INTRODUCCIÓN
“Me pregunté
yo misma, como pudo pasar esto, como pudo pasar esto, en un país que nosotros
ayudamos a liberar, en una ciudad que ayudamos a salvar de la destrucción”. Así reacciono una incrédula Hillary
Clinton ante las protestas violentas que han tenido lugar en vario países
musulmanes de del Medio Oriente, como resultado de la publicación de
un video que ataca y denigra la figura sagrada de Islam, el profeta Mahoma. A
muchos nos resulta increíble la reacción de la señora Clinton, pues como puede
ser posible que alguien como ella, considerada una persona muy inteligente y
muy hábil en asuntos de política exterior, al grado que se le ha comparado con Henry Kissinger, no sea capaz
de comprender o no quiera admitir que, la razón principal es la postura
imperialista y anti musulmana de la política exterior de los Estados Unidos en
esa región del mundo y que los habitantes de esa región perciben como tal. Lo
terriblemente irónico de todo esto es que son precisamente los mismos sujetos,
antes “terroristas” y luego “combatientes de la libertad” entrenados y apoyados
por Washington y la OTAN, los perpetradores de estos hechos violentos que, en
el caso específico de la destrucción de la embajada norteamericana en Benghazi,
Libia, le ha costado la vida a uno de los principales instigadores de la
revuelta que culminó con el asesinato de Moamar Qaddafi, el embajador Christopher Stevens.
Obama en respuesta a los ataques a las embajadas norteamericanas dijo: “No permitamos que nunca se nos olvide que
por cada turba de enfurecidos hay millones que anhelan la libertad y dignidad,
y la esperanza que nuestra bandera representa”. Marvin Najarro.
PROTESTAS EN EL MUNDO
MUSULMAN:
¿Pueden los Estados Unidos
lidiar efectivamente - y honestamente - con sociedades musulmanas políticamente
fortalecidas?
Senador McCain y Christopher Stevens en Benghazi, Libia, abril 2011
|
Por Flynt Leverett and Hillary Mann Leverett
En los Estados Unidos, mucho de las primeras discusiones sobre los ataques en Benghazi se centran en la cuestión que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, puso sobre el tapete: ¿Cómo es posible que esté pasando esto en un país que nosotros ayudamos a liberar, en una ciudad que ayudamos a salvar de la destrucción?
De hecho, no es tan difícil de entender como
“esto” - al igual que las protestas en la embajada de EEUU en Cairo, en Sana,
Jartum y en muchas otras partes del mundo árabe y musulmán - pudo haber pasado.
Pero la mayoría de estadounidenses no quieren, realmente, entenderlo. Pues como
lo subraya, Hillary Mann Leverett, en The
Ed Show “La cuestión critica aquí es el profundo resentimiento que la
gente tiene por la política de los EEUU en toda la región…Odio y resentimiento
por la política estadounidense están en el centro del problema aquí. Las
comunidades a lo largo del Medio Oriente están furiosas”
Esta realidad está chocando, todos lo días, con
las ambiciones de los EEUU en el Medio Oriente. Sin embargo, como lo señala
Hillary Mann en MSNBC, los estadounidenses “todavía no han comenzado a
entender la enormidad del reto que nosotros enfrentamos mientras los países se
vuelven políticamente más activos y la gente tiene más voz”.
En los últimos días, hemos escuchado a más de un
político y comentaristas recomendar cortar la ayuda, o demandar que el
presidente Morsi de Egipto, adopte una posición retorica más fuerte contra el
discurso “extremista” de su propio partido, la Hermandad Musulmana, si quiere
la codiciada reunión con el presidente Obama. Contra esto, Hillary Mann replica
que “es una fantasía pensar que [los Estados Unidos] tiene cartas para jugar”,
con las cuales influenciar a actores locales claves. Las primeras visitas del
presidente de Egipto antes de venir a los Estados Unidos, han sido a China e
Irán… En estos países el tren ha partido de la estación y, a menos que
Washington imagine como adaptarse, su posición estratégica en el Medio Oriente
y, por lo tanto, global continuará deteriorándose”.
Hasta aquí, claramente, los Estados Unidos no se están adaptando. ¿Por qué
los estadounidenses son tan renuentes a reconocer y enfrentarse con la realidad
del Medio Oriente? Hillary Mann, aborda esta cuestión crítica en Al Jazeera:
Existe una falla fundamental
en la estrategia política de los EEUU…y tiene que ver con el imperio. Nosotros miramos a cada país, a cada lugar
y miramos a los expatriados que queremos ver en los cafés de Paris, quienes
repiten como loros nuestra línea a cerca del liberalismo secular y luego los
armamos, apoyamos económicamente y entrenamos para que regresen y, en efecto,
impongan un orden político sobre esas sociedades que tienen historias muy
diferentes, valores y preocupaciones…Repetidamente escuchamos a esos
expatriados - en Iraq, Irán, Libia, en todas partes - nosotros los escuchamos
no porque seamos estúpidos sino porque tenemos un enfoque muy determinado en la
dominación”.
Especialmente en una temporada política, las elites estadounidenses no
parecen del todo inclinadas hacia un examen de consciencia sobre la política
exterior después de los eventos de los últimos días. Mucho se ha dicho de los
comentarios de Mitt Romney, “disparar primero, apuntar después” (usando la
frase del presidente Obama) con relación a los eventos en Libia y Egipto. Pero
como lo señala Hillary Mann en Al Jazeera, otros prominentes republicanos - por
ejemplo el senador Charles Grassley de Iowa - ha ido mucho más lejos que el
gobernador Romney, argumentando que el acercamiento del presidente Obama con el
mundo musulmán durante su primer año en la presidencia, notablemente a través de
discursos dados en Estambul y Cairo, fue un “error” que mostró “debilidad”.
Esto es, Hillary Mann señala, “la crítica equivocada”. Pues Obama apenas
cumplió la promesa que algunos creyeron era la parte central de sus discursos
en Estambul y Cairo en el 2009 - o su promesa de campaña no solamente de
terminar la guerra en Iraq, sino también, acabar con la “mentalidad” que ha
llevado a los Estados Unidos a involucrarse en un proyecto estratégica y
moralmente fallido. En vez de eso, la administración de Obama “se echó
completamente atrás” de esos compromisos. La verdadera crítica - la cual
Romney, por supuesto, no mencionará - es “por qué
es Obama tan deshonesto en
sus políticas y, como podría la gente en el Medio Oriente realmente tomar en serio la palabra de los Estados Unidos de
ser una fuerza constructiva”. Hasta que
los estadounidenses y los políticos sean capaces de tratar eso, ellos nunca
entenderán “cuál es la razón” de la ira de la gente del Medio Oriente.
Traducción: LaQnadlSol
Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.
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