Estuardo Gálvez y Mynor Moto, mantienen, hasta el momento, bajo acoso a la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, una de las tres instancias medianamente democráticas que van quedando para el vapuleado pueblo guatemalteco.
DOS PILLOS AL ACECHO
DE LA CORTE DE LA
CONSTITUCIONALIDAD
DE GUATEMALA
Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol
Antes de que se vaya Donald Trump el crimen
organizado de Guatemala intenta hacer de las suyas, quizá sea ésta su postrera
jugada institucional, con eso de que Biden trae en su agenda del 2021 una lucha
frontal contra los corruptos de Guatemala, Honduras y El Salvador. Mantienen,
hasta el momento, bajo acoso a la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, una
de las tres instancias medianamente democráticas que van quedando para el
vapuleado pueblo guatemalteco.
El deceso del magistrado Boanerge Mejía
complicó las decisiones, porque este letrado era el fiel de la balanza de una
Corte casi secuestrada por los poderes fácticos. El poder oligárquico, cuyo
operador más destacado es el tartamudo, descarado y millonario pillo, Gustavo
Alejos, ex secretario privado del expresidente Alvaro Colom; es quien lidera
las acciones. Dos alfiles del poder tradicional y serviles de primer orden se
apuntaron en la lista infame. Están más que dispuestos a prestar sus buenos
oficios para echar a perder los últimos vestigios que quedan del Estado de
Derecho Guatemalteco y recibir bajo la mesa en los años sucesivos buenas cantidades
de dinero por sus infamias. Estuardo Gálvez, alias el Ñato y Mynor Moto, alias Chintón.
La FECI los tienen bajo investigación, gracias
a la valentía y honorabilidad del licenciado Juan Francisco Sandoval, por
cierto, un jutiapaneco del que nos sentimos muy orgullosos. A Chintón Moto lo
investigan por prevaricación o sea resoluciones contrarias a letra y espíritu
de la ley. Al Ñato Gálvez por sus actos de corrupción, de todo tipo, pero sobre
todo de dinero, cuando malhadadamente fungió como rector de la universidad
nacional, la Universidad de San Carlos. Ambos sujetos no son hombres de
derecho, sino seres torcidos, tangenciales, contrahechos. Su codicia sin
límites los ha llevado al punto de ser los dos sujetos más malqueridos por los
guatemaltecos. Y no son simples sospechas, hay pruebas de sus obscenos
encuentros con Gustavito (así le dicen sus familiares de Jutiapa) en su gruta.
Allí han decidido planes arteros contra la institucionalidad y contra el pueblo
de Guatemala.
Nada bueno se puede esperar de Gustavo Alejos,
descendiente del gran conspirador contra la Revolución Cubana, Roberto Alejos,
quien diera su finca Helvetia para entrenar a los mercenarios auspiciados por
los Estados Unidos. La conspiración, el gansterismo, la acechanza; esa ha sido
la manera de vivir de esta familia de pillos que, si el tiempo avanza y
rebasamos el siglo con esta clase de personas, se cargarán de tiempo histórico y serán a futuro personajes históricos como El Pie de Lana, El Ojo de Vidrio o Ted
Bundy. Son muchas las organizaciones sociales que han manifestado su
preocupación por la incrustación de alguno de estos dos sujetos en la Corte de
Constitucionalidad.
Y hay no solo preocupación entre los
guatemaltecos, sino incluso en el propio gobierno de los Estados Unidos, cuyo
nuevo embajador ha replicado la preocupación de algunos congresistas que ven un
futuro deprimente para la institucionalidad de Guatemala. Pero hay esperanzas
de que Biden está a la vuelta de la esquina y por eso la prisa de estos
maleantes de corbata. Nosotros los guatemaltecos, por sí mismos, hemos
demostrado que poco podemos hacer contra
esta maquinaria de poder. Nos han arrollado una y otra vez y así seguirá siendo
si no recibimos el respaldo del exterior. Triste quizá sea reconocerlo, pero
insensato negarlo. Buena suerte Guatemala.
Publicado por La Cuna del Sol
No hay comentarios.:
Publicar un comentario