende por el continente euroasiático y aboga
por la multipolarización, sin posibilidad de convertirse en un nuevo miembro de
Occidente que sea sumiso a Washington. Luego, Estados Unidos aprovechó su
"victoria", promovió la expansión hacia el este de la OTAN, apretó el
espacio estratégico de Rusia a rápida velocidad y abandonó por completo su
compromiso verbal de que después de que Alemania se unificara y siguiera siendo
miembro de la OTAN, el bloque no reclutaría a ningún país que haya pertenecido
al Pacto de Varsovia y a exrepúblicas soviéticas como nuevos miembros.
Estados Unidos es muy poco confiable. Su forma de competencia entre las
grandes potencias es la movilización en su totalidad de los recursos ideológicos
propios y de occidente, y es muy bueno para infiltrarse en otros países, lo que
lo hace muy insidioso. Desde el colapso de la Unión Soviética, el mundo ha sido
testigo de tantas "revoluciones de colores" apoyadas por Estados
Unidos. Los destinos de los países que habían experimentado la subversión del
poder estatal son trágicos, ya que Estados Unidos no tiene ni la intención ni
la capacidad de brindar asistencia sustancial a esos países.
China, como un nuevo "competidor estratégico" de Estados Unidos,
tiene la suerte de que hemos sido testigos de todas las revoluciones de colores
en el mundo en los últimos 30 años. Esto equivale a haberse vacunado
políticamente y haber recibido una inyección de refuerzo para mejorar la
efectividad. El pueblo chino debe proteger los fructíferos logros de la
República Popular China y permanecer sobrio ante el repetido y engañoso clamor
de Estados Unidos de que el juego estratégico entre Estados Unidos y China es
una batalla entre "democracias y autocracias".
China debe seguir aumentando su fortaleza nacional y debilitar la capacidad
de Estados Unidos para presionarla "desde una posición de fuerza".
China solo puede ser un amigo con el que Estados Unidos tiene que convivir
porque no puede aplastarlo. No debemos hacernos ilusiones de que Estados Unidos
aceptaría a China debido a sus transformaciones. China es tan grande que no
podemos intentar deshacernos de la carga natural que ello implica. Dado que
China es grande, debería vivir con gran bravura y ventajas competitivas.
Publicado por La Cuna del Sol
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