viernes, 1 de diciembre de 2017

El portaviones “Honduras”, de USA, avanza en las aguas procelosas del fraude electoral

Honduras sigue siendo un portaviones USA anclado de manera humillante en la costa atlántica centroamericana. Es este país no tanto el modelo de una nación bananera creadora de riqueza por el esfuerzo de su pueblo trabajador. Es más que eso: es colonialismo flagrante en los años en ya casi está descolonizado el mundo.


EL PORTAVIONES “HONDURAS”, DE USA,
AVANZA EN LAS AGUAS PROCELOSAS
DEL FRAUDE ELECTORAL


Por Luciano Castro Barillas

Nuevamente, Honduras es noticia, por la agitación política y el descalabro de su endeble democracia formal. Los índices de miseria, de escaso desarrollo social y material no indican otra cosa. Es uno de los países más atrasados de Centro América donde no es cosa fácil encontrar artículos de la canasta básica a precios razonables y no se hace ruido por parte de agencias de prensa internacionales como es el caso de Venezuela. Las carreteras principales, en este momento, están siendo tomadas en tramos importantes por los afiliados y seguidores de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, que aglutina a diferentes expresiones políticas y que se pronuncian en contra de un improbable fraude electoral.

El sistema electoral hondureño es similar al guatemalteco, bastante blindado para los fraudes electorales burdos como ocurría en el pasado, pues aparte del procesamiento de datos digitalizados, esta base de datos va respaldada por las actas físicas (en papel, debidamente firmadas por cuatro concurrentes a la mesa receptora de votos, plenamente identificados con su carnet, los cuales, al final del acto electoral de conteo de votos, lo firman y sellan. Es totalmente comprensible hacerse ilusiones sobre los triunfos electorales, y máxime cuando se da un fenómeno atípico en lo relativo a la tendencia electoral que venía siendo, sin duda, bastante favorable, al candidato opositor Salvador Nasralla. Fue una información oficial del Tribunal Supremo Electoral, sin embargo, la suspicacia se instaló irremediablemente cuando falla en el sistema electrónico de datos y la variación de la tendencia luego de esta desconexión o falla del sistema digital, aparece ahora favorable a Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional.

Nadie, por sereno que sea, puede pensar de otra manera que no sea creer en un fraude electoral, pues los altos dirigentes políticos y el mismo presidente, un abogado de 46 años, no es el mejor arquetipo de honradez y transparencia política. Podría haber alguien detrás de esta manipulación extraterritorial y que más que las manos del Imperio, ante los problemas que un gobierno de centro izquierda supondría para los planes regionales de seguridad de los Estados Unidos y que el más seguro para su seguridad, el portaviones “Honduras”, se desmarque de ese pasado bochornoso de servidumbre y entreguismo en manos norteamericanas de sus más sagrados intereses nacionales. No es un delirio paranoico pensar que esto podría estar ocurriendo. Las fuerzas armadas de Honduras siempre han sido los grandes limpiabotas del ejército y los gobiernos de los Estados Unidos. No sería nada extraño que sigan ahora con su infame e indigno papel.

Honduras nunca ha tenido un proceso social transformador, digamos revolucionario, que le haya marcado un rumbo a su sociedad y sea un referente histórico para las nuevas generaciones, marcada siempre por el envilecimiento más profundo. Sus grandes referentes históricos y creadores de esa mentalidad o pensamiento hondureño son los criollos emancipadores de la Capitanía General de Guatemala y auténticas basuras políticas como Francisco Morazán y José Cecilio del Valle. Por eso Honduras no es como Nicaragua, Guatemala o Costa Rica. Honduras sigue siendo un portaviones USA anclado de manera humillante en la costa atlántica centroamericana. Es este país no tanto el modelo de una nación bananera creadora de riqueza por el esfuerzo de su pueblo trabajador. Es más que eso: es colonialismo flagrante en los años en ya casi está descolonizado el mundo.


Pero si en realidad existe un fraude a través del hackeo de la base de datos del escrutinio de votos  -lo cual podría ser posible-  hay una solución práctica y objetiva a este problema, aunque tome tiempo: el conteo físico de cada una de las actas, rurales y urbanas, aunque la espera sea exasperante, máxime cuando grandes segmentos sociales están urgidos de que se resuelvan las dudas. Por el momento ya están escrutadas el 88% de las actas y la proyección según la actual tendencia que maneja el Tribunal Supremo Electoral es favorable al candidato oficial, persona seriamente cuestionada en términos de honradez y transparencia política. La diferencia es ínfima con el ahora persecutor Salvador Nasralla, apenas 22, 677 votos separan al primero del segundo; o sea un miserable 0.78%. Lo que ha exacerbado las desconfianzas es que el INFOP (Instituto de Formación Profesional, en ciencias de la computación) tiene a la par un destacamento militar donde altos jefes militares entraban y salían de ese establecimiento luego de que se diera el paro electrónico. En estas circunstancias electorales todo mundo anda nervioso, sensible;  y el camino para solucionar este problema es y será el conteo físico de las actas, como dije párrafos arriba. Ese es el camino. Nadie podrá proclamarse presidente electo mientras ese conteo físico no tenga lugar. Mientras, creo, hay que saber esperar. Hay suficientes observadores electorales (veedores y auditores) que certificarán la conducente, como se dice en derecho.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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