El Cacif requirió de
Otto Pérez Molina no su renuncia, sino la aplicación en sus tareas
constitucionales, a sabiendas Cacif alberga en su seno a los grandes
corruptores de la institucionalidad nacional. Ya identificada la morralla de
lindos empresarios evasores de impuestos y truhanes, no les quedó otra que pactar con Otto Pérez Molina de no pedir
su renuncia a cambio de que éste, en la medida de lo posible, apañe a los
empresarios, que por cierto son muchos. El Cacif ha calculado mal. La
locomotora política de las movilizaciones no son ellos. No podrían ser ellos
por su obvio desprestigio. La fuerza de la movilización está, precisamente, en
la pobreza y la miseria de millones de guatemaltecos. Si los de Cacif no
exigen la renuncia de Pérez Molina a cambio de impunidad, se están equivocando
de manera flagrante; pues un nuevo horizonte histórico se abre para Guatemala
que ya nadie puede pararlo. El 30 de mayo los guatemaltecos volverán, con más
fuerza, a decirle a Otto Pérez Molina que renuncie, a los politiqueros
tradicionales se les gritará nuevamente que se les acabó la fiesta, a los
diputados, habitantes indignos del estercolero nacional (actual Congreso,
presente y pasados) y que el régimen de dádivas, el voto clientelar será
sustituido por el debate ideológico y político, en el cual saldrá mal parada la
derecha, que de veras, ya no tiene nada que ofrecer al pueblo de Guatemala.
PACTANDO PORQUERÍAS:
EL ACUERDO ENTRE EL CACIF
Y OTTO PÉREZ MOLINA
Por María de los Ángeles Roca
La presencia de la Junta Directiva del Cacif en
la multitudinaria concentración pacífica del 16 de mayo los constituyó, de
hecho, en invitados de piedra, dado que
la entidad empresarial guatemalteca ha sido la principal opositora sistémica a
todo esfuerzo de construcción democrática. Todo lo que ha propuesto Cacif a lo
largo de los años siempre ha sido en contra de los intereses del pueblo de
Guatemala, es decir, los guatemaltecos aprendimos a lo largo de los años que
todo lo que para Cacif es bueno, resulta ser malo para el pueblo de Guatemala.
Por lo tanto, contar con la presencia del oportunista politiquero, Jorge Briz
Abularach, canciller del régimen corrupto de Berger, en este momento presidente
de las cámaras empresariales; lo hizo no por que comparta los ideales y ansias
democráticas del pueblo sino porque tiene intereses políticos concretos: su
partido político tiene la intención de ganar las elecciones.
Pero este sujeto oportunista ya hizo gobierno,
vilipendiando de paso a Cuba, con la presencia de un sujeto antitrabajadores en
calidad de embajador, Raúl Vigil, que tuvo a lo largo de fabricar pan en la
ciudad de Jutiapa, incontables demandas laborales en el Ministerio de Trabajo
(expedientes que se pueden consultar si acaso tienen alguna duda) por no
cumplir obligaciones laborales con su fábrica de pasteles y pan de mala calidad
y que ahora funge como Secretario General de ese partiducho intrascendente y
más de lo mismo de la vida nacional.
Esta clase de basura pretende en su ceguera dirigir los destinos de la nación.
El Cacif requirió de Otto Pérez Molina no su
renuncia, sino la aplicación en sus tareas constitucionales, a sabiendas Cacif
alberga en su seno a los grandes corruptores de la institucionalidad nacional.
Sus señalamientos ambivalentes respecto a la realidad nacional, pronto le
estalló en la cara, pues un vocal de la actual junta directiva resultó
implicado en toda esta trama de corrupción; ahora sí, de manera más que
oficial, pues está en funciones en junta directiva del 2015.
No es casual que Briz Abularach haya sido
electo presidente del Cacif en un año electoral. Otra muestra de la corrupción
empresarial que salta a la vista. Ya identificada, pues, la morralla de lindos
empresarios evasores de impuestos y truhanes, como allí se mueven compadres,
nueras, cuñados o suegros, digamos coyotes
de la misma loma, no les quedó otra
-creyendo todavía en sus irresistible influencia en el pueblo de
Guatemala que ahora ya no es así porque despertó para que no lo vuelvan a
dormir jamás- que pactar con Otto Pérez
Molina de no pedir su renuncia a cambio de que éste, en la medida de lo
posible, apañe a los empresarios, que por cierto son muchos.
El Cacif ha calculado mal. La locomotora
política de las movilizaciones no son ellos. No podrían ser ellos por su obvio
desprestigio. La fuerza de la movilización está, precisamente, en la pobreza y
la miseria de millones de guatemaltecos. Y no es una movilización de la
izquierda ni mucho menos de la derecha, se trata de un movimiento cívico que ve
como se hunde y denigra a la Patria y que Guatemala puede proveer de felicidad
a sus catorce millones de ciudadanos, en tanto pueda atarse de manos a sus
saqueadores. Si los de Cacif no exigen la renuncia de Pérez Molina a cambio de
impunidad, se están equivocando de manera flagrante; pues un nuevo horizonte
histórico se abre para Guatemala que ya nadie puede pararlo.
El 30 de mayo los guatemaltecos volverán, con
más fuerza, a decirle a Otto Pérez Molina que renuncie, a los politiqueros
tradicionales se les gritará nuevamente que se les acabó la fiesta, a los
diputados, habitantes indignos del estercolero nacional (actual Congreso,
presente y pasados) y que el régimen de dádivas, el voto clientelar será
sustituido por el debate ideológico y político, en el cual saldrá mal parada la
derecha, que de veras, ya no tiene nada que ofrecer al pueblo de Guatemala.
Nuevos, tiempos, pues están en marcha. El pacto cochino, es pues, por gusto.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario