INTRODUCCIÓN
En medio de toda la fascinación de uno de los
eventos más militarizados de la historia del deporte olímpico, la actual
edición de los juegos de verano que se celebran en Londres no podía ser
la excepción en cuanto al componente político que ha caracterizado a estos
eventos deportivos internacionales desde hace mucho tiempo: los olímpicos de la
Alemania Nazi de Hitler, los de la Guerra Fría que dieron lugar a repetidos
boicots de Estados Unidos y la Unión Soviética, la matanza de atletas judíos en
Munich, 1972 y la subsecuente operación antiterrorista del Mosad, la “Ira de
Dios”. El estallido de la guerra entre Rusia y Georgia en plenos olímpicos de
Beijing, que por cierto, para el gran asombro de muchos contó con la participación
por primera vez de una atleta del país con el cual se dio inicio a la llamada
Guerra Contra el Terrorismo; Afganistán. Y en los actuales juegos olímpicos
marcados precisamente por ese conflicto de fuertes matices de dominación neo
colonial-imperialista uno de cuyos blancos, Siria, está envuelta en un
sangriento conflicto interno instigado desde afuera por la ambición desmedida
de los poderes de occidente y el irracional fanatismo religioso de sus
comparsas árabes (las monarquías dictatoriales del Gofo Pérsico). La farsa
democrática, de tintes diabólicos, hizo su presencia para el deleite de la
elite mundial que controla todo y de los
desprevenidos e ingenuos de siempre. Ciertamente, es un enorme logro el
que por primera vez atletas femeninas de los 204 países participantes compitan
en los juegos, pero el hecho de que se utilice a un puñado de ellas para
validar el “carácter democrático” de regímenes oprobiosos, como los de Arabia
Saudita, Qatar, Bahréin y Brunei, que hacen de la ley Sharia su instrumento
favorito para violentar todos los derechos de la mujer, sí que, raya en la más
burda de las hipocresías del imperialismo occidental que en esa categoría se
lleva la medalla de oro. Siria e Irán, ambos países hoy bajo el ataque
constante del imperialismo, son a diario mencionados como regímenes
antidemocráticos, brutales, irracionales y los principales instigadores del
terrorismo internacional (son parte del llamado Eje del Mal), sin embargo en
estos países las mujeres gozan de plenos más derechos, por supuesto
invisibilizados. Las delegaciones de atletas de ambos países, desde que estos
participan en las competencias olímpicas, siempre han contado con la
participación de mujeres y, en el caso particular de Siria, fue una atleta
femenina, la legendaria Ghala Shouaa quien
le brindó su única medalla olímpica, en las pruebas de heptatlón de los juegos
olímpicos de Atenas. Marvin Najarro.
LAS DICTADURAS ÁRABES
SE DEMOCRATIZAN
CON LAS OLIMPÍADAS
Mujeres atletas de Arabia Saudita
Por Luciano Castro Barillas
Como una hipocresía más del mundo árabe y sus
fanatismos religiosos extremos desbordados de la más cruel brutalidad contra la
mujer (me refiero específicamente a Arabia Saudita, Qatar y Bahrein), resulta
que ahora para las olimpíadas que se
celebran en este momento en Londres, estas oligarquías reaccionarias
aliadas del imperialismo y cómplices de los más atroces crímenes contra el
pueblo sirio en nombre de la libertad, la democracia y donde los derechos
humanos básicos de la mujer son virtualmente ignorados en aras de “las
tradiciones culturales”; hoy, para lavarse las manos y enfatizar su cinismo,
enviaron un raquítica de delegación de atletas mujeres, las cuales dicho sea de
paso, no se ajustan para participar en la justa olímpica a las marcas mínimas,
lo que pone en evidencia y entredicho la pureza del olimpismo cuya carta se
viola e irrespeta de una u otra manera o se cumple también en función de
determinados intereses. La tragedia que vive actualmente el pueblo de Siria
será ignorado, invisibilizado, por quince largos días donde todo podría ocurrir
y mientras el mundo tiene la fuerte distracción global del deporte, que es una
práctica valiosa y constructiva en los seres humanos en tanto éste no sea para
preconizar posiciones racistas como las olimpíadas de Hitler o para intentar
ocultar lo inocultable, como lo son las constantes y terribles violaciones al
derecho fundamental de la vida del pueblo sirio por los conspiradores
internacionales, encabezados por los Estados Unidos y sus incondicionales
aliados del mundo árabe antidemocrático; que no vacilan ni les conmueve
degollar a infantes en aras de sus mezquinos y egoístas intereses. Nunca como
antes la lucha por la energía (antes fueron los bosques y la turba) había
adquirido las dimensiones demenciales de la actualidad que, para cualquier país
del Tercer Mundo es un enorme riesgo disponer de riquezas naturales porque
inmediatamente los grandes consumidores de recursos naturales del mundo
industrializado se lanzan con sus garras, como águilas rampantes, sobre sus
pacíficas presas. A ese nivel de brutalidad, no de animalidad -pues los
animales carecen de maldad- sino de irracionalidad suprema hemos llegado en los
tiempos postmodernos, del neoliberalismo y los países que lo representan, nunca
ahítos de las riquezas que siguen comprando baratas en los países pobres, para
mantener un sistema de vida económico y social que tiene al planeta al borde de
su destrucción. ¿Quién diría a estas personas que ellos son los amos del
mundo?... Es la prepotencia y la ostentación del capital la que nos lleva a
este abismo y que con su tecnología ideologizada -no desidelogizada como ellos intentan hacer
creer a los pazguatos y candorosos del mundo- pone nuevamente al mundo entero (y
esta no es una expresión hiperbólica sino real) en los brazos de la inconsciencia
deportiva de las actuales olimpíadas, mientras ellos encarnizadamente
buscan hora tras hora y día tras día en sus escenarios de guerra, posicionarse
en una lugar del mundo como Siria al borde de una guerra civil y que hace
volátil a una región del mundo fácilmente inflamable en un conflicto de altas
proporciones. Los intereses geopolíticos de esa zona no ven a mover a ninguno
de los protagonistas, al inmovilismo, precisamente. Y eso es lo que no prevén
los grandes irresponsables internacionales encabezados por el negro renegado
Obama y la dama de los cachetes flácidos, Hillary Clinton
Publicado por Marvin Najarro
CT., USA.
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