No te queremos politizado ni ideologizado. Recuerda que la política y la
ideología no son para los niños, son para la gente grande como nosotros. ¿Por
qué crees que nunca hablamos de política e ideología contigo? Es más, te
hacemos creer que no somos políticos ni usamos ideologías. Ya sabes la razón,
¿no? ¿No te han enseñado que nunca te debes meter en las conversaciones de
los adultos? Pues ten mucho cuidado porque ya sabes: está el garrote y está la
habitación del castigo.
Nikolas Stolpkin nació en Moscú en 1975, donde su padre dominicano y su
madre chilena estudiaban en la Universidad
Patrice-Lumumba (rebautizada en 1992 Universidad de la
Amistad de los Pueblos). Nikolas creció entre Nicaragua y la
República Dominicana. Vive desde hace 16 años en Chile. Muy joven en
primer lugar escribió novelas, antes de consagrarse a la escritura de ensayos
políticos para hacer frente a la dura realidad. Estudió las artes gráficas y
hizo múltiples oficios alimentarios. Es también creador de páginas web. El
proyecto que se toma a pecho es la escritura de un libro sobre la
desinformación de los medios de comunicación.
CARTA ABIERTA DE LA CLASE
DOMINANTE A LA CLASE DOMINADA
Clase dominante: “No te queremos politizado ni
ideologizado”
Por Nikolas
Stolpkin
Sábado
14 de julio de 2012
No sabes cuánto agradecemos que sigas permaneciendo en el lugar que
nosotros mismos hemos diseñado y elegido para ti.
1
Nos gusta tanto saber que no te atraen la política ni la ideología y que
solo te causan indiferencia o repulsión.
Nosotros nacimos para apropiarnos de la política y de la ideología para
defender nuestros intereses, principalmente, y de paso hacerte creer que
defendemos los tuyos.
2
Nos gusta tanto saber que sueñas despierto en ser como uno de los nuestros,
con poder e influencia.
Sabes bien que nunca estarás donde estamos nosotros, pero te damos para
soñar al comprar la lotería o al ver una película o telenovela.
3
Nos gusta tanto saber que crees que estás en un lugar superior al que
está más debajo de ti y que tengas incluso el valor de pisotearlo.
Siéntete importante mientras puedas, que nosotros de vez en cuando te
haremos saber lo pequeño que eres frente a nosotros, si es que tu intención es
alguna vez incomodarnos.
4
Nos gusta tanto saber que te hace feliz el mostrar a tu alrededor las
llaves de tu auto especial o mostrar la tecnología de última generación.
Tu felicidad es nuestra mayor felicidad. Mientras compres todos nuestros
productos de lujo menos problemas te daremos. Nos satisface mucho que
puedas inflar tu ego con la compra de nuestros productos “estrella” y que se
los restriegues a los que están más abajo que tú.
5
Nos gusta tanto saber que te hace feliz mostrar ropa de “marca” o que tus
amigos sepan que has comprado algo de “mucho valor”.
Mientras te entretenga inflar tu ego todo estará a nuestro favor. Es mucho
más importante tenerte entretenido con “marcas” y objetos de “mucho valor” que
tenerte pensando en nosotros.
6
Nos gusta tanto saber que te entretienen de manera ideal los partidos de
fútbol, las películas, telenovelas, música, juegos en línea, programas idiotas
de televisión o las famosas “redes sociales” de Internet, o qué se yo.
Mientras más alejado y aislado estés, más oportunidades habrá para que no
se te ocurra pensar y quieras poner en tela de juicio todos nuestros
privilegios obtenidos gracias al sudor de tu frente.
7
Nos gusta tanto saber que aún sigues creyendo que puedes algún día
ganar el premio gordo de la lotería.
No te desanimes, sigue intentándolo. Mientras más compres la lotería más
oportunidades tendrás de sacarte el premio gordo. Ya ves, de vez en cuando te
regalamos un “ejemplo” de “perseverancia”, sacado de cualquier parte, para que
no pierdas nunca el sueño de ser algún día más superior a otros y más cerca de
nosotros.
8
Nos gusta tanto saber que aún crees que la clase política gobernante es la
que detenta todo el “Poder” y que de ella dependen todos los cambios
políticos o estructurales.
Recuerda bien que mientras menos estemos en el ojo de la crítica más
libertad tendremos para seguir creciendo. Los niños deben ocupar su tiempo en
jugar y estar permanentemente entretenidos; los mayordomos deben administrar
bien la casa de los dueños, saben bien que su paga no es un par de caramelos
como los tuyos.
9
Nos gusta tanto saber que estarías dispuesto a ir a la guerra para defender
lo que te hemos puesto desde muy temprano en tu pobre psiquis: el amor a la
“Patria”.
Como toda familia debemos cuidar nuestra casa. No podemos permitir que un
vecino se quiera hacer el listo. Pero si nosotros queremos hacernos los listos
no te preocupes, siempre habrá una excusa para que vayas a luchar por la
“Patria”. La “Patria” es tu casa aunque sepas bien que no posees casi nada, más
que tu pequeño espacio para que puedas jugar y entretenerte. No querrás perder
tus juegos y entretenciones, ¿verdad?
10
Nos gusta tanto saber que dentro de tu conciencia sigues creyendo que
la policía y los militares están para defenderte y cuidar aquello que se llama
“Patria”.
Lamentablemente dentro de nuestra casa no pueden haber niños que se den el
lujo de comportarse como adultos. Pueden soñar o jugar a ser adultos, pero
comportarse o hacer cosas de adultos no está permitido. Por lo que siempre
habrá una mano con un garrote para que sepas bien cuál sigue siendo tu lugar.
11
Nos gusta tanto saber que en tu lugar de trabajo puedes darte el lujo de
humillar a los que están más abajo; y tú, en cambio, chupar las medias de tu
superior.
Tanto tenemos que ni siquiera entre nosotros podríamos humillar a uno de
los nuestros. Somos como una gran familia y no existe aquello de “humillar” ni
“chupar medias”, ya que no existen entre nosotros superiores ni inferiores.
Existe el respeto, como en toda gran familia. Claro que, si alguien se
“descuida” y se hace “pequeño”, no habrá más remedio que atenerse a la “ley del
más fuerte”.
12
Nos gusta tanto saber que siglo tras siglo sigues creyendo en un tal
“Dios”, que te hizo a su “imagen y semejanza” y que sueles
denominarlo como el “señor creador” de todo a tu alrededor.
Suele ser muy gracioso que les inculques a tus hijos desde temprana
edad la creencia en un tal “viejito pascuero”, “papá noel” o “santa Claus” y
que si se portan bien les hará un bonito regalo. Pues bien, eres tan pequeño
para nosotros que también te hemos inculcado la creencia en un tal “Dios”. Y si
te portas bien tendrás el cielo ganado.
13
Nos gusta tanto saber que generación tras generación sigues creyendo en el
producto estrella de nuestro sistema de producción capitalista: la Democracia.
Increíble cómo sigues comprando nuestro producto estrella de la mano de
nuestros representantes que supuestamente están dizque para “representarte”.
Te vemos cada cierto tiempo fielmente asistiendo a la fiesta de la
Democracia: las elecciones. Sabes en el fondo que no va a cambiar nada
significativo en tu vida, pero igual terminas validando con tu voto secreto el
actual statu quo con la esperanza de que pueda al fin cambiar
en algo tu patética vida.
¿Qué haríamos nosotros sin los Grandes Medios de Difusión Masiva? ¿Qué
sería de nosotros si no pudiéramos reinventar los juegos y entretenciones de
nuestros niños? ¿Qué niño no ha soñado con llegar a ser adulto?
La fiesta de la Democracia siempre será el juego de los adultos para que
los niños cada cierto tiempo se sientan adultos sin llegar a serlo. Claro
que siempre habrá un niño malcriado que quiera sentirse adulto después de
la fiesta. Para esos también tenemos su lugar: la habitación de los castigos;
sin televisión ni juegos. Para que aprendan a estar en el lugar que les
corresponde como niños.
Por lo tanto haznos caso. No te queremos politizado ni ideologizado.
Recuerda que la política y la ideología no son para los niños, son para la
gente grande como nosotros. ¿Por qué crees que nunca hablamos de política e
ideología contigo? Es más, te hacemos creer que no somos políticos ni usamos
ideologías. Ya sabes la razón, ¿no? ¿No te han enseñado que nunca te debes
meter en las conversaciones de los adultos? Pues ten mucho cuidado porque ya
sabes: está el garrote y está la habitación del castigo. Lo mejor que puedes
hacer, o seguir haciendo, es ser un niño normal: jugar y entretenerte
junto a tus pares, jugar a ser adulto como al “papá y la mamá”… Pero no te
preocupes, cada cierto tiempo te daremos el privilegio de jugar con los
adultos, vestidos de niño y con comportamiento infantil. ¿Nos vas a decir que
cada cierto tiempo los adultos no se visten ni comportan como niños para poder
atraerte y puedas jugar a ser adulto? ¿Nunca se han acercado a ti, de vez en
cuando, con regalitos insignificantes para poder celebrar a lo grande la fiesta
de la Democracia?
Gracias por seguir siendo como eres. Un completo idiota.
Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.
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