(…)
afirmar que los capitalistas brasileños son “preferibles” que los
norteamericanos o europeos, solamente revela la miopía del reformismo
nacionalista, obviando el hecho de que (en palabras de Lenin) “el imperialismo
es la fase superior del capitalismo” no importa cuál sea su origen geográfico.
Por ello, la importancia de que la clase obrera de todo el continente esté en
conocimiento de las pretensiones expansionistas y hegemónicas de la burguesía
brasileña en la región, y que en particular la clase obrera del Brasil debe
plantearse definitivamente la toma del poder político en esa nación,
distanciándose de la dirigencia reformista que ostenta el poder político
actualmente y potenciando la revolución socialista a escala continental.
CAPITALISMO VERDEAMARELHO:
LA HEGEMONÍA BRASILEÑA EN EL MERCOSUR
Por Juan C. Villegas P.
04/01/2013
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)-ALEM
Mercosur: Una creación de la burguesía
brasileña
En un artículo anterior[i] se hizo
referencia al hecho de que el Mercosur representa al igual que otras
modalidades de integración económica, una estrategia adoptada por las
burguesías nacionales para expandir sus mercados más allá de sus fronteras
nacionales y con ello obtener ventajas derivadas del aprovechamiento de las
economías de escala generadas a partir de la existencia de un mayor mercado,
con potencialidades para la colocación de una cantidad también mayor de
mercancías. En ese sentido, la iniciativa para la conformación del Mercado
Común Suramericano a principios de la década de 1.990, fue impulsada por
las burguesías de los países suramericanos con economías más grandes a saber:
Argentina y Brasil.
Ahora bien, esta última nación es la que precisamente representa no
solo la economía de mayor tamaño dentro del bloque regional, sino que a su vez,
es la que se erige en la actualidad como una de las “economías emergentes” a
escala mundial. Además de ello, la burguesía de ese país tiene la clara
visión de convertirlo en la potencia hegemónica del continente suramericano y
no solo en lo que se refiere al aspecto futbolístico. De allí que el proceso de
expansión económica y la acumulación de capital implícita, conlleva
necesariamente a que los capitales brasileños tengan cada vez mayor presencia e
influencia a nivel mundial, y en primera instancia, a nivel suramericano. Todo
ello apunta a que Mercosur haya sido concebido como un mecanismo para la
expansión del capital brasileño y sus socios foráneos, dentro de lo que para la
burguesía brasileña es “su zona natural de influencia.”
Cuando el mercado nacional no es suficiente
Este proceso expansionista al cual algunos autores llaman “internacionalización
de las empresas brasileñas”[ii]
toma impulso a partir de la última década del siglo XX en un contexto de
liberalización del comercio mundial, y precisamente es en ésta década
cuando la constitución del Mercosur, en palabras de Da Silva,[iii] “funcionó como un nuevo determinante
para el establecimiento de las empresas brasileñas en el exterior,
preferentemente vía asociación con empresas locales o adquisición parcial o
total de capacidad productiva ya existente” Así, lo que en un
principio se muestra como la expansión comercial de empresas de origen
brasileño, pasa mediante un desplazamiento de competidores locales más
pequeños, a una fase de acumulación de capital real fijo, lo que amplía
aún más las capacidades productivas y de distribución de dichas empresas.
Desde el punto de vista sectorial, donde existe una presencia internacional
importante de capitales brasileños es en lo que se refiere a actividades como
extracción de hidrocarburos, petroquímica, minería, textiles, metalurgia,
siderurgia, alimentos, bebidas y autopartes. Y desde el punto de su
localización, las empresas brasileñas tienen presencia en Estados Unidos de
América (EUA), Canadá, la Unión Europea (UE) y como es “natural” en sus
naciones vecinas (Brasil limita con 10 países en Suramérica).
Un dato interesante se puede extraer del ranking realizado en 2.011 por la
revista América Economía[iv] de las
empresas más grandes de América Latina. Dicho ranking abarca 500 empresas
evaluando indicadores como: valor de las ventas, utilidad neta, activos
totales y patrimonio. Entre las principales 50 empresas consideradas, se
encuentran 11 empresas mexicanas, 3 argentinas, 5 chilenas, 1 colombiana, 1
venezolana (PDVSA) y 29 empresas brasileñas, es decir, más de
las mitad. Una proporción similar favorable a la burguesía
brasileña se puede observar en la totalidad del ranking de 500.
El desplazamiento de capitales más pequeños
Ya en un contexto más específico, si se focaliza el análisis en el marco
del Mercosur, tenemos que según lo afirmado por Raúl Zibechi[v], en el Uruguay, el capital brasileño
adquirió varias empresas del ramo frigorífico, al punto de que una sola empresa
brasileña acapara el 30% de la producción cárnica y en total, el capital
brasileño controla el 43% de las exportaciones de ese rubro, el cual es el
principal producto de exportación de la República Oriental. Otro dato muy
ilustrativo es el que indica el mencionado autor cuando afirma que “de
las diez principales empresas exportadoras del Uruguay, cinco son brasileñas,
una arrocera y cuatro frigoríficos;”. Por otra parte, Petrobrás controla 89
estaciones de servicio en el mencionado país, con lo cual pasó a dominar el 22%
del mercado uruguayo de combustibles.
En Paraguay el capital brasileño se expande mediante la compra masiva de
grandes extensiones de tierra destinadas a la producción de soya y a la
actividad ganadera. Dicha situación ha llevado a afirmar al investigador Marcos
Glauser[vi] “que casi 5.000.000 de
hectáreas están en manos de brasileños”. Al igual de lo que sucede con la carne
uruguaya, la soya es el principal rubro de exportación del Paraguay (uno de los
principales productores a nivel mundial) y de nuevo, una parte importante de
dicha producción es controlada por el capital brasileño.
En la Argentina, la presencia de las transnacionales brasileñas abarca
sectores estratégicos para la economía de ese país, como es el caso de la
explotación de hidrocarburos en la cual Petrobrás se convirtió en el principal
inversionista extranjero durante el año 2.006, al llegar a la cifra de 3.000
millones de dólares. Asimismo, la empresa Camargo Correa controla el 46% de la
industria cementera argentina, la multinacional Ambev es propietaria de
Quilmes, la principal empresa cervecera de ese país, Friboi compró Swift, con
la cual la multinacional brasileña se consolida como la mayor empresa
frigorífica a nivel mundial, el 97% del mercado argentino del acero es de
propiedad. Así, la presencia del capital proveniente de Brasil se hace presente
en otras actividades como: materiales de construcción, comercio,
construcción, banca, automotriz, autopartes, petroquímica, etc.
En Venezuela, la tendencia general ha sido el decrecimiento de las
inversiones de capital proveniente de Brasil, sin embargo, es muy
relevante la actividad de la empresa Odebrecht, dedicada a la construcción de
grandes obras de infraestructura y a la ejecución de proyectos de desarrollo
rural que han sido contratados por el gobierno venezolano De igual modo, es
relevante la compra de aviones a la empresa Embraer, para ampliar la flota de
la aerolínea estatal Conviasa. La entrada plena de este país al Mercosur
posibilita la presencia más activa y cada vez más creciente de empresas
brasileñas, lo cual puede manifestarse en primera instancia, mediante la
entrada de productos provenientes de ese país, lo que generará dificultades a
las ya ineficientes empresas venezolanas de adaptarse a la competencia
proveniente de empresas con mayores niveles de productividad y con niveles aún
mayores de capitalización. El resultado a la larga puede ser el desplazamiento
de los poquísimos capitales locales que se dedican a actividades de
manufactura, con lo cual, sería ilusorio pensar que el capital brasileño se
detendrá ante la posibilidad de controlar sectores estratégicos de la economía
venezolana.
Una evidencia de la capacidad del capital brasileño de internacionalizarse
se puede obtener si se revisan datos también publicados por la revista
América Economía[vii] en donde se
detallan las inversiones realizada por empresas de Brasil en el extranjero
durante el año 2.009. Estos datos revelan que durante ese año, la inversión
foránea de empresas Brasileñas ascendió a 87.148 millones de Dólares de EUA,
cifra muy significativa si se tiene en cuenta el tamaño de las economías del
resto de las naciones del Mercosur. Si se considera el mismo año de referencia,
se evidencia con base a cifras publicadas por la CEPAL [viii] que el monto de la inversión
mencionado, es equivalente al 28% del PIB de Argentina, el 26% del PIB de Venezuela,
casi 3 veces el PIB del Uruguay y más de 6 veces el PIB del Paraguay.
Adicionalmente, la referida publicación revela que estas empresas
obtuvieron durante el mismo periodo un total de 61.000 millones de dólares en
ingresos por ventas y emplearon un total de 179.000 trabajadores en el
extranjero. A continuación se presenta el monto invertido por las 15
principales empresas con inversiones en el extranjero durante 2.009, así como
la actividad económica que realizan.
Inversión brasileña en el extranjero en 2.009
(millones de Dólares de EUA.)
Tomado de la revista América Economía (2.010)
Otra forma de medir dicha internacionalización es a través del porcentaje
de trabajadores que cada empresa tiene en el extranjero, así como el
porcentaje de ingresos que son generados fuera de Brasil, tales datos, que
corresponden al año 2.011 se muestran en el cuadro siguiente:
Internacionalización de las multinacionales
brasileñas (20 principales en 2.011)
Empresa
|
Sector
|
Empleos en el exterior
(%)
|
Ingresos ext. (%)
|
JBS –Fribol
|
Alimentos
|
61,7
|
77,4
|
Gerdau
|
Metalurgia
|
45,3
|
52,0
|
Odebrecht
|
Construcción
|
45.0
|
51,8
|
Metalfrio
|
Electrónica
|
47,4
|
40,0
|
Ibope
|
Servicios
|
55,2
|
29,7
|
Andrade Gutierrez
|
Construcción
|
44.7
|
33,3
|
Coteminas
|
Minerales
|
21,9
|
88,5
|
Vale
|
Minerales
|
20,8
|
56,6
|
Marfrig
|
Alimentos
|
37,2
|
39,0
|
Ambev
|
Alimentos
|
28,5
|
32,0
|
Stefanini
|
Información
|
37.0
|
35.7
|
SABÒ
|
Vehículos
|
26,0
|
29,8
|
Marcopolo
|
Vehículos
|
26,0
|
29,8
|
Weg
|
Mecánica
|
16,0
|
39,2
|
Embraer
|
Vehículos
|
5,0
|
34,9
|
Magnesita
|
Alimentos
|
17,0
|
29.2
|
Artecola
|
Química
|
20,6
|
17,7
|
Camargo Correa
|
Conglomerado
|
17,0
|
17,3
|
Votorantim
|
Conglomerado
|
11,6
|
21,1
|
Remi
|
Mecánica
|
13,1
|
6,5
|
Tomado de Zibechi (2.012)
Los datos mostrados anteriormente parecen indicar, el carácter
transnacional del capital brasileño y el dominio cada vez mayor de actividades
económicas en los países integrantes no solo del Mercosur sino del resto del
ámbito suramericano. Plantear esta situación en ningún caso debe
entenderse como chovinismo antibrasileño, simplemente es un ejemplo más
de cómo dentro de la dinámica capitalista, los capitales grandes y más
eficientes terminan desplazando a los capitales más pequeños, acentuando con
ello el proceso de concentración y acumulación de capital. Es por ello que, una
vez más se demuestra que así como los capitales no conocen de nacionalidades,
las luchas del proletariado deben ser planteadas desde una perspectiva de clase
con carácter internacionalista.
Por otra parte, afirmar que los capitalistas brasileños son “preferibles”
que los norteamericanos o europeos, solamente revela la miopía del reformismo
nacionalista, obviando el hecho de que (en palabras de Lenin) “el imperialismo
es la fase superior del capitalismo” no importa cuál sea su origen geográfico.
Por ello, la importancia de que la clase obrera de todo el continente esté en
conocimiento de las pretensiones expansionistas y hegemónicas de la burguesía
brasileña en la región, y que en particular la clase obrera del Brasil debe
plantearse definitivamente la toma del poder político en esa nación,
distanciándose de la dirigencia reformista que ostenta el poder político
actualmente y potenciando la revolución socialista a escala continental.
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)-
ALEM
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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