En los debates estadounidenses sobre política exterior, existe la peligrosa suposición de que la búsqueda de la hegemonía estadounidense puede continuar incuestionablemente, ya que la economía de Rusia no está a la altura de la estadounidense y Moscú no busca enfrentarse a Estados Unidos y la OTAN. Pero las señales que vienen de Moscú es que Rusia no capitulará ante la noción estadounidense de dominación mundial.
ESTADOS UNIDOS CORRE EL
RIESGO
DE UN ENFRENTAMIENTO CON
RUSIA
M. K. Bhadrakumar
Indian Punchline
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, comentó
la semana pasada que Moscú no espera nada bueno en las relaciones con un
Estados Unidos "profundamente hostil" bajo la administración entrante
de Joe Biden. Además, en una entrevista con Interfax publicada el miércoles, declaró,
“Vamos de mal en peor. Al próximo presidente de los Estados Unidos le ha sido
heredado un mal legado y le llevará mucho tiempo arreglarlo".
Ryabkov reveló que Moscú no ha tenido ningún contacto con el equipo de
transición de Biden -“y no vamos a hacerlo. Al final, depende de los
estadounidenses decidir qué, cuándo y cómo establecer nuestras relaciones
bilaterales”. No descartó un "diálogo selectivo" con la nueva administración,
pero estimó que "definitivamente no esperamos nada bueno".
Pues, concluyó Ryabkov, sería extraño esperar mejores relaciones “de
personas que, muchas de ellas, han pasado sus carreras dedicándose a la
rusofobia y arrojando lodo a mi país”. Ryabkov supervisa las relaciones entre
Rusia y EE.UU en el Ministerio de Relaciones Exteriores y, la manera clara de
hablar, tenía la intención de transmitir a la administración entrante de Biden
que Moscú no está de humor como para rendirse y tiene la capacidad de ejecutar
acciones que afectarian negativamente la seguridad de los EE.UU.
De hecho, hablando en Moscú el mismo día, el ministro de Relaciones
Exteriores, Sergey Lavrov sin dar mayores detalles, afirmó que Rusia tomará
represalias contra las sanciones de Estados Unidos y que de alguna manera afectarán
"a toda la gama de relaciones ruso-estadounidenses". Como él mismo
dijo, “Estados Unidos lleva mucho tiempo siguiendo una política hostil hacia
nuestro país. Sin duda, habrá una respuesta, no solo en términos de
reciprocidad, sino que también sacaremos conclusiones adicionales sobre toda la
gama de relaciones entre Rusia y Estados Unidos”.
Lavrov se refería a las últimas sanciones de Estados Unidos, anunciadas el
lunes, contra varias empresas rusas que cooperan con las fuerzas armadas.
Lavrov dijo que estas sanciones se basaron en "una estrategia"
destinada a debilitar a los rivales de Washington en los mercados globales,
"violando descaradamente las reglas de la Organización Mundial del Comercio".
Sin duda, la postura rusa se ha endurecido notablemente en las últimas
semanas. Ciertas declaraciones del presidente Vladimir Putin en esta
conferencia de prensa anual en Moscú el 17 de diciembre sugieren que el Kremlin
ha tenido que realizar un replanteamiento de la política de "paciencia
estratégica" aplicada hasta ahora y puede permitir que las fuerzas armadas
actúen afirmativamente ante las provocaciones estadounidenses.
De manera enfática, Putin ha subrayado que Rusia no solo supera a Estados
Unidos en armas hipersónicas que ha desarrollado, sino que “estamos trabajando,
entre otras cosas, en el 'antídoto' contra futuras armas hipersónicas de otros
países... Estoy seguro de que lo haremos y estamos en el camino correcto".
Putin enfatizó que la existencia misma de los sistemas de misiles
hipersónicos de Rusia influye en la situación global y la ha cambiado. Destacó
el avanzado sistema basado en silo RS-28 Sarmat con un misil balístico
intercontinental con un propulsor líquido pesado y una carga de 10 toneladas,
el vehículo submarino no tripulado Poseidón, las armas láser Kinzhal y
Peresvet, el sistema de misiles hipersónicos Avangard cuya velocidad supera el Mach
20 y el misil de crucero anti-buque hipersónico de largo alcance Tsirkon que se
desplaza a más de ocho veces la velocidad del sonido.
Putin señaló, “Además, (Tsirkon) puede colocarse tanto en transportadores
estacionarios como en embarcaciones de superficie y submarinos. ¿Dónde se puede
colocar? En aguas neutrales. Entonces, ustedes pueden calcular el rango y la
velocidad y todo quedará muy claro. ¿Esto cambia e influye en la situación
(global) de alguna manera? Por supuesto, lo cambia e influye”.
Nuevamente, en un discurso el 21 de diciembre en la reunión anual ampliada
de la Junta del Ministerio de Defensa en Moscú, Putin señaló los “altos riesgos
de escalada en el sur del Cáucaso, Oriente Medio, África y otras regiones. La
actividad militar de la OTAN persiste... es necesario mantener nuestras armas
nucleares en el más alto nivel de preparación para el combate y desarrollar
todos los componentes de la tríada nuclear. Esto es de fundamental importancia
para garantizar nuestra seguridad nacional y preservar la paridad estratégica
en el mundo...
Putin dijo que “debemos estar preparados para responder de manera oportuna
al despliegue de misiles homólogos de los países occidentales cerca de nuestras
fronteras. Si nos vemos obligados a responder, debemos tomar todas las medidas
apropiadas y hacerlo en el menor tiempo posible... Me gustaría enfatizar que
con respecto a las fuerzas estratégicas, ya hemos realizado un serio trabajo
preparatorio de investigación y tecnología en piezas de equipo que no tienen
equivalentes en el mundo".
En los debates estadounidenses sobre política exterior, existe la peligrosa
suposición de que la búsqueda de la hegemonía estadounidense puede continuar
incuestionablemente, ya que la economía de Rusia no está a la altura de la
estadounidense y Moscú no busca enfrentarse a Estados Unidos y la OTAN. Pero
las señales que vienen de Moscú es que Rusia no capitulará ante la noción
estadounidense de dominación mundial. Moscú ha llegado a la conclusión de que,
dada el generalizado discurso anti-Rusia que está firmemente arraigado entre la
élite estadounidense, cualquier concesión por parte de Rusia en aras de una
mejora nominal en las relaciones con Washington ya no tiene sentido.
Existe una falta de percepción en el lado estadounidense, en el sentido que
el peligro de una confrontación nuclear se está incrementando. Es totalmente
concebible una escalada de las tensiones militares entre Estados Unidos y
Rusia. Podría suceder en Siria, Ucrania o en alta mar. El jefe del Estado Mayor
de las fuerzas armadas rusas, general Valery Gerasimov dijo en una rueda de
prensa para agregados militares extranjeros en Moscú el 24 de diciembre, que
las actividades de entrenamiento de la OTAN –“con países que no pertenecen a la
OTAN involucrándose cada vez más”– han tomado una marcad actitud anti-Rusia y cada
vez hay más provocaciones en las proximidades de las fronteras occidentales de
Rusia.
Gerasimov dijo: “El gran aumento en el número de visitas de barcos de la
OTAN al Mar Negro, el Báltico y los mares de Barents es alarmante. Igualmente,
ha aumentado el número de vuelos de aviones estratégicos estadounidenses”.
Afirmó que "no ha habido reacciones (de la OTAN) hasta el día de hoy"
a las propuestas rusas de reducir la actividad militar en la línea de conflicto
Rusia-OTAN sobre la base de la reciprocidad y la máxima transparencia y de un mecanismo
eficaz para prevenir actividades militares de mucho riesgo en el espacio aéreo
y en el mar –principalmente, en las regiones del Báltico y el Mar Negro.
De hecho, en este contexto, Rusia tampoco se está quedando de brazos
cruzados. En una perspectiva histórica, mientras que la proporción de equipo
moderno en el ejército soviético era del 54 por ciento, y en las fuerzas
estratégicas y nucleares del 65 al 70 por ciento, que era un nivel alto para
los estándares mundiales, en la actualidad, la proporción de armas y equipo modernos
es más del 70 por ciento y se sitúa en el 86 por ciento para las fuerzas
nucleares. Constantemente se informa sobre la introducción de nuevas armas en
las fuerzas armadas.
Mientras tanto, los estrategas estadounidenses continúan subestimando la
posibilidad de una alianza entre Rusia y China. Despreocupadamente asumen que
es posible contener con éxito y aplastar gradualmente a ambos países mediante
sanciones y restricciones al comercio, la inversión, las finanzas y la
tecnología y, al mismo tiempo, socavar su estabilidad interna mediante la
financiación de la oposición interna al régimen, el adoctrinamiento de los elementos
"pro-occidentales" y la guerra de información, etc.
Del mismo modo, una serie de cuestiones, como las crecientes tensiones
sobre Taiwán y el papel clave de Ucrania en el delineamiento de la política
exterior de Biden, han impulsado a Rusia y China a buscar minimizar riesgos y
profundizar sus mecanismos de asociación. Es un error de juicio histórico subestimar la determinación de Rusia y China
para responder.
En algún momento, Moscú y Pekín no tendrán otra opción que poner a los
estadounidenses en su lugar a través de esfuerzos conjuntos. La posibilidad de
una alianza táctica Rusia-China está creciendo rápidamente, impulsada por los desafíos
comunes que enfrentan debido a los constantes intentos de Estados Unidos de
presionarlos e intimidarlos, interferiendo en sus asuntos internos y
rodeándolos con alianzas hostiles.
Publicado por La Cuna del Sol
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