INTRODUCCIÓN
La "originalidad" es un término de
amplia discusión. Ya no es un artículo de fe desde que el funcionalismo de
Malinovski descubriera, por ejemplo, que en literatura de todos los tiempos y
lugares, son de doce a trece temas los que han tratado los escritores, entre
los que podríamos mencionar el amor entre parejas, el odio después del
rompimiento, los pleitos entre hermanos, la venganza, la codicia, etc.; de alhí
que la idea de originalidad está desvirtuada. La diferencia o la apariencia
de originalidad la hace la manera, el modo, el estilo, de contar esa
historia o de proponerla. La simple, llana y directa anécdota -de pocas
palabras- se hace un universo de vocablos gracias a la riqueza de
matices, de significados y conceptos de la literatura. Las historias, pues, son
las mismas, pero el modo de contarlas es diferente. Nada nuevo hay en el mundo.
Y nadie puede reclamar genialidad porque descubrió el agua azucarada. Todo está
descubierto, incluso el sistema binario utilizado en las computadoras y
tecnologías de punta, logro matemático inventado por los mayas e incorporado
por la cibernética contemporánea como novedad epatente. El filme Everything
is a remix (Todo es una mezcla) de Kirby Ferguson sí que es una
propuesta original, además de un reconfortante aliciente moral al no
subestimar, pues toda persona nos acogemos al método copiar-combinar-crear. Luciano
Castro Barillas.
Exhiben el filme que justifica la copia como
creación
Por René Martín
latercera.com
El tema de los derechos de autor está cada día más complicado. Leyes como
Acta, Sopa y Sinde han hecho polémica, creado debate y puesto de manifiesto la
inmensa diferencia que existe al momento de entender lo que es propiedad
intelectual, ideas, territorios y lo que es y no es original. Aceptemos que no
es un tema fácil, menos en un mundo que es regido más que por gobiernos, por
internet y transnacionales.
Hace casi dos años apareció en el sitio Vimeo (una suerte de YouTube pro)
la primera parte de un documental titulado Everything is a remix (Todo
es una remezcla). Dirigido por Kirby Ferguson, poco a poco comenzó a ganar
adeptos debido a los provocadores (aunque en gran medida sensatos)
planteamientos que hacía: ¿Dónde está la frontera entre lo propio y lo ajeno en
el mundo de las ideas?, ¿No estamos todos construidos desde la misma base, por
ende, somos propensos a caminar por terrenos que ya han sido utilizados? ¿Hay
algo realmente original? ¿Importa?
El chico virtual comenzó a volverse viral: la espiral empezó a correr al
mismo tiempo que ciertos sitios empezaron a ser cerrados. El acercamiento de
Ferguson es fascinante, intenso, adrenalínico y no exento de polémica. A la
vez, quizás por su figura algo nerd no se ha ganado enemigos acérrimos y sí un
estatus casi de culto. Un visionario que estudia a Tarantino, Platón, Wilde y
George Lucas y que demuestra que ninguno de ellos es más original que el otro.
La génesis para Everything… fueron las supuestas acusaciones de plagio en
autores como JK Rowling y Dan Brown. ¿Las obras de estas personas son o deben
ser originales? ¿Las obras de aquellos que demandan de verdad no le deben nada
a nadie y son una suerte de excepción a la regla? Cuando creamos, tomamos de
todo nuestro archivo personal. Según el mismo Ferguson, “Copiar es la forma en
que aprendemos y no podemos entregar nada ‘nuevo’ hasta no ser fluidos en
nuestro lenguaje”.
Copiamos, combinamos y creamos. Ese es, según Ferguson, el método natural y
único para llegar a dirigir algo nuevo. Eso no es plagio; eso es creación. Y es
el método que han utilizado figuras como Henry Ford, Thomas Edison, hasta
nuestros más gurús modernos como Steve Jobs y Quentin Tarantino.
En las cuatro partes de su documental, Ferguson transita con fluidez por el
mundo de la música, el cine y la tecnología, entregando incontables datos de
cómo lo que pensamos que es “original” no lo es tanto, pero que eso no es
necesariamente un robo. Justamente este es el tema en el que ingresa en su
parte final, con la problemática de los derechos de autor y patentes. Nada de
lo que se está haciendo en el terreno legal ha significado más progreso y todo
ha tendido a estancarse. El bien social se ha olvidado, la libertad se ha
mermado y la posibilidad de creación se ha visto obstaculizada. Sin ir más lejos,
este mismo documental, en un mundo sin internet, hubiera sido imposible de que
existiera.
Es verdad que todo lo dicho puede parecer demasiado críptico y ajeno, pero
Everything… es cautivante y de visionado obligatorio. Además, y esto no es
menor, está narrado con una moral de alguien que se crió con Yahoo, googleó más
de la cuenta y ahora navega en iPad. Una cinta sobre nuestros días filmada con
los elementos de nuestros días. Bravo.
Tomado del sitio web Rebelión org.
Publicado por Marvin Najarro
CT.,USA.
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