Este último conflicto podría
ser un punto de inflexión en la lucha, específicamente si sus logros son
empleados sabiamente para el logro de objetivos políticamente estratégicos
tales como el levantamiento del embargo, alto a las colonias/asentamientos y así
sucesivamente.
A pesar del descomunal
desbalance en poderío a favor de Israel, ¿Cómo es que no puede ni siquiera
ganar lo que fue (equivocadamente) proyectado como una breve y espectacular
refriega que potenciaría las fortunas políticas del Primer Ministro israelí
Nethanyahu y de su Ministro de Defensa, Ehud Barack?
LOS LIMITES DE LA
BELIGERANCIA ISARELÍ
La Guerra en Gaza combina la característica y drástica brutalidad que
Israel demuestra periódicamente hacia los palestinos y los árabes con la falta
de efectividad en el logro de sus proclamadas metas que aquellos que siguen y
apoyan a la resistencia han llegado a esperar (especialmente desde la guerra en
Líbano en 2006).
Uno puede observar el más reciente asalto en Gaza y abrumarse con la
enormidad de la destrucción, la pérdida de vidas humanas (un tercio son niños)
y, el desproporcionado uso del poder asimétrico por un régimen de ocupación en
contra de un millón y setecientos mil personas (en su mayoría refugiados) que
han vivido bajo un embargo por muchos años.
Por otra parte, uno puede observar el último ataque y maravillarse de la
resistencia, el poder de la voluntad humana, la alta moral de una
inquebrantable población determinada a retornar a sus usurpadas tierras. Más
importante todavía es que, uno puede estar asegurado que todo va bien por que
la gente en Gaza va por delante de sus líderes, mientras que su resistencia le
está infligiendo un daño real a su enemigo.
Este último conflicto podría ser un punto de inflexión en la lucha,
específicamente si sus logros son empleados sabiamente para el logro de
objetivos políticamente estratégicos tales como el levantamiento del embargo,
alto a las colonias/asentamientos y así sucesivamente.
A pesar del descomunal desbalance en poderío a favor de Israel, ¿Cómo es
que no puede ni siquiera ganar lo que fue (equivocadamente) proyectado como una
breve y espectacular refriega que potenciaría las fortunas políticas del Primer
Ministro israelí Nethanyahu y de su Ministro de Defensa, Ehud Barack?
Los líderes israelíes dijeron que los objetivos de la guerra eran, uno,
proteger a los civiles israelíes de los cohetes y morteros y, dos, inutilizar
la capacidad de Hamas para lanzar cohetes. Han fallado en ambas metas. Israel no
puede proteger a sus ciudadanos. Ni en las ciudades como tampoco en los
asentamientos. Después de inicialmente cacarear de que la Fuerza de Defensa de
Israel (FDI) había destruido toda la capacidad de lanzar cohetes de Hamas, Uzi
Rubin, experto en misiles israelí admitió que “Las capacidades de los
palestinos, podemos asumir, han sido dañadas, pero se mantienen intactas pues
el ciclo de lanzamientos ha sido mantenido”. Por otra parte, no solo más
cohetes fueron lanzados, sino que ciudades y “asentamientos” que habían estado
fuera del alcance de los combatientes, desde el establecimiento del Estado,
eran ahora blancos alcanzables. Como resultado, los ciudadanos de Israel, así
como sus ministros fueron forzados a buscar refugio de los cohetes que se
avecinaban, las factorías en el sur fueron cerradas y los vuelos aéreos
alrededor del aeropuerto Ben Gurion tuvieron que ser desviados. El costo final
de este asalto todavía no es conocido y dependerá de la duración del
conflicto. Sin embargo la compañía de negocios de información BDI estima que es
alrededor de los 1.1 billones de NIS (unidad monetaria de Israel) a la semana.
La Asociación de Manufactureros de Israel estima que el daño a los más de 430
negocios en el sur alcanza los 120 millones de NIS. Mientras tanto, ochenta por
ciento de todos los negocios al detalle y de servicios están cerrados en el
sur, lo que le cuesta a la economía entre 90 - 100 millones de NIS al día, de
acuerdo a la Federación de Cámaras de Comercio. Por su puesto que ninguno de
estos estimados incluyen, el todavía sin conocer, costo del daño a la
propiedad.
Además, el tan pregonado sistema de intercepción antimisiles, Iron Dome, es
únicamente efectivo parcialmente (y además muy caro). De acuerdo a Ehud Barack,
el Iron Dome ha lanzado más de 350 interceptores, con un costo hasta aquí de
$20 millones. Los estimados a cerca del costo de cada misil interceptor varían
entre $35,000 y $100,000 (el ultimo estimado es de acuerdo a Yosi Drucker, jefe
del Proyecto Iron Dome de Rafael) El costo del sistema de baterías es de más de
200 millones de dólares, la mayoría suplementada por los Estados Unidos. (En el
2010, a solicitud del presidente Barak Obama, el congreso le dio $205 millones
a Israel para el Iron Dome - en adición a los tres mil millones de dólares que
recibe anualmente. En el 2012, EEUU aprobó
$680 millones en fondos adicionales por los siguientes tres años) Israel
está buscando 750 millones de NIS más en nuevas baterías - de nuevo, una buena
parte vendrá de los Estados Unidos. Además habría que agregar $750,000 que se
estima es el costo del despliegue de soldados. En contraste, los cohetes
palestinos tienen un costo de entre cien y mil dólares. Por lo tanto, las
matemáticas no están en favor de la fuerza extrema, por decir lo menos. Más
aun, la cifra de exitosas intercepciones está sujeta a mucho debate, con
algunas fuentes israelíes inicialmente cacareando sobre un 80 por ciento de
intercepciones exitosas y otras a un veinte por ciento. Cualquiera que sea, no
es perfecta y funciona mal.
En contraste a lo que la máquina de guerra israelí no pudo lograr, esto es
lo que la resistencia palestina ha logrado hasta ahora.
Primero, como se mencionó arriba, la resistencia impuso sobre Israel un
pesado costo económico y financiero. Ha tenido éxito en alcanzar áreas
previamente pensadas como inmunes. En otras palabras, el costo de la ocupación
está pagando su precio. En vez de la generosa “ayuda” que recibe la Autoridad
Palestina para llevar a cabo acciones policiacas y de apaciguamiento en nombre
de la ocupación, los combatientes de la resistencia y gran parte de la sociedad
que les apoya están actuando más allá de los rígidos confines de los “acuerdos
de paz” de Oslo, de negociaciones sin fin, acallamiento y concesiones.
Segundo, la cantidad y el largo alcance de los cohetes disponibles, especialmente
los cohetes Fajr-5 desarrollados por Irán, han sido una inesperada y no bien
recibida sorpresa para los israelíes. Se especula que la resistencia posee en
su arsenal misiles antiaéreos portátiles (contrabandeados desde Libia) lo que
explicaría la ausencia de los helicópteros Apache de los cielos de Gaza.
Helicópteros de combate serían necesarios para apoyar a los soldados si se
lanzara un ataque por tierra.
Tercero, en el pasado, siempre y cuando la agresión israelí estaba
procediendo bien, la mayoría de sus
partidarios entre los gobiernos árabes y de occidente procedían lentamente en
sus intentos de imponer un cese al fuego. Esta vez sucede lo opuesto. Los
presidentes de Egipto y Turquía como también el primer ministro de Qatar están
en carreras tratando de negociar un cese a las hostilidades que rescate a
Israel de sus actuales aprietos. Desde la guerra del 2006 en la que Hezbollah
hizo llover misiles sobre Israel y derrotó a las fuerzas invasoras israelíes en el
sur de Líbano, Israel ha estado desesperado en lograr restablecer su capacidad
de disuasión. De hecho, si una de las metas detrás del más reciente y más
grande ejercicio militar conjunto con los Estados Unidos, Austere Challenge 2012,
era enviar un mensaje sobre su gran “estado de preparación” a Irán, entonces ¡necesitarán
hacerlo de nuevo! Si la avasalladora superioridad militar israelí apoyada por
los Estados Unidos es incapaz de detener la resistencia en las 141 millas
cuadradas de la Franja de Gaza, ¿Cómo van ellos a vencer a Irán? En otras
palabras, la capacidad de disuasión de Israel es percibida (por sus oponentes) de
estar derrumbándose a un ritmo acelerado.
Cuarto, la firmeza exhibida en Gaza y la persistencia para continuar
luchando a pesar de la muerte y destrucción, confirma una vez más que la
resistencia es parte integral de la identidad entre la mayoría de los
palestinos. Muchos de los líderes palestinos están ansiosos de demostrar cuan
razonables [sic - serviles] ellos pueden ser como negociadores [sic -
recibiendo ordenes]. Mahmoud ‘Abbas, presidente de la “Autoridad” Palestina,
está ansiosamente explorando por un rol, especialmente después de su vergonzoso
comentario en el que, hablando en nombre de los palestinos, renunció a
cualquier derecho de retorno a su ancestral pueblo de Safad. ‘Abbas es pagado
muy generosamente por su papel: el obtiene un salario de un millón de dólares
al mes, tiene cuentas personales en Jordania por más de $500 millones, cada
una, del dinero de los contribuyentes palestinos (de acuerdo a Inlight Press),
esto sumado a prebendas para él y su familia.
Finalmente, la proliferación de facciones de la resistencia prueba que
cualquier grupo de líderes cuidadosamente selectos (incluyendo algunos líderes
de Hamas) que no expresen las legítimas aspiraciones de los palestinos serán
incapaces de contener y canalizar las arrolladoras fuerzas sociales cuya
oposición crece con el aumento de las agresivas y racistas acciones del Estado
Sionista.
Al final del día, dado a que la fuerza extrema y la barbarie militar de los
pasados sesenta y más años no han podido desvanecer las aspiraciones de
los palestinos de tener y poder retornar a su propia patria, resulta improbable
que los poderes establecidos puedan cooptar a la población. Lo que ellos
ofrecen a través de la ayuda y de líderes designados no es lo que la población
quiere. Es muy simple, lo que se ofrece es la transformación de la identidad
palestina en algo que no perturbe, sumiso y agradecido por las migajas que
aquellos con el poder se dignen lanzarles.
Sin embargo, esta última guerra podría demostrar ser el punto de inflexión
que les permita a los partidarios árabes y occidentales de Israel darse cuenta
que los balances se han modificado. Que las migajas ya no servirán. Que la
resistencia y no la quietud es la esencia de los palestinos.
Traducción: Delmar Manuel.
Dina Jadallah es una escritora y artista árabe -
estadounidense. Ella es candidata a un doctorado en la Escuela de Estudios del
Medio Oriente y del Norte de África de la Universidad de Arizona. Su trabajo
fue publicado en Arab Studies Quarterly, Jadaliyya, Palestine Chronicle, Counterpunch,
Ramallah Online, y Global Research, entre otros.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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