jueves, 6 de marzo de 2014

La solidaridad con Venezuela bolivariana es una exigencia

Claro que si Urbano, es necesario apoyar al gobierno bolivariano; pero como activo del Partido Comunista de Portugal –PCP–, como «comunista», se te «olvidan» un par de cosas que además debes de plasmar adecuadamente para no crear confusiones, salvo que el «revisionismo» no te deje ver más allá. Aquí te recordamos algunas:

1. El apoyo al gobierno de Venezuela es necesario en la medida de que se trata de un gobierno «nacionalista-progresista» que ha mejorado las condiciones generales de los excluidos, pero que al momento no rompe con la democracia burguesa y el capitalismo.

2. Qué el gobierno Venezolano ha mejorado la democracia burguesa en general –en cuanto a derechos para las mayorías–, pero que sigue administrando y desarrollando un programa político-económico que está al servicio de la clase burguesa. Los explotados siguen estando explotados.

3. Que su socialismo no es tal, sino una variante postmoderna de los revisionismo precedentes.

4. Que su antiimperialismo es de aplaudir, pero al mismo tiempo se queda en lo meramente nominal, pues su dependencia del primero es mayúscula, y no parece que vaya a variar dada su política.

5. Que todas esas convulsiones opositoras han de ser combatidas, pero que las mismas hayan su origen en la negación de la lucha de clases y de la dictadura del proletariado.

Puntos que bien valen para la carencia de análisis no sólo de Miguel Urbano, sino, entre otros, del Partido Comunista de Cuba.

Todo ello ya lo hemos venido plasmando en los posteos que hablaban de los sucesos recientes en Venezuela.  Bitácora de un Nicaraguense


El documento:


LA SOLIDARIDAD CON VENEZUELA
BOLIVARIANA ES UNA EXIGENCIA


Por Miguel Urbano

El sistema de poder de los EEUU se empeña en derrocar al gobierno progresista de Venezuela.

En el Congreso, demócratas y republicanos expresan solidaridad con las fuerzas ultras que en Caracas y otros Departamentos promueven la violencia y son responsables por la escasez de productos de primera necesidad. El presidente Barack Obama participa de las críticas al chavismo. John Kerry, el secretario de Estado [canciller], afirma que el gobierno venezolano representa una «amenaza a la seguridad de Estados Unidos».

La diputada Ros Lehtinen, una cubana naturalizada norteamericana, pidió el establecimiento de un bloqueo a Venezuela y la congelación de los fondos del país en EEUU. Una propuesta suya fue aprobada por un sub-comité de la Cámara de Representantes.

En Caracas, el partido neonazi Voluntad Popular, de Leopoldo López, y un movimiento fantasma de mujeres dirigido por María Corina, hija del magnate del acero Enrique Machado, llama al desorden. Estudiantes de extrema derecha provocan en las calles disturbios y confrontaciones con la policía. La histeria neofascista asumió tal amplitud que Capriles Radonski, el ex candidato de la derecha a la Presidencia, no la aprueba.

El secretario general de la OEA, Jorge Insulsa, sugirió una intervención militar de los EEUU para «restablecer la democracia».

El 'New York Times', el 'Washington Post' y las grandes cadenas de televisión elogian a la oposición y responsabilizan al gobierno por la violencia callejera. Después de la sangrienta jornada del 12 de febrero, el imperialismo admitía que estaba en desarrollo un «golpe de estado suave». Ahora parece inclinarse hacia un golpe de estado violento.

Desde Miami, dirigentes de organizaciones terroristas como Robert Alonso y Dionisio Suárez (el asesino de Orlando Letelier, ex ministro de Allende) lanzan llamamientos inflamados a la «insurrección».

Maduro es consciente de la extrema gravedad de la situación creada por las provocaciones de la extrema derecha y por la «guerra económica» concebida en Washington y ejecutada por la oligarquía criolla. La inflación ya rebasó el 55% y continúa subiendo.

Sin embargo, la imagen de Venezuela transmitida por los políticos de EEUU y de la Unión Europea y por los medios occidentales es falsa.

En Venezuela la salud y la educación públicas son totalmente gratuitas. El analfabetismo fue prácticamente eliminado. Este año el número de matrículas en las universidades fue de 2.600.000. El salario mínimo es el más alto de América Latina. El Estado garantiza alimentos a precios subsidiados a un porcentaje creciente de la población.

Como afirma el escritor Luis Britto, «los pobres celebran, quienes protestan son los ricos».

La gran mayoría del cuerpo de oficiales continua apoyando la Revolución Bolivariana. Y sin división de las Fuerzas Armadas no hay tentativa de golpe que pueda triunfar. Pero en Washington no se olvida que en 2002 la traición de algunos generales permitió el triunfo inicial del golpe de la derecha. Llegaron a detener a Chávez, pero el gorilazo fue derrotado gracias sobre todo a la resistencia de las masas populares.

Corromper y comprar a las altas esferas del Ejército es por tanto un objetivo permanente y prioritario de la CIA.

Sería un error grave subestimar la complejidad y gravedad de la campaña que pretende derrocar al gobierno legítimo de Venezuela. Quizás nunca como ahora fue tan importante la solidaridad internacionalista con la Patria de Bolívar. En América Latina, de Argentina a México, y en Europa (incluyendo Portugal ), son muchas en estos días las iniciativas de apoyo a la Revolución Bolivariana.

En el momento en que el imperialismo norteamericano, con el apoyo de la Unión Europea, se esfuerza por imponer a la humanidad un proyecto monstruoso de dominación planetaria, es fundamental para derrotarlo comprender que la lucha de los pueblos en defensa de su soberanía pasa por un refuerzo del internacionalismo.

Porque la ofensiva es global, la resistencia de las masas debe ser tan global como sea posible. Todo está conectado, interrelacionado. Los trágicos acontecimientos de Ucrania (concebidos y financiados por el imperialismo que ofreció las armas a las organizaciones nazis) se insertan en la misma estrategia que intenta montar ahora el golpe en Venezuela.

Precisamente por eso, la solidaridad con la Revolución Bolivariana es un deber revolucionario. La caída de Nicolás Maduro dificultaría enormemente la continuidad de los gobiernos progresistas de Bolivia, de Ecuador, de Nicaragua, amenazaría incluso los procesos neodesarrollistas de Brasil y Argentina. La sobrevivencia de la Revolución Cubana estaría en peligro.

La ofensiva de EEUU y sus aliados europeos confirma una vez más la lúcida advertencia del Che: el imperialismo estadounidense es hoy el gran enemigo de la Humanidad.

Miguel Urbano
Vila Nova de Gaia, 5 de Marzo de 2014

Diario Octubre/La Haine







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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