Imaginémonos como procedería el gobierno estadounidense si
en lugar de confrontar protestas mayormente pacificas como las del Movimiento
Ocupar, tuviera que vérselas con revueltas violentas encabezadas por elementos fascistas,
como las que defiende y alienta en Venezuela y Ucrania, donde los “pacíficos”
manifestantes buscan el derrocamiento o piden la muerte de los gobernantes. El
recuerdo del movimiento Ocupar Wall Street, está ahí muy cercano, como una
clara muestra de cómo procede la clase gobernante cuando ve amenazados sus
intereses.
¿COMO REACCIONARÍA EL GOBIERNO DE EE.UU
ANTE PROTESTAS QUE PIDEN SU
DERROCAMIENTO?
“Las libertades de expresión y de reunión pacífica son derechos humanos
universales. Ellos son esenciales para que funcione una democracia, y el
gobierno venezolano tiene la obligación de proteger estas libertades
fundamentales, así como la seguridad de sus ciudadanos”, declaró John
Kerry, secretario de Estado de EE.UU con relación a la crisis en Venezuela.
Similares declaraciones han sido emitidas por otros funcionarios del
gobierno estadounidense con respecto a las situaciones de protestas antigubernamentales
en otros países, como por ejemplo, en Ucrania, donde el mismo presidente Obama,
antes del derrocamiento del gobierno democráticamente elegido, dijo, "hacemos
al gobierno de Ucrania el principal responsable de asegurarse de que está
tratando con los manifestantes pacíficos de una manera adecuada, que el pueblo
ucraniano sea capaz de reunirse y hablar libremente acerca de sus intereses y
sin miedo a la represión". Esto
cuando se trata de países cuyos gobiernos representan un obstáculo para las
políticas intervencionistas de los EE.UU y de sus aliados en Occidente, pero
que sucedería si las cosas fueran a la inversa y grupos de ciudadanos
organizados pidieran de manera violenta la renuncia o la caída del gobierno de
los Estados Unidos por los mismas faltas que se le atribuyen a los gobiernos de
Venezuela y Ucrania.
No es necesario escarbar mucho para darnos cuenta de lo que sucedería, el recuerdo
del movimiento Ocupar Wall Street, está ahí muy cercano, como una clara muestra
de cómo procede la clase gobernante cuando ve amenazados sus intereses. Ocupar
Wall Street, fue un movimiento espontaneo de masas numéricamente pequeño y
mayormente pacifico que desde el 11 de septiembre del 2011 se extendió desde
Manhattan a Los Ángeles, Portland y Seattle y desde Chicago a Miami. A pocas
semanas de haberse iniciado las protestas contra el poder de la industria
financiera, la destrucción de la clase trabajadora y de la gente de clase media
y la corrupción en el gobierno de los EE.UU, la policía en casi todas las
localidades donde se estaban realizando protestas comenzó a hacer uso
deliberado de la violencia, con
brutalidad en muchos casos, para expulsar a los manifestantes de lugares
públicos que estaban ocupando. Nos dimos cuenta como la policía reprimía
indiscriminadamente a los manifestantes con gas pimienta, lanzando bombas lacrimógenas,
granadas de aturdimiento, disparando balas de goma y sacos de perdigones de
plomo (bean-bag projectiles), muchas veces disparados a corta distancia, vimos
como los golpeaban con batones y como los manifestantes eran arrestados en masa.
Luego, con base en información obtenida a través de FOIA (Freedom of
Information Act) se llegó a conocer que la violenta represión policiaca en
todas esas ciudades no fue una pura coincidencia. Fueron más bien acciones
coordinadas del FBI, el Departamento de “Justicia” y del Departamento de
Seguridad Nacional de los EE.UU, los cuales compartieron instrucciones, asesoría
y lecciones tácticas de un lugar a otro, por ejemplo, la idea de expulsar
violentamente a los ocupantes en horas de la noche y sin el conocimiento de los
medios de prensa, fue primeramente ensayado en Oakland y luego adoptado en
otras ciudades.
Por otra parte se sabe que en Houston el FBI se enteró sobre un aparente complot
que posiblemente involucraba a agentes no identificados del gobierno o de alguna
firma de seguridad privada que se proponían hacer uso de “fusiles de
francotirador silenciados” (“suppressed sniper rifles”) para matar a “los
líderes del Movimiento Ocupar” en Houston. Afortunadamente el
complot, del que el FBI sabia y no dijo nada, no se activó y ninguna persona ha
sido enjuiciada por ese complot, el cual un memorándum del FBI sugiere esta
todavía activo pero quizás en suspenso.
En algunos casos,
policías encubiertos se infiltraron entre los manifestantes del movimiento y
los asistieron suministrándoles equipo crucial e ideas sobre tácticas de
obstrucción, como las utilizadas por los manifestantes cuando se encadenaron
tratando de bloquear la entrada al puerto de Houston. Durante el juicio a los
manifestantes se descubrió a través del proceso legal que policías encubiertos
les habían facilitado a los manifestantes cadenas altamente resistentes de PVC
para llevar a cabo la acción. Como resultado los cargos fueron desestimados.
Cabe destacar que, documentos del gobierno federal muestran que las protestas del Movimiento
Ocupar fueron todas clasificadas por el FBI y el Departamento de Seguridad
Nacional como “acciones terroristas”, no como asambleas publicas protegidas por
la Primera Enmienda, que ampara la irrestricta libertad de expresión. Se les
comunicó a todas la ciudades en donde habían protesta que negaran solicitudes de
permiso a los manifestantes para protestar en espacios públicos, una estrategia
cuya finalidad era darle a la policía toda la autoridad para expulsar a los
manifestantes de los lugares públicos así como brutalizar y arrestar a todos
los que se resistieran.
Otro aspecto que demuestra la actitud altamente represiva del gobierno
estadounidense es el hecho de que, a todo lo largo y ancho de la nación, los
cuerpos policiales están siendo suministrados con equipo antimotines
incluyendo, generadores de sonido de decibeles altos, cañones de radiación
corta que causan al cuerpo un dolor intenso producto del calor interno, fusiles
militares de salto, y un excedente de vehículos blindados armados, que las hace
funcionar más como un fuerza domestica militar
en vez de una simple fuerza policial. Estos policías paramilitares han
estado presentes por años en las demostraciones públicas, como las convenciones
nacionales de los partidos políticos, y en protestas como las de grupos que se
oponen a la guerra. También agencias federales desde el Departamento de
Seguridad Nacional hasta la Administración del Seguro Social ha estado siendo
suministradas con cientos de millones de mortales balas expansivas. El por qué estas agencias que no tienen funciones
policiales estén necesitando semejante cantidad de municiones es algo que el
gobierno rehúsa explicar.
Es común que los agentes encubiertos de la policía actúen como infiltrados
en dondequiera que se esté desarrollando una manifestación, alentados o
trabajando directamente para el gobierno federal, estos encubiertos se han dado
a la tarea de atraer a jóvenes ingenuos para que cometan acciones por las
cuales son arrestados posteriormente bajo cargos inventados de terrorismo, como
sucedió recientemente en Chicago, en donde tres jóvenes conocidos como los
“NATO 3” o “los 3 de la OTAN” fueron declarados culpables de planear ataques
durante la conferencia de la OTAN en Chicago en 2012, aunque el cargo más serio
de terrorismo fue desestimado, los tres jóvenes enfrentan condenas de entre 4 y
30 años de prisión por cargos menores de desorden público e incendio
premeditado. Sarah Gelsomino, abogada de uno de los acusados dijo, “esto fue
políticamente motivado, un caso sobrecargado, para poner un ejemplo y así
mantener a la gente alejada de las calles durante la conferencia de la OTAN”.
En resumidas cuentas tenemos, que mientras el gobierno de los EE.UU habla
de una manera grandilocuente a cerca del derecho a la protesta y crítica a
gobiernos que usan la fuerza pública para reprimir con violecia a los
manifestantes, el gobierno hipócritamente actúa de la misma manera aquí en su
propio patio. Imaginémonos como
procedería el gobierno estadounidense si en lugar de confrontar protestas
mayormente pacificas como las del Movimiento Ocupar, tuviera que vérselas con
revueltas violentas encabezadas por elementos fascistas, como las que defiende
y alienta en Venezuela y Ucrania, donde los “pacíficos” manifestantes buscan el
derrocamiento o piden la muerte de los gobernantes. No se necesita un gran
esfuerzo de la imaginación para predecir como actuaría el gobierno ante
revoltosos armados con cadenas, armas de fuego, que lanzan cocteles molotov,
ocupan y destruyen propiedades del estado, y hasta le prenden fuego a policías.
Y ¿qué creen que pasaría con criminales que al mejor estilo Rambo se parapetan
en sus casas y de manera insultante desafían al gobierno a que los arreste?
Contrario a las protestas que buscan
de manera violenta el cambio de régimen en Venezuela y Ucrania, los
manifestantes en los EE.UU, como los de Ocupar, Keystone XL Pipeline, los que
se manifiestan contra las bases de drones y otras acciones de protesta, no
tienen como objetivo el derrocamiento del gobierno en Washington. La finalidad
de sus acciones es exigir que el gobierno ponga fin a determinadas actividades,
pero eso apenas califica como una amenaza existencial. Sin embargo, los Estados
Unidos, empezando con el régimen de Bush/Cheney y continuando con Obama están
demostrando estar en plena ofensiva represiva contra toda forma de protesta
contra el gobierno y sus políticas, incluso contra la banca y la industria de
las armas, del petróleo y los agronegocios.
Dentro de todo este esquema represivo del gobierno de los EE.UU tienen que
verse también, la masiva recolección de todo tipo de comunicaciones
electrónicas, el total monitoreo de las actividades, relaciones y viajes de
todos los ciudadanos estadounidenses que la NSA lleva acabo. Es el supremo acto
de represión con tecnología del siglo XXI, sin parangón en la historia de los
regímenes represivos. Todo este espionaje del Estado policial en contra del
público estadounidense, no tiene nada que ver con el objetivo declarado del
combate al terrorismo y de mantener a salvo al público, al contrario, todo va
dirigido a intimidar y subvertir toda forma de protesta.
Publicado por LaQnadlSSol
CT., USA.
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