Mientras Grecia vota sobre
su futuro financiero, Ecuador se enfrenta a una de las subversiones más feroces
de su historia. Lo está haciendo solo. Parece que todo el mundo de la izquierda
no latinoamericana que cuenta, está ahora en Atenas. Por lo que yo sé, ¡no hay
delegados solidarios arribando a Quito!
EN ECUADOR, LA LUCHA POR LA
HUMANIDAD;
EN GRECIA, LA LUCHA POR
GRECIA
Por Andre Vltchek
Grecia es blanca, es europea, y por lo tanto los ojos de todo mundo
occidental “progresista” están ahora puestos en Atenas: ¿se atreverá su
gobierno a entrar en default, abandonará Grecia la zona euro y, finalmente, la
Unión Europea? Como si la respuesta a esta pregunta podría cambiar el mundo;
como si Atenas es donde se decidirá el destino de la humanidad.
Ecuador, a unos 10 mil kilómetros de distancia, es predominantemente indígena,
y por lo tanto, habitado por “gente inferior”, tomando prestada la colorida
terminología de George Orwell. Maltratada por sus propias “elites”, mayormente
eurocéntrica y de piel pálida que están disfrutando de vínculos
excepcionalmente estrechos con la UE y los Estados Unidos. Ecuador y su
gobierno decididamente de izquierda apenas puede contar con un poco de la
solidaridad internacional, especialmente de la camaradería de los “llamados
movimientos progresistas” en Occidente.
Después de todo, la gente no blanca, no occidentales, se espera que sufran.
Incluso la izquierda en Occidente está “acostumbrada” a su agonía.
Francamente, casi nadie en Europa o en los Estados Unidos quiere que los
gobiernos de izquierda en América Latina, en Asia o en África, tengan éxito.
Ese es un “secreto bien oculto”, o por lo menos “¡una verdad incómoda!”
China, Sudáfrica, Venezuela, Ecuador y otros países de todo el mundo han
sido abordados y tratados de la manera más despreciable, condescendiente, e
incluso racista por los llamados individuos y grupos de izquierda en Occidente.
La izquierda se ha vuelto profundamente obsoleta tanto en Europa como en
Norteamérica. Pero sigue siendo penosamente santurrona, auto-indulgente,
autoritaria y arrogante. No dirige y no inspira a casi nadie, ya no más. Se ha
vuelto vergonzosamente cobarde y perezosa. Pero se comporta como si tuviera
algún derecho otorgado por Dios para juzgar y aconsejar a otros: aquellos que
hacen la lucha, los que inspiran y los que gobiernan. Es evidente que quiere
que los gobiernos y movimientos socialistas y comunistas no occidentales, los
que están gobernando con orgullo por todo el mundo, se vayan ¡directamente al
infierno!
“¡Si nos derrumbamos, que los otros se derrumben también!” Es el lema no
pronunciado.
Esto es porque incluso la izquierda en Europa y los Estados Unidos está
cimentada en un esquema mental cristiano y eurocéntrico, con sentimientos
excepcionalistas y supremacistas como su núcleo.
Por supuesto estas cosas nunca se pronuncian en París, Londres, Roma o
Nueva York, pero existe un consenso perfecto allí, que sólo los pensadores y
líderes occidentales están calificados y deben ser confiados para “salvar el mundo”. Y sólo a
ellos se les debe permitir decidir qué país califica para ser llamado socialista
o comunista, democrático o tiránico, progresivo o regresivo.
Incapaces de liderar, y más probablemente poco dispuestos para gobernar,
demasiado aletargados e intelectualmente desgastados, la mayoría de los
pensadores occidentales “progresistas” están constantemente regurgitando
teorías económicas y políticas lunáticas que nadie en otras partes del mundo,
especialmente el mundo pobre, jamás tomaría en serio, mucho menos querer
implementar. Esos "líderes progresistas" occidentales también están
exigiendo niveles grotescos de pureza de los líderes de izquierda de América
Latina y de Asia. Al mismo tiempo, exigen un gran sacrificio de la gente no
occidental: “Vamos a consumir y vivir la buena vida, como pobres que somos, no
podemos evitarlo. Pero dejemos que ellos se preocupen por el medio ambiente y
vivan en la austeridad”.
***
Y así, mientras Grecia vota sobre su futuro financiero, Ecuador se enfrenta
a una de las subversiones más feroces de su historia. Lo está haciendo solo.
Parece que todo el mundo de la izquierda no latinoamericana que cuenta, está
ahora en Atenas. Por lo que yo sé, ¡no hay delegados solidarios arribando
a Quito!
Ecuador ha sido abandonado, no muy diferente a Venezuela, desde hace ya
bastante tiempo.
Recientemente me invitaron para participar en un canal de televisión
importante con sede en Irán, para hablar a cerca de Palestina y Grecia. Lo
rechacé. Mi argumento fue claro: tanto Palestina como Grecia ya recibieron
suficiente solidaridad de “nosotros” en América Latina. Ahora nuestras
revoluciones se enfrentan a grandes amenazas. Ellos están siendo atacados. ¡Somos
humanos, también! Nosotros también necesitamos ayuda; necesitamos solidaridad.
Hay que dar crédito a quien lo merece, el editor iraní me puso en espera,
después de expresar su preocupación por la situación en América Latina. Pocos
minutos más tarde regresó, a través de Skype: “Hablé con nuestro director y él
me dijo que lo entrevistara a cerca de Ecuador. Él dijo: ellos son nuestros
hermanos. ¡Caemos juntos, o vamos a sobrevivir juntos!”
Naturalmente, este tipo de declaraciones y gestos son recordados ¡por el
resto de la vida!
¡Pero eso es Teherán, no Londres o Paris o Chicago!
***
Mi prioridad ahora es Ecuador. Mi prioridad es América Latina. Aquí es
donde yo veo una gran batalla por el futuro de la humanidad teniendo lugar.
Aquí y en Asia. ¡Definitivamente no en Europa!
Los gobiernos latinoamericanos de aquí no son perfectos. El gobierno chino
tampoco es perfecto. Pero están haciendo todo lo que pueden, después de décadas
y siglos de pillaje, después de que Europa, los Estados Unidos, al unísono con
las élites locales y las empresas multinacionales, han saqueado y violado todo
“al sur de la frontera”.
La corrupción no puede ser erradicada en un año, o en una década. La
corrupción moral y las religiones importadas por los occidentales asesinos y
codiciosos le fueron dando forma, por generaciones, a toda “América Latina”
(que en esto días es, por suerte, cada vez menos “Latina”). Las cosas pueden
mejorar grandemente en una década o incluso en un año, pero las estructuras de
terror construidas durante largos siglos no han podido ser totalmente
revertidas. “El proceso” tiene que estar en pie durante muchos años, sin
interrupción.
Sí, no somos perfectos, pero estamos tratando de mejorar a medida que
avanzamos. ¡Estamos avanzando! Estamos tratando, andando y tropezando, pasando
por fuego, suciedad, conspiraciones e intrigas. ¡Estamos avanzando, carajo!
Las elites ecuatorianas están protestando y están saboteando todo lo grande
que ha hecho Correa y su gobierno. Muchos piensan que el golpe se respira en el
ambiente.
Ni una palabra sobre el progreso; nuevas carreteras y aeropuertos,
hospitales y escuelas modernas, clínicas médicas, innumerables zonas de juegos
para los niños, cultura gratuita, bibliotecas.... La derecha en Ecuador posee
la mayor parte de los medios de comunicación. Tampoco es mucho lo positivo que
se escribe sobre Ecuador en los medios “progresistas” occidentales. ¡Nosotros
en Counterpunch somos una gran excepción!
Tampoco es mucho lo bueno que se está escribiendo acerca de China, Vietnam,
Eritrea, Sudáfrica, Zimbabwe o Irán. Para los puristas occidentales, todos
estos países no son lo suficientemente buenos, no lo suficientemente
socialista, no como ellos definen el socialismo o el comunismo, no como ellos
definen la democracia. 6 o 7 mil años de cultura china no significan nada. Todo
tiene que ser medido y definido únicamente por los estándares occidentales.
Rusia es diferente: no es socialista en absoluto (aunque adoptó la gran
política exterior soviética internacionalista), pero es predominantemente
blanca, y por lo que recibe mucho apoyo emocional, encendidos discursos y
declaraciones de amor y apoyo.
Muchos camaradas chinos con los que hablé en Beijing han desistido
totalmente de la izquierda occidental; ellos la ven, mayormente, como la fuerza
más reaccionaria (ideológicamente), cuando se trata de países y gobiernos no blancos de izquierda. ¡Y yo no
podía estar más de acuerdo!
***
Grecia debería entrar en default. Esa fortaleza, la Unión Europea fascista,
no debe intimidarla.
Pero Grecia debería luchar por ideales internacionalistas globales.
Aunque todos sabemos que por lo que está luchando es sólo por su propio
beneficio...o por la conservación de sus altos niveles de vida.
Cuando las cosas iban bien, cuando el dinero fluía, cuando los agricultores
griegos comenzaron a conducir los últimos modelos de coches alemanes en las
tersas autopistas, los griegos no estaban protestando. Y ellos no estaban
preguntando de dónde venía el dinero. Llegaba principalmente del saqueo del
mundo no occidental, el de las “personas inferiores”. Eso estaba muy bien, ¿no?
Recientemente estuve en Grecia. Hablé con mucha gente, incluidos aquellos de
su izquierda, principalmente de la izquierda. Casi nadie tenía idea de lo que
está pasando en América Latina. A nadie le importaba. Incluso en Turquía están
monitoreando lo que pasa en Caracas o La Paz.
Pero no en Atenas –en Atenas ¡nadie da un rábano!
Muchos todavía se quejaban amargamente de la inmigración ilegal procedente
de ¡África! ¿No saben eso, aquellos escritores que ahora están escribiendo
ensayos halagadores, glorificando al pueblo griego? ¿O ellos pretenden no ver y
escuchar?
Grecia está luchando por sus propios objetivos. Sus ingresos en muchos
casos cayeron de 1,400 a 800 euros al mes, per cápita. Terrible, pero en muchos
países africanos de donde a menudo ha provenido el dinero para apoyar a los
agricultores griegos ( la Unión Europea ha acabado la agricultura africana),
los ingresos están fijados en unos 30 euros al mes. Traté de abordar estas
cuestiones en Atenas, pero encontré rostros adustos y total desconcierto,
incluso hostilidad. Me dijeron: “¡Pero estamos acostumbrados a diferentes
estándares!”
Y por lo tanto, repito: lo que está sucediendo en Grecia no es una
revolución internacionalista de izquierda.
Los griegos están luchando por Grecia.
¡América Latina está luchando por la humanidad! Nunca ha explotado a nadie.
Envía médicos, maestros, a todas partes del mundo. Envía petróleo para los
pobres, incluso en los Estados Unidos. Ha suministrado instructores a países
desafortunados como Timor Oriental. ¡Ha ofrecido solidaridad a Palestina, Irán
y a tantos otros!
***
Si Ecuador fuera atacado directamente, voy a volver, y estaré allí
apoyándolo, haciendo todo lo posible para ayudarlo. ¡Y si la izquierda
occidental no hace nada para ayudarlo, voy a romper, plena y categóricamente
todas mis relaciones con ella!
Como muchos han escrito: Grecia sobrevivirá. “Está, después de todo, en
Europa”. Incluso si está tumbada, está, de alguna manera, en el norte.
Nosotros, "aquí en el sur", no tendremos otra oportunidad. Y si
caemos, ¡todo el mundo no occidental caerá con nosotros!
Andre Vltchek es un filósofo, novelista, cineasta y periodista
de investigación. Ha cubierto guerras y conflictos en decenas de países. Andre
está produciendo filmes para teleSUR y Press TV. Después de vivir durante
muchos años en América Latina y Oceanía, Vltchek actualmente reside y trabaja
en el Este de Asia y el Medio Oriente.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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