El
problema con Wikileaks, Anonimous y las acciones de una gran porción de la
izquierda liberal es que su idealismo eurocéntrico los conduce a asumir un
profundo rol colonial en las luchas de
los oprimidos. Sus ideas sobre la disensión giran siempre alrededor de la lucha
por libertades que son importantes para aquellos que tienen los medios para
comer, el derecho a la autodeterminación y un ambiento sano para educar a sus
hijos.
WIKILEAKS, ANONYMOUS: ¿INTRUMENTOS DE
EEUU – OTAN
EN SUS POLITICAS INTERVENCIONISTAS?
Por Ryan O’neill
A lo largo de los primeros meses del 2011, la
izquierda liberal europea estuvo en un estado de euforia sobre los
levantamientos de la “Primavera Arabe” que se extendían por toda la región. Los
medios de prensa tradicionales (mainstream media) proporcionaban información
las 24 horas del día de las masivas demostraciones en Tahrir Square al tiempo
que se nos decía que la gente del Mundo Árabe estaba en pie de lucha contra la
tiranía demandando las libertades democráticas y derechos humanos que son
grandemente valorados en occidente.
Sin embargo en febrero y marzo de
ese año, esta histeria tomó un giro oscuro cuando pandillas armadas se
hicieron con el control de Benghazi en Libia y todo el mundo desde Fox News
hasta las organizaciones políticas izquierdistas inmediatamente empezaron a
aclamar estos eventos como parte de una revolución progresista. En Londres, surgieron
manifestaciones en apoyo de estos grupos rebeldes y miembros del Partido
Socialista de los Trabajadores hasta llegaron a escalar las paredes de la
embajada libia reemplazando la bandera de Libia con la del Rey Idris que
representaba a los rebeldes de Benghazi.
Es algo increíblemente problemático,
cuando organizaciones en occidente sienten que no solo tienen el derecho a
adherirse a estos acontecimientos a lo largo y ancho del tercer mundo, sino
que, instintiva y egoisticamente actúan sobre ellos. Este tipo de
comportamiento raras veces considera la importancia de la contextualización y
toma partido en tales conflictos dependiendo cual narrativa se acomoda a sus
románticas nociones de “revolución global” y cual versión sienta mejor con su
reciente asumido rol. Wikilaeks y Anonymus por ejemplo, a pesar de ser
organizaciones relativamente nuevas son una forma de tal comportamiento.
El problema es que la mayoría de
estos grupos en occidente están basados en las ideas liberales del
individualismo y de derechos humanos formadas en sociedades más privilegiadas
que viven en confort a expensas de las naciones oprimidas. Mientras siguen una
agenda neocolonial, países como los Estados Unidos y el Reino Unido tienen la
capacidad de darse a conocer como progresistas, naciones filantropistas promotoras
de la democracia, de ayuda y derechos humanos en las naciones pobres y es esa
aparente protección y tolerancia de dichos valores democráticos la que les
sirve entre sus propias poblaciones para respaldar tales reivindicaciones.
El tipo de disidencia que estas
organizaciones representan e intentan abordar son siempre aquellas relacionadas
con lo “autoritario”, “libertario”, la “libertad de expresión” y los “derechos
democráticos” que sencillamente enmarcan la cuestión a tal extremo que los
derechos e injusticias que están al centro de las luchas del tercer mundo pasan
mayormente inadvertidas. Delatar o denunciar, en este sentido sirve el mismo
propósito, similar al de la publicación de una memoria política o de la
negativa y ocasional auto reflexión que la prensa lleva a cabo sobre eventos
pasados que por lo general resultan insuficientes y tardías. Políticamente no
tienen el suficiente peso para hacer alguna diferencia sin embargo sirven a la
noción de que en occidente la disensión es tolerada y publicada.
En el 2012, Wikileaks publicó 2.4 millones de
emails que mostraban la correspondencia entre figuras políticas, ministros y
compañas asociadas en Siria entre el 2006 y el 2012. Sarah Harrison de Prensa
Asociada afirmó que el “material es avergonzante para Siria” pero luego asegura que los
oponentes de Siria serán avergonzados de la misma manera. “Esto no simplemente
nos ayuda a criticar a un grupo o el otro, sino a entender sus intereses,
acciones y formas de pensar. Es únicamente por medio del entendimiento de este
conflicto que nosotros podemos tener la esperanza de resolverlo”
El problema con la acción de
Wikileaks es la total falla en tomar en cuenta la ya establecida campaña de los
gobiernos de occidente y de los medios de prensa para difamar al gobierno de
Bashar Al Assad en Siria y como esto podría y sería usado para
respaldar sus aseveraciones. Cuando el país más poderoso en el mundo, con las
más poderosas agencias de prensa a su
disposición están atacando a Siria, difamando su gobierno y empujando
constantemente por una “Intervención Humanitaria”, esta irresponsable falta de
contextualización solo puede servir a los enemigos de Siria.
Por ejemplo, los emails revelaron el
negocio de armas entre Rusia y Siria a pesar de que la ONU (bajo presión de
EEUU) había impuesto sanciones sobre el país. Estos documentos filtrados fueron
usados por la prensa tradicional para respaldar las afirmaciones de Hillary
Clinton de que Rusia estaba bloqueando sus resoluciones en el Consejo de
Seguridad de la ONU por su deseo de continuar vendiendo armamento a Siria. Sin
embargo, ninguna mención obviamente fue hecha del armamento de alta tecnología
dado al Ejercito Siria Libre por las naciones occidentales o de los mercenarios
sauditas y cataríes en el centro de la pugna, tampoco se mencionó las
reservaciones de Rusia de que el mismo escenario había llevado a la muerte de
decenas de miles de libios hacía menos de un ano.
Wikileaks y Julián Assange, como una
figura nada extraña al poder de la propaganda de los medios de prensa sabe
ciertamente cuan convenientemente peligrosas son estas acciones para aquellos
que conducen la guerra contra Siria. Esta conducta irresponsable, como si los
sirios estuvieran batallando en igualdad de condiciones y el hecho de que
Wikileaks tenga derecho o inclusive una responsabilidad para actuar de tal
manera, es increíblemente dañina.
Esta semana y de manera similar,
Anonymous declaró que estaba conduciendo una guerra cibernética contra el gobierno sirio en
respuesta a un “apagón de internet en el país”. A pesar de la declaración del
ministro sirio de Información de que el gobierno no tenía nada que ver con el
apagón, Anonymous a través de twitter afirmó que el “Gobierno
de Siria corta el acceso a internet - Anonymous
va a la guerra”. Ellos empezaron por remover todas las propiedades en
internet del gobierno sirio que permanecían en línea y también atacaron dominios
dirigidos por simpatizantes del gobierno. Algunas de las organizaciones y
compañías sirias que han sido pirateadas por Anonymous incluyen la compañía
ferroviaria, el parlamento sirio, Siria TV y la embajada siria en China. Anonymous
hizo uso de twitter nuevamente para declarar inocentemente que, “Anonymous está
atacando a Assad debido al apagón de internet. Anonymous no está atacando a Assad en apoyo del
Ejercito Siria Libre”.
Ahora bien, esta idea de que ellos
pueden atacar a Assad en respuesta a un “apagón de la internet” sin apoyar a
los enemigos de Assad casi que suena risible y típico de la vieja idea liberal
de que sus valores universales e ideas liberales de los derechos humanos tienen
precedencia sobre la lucha misma en la que la gente está peleando y muriendo.
Esta idea de la libre expresión y de que una situación como el corte del acceso
a internet (aun y cuando el gobierno
sirio ha negado haberlo hecho) es de mayor importancia que contextualizar la
lucha dentro de un gobierno y su gente respondiendo a las organizaciones
terroristas y mercenarios foráneos, patrocinados, respaldados y armados desde
afuera, muestra cuan privilegiados y removidos de la situación estas
organizaciones están y por esta razón, no tienen derecho a asumir ningún papel
en el conflicto.
El problema con Wikileaks, Anonimous
y las acciones de una gran porción de la izquierda liberal es que su idealismo
eurocéntrico los conduce a asumir un profundo rol colonial en las luchas de los oprimidos. Sus ideas
sobre la disensión giran siempre alrededor de la lucha por libertades que son
importantes para aquellos que tienen los medios para comer, el derecho a la
autodeterminación y un ambiento sano para educar a sus hijos.
La idea que la libertad de expresión
o de los valores democráticos pueden no ser tan importantes para las naciones
oprimidas como lidiar con el hambre, la pobreza y los asaltos aéreos, es
suficiente como para confundir a los defensores de los derechos humanos en
occidente. No se acopla a la narrativa de que ellos son parte de una “lucha
global” fundamentada en valores universales en vez de los beneficiarios de una
agenda neocolonial que, invade, ocupa, sostiene regímenes títeres y extrae
recursos de la mayor parte del mundo, creando condiciones confortables en donde
ellos se pueden permitir el lujo de priorizar estos valores abstractos sobre
derechos humanos en sus niveles más básicos que ellos dan por hecho.
Es tiempo que estos grupos empiecen
a verse a sí mismos como los funcionarios y beneficiarios del imperio en vez de
parte de un movimiento romantizado con sus raíces en la vieja historia de, “la Responsabilidad
del Hombre Blanco”. Los pueblos de las naciones oprimidas deben ser quienes
decidan su futuro y la prioridad de las organizaciones occidentales debe ser
enfrentar y limitar la opresión de sus propios gobiernos en vez de dejarse
llevar por nociones coloniales de una lucha global por los derechos humanos.
Hasta que no tengan lugar las
condiciones para la autodeterminación y estar libres de la interferencia
extrajera, que los pueblos de las naciones oprimidas merecen, grupos como
Wikileaks y Anonymous no tienen ningún derecho a asumir que ellos les pueden
ofrecer más.
Traducido del inglés por Delmar Manuel
Ryan O’neill es un activista político y escritor con base en Manchester,
Reino Unido. El escribe sobre una amplia gama de cuestiones relacionadas con la
política y filosofía en su blog www.everythingleft.co.uk
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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