El artículo que publicamos a continuación
es la trascripción es español del original en inglés publicado por la revista CFR.org (edición electrónica)el
16 de febrero del 2012, escrito por Natalie Kitroeff, que también aparece
publicado en la revista The Atlantic en la edición correspondiente al mes de
marzo de este año.
¿Por qué Guatemala está considerando legalizar las drogas?
Puede ser una manera de presionar a los
Estados Unidos quien ha condenado la propuesta.
Últimamente el Presidente de Guatemala
Otto Pérez Molina ha estado actuando de una manera muy extraña. Hace tan solo
un mes después de su investidura, el presidente le esta alborotando las plumas
a los EUA, y causando oleajes, de manera inesperada, en la política de la región.
El pasado militar de Pérez Molina y su
política de “mano dura” causo que muchos temieran, que el retrocedería en
cuanto a la reforma judicial liderada por la Comisión de la ONU contra la
Impunidad (CICIG) y por la Fiscal General Claudia Paz y Paz. Contrariamente, el
nuevo presidente ha dado su apoyo a estas instituciones. La semana pasada
anuncio que, cuando el mandato de la CICIG expire en el 2013, planea extenderlo
por dos años más sin necesidad de buscar la ratificación del congreso. Esta decisión
de carácter preventivo fue en respuesta a una demanda legal interpuesta el mes
anterior en contra de Álvaro Colom, aduciendo que la CICIG no tiene derecho para estar en el país debido a que la rama
ejecutiva obvió el congreso que debía aprobar el actual mandato de la comisión.
Seguidamente el ministro del interior solicito a la CICIG investigar
acuciosamente el personal para identificar posible lazos con el crimen
organizado. Pérez Molina, jurando mantener en el futuro a la fiscal Paz y Paz en su cargo, se ubica en una posición neutral, en tanto la oficina de la fiscal le abre juicio al ex presidente de facto Efraín
Ríos Montt por crímenes en contra de la humanidad resultantes de su participación
en la guerra civil (en la cual el actual presidente estuvo profundamente
envuelto).
Pero después de esta cadena de
alentadoras medidas, el más reciente y radical cambio de opinión de Pérez
Molina ha causado la molestia y la ira de los Estados Unidos. El pasado sábado hablo
de la posibilidad de legalizar las drogas en Centro América, diciendo que en
futuras reuniones con los líderes de la región pondría la idea sobre la mesa
para ser debatida. Cumpliendo con su promesa, el lunes discutió la despenalización
con el Presidente de El Salvador, Mauricio Funes (quien después de haber
aceptado considerar la propuesta, se echo atrás al ser presionado por Washington).
La embajada de los EUA en Guatemala respondió rápidamente condenando la propuesta.
¿Qué fin persigue Pérez Molina? Una
popular teoría es que está tratando de presionar a los Estados Unidos para que
este levante la prohibición referente a la venta de armas a Guatemala,
establecida en 1978 debido al papel de los militares en el abuso a los derechos
humanos durante el conflicto civil. Esto tiene sentido. El presidente ha
hablado abiertamente y frecuentemente a cerca de su deseo de comprar armas a
los EUA, haciendo presión sobre el asunto con el jefe of Southern Command, Douglas Fraser durante una reunión que
sostuvieron en noviembre pasado (Fraser dijo que el embargo podría ser
levantado en un futuro cercano). Amenazando con despenalizar el negocio de la
droga, como un último recurso, podría presionar a los Estados Unidos a ofrecer
una alternativa: renovar la ayuda militar.
Pero Pérez Molina, podría también estar
intentando de alterar de forma mucho más amplia la fundación de la larga relación
de los EUA con Guatemala y el resto de Centro América. La región centroamericana
ha sido por mucho tiempo una consideracion lejana en la seguridad y cooperación de
los estados Unidos con América Latina, la cual se ha centrado históricamente en
las economías más grandes de Colombia y México. En el año fiscal del 2013 Centro
América recibirá 60 millones de dólares en ayuda para la seguridad - que
equivale a menos de la mitad de los fondos destinados a Colombia y una tercera
parte del total de la ayuda a México - de esa ayuda Guatemala recibirá la ínfima
cantidad de 2 millones de dólares. Mientras tanto, Pérez Molina ha heredado un país
con una de las tasas más altas de asesinatos en el mundo, y una tasa de
impunidad del 95 por ciento (5 de cada 100 crímenes apenas son resueltos).
El debate de la legalización es una
manera de poner a Centro América - y Guatemala en particular - en la pantalla
del radar de los Estados Unidos. También es una manera de afirmar la soberanía de
Guatemala con relación a Washington. Pérez Molina forma parte de una larga
lista de líderes que abogan por la descriminalización, incluyendo ex
presidentes de México, Brasil y Colombia. Pérez Molina, en un época en que la influencia de
los EUA está en declive, podría estar tratando de acercar a
Guatemala a una relación mas estrecha con sus vecinos regionales, sacando a un país
por mucho tiempo obediente a los Estados Unidos, fuera de la poderosa sombra de
este.
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