martes, 18 de diciembre de 2012

CON GRAN SIGILO …




El último espacio libre de la humanidad, aunque parezca estrambótico y rimbombante decirlo, es la Internet. Los otros canales de comunicación de masas como la radio, la televisión y los diarios impresos están, sin disimulo, totalmente controlados por los poderes fácticos del mundo. Las opiniones verdaderamente independientes y revolucionarias por allí, no tienen cabida.





CON GRAN SIGILO  TRANSCURRIÓ YCONCLUYÓ
LA CONFERENCIA DE DUBAI SOBRE LA RED





Por Luciano Castro Barillas


Todo lo que no tiene la transparencia necesaria engendrará suspicacia. No puede dolerse la opacidad si rehuye la luz meridiana. Eso mismo acaba de ocurrir en la Conferencia Mundial de la ONU sobre Telecomunicaciones Internacionales celebrada en Dubai, aduciendo que las normas de intercambio internacional de información, aprobadas en 1988, son obsoletas. No cabe la menor duda que tras veinticuatro años de vigencia ese instrumento jurídico internacional necesita algunos ajustes para que sus efectos reguladores tenga la eficacia del derecho positivo entre las naciones,  dado el siempre exponencial desarrollo de la tecnología en las comunicaciones globales. Ese tráfico o trasiego de comunicaciones de tipo informativo, financiero, político, de inteligencia, cultural, militar y en fin, de todas las actividades humanas, no necesita control, ni de los Estados nacionales ni de instituciones como las Naciones Unidas. El uso de Internet, al final, es una convocatoria a la responsabilidad y a la libertad humana. Lo que si necesita control estricto es todo lo ilegal e inmoral que se mueve a niveles institucionales, de los Estados, como por ejemplo el diseño de ataques informáticos de Estados Unidos contra Irán, para citar un ejemplo, pero nunca las comunicaciones a nivel personal, de ámbito privado; que son las que mueven la red en un 90%, obviando claro está todo lo insultante a la dignidad humano como son las páginas pornográficas. La gente, los ciudadanos del mundo son los que se han empoderado de la red y eso es lo que no gusta a las mentalidades antidemocráticas. Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, por ejemplo, están en contra de los controles de la ONU pero no porque estén a favor del posicionamiento ciudadano mundial en ese sentido. Su interés “libertario” va en otro sentido: quieren tener las manos libres para hacer contra sus enemigos lo que ellos consideran debería hacerse y no tener el inconveniente de un órgano como la ONU -altamente controlado por los Estados Unidos, por cierto- que de manera formal, llegado el momento, haría menos expedita sus habituales rutas de agresión imperialista. Es decir, Estados Unidos concibe a la Internet no como un espacio para el ejercicio de la libertad, sino un ámbito para la permisividad y el libertinaje. La pretensión de la ONU, que bien podría ser un trabajo de zapa del propio Estados Unidos (por ejemplo, el sábado manifestó el Departamento de Estado, en un gesto de suprema hipocresía, que les preocupa que las armas químicas de Siria caigan en manos de los rebeldes !!!). Hay una pretensión orwelliana en proceso de elaboración, es decir, un Estado supranacional, la ONU, de perfil totalitario controlador y cosificador de la vida, del hombre y del mundo. Todos estos afanes de control responden a una derechización del mundo y a la entronización de la prepotencia y el abuso. El último espacio libre de la humanidad, aunque parezca estrambótico y rimbombante decirlo, es la Internet. Los otros canales de comunicación de masas como la radio, la televisión y los diarios impresos están, sin disimulo, totalmente controlados por los poderes fácticos del mundo. Las opiniones verdaderamente independientes y revolucionarias por allí, no tienen cabida.









Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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