No se necesita de
inteligencia para hacer dinero, para armar una pandilla de saqueadores y
defraudadores del dinero público, de un dinero que pertenece al pueblo pobre de
Guatemala y que a lo largo de casi cuatro años ha ido a parar a manos de estos
delincuentes disfrazados de políticos, como lo ejemplifica el caso del propio Presidente
Otto Pérez Molina y la Vicepresidenta Roxana Baldetti Elías.
EN GUATEMALA, LOS
MAFIOSOS
SE DISFRAZAN DE
POLÍTICOS
Por Luciano Castro Barillas
¡Vaya manera de honrar sus cargos los más altos
funcionarios públicos del Estado! ¡Vaya manera de deshonrar su condición de
altos dignatarios de la Nación!
Auténticos sociópatas y psicópatas desbordados de megalomanía, egocentrismo,
agresividad y codicia; confirmados locos de atar con un fuerte componente de
maldad. No por gusto Pérez Molina y Baldetti Elías tienen tan especial empatía.
No se necesita de inteligencia para hacer dinero, para armar una pandilla de
saqueadores y defraudadores del dinero público, de un dinero que pertenece al
pueblo pobre de Guatemala y que a lo largo de casi cuatro años ha ido a parar a
manos de estos delincuentes disfrazados de políticos. Consultada que fue una
funcionaria de la SAT por este servidor y ajena a esos actos delincuenciales
explicaba la manera fácil y efectiva de robar en las aduanas. Por ejemplo, un
contenedor que pagaría de impuesto de 100 dólares, la mafia de defraudadores le
ofrecía otorgar el ingreso de la mercadería por 40 dólares. Pero repare usted
en la magnitud de la catástrofe fiscal de los guatemaltecos: de esos cuarenta
dólares (ya defraudados 60 con la rebaja); 30 dólares eran para la mafia del
presidente y vicepresidenta y 10 míseros dólares para el Estado. Eso es una
total tragedia para una nación pobre y urgida de servicios de salud, educación,
seguridad; no por gusto a Guatemala, lamentablemente, se le llama La
Segunda Haití. A ese punto nos ha llevado el neoliberalismo brutal,
cuya pensamiento antihumanitario se sigue reproduciendo en casi todas las
universidades nacionales, pero de manera especial en ese centro de seudociencia
reaccionario llamado Universidad Francisco Marroquín.
La movilización nacional de diversas capas
sociales, grupos familiares enteros, ancianos; pero sobre todo jóvenes, son una
ráfaga vital de oxígeno en la enrarecida atmósfera de política y social
nacional. A los jóvenes guatemaltecos parecía no importarles la política por el
desprestigio a que ha sido sometida en los últimos treinta años por
desaprensivas personas, verdaderos granujas avariciosos, imitadores miserables
de las clases poseedoras y que creó a la sociedad más desigual de América
Latina. Allí pudimos ver y saludar en la nutrida concentración a respetables y
valientes personas como don José Rubén Zamora, director el diario elPeriódico,
o encontrar a despreciables sujetos provocadores, como el terrorista Méndez
Ruiz, jefe de la banda denominada Fundación
contra el Terrorismo, quien buscaba pleito, ser agredido por los
manifestantes, con el propósito de echar a perder una manifestación pacífica y
en contra, precisamente, de sus aliados de clase, ideológicos y políticos:
Pérez Molina y Roxana Baldetti Elías, que dicho sea de paso por si ustedes no
lo recuerdan, fue funcionaria de prensa de su tío y connotado ladrón Jorge Serrano Elías. No podía esperarse
una actuación honrada de esa rolliza mujer. Lo trae en la sangre, como se
estila decir en el oriente de Guatemala. Es un mal de familia ser cacos y
codiciosos.
Ahora bien, este movimiento de masas espontáneo
tiene en estos momentos la debida fortaleza para concitar cambios en la
superestructura política, concretamente van en la dirección política de
reformar de manera urgente la Ley
electoral y de partidos políticos, desaforar el Congreso de la República por el
poder soberano del pueblo y hacer renunciar al presidente y a la
vicepresidenta. Pero en política el caldo se toma caliente y el ánimo, la
disposición psicológica de los movilizados; se aprovecha, porque si no pasa lo
que ha sucedido siempre con los movimientos espontáneos en todo el mundo y en
todos los tiempos: se van diluyendo con el paso de los días y se queda
prácticamente en nada. Porque su fortaleza es la consciencia cívica y la
sensibilidad hacia los problemas nacionales, pero igualmente su gran debilidad
es que, dado el prejuicio por los políticos, su conducción es bajo el principio
de la dirección colectiva y su conducción podría volverse caótica, dispersa,
sin unidad orgánica. El sado es favorable, el pueblo dejó ya de ser reticente o
timorato. Habla claro y plantea francamente lo que quiere: que se vayan los
ladrones del Estado, que se construya una nueva democracia y que se desarticule
la principal banda de saqueadores de la moral pública: los diputados del
Congreso de la República. El miedo se perdió y lo ejemplificó una linda
jovencita que recorría con un cartel en su torso todo lo largo de las sexta
avenida del Centro Histórico: ¡¡Ya perdimos el miedo, es hora de luchar!!
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario