Las propuestas del ultraderechista presidente de Polonia, Andrzej Duda, no cuajan, no cristalizan por ningún lado. Quizá porque son inviables, descabelladas o absurdas; fruto de grandes descocadas, de grandes fumadas de mariguana polaca.
ANDRZEJ DUDA: FUMANDO
MOTA POLACA
CON ABONO ORGÁNICO DE
ESLOVAQUIA Y BULGARIA
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Cuando un pueblo se va por el camino de la
obediencia y adulación servil, la desvergüenza asoma por todos lados. Esto pasa
actualmente con Eslovaquia y Bulgaria, que estarían, para todo lo “necesario”,
con los Europeos Occidentales y los Estados Unidos, dado que son miembros de
segunda categoría de la Unión Europea y de la OTAN, quizá por hacer número, por
nada, o por algunas migajas que pudieran ofrecerles sus vecinos ricos.
Las propuestas del ultraderechista presidente
de Polonia, Andrzej Duda, no cuajan, no cristalizan por ningún lado. Quizá
porque son inviables, descabelladas o absurdas; fruto de grandes descocadas, de
grandes fumadas de mariguana polaca cultivada con abono orgánico de Eslovaquia
y Bulgaria que, luego de un pasado socialista en la época de la Unión
Soviética, siguen, como siempre, a la deriva. Ahora se prestan a los malos
designios que tiene la OTAN contra el pueblo ruso y no pudiendo ofrecer más que
personas y territorio, no ofrecen como Polonia sus aviones, claro, dados a
Alemania para que ésta nación los entregara a Ucrania, es decir, lanzo la
piedra y escondiendo la mano, para no tener problemas directos con los rusos.
Los problemas con Rusia ya los tienen pues se
han definido como un Estado inamistoso que propone, entre otras lindezas,
enviar un ejército internacional a Ucrania, crear zonas de exclusión aérea y
garantizar corredores humanitarios para las personas que desean abandonar las
ciudades sitiadas, a sabiendas que los nazis del Batallón Azov los retienen
como prisioneros para protegerse del inmediato asalto de las tropas rusas que
tendrán que recurrir al combate cuerpo a cuerpo en aras de salvar la vida de
los civiles retenidos a la fuerza y evitar en lo posible los bombardeos
indiscriminados.
La primera etapa de la incursión en Ucrania por
las tropas rusas ya ha terminado y los objetivos se han logrado. Ahora viene el
estrechamiento del cerco de la capital, para empezar, con Kiev. Al mismo tiempo
Rusia está tomando medidas verdaderamente geniales en la actividad financiera
con el hecho de vender el gas y el petróleo con pago en rublos, lo que valora a
la moneda y limita la discrecionalidad con que se ha movido desde siempre el
dólar y el euro. Ahora, para pagar el gas y petróleo ruso se necesitan rublos y
¿dónde puede conseguir los Europeos Occidentales las ingentes cantidades de
rublos, dado que no es una divisa convertible que se tenga almacenada en los
bancos centrales o privados? Pues, sencillamente, hay que comprar esos rublos
en Rusia donde hay en abundancia y devaluados, quedándose al mismo tiempo en
tierra rusa los euros y los dólares para tener esa masa monetaria disponible
para eventuales transacciones en esas dos monedas con otros países que no están
metidos en el lío.
Esa ingeniería financiera es genial
verdaderamente y solo digna de un pueblo inteligente como el pueblo ruso. De
una dirigencia política lúcida capaz de devolver en los mismos términos las
triquiñuelas de los Estados títeres del capitalismo imperialistas de los
Estados Unidos. ¿Es que no se enteran de la historia reciente? Rusia en
terrible desventaja económica y militar se sobrepuso ante la invasión de Hitler
y luego lo derrotó de manera humillante al colocar en lo alto del Reichstag la
bandera roja de la hoz y el martillo que tanto odiaba el jefe de lo dementes
nazis, Adolfo Hitler.
Un pueblo acostumbrado a luchar de esa manera y
en esas condiciones no puede vencérsele fácilmente, por eso la victoria de las
armas rusas y sus ideales de justicia son insuperables y serán invencibles.
Claro, nunca será para nadie asunto fácil una guerra, pero los rusos siempre
han salido victoriosos de la adversidad. Ahora en la operación contra Ucrania
sus condiciones no son tan adversas y por lo tanto se columbran, sin falsos
optimismo, la victoria justa de la patria rusa. Esa tierra y ese pueblo amado
por tantos, y odiado por otro tanto igual. Que se ha movido siempre entre el
amor y el odio contra ellos, pero que el día de hoy representa la grandeza de
los altos ideales de la humanidad. Aunque los Europeos Occidentales y los
Estados Unidos tengan una opinión contraria.
Publicado por La Cuna del Sol
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