Aclamando a Ríos Montt
El siguiente es un fragmento del artículo intitulado, Reagan y los
Archivos de la Muerte en Guatemala, publicado originalmente el 26 de mayo de 1999,
en la revista electrónica Consortiumnews, por el periodista Robert Parry.
Recientemente Consortiumnews se ha dado a la tarea de publicar el original de
dicho artículo como una evidencia de la colaboración de Reagan en las
atrocidades cometidas por el ejército de Guatemala en el periodo de tiempo en
que el general Ríos Montt ejerció el poder.
En marzo de 1982 el general Ríos Montt capturó el poder. Era y es un
declarado fundamentalista cristiano quien inmediatamente causó la mejor
impresión a Washington. Reagan, por ejemplo, elogió a Ríos Montt como “un
hombre de de gran integridad personal.” Sin embargo para el mes de julio
de 1982, Ríos Montt había iniciado una durísima y cruel campaña
contrainsurgente, de tierra arrasada, llamada de los “Fusiles y Frijoles.” El
eslogan significaba que los indios pacificados recibirían “frijoles,” mientras
que los otros solo podrían esperar ser el blanco de los “fusiles” del ejército.
En octubre, y de manera secreta, dio carta blanca a la temida unidad de
inteligencia conocida como "El Archivo” para expandir los “escuadrones de
la muerte.” Ubicado este centro de inteligencia en el Palacio Nacional, El
Archivo planeó y dirigió muchos de los más notorios asesinatos en Guatemala.
Muy pronto se enteraría la embajada de los Estados Unidos de las masacres de
indígenas conducidas por el ejército. El 21 de octubre de 1982, un cable
describió como tres oficiales de la embajada trataron de verificar algunos de
esos reportes pero el mal tiempo causó que la inspección fuera cancelada.
Aunque imposibilitados para verificar los reportes de las masacres, los
oficiales de la embajada “llegaron a la conclusión de que el ejército estaba
completamente dispuesto para permitirles inspeccionar todos los sitios de las
masacres y hablar con quien ellos así lo desearan.” El siguiente día la
embajada envió de manera inmediata su análisis, según el cual, el gobierno de
Guatemala estaba siendo víctima de una “campaña de desinformación”
inspirada por los comunistas, afirmación que fue bien recibida por Reagan y que
dio lugar a que este comentara (en diciembre) que Ríos Montt estaba siendo “acusado
falsamente.”
El 7 de enero de 1983, Reagan levantó la prohibición impuesta sobre la
ayuda militar a Guatemala y autorizó la venta de equipo militar por valor de 6
millones de dólares. El paquete incluía piezas de repuesto para los
helicópteros UH-1H y para aviones A-37 usados en operaciones de contra
insurgencia. John Hughes, vocero del Departamento de Estado, dijo que la
violencia política en las ciudades había declinado significativamente y que en
las aéreas rurales las condiciones habían mejorado. En febrero de 1983, sin
embargo, un cable secreto de la CIA notaba un incremento en la violencia, con
secuestros de estudiantes y profesores, acciones represivas que se sospechaba
provenían de sectores de la “derecha” guatemalteca. Los cuerpos de las víctimas
aparecían a la orilla de los caminos y barrancos. Fuentes de la CIA rastrearon
el origen de esos asesinatos políticos a una orden dada por Ríos Montt (en
octubre) a El Archivo para “aprehender, detener, interrogar y disponer
de aquellos sospechosos de actividades guerrilleras como a ellos les pareciera
apropiado.” A pesar de estos horroríficos hechos, la evaluación anual
sobre los derechos humanos del Departamento de Estado, reconocía la supuesta
mejoría de los mismos en Guatemala. “En su totalidad la conducta de las fuerzas
armadas había mejorado al finalizar el año” (1982) manifestaba el reporte. Una
situación diferente – mucho más cercana a la información secreta guardada por
el gobierno de los Estados Unidos – era presentada por los investigadores
independientes de los derechos humanos. El 17 de marzo de 1983, los
representantes de Americas Watch, emitieron una condena en contra del ejército
de Guatemala por las atrocidades y violaciones a los derechos humanos cometidas
en contra de la población indígena. Stephen L. Kass, fiscal de Nueva York, dijo
que las investigaciones probaban que el gobierno había llevado a cabo y de
manera indiscriminada el asesinato de hombres, mujeres y niños en comunidades
consideradas por el ejército como posible base de apoyo de la insurgencia
guerrillera.
Mujeres del área rural consideradas como simpatizantes de la guerrilla eran
violadas antes de ser ejecutadas, dijo el fiscal Kass, agregando que "los
niños eran lanzados dentro de las casas en llamas o al aire, para luego ser
ensartados con las bayonetas. Nosotros escuchamos muchas, muchas historias de
niños que eran cogidos por los tobillos y sus cabezas eran golpeadas y
destruidas al chocar contra los postes.” (AP, marzo 17,1983).
Públicamente, sin embargo, oficiales de alto rango de la administración Reagan
continuaban mostrando una cara alegre. El 12 de julio de 1983, el enviado
especial Richar B. Stone elogió los “cambios positivos” en el gobierno de Ríos
Montt, pero el fundamentalista cristiano -Rios Montt- había
desplegado venganzas tan descomedidas y sanguinarias que rebasaba los los
estándares habituales de terror de Guatemala. Estaba este atípico
cristiano fuera de control. El 19 de agosto de 1983, el General Oscar Mejía
Victores capturó el poder en otro golpe de estado.
A continuación publicamos la transcripción parcial en español del artículo intitulado Granito,
escrito por el periodista Larry Rohter, publicado
por el New York Times en septiembre del
2011. Marvin Najarro.
.
FILME DESNUDA REALIDAD SOCIAL GUATEMALTECA
Por Larry Rohter
Algunos espectadores de cine tal vez no sepan qué es un granito,
pero el documental de Pamela Yates que lleva ese nombre viene acompañado de un
subtítulo cuyo significado no podría ser más claro: Cómo derrocar a
un dictador. El tirano en cuestión es el general Efraín Ríos
Montt, quien durante 17 meses sangrientos, a comienzos de los años 80, encabezó
una junta militar en Guatemala, y los granitos son los numerosos defensores de
los derechos humanos, metafóricos granos de arena que, trabajando juntos,
consiguieron llevarlo a un tribunal español acusado de genocidio. Cosa inusual,
esas acusaciones dependen, en parte, de pruebas que aparecen en la obra de la
propia Yates.
"Granito” es compañero del primer largometraje de Yates, Cuando las
montañas tiemblan, filmado hace casi 30 años, en pleno auge del régimen
de Ríos Montt, el documental ofrece un panorama sobre la agitación en Guatemala
desde el punto de vista privilegiado, tanto de los líderes militares, como de
las guerrillas marxistas-leninistas que trataban de derrocarlos. “Yo tendría
que haber sido más escéptica”, dijo Yates. “Pensé que esos tipos ganarían, que
el movimiento guerrillero y la sociedad civil que lo apoyó tenían el
derecho y la fuerza de la historia de su parte. Pero todo era más
complicado y eso no sucedió”. Lo que sobrevino, en cambio, fue un acuerdo de
paz en 1996, seguido por una serie de líderes civiles, en gran medida
ineficaces.
De las elecciones presidenciales de Guatemala el 6 de septiembre, no surgió
ningún ganador claro, lo que hizo necesario un balotaje en noviembre. Otto
Pérez Molina, un militar retirado y jefe de inteligencia militar, acusado de
abusos contra los derechos humanos, tenía ventaja pero no alcanzó el 50% de
votos requeridos para ganar.
Después de la primera exhibición de Cuando las montañas tiemblan, en
Guatemala, en 2003, un abogado fue a ver a Yates preguntándole si
sus filmaciones en exteriores podían llegar a contener material que incriminara
a Ríos Montt, de 85 años. Resultó que sí, y en ese momento llevó a la
realización de Granito, que al comienzo muestra a Yates
revisando viejos rollos de películas. En tanto, Ríos Montt sigue en Guatemala,
que se negó a extraditarlo. Lo que ella encontró está siendo utilizado en el
juicio por genocidio en su contra en Madrid. “Es la primera vez que se
admite evidencia videográfica en una corte de justicia española, de modo que
establece un precedente importante”, dijo Almudena Bernabeu, abogada
española en el caso.
La figura motivadora clave en Cuando las montañas tiemblan fue
Rigoberto Menchú, la defensora de la paz y los derechos de los mayas, que llegó
a ganar el Premio Nobel de la Paz en 1992. No obstante, a finales
de los años 90, su reputación se vio manchada por pruebas de que muchos de los
episodios esenciales en su autobiografía, que alcanzó un gran éxito de ventas,
habían sido fabricados o exagerados. Fue candidata a presidenta en las últimas
elecciones pero obtuvo menos del 2% de votos. En Granito, Menchú,
que presentó la denuncia original, tiene un papel menor.
La guerra civil de Guatemala comenzó en 1960, seis años después que un
golpe de Estado organizado por los Estados Unidos, derrocó a un presidente
electo, y duró 36 años. Se estima que al menos 200 mil personas resultaron
muertas, en su mayor parte a manos de fuerzas del gobierno. “Creemos
que la historia de lo que pasó en Guatemala debe ser contada, y que es nuestra
responsabilidad contarla y dejar hablar a las víctimas”, dijo Fredy
Peccerelli, que ha liderado iniciativas para exhumar fosas comunes en
Guatemala. El 14 de septiembre Granito inició una serie de
proyecciones comerciales en Estados Unidos para su posible consideración como
candidata a un Oscar.
“Generar un cambio requiere el compromiso de toda una vida”, dijo Yates. “Al
contar esta historia, quise enviar una carta de amor a la futura generación de
documentalistas, diciéndoles que lo que uno hace puede generar un cambio. Tal
vez no siempre como uno pensaba o quería, sino transmitiendo un grano de
esperanza, mostrando un camino hacia adelante”.
Publicado por : Marvin Najarro
CT, USA.
Publicado por : Marvin Najarro
CT, USA.
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