Sin duda el último reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica
ha venido a agregarle más leña al fuego que poco a poco está consumiendo la tan
cacareada Primavera Árabe y amenaza con tornarse en todo un infernal invierno.
Aunque el reporte de la AIEA con todas sus ambiguedades e inconsistencias ha
sido ampliamente refutado por toda una serie de expertos conocedores del tema,
no ha sido suficiente para calmar los ánimos guerreristas de las potencias Occidentales y
de Israel hacia Irán. Israel una potencia nuclear no declarada se ha embarcado
en toda una campaña de propaganda desinformativa y de agresión en contra de Irán,
que hasta aquí no posee ninguna arma nuclear. Por todos los medios y con
el beneplácito de Estados Unidos,
Francia, Inglaterra y Alemania; Israel está embarcado en una alocada como
malévola carrera tratando de convencer al mundo de que Irán es una amenaza no
solo para su existencia sino para la paz internacional al que hay que detener
lo más antes posible. En virtud de tal situación La Cuna del Sol se da a la
tarea de publicar la transcripción en Español de un artículo (en Ingles) recientemente
publicado por el diario Israelí Haaretz.com, escrito por el escritor y
periodista Gideon Levy, una de las voces más críticas de las acciones del
Estado de Israel en los Territorios Ocupados. En el artículo que publicamos a
continuación, Gideon Levy de manera muy elocuente y convincente expone la
hipocresíay el doble estándar de los poderes de Occidente y de Israel con
relación a Irán.
Lo que Israel puede aprender de Irán
Como Israel, Irán aparentemente no obedecerá las palabras del
mundo. ¿Pero desea Israel de alguna manera parecerse
a Irán?
Irán aparentemente tendrá
una bomba atómica, y esos es una mala noticia. Es un país que propaga el mal.
No hay necesidad de agregar palabras a cerca de sus terribles amenazas o de su oscuro régimen – la prensa Israelí lo
propaga así de manera continua.
Al mismo tiempo,
otras cuestiones son dejadas de lado – cuestiones que tienen que ver con el
doble estándar de Occidente y de Israel.
Las naciones de Occidente saben cómo discriminar entre un país y otro o entre unos y otros.
Ellos cierran sus ojos o se hacen de la vista gorda con relación a países con
arsenales nucleares, algunos de ellos peligrosos, mientras que arman un tremendo relajo a cerca de cómo Irán se está armando con artefactos
nucleares. Por su parte Israel se está
volcando hacia la comunidad internacional en busca de ayuda para detener la
nuclearización de Irán, pero rudamente ignora las decisiones de esa misma
comunidad cuya ayuda desesperadamente está buscando ahora. En ambos casos esto
es hipocresía. El mundo vive en paz con armas nucleares en tanto estas estén en
las manos de los grandes poderes. No hay problema en que América tenga armas
nucleares aun si es el único país que alguna vez las haya usado (de una manera
monstruosa). También es aceptable que Rusia y China tengan armas nucleares – después
de todo ¿quién los puede parar? Es también dudoso que Occidente se vuelva
furioso si alguno de los miembros de su club, o sus protegidos, se arman con la
bomba. Después de todo, estos países son miembros de la familia de las naciones
civilizadas, y por lo tanto les es permitido. En otra palabras –
discriminación.
Hay países que
tienen permiso mientras que a otros les es denegado o prohibido. Algunos de los
países iluminados han enviado ya amenazas en el pasado, implícitas o explicitas
que bajo ciertas circunstancias ellos puedes hacer uso de su poderío nuclear.
Fue en la iluminada Europa en donde esa terrible guerra tuvo lugar.
Los países con
amplio poderío nuclear también ignoran el capítulo cuarto del tratado en contra
de la proliferación de armas nucleares y que enfatiza el desmantelamiento de
las mismas. A ellos se les permite ignorarlo. El mundo también vive en paz con
el hecho de que 189 países han firmado
el tratado aunque hay cuatro, incluyendo a Israel que no lo han hecho. El mundo
ha aprendido a vivir con las bombas Paquistaníes y Norcoreanas aun y cuando es
un peligro no menor al que Irán representa. Cierto, Irán amenaza a Israel y a
los estados Unidos, pero en Paquistán las bombas también podrían caer en manos
peligrosas y el régimen Norcoreano podría usar el arma del día del juicio si se
sintiese amenazado. El mundo ha aprendido a vivir con eso, después de que sus líderes
dividieron los países del globo terrestre en buenos y malos, y en particular
entre los que tienen permiso y aquellos que no. Una división del todo
arbitraria.
Israel que no ha
firmado el tratado de no proliferación de armas nucleares, está en la misma
situación que Corea del Norte, India y Paquistán – eso es una muy dudosa
compañía. Nadie pregunta por qué, nadie pregunta cuales son las razones, no en
Israel como tampoco en el resto del mundo.
De acuerdo a la
evaluación de la Agencia Internacional de Energía Atómica, actualmente existen
40 países que están en condiciones de desarrollar armas nucleares por cuenta
propia. El hecho de que el mundo actué con tal hipocresía puede ser una de los
motivos e ímpetu para que estos países quieran involucrarse en una loca carrera
armamentista.
Existe una gran
dosis de hipocresía en la actitud de Israel hacia el mundo. De repente, la comunidad
internacional es un factor a tomar en cuenta, pero aun más, pedir su ayuda.
Repentinamente, existe una organización internacional en cuya palabra confiamos y a la cual
queremos enlistar. La ONU es una verguenza, y la UNESCO es anti – Semita y
únicamente se puede confiar en la palabra de la Agencia internacional de
Energía Atómica.
Quizás ahora que
Irán nos está amenazando, Israel empezara a entender la importancia y la
fortaleza de la comunidad internacional. Quizás gracias a Irán, entenderemos
que es imposible menospreciar al mundo todo el tiempo, una y otra vez, y solo
cuando existe la necesidad acudir a el por ayuda. Quizás gracias a Irán
entenderemos que es imposible ignorar por siempre las posiciones de la mayoría
de países del mundo y permanecer aislados y despreciados en esta comunidad de
naciones por siempre.
En años recientes
el mundo ha dicho cosas definitivas acerca de las acciones de Israel, en el
nombre de una solida y abrumadora mayoría. Israel no les ha prestado atención. Después
de todo, lo que el mundo dice no es importante; lo que es importante es lo que
Israel dice. Pero ahora, de repente, el mundo es importante para Israel.
Como Israel, Irán
aparentemente no escuchara las palabras del mundo. ¿Pero desea Israel de alguna
manera parecerse a Irán?
Publicado por La Cuna del Sol
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