sábado, 12 de febrero de 2022

Entonces, ¡con quiénes estoy hablando!

Realmente el fascismo es cínico, de tremenda cara dura. No tienen diplomáticos profesionales que se empeñen en tomar acuerdos en base al derecho nacional e internacional. Ellos solo conocen la transa, el arreglo bajo la mesa, la mentira y los dobleces.

 

ENTONCES, ¡CON QUIÉNES ESTOY HABLANDO!,
EXPRESÓ CONFUNDIDO EL CANCILLER RUSO
ANTE LOS DISPARATES DE LOS DIPLOMÁTICOS OCCIDENTALES…



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Nos enseña la historia que la reacción internacional no necesita justificaciones para emprender sus agresiones, sean éstas retóricas o físicas. La actual escalada contra Rusia es un vivo ejemplo a lo que esta gente es capaz de apelar para perjudicar a una persona o a una Nación. Los verdaderos villanos de la contienda, afortunadamente todavía verbal, son, en primer lugar, la clase política ucraniana heredera del Maidan del año 2014 e inmediatamente de los Acuerdos de Minsk, los cuales, suscritos y ratificados por esos politiqueros, resulta que ahora no tienen ni la mínima intención de cumplirlos, sobre todo en lo relativo las reformas constitucionales para otorgarle a la región del Donbás una forma de gobierno autonómica, es decir, menos centralizado al poder de Kiev.

De mentes llenas de meandros, retorcidas y calculadoras, el actual presidente ucraniano, Volodomir Zelenski y su entorno, se empeñan en no acatar los Acuerdos de Minsk que tanto esfuerzo y tanto dinero costaron. Se trata de hacer oídos sordos, “dialogo de mudos y sordos”, como dijera el presidente Putin y que hizo desesperar ante tanto descaro al canciller Lavrov y que le motivó a hacer a sí mismo una pregunta retórica: ¡Y, entonces, con qué clase de personas estoy hablando!

Realmente el fascismo es cínico, de tremenda cara dura. No tienen diplomáticos profesionales que se empeñen en tomar acuerdos en base al derecho nacional e internacional. Ellos solo conocen la transa, el arreglo bajo la mesa, le mentira y los dobleces. No saben de transparencia ni de una conducta política lineal y coherente. Y realmente no dan esa impresión estos señores y señoras. No se les ve cara de bandidos con los que no se puede hablar. Sin embargo, están a ese nivel por su descaro. Y lo peor de todo es notoria su incapacidad, su ignorancia, como lo expresado por la Canciller de Inglaterra, quién haciendo un flaco favor a Rostov y Voronezh, dijo reconocer su soberanía. Rostov y Voronezh, da la casualidad, son ciudades o jurisdicciones que pertenecen a la Federación Rusa y que hacen frontera con la región ucraniana del Donbass.

Y algo más terrible, como manifestación de ignorancia suprema de una diplomática inglesa, que quién sabe dónde cursó la educación elemental:  Dijo que la OTAN y el Reino Unido ayudarían con todo a los Países Bálticos a través del Mar Negro! ¡Me cago coño! Los países bálticos, como Letonia, Lituania y Estonia, tiene su propio mar, el Mar Báltico, que es compartido por Rusia, Finlandia, Suecia, Noruega, Alemania y Dinamarca y que viene siendo un enorme golfo dependiente del Mar del Norte. Un mar relativamente pequeño. Ahora el Mar Negro está ya cerca del Mar Mediterráneo y no tiene ninguna comunicación con el Mar Báltico, excepto que exista una navegación ultrasecreta, bajo tierra, que comunica a los dos mares.

Rusia, debiera quedar claro, nunca invadirá Ucrania, excepto que la hagan víctima de un terrible provocación, como por ejemplo, bombardear “por accidente” a sus tropas acantonadas al otro lado de la frontera ucraniana. Ojalá que esto nunca ocurra porque sus resultados serán imprevisibles, de terribles alcance, no solo para Rusia y los Estados Unidos, sino para la humanidad.




Publicado por La Cuna del Sol

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