Hoy asistimos al mundo desaforado de la mentira mediática. Al descaro sin límites de los diablos del capitalismo, o sea los representantes de la mentira, del egoísmo, la crueldad y la sinrazón.
LA PRIMERA BAJA EN UNA
GUERRA, ES LA VERDAD,
ANTE TANTO MENTIROSO
CAPITALISTA
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
La derecha guatemalteca es como las derechas de
todo el mundo. Están cortadas con la misma tijera. El diablo los ha creado. Son
la obra del “Gran Embaucador”. Dios los ha creado y el diablo los ha juntado,
en el entendido que Dios y Satanás son entidades diferentes y no la misma cosa
como dijera en alguna oportunidad el actor Anthony Queen: “Dios -dijo Queen- no es
más que un diablo que se pasó de listo”. O lo que dijera un campesino
chiapaneco al respecto de las injusticias de este mundo y que El Altísimo no
las ve: “El amor que Dios nos dio, él mismo lo ha recogido, y solo nos ha
dejado el pedo y el relinchido”.
Hoy asistimos al mundo desaforado de la mentira
mediática. Al descaro sin límites de los diablos del capitalismo, o sea los
representantes de la mentira, del egoísmo, la crueldad y la sinrazón. Es que
con personas así, no digamos con los ultranacionalistas o nazis, no se puede
hablar de nada, a no ser la violencia, el odio y la impostación. Esta guerra
entre Rusia y Ucrania marca (sin que muchas personas se den cuenta, incluidos
algunos “analistas políticos”) el reformateo de un mundo que será diferente en
una apuesta por el cambio demasiado riesgosa por una sencilla razón: el asunto
nuclear.
Ucrania se preparaba para eso, para la guerra
nuclear y la guerra bacteriológica para atacar a Rusia. Esta guerra tiene ya
años de estar prohibida por acuerdos internacionales de guerra. Los ocho
laboratorios biológicos con avanzadísima ingeniera genética ¿quién los podía
montar y dirigir? Es una pregunta retórica que todos sabemos su respuesta: los
Estados Unidos y Europa Occidental, a la cabeza el Reino Unido. Buscar llevar
la peste al pueblo ruso, como el ántrax, y agentes biológicos altamente
perniciosos para destruir la cabaña ganadera bovina, ovina, aves de corral y
arrasar los cultivos para, literalmente, matar de hambre a la nación eslava.
¿Será poca cosa esas aviesas intenciones contra un hermano de siempre, el
pueblo ruso? La invasión, señores capitalistas, está plenamente justificada y
pese a que los servicios de inteligencia rusos sabían algunas cosas al
respecto, la dimensión de lo que se hacía, de lo que se preparaba de manera
criminal, no dejó de sorprenderlos. Pese a eso, Rusia ha tratado de humanizar
muchas acciones de guerra, impulsando los corredores humanitarios y las
treguas, nunca respetadas por Ucrania, pero acusando a Rusia, por supuesto.
Es un sistema gigante de desinformación, donde
la tecnología en la manipulación de las imágenes juega un papel crucial.
Citaremos un ejemplo: un convoy de tanque es atacado en las calles de una
ciudad (no se cita el nombre de la ciudad) y resulta que la deflagración, el
impacto contra el tanque, es el mismísimo esquema de llamas, de explosión, de
un video de guerra que utilizan los jóvenes adictos a ese tipo de diversión.
Otro caso: se acusa a los salvajes y criminales rusos de bombardeo de un
hospital de niños. En efecto así fue, el hospital, el edificio quedó reducido a
escombros, pero hay que hacer una salvedad, el edificio estaba siendo ocupado
por los nacionalistas ucranianos, los fascistas; que lo tenían por cuartel.
Previamente estos criminales expulsaron del edificio a los pacientes infantiles
y al personal médico y de enfermería. Eso no lo cuentan los medios de Estado
Unidos, ni de Europa Occidental.
Obvian decir, que, sin declaratoria, la III
Guerra Mundial ya empezó. Cómo si no. Todas las guerras se desencadenan por
motivos económicos. La expansión y la dominación política vienen después y las
desgracias, el dolor, estarán siempre. Se ven realmente los amigos en las
guerras y China está entrándole a la solidaridad con Rusia a puros empellones
de los Estados Unidos, obligándole a que condenen la invasión rusa a Ucrania.
Irán parece contento con la futura suscripción del Acuerdo Nuclear tirado a la
basura por USA y está en duda su solidaridad franca y abierta con Rusia.
Venezuela está experimentando inesperadas visitas de delegaciones de los
Estados Unidos que dicen preocupados por la oposición a Maduro y condicionan
todo diálogo si no hay un arreglo básico entre las partes.
Son otra variedad de mentiras. No van a Irán
por el Acuerdo Nuclear ni a Venezuela por la oposición a Maduro. Señores, los
gringos van buscando arreglos petroleros, alternativas, sustitutos emergentes
en la actual coyuntura y sin principios. Ya veremos a estos dos bocazas del
escenario internacional sin son leales con Rusia o han sido pura palabrería.
Los amigos como los Estados son leales en los problemas, en las crisis. Ceder
el petróleo y gas en esta coyuntura se llama sencillamente “traición” y no pragmatismo e independencia. Los enemigos de mis
amigos no pueden ser mis amigos ¿no creen? Por favor Venezuela e Irán, no hagan
diplomacia barata.
Publicado por La Cuna del Sol
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