La huella sangrienta de las
“revoluciones de colores” ha dejado su rastro por varios países del norte de
África y el Oriente Próximo. Ahora se ha acercado de lleno a la capital
ucraniana.
SAAKASHVILI Y DEMÁS FOCOS DE
INFECCIÓN
DE LA PESTE NARANJA
UCRANIANA
Por Víctor Tolokin
El que la escalada de tensión vaya a ir en aumento, es algo garantizado,
pues en Kiev se ha dado cita toda una pléyade de especialistas en “revoluciones
de colores”. Así por ejemplo, a Ucrania llegó de urgencia Saakashvili. Con él
trajo a un grupo de “guerrilleros”, que enseguida se unieron a la tarea de
ayudar en la formación de destacamentos de combate, preparando cócteles
molotov, bazucas caseros, metralla. A modo de “escudo humano”, estos
combatientes colocan entre sus filas a gente de más de 70 años. En su
intervención en Maidán ante los congregados, Saakashvili se mostró confiado en
la victoria de esta “Euromaidán ucraniana”. Como él considera, el éxito de la
libertad en Ucrania, es la garantía del éxito de la libertad en Georgia, así
como en Moldavia y Armenia. “Hoy no solo están defendiendo su futuro, el futuro de Ucrania, nos están
defendiendo a todos nosotros -continuó impartiendo sus “enseñanzas”-, si no nos
mantenemos unidos, unos con otros, juntos, ese canalla del Kremlin, nos
destruirá por separado, uno tras otro. No hay duda de que vuestra victoria, nos
cambiará a nosotros y a Rusia. El triunfo ucraniano pondrá fin al régimen ruso
y en los manuales de historia escribirán, que el Imperio Ruso dejó de existir
en la Euromaidán”.
En Kiev se celebró el encuentro entre Arseni Yatseniuk y Marko Ivkovic, uno
de los empleados del Instituto Nacional Demócrata de los EE.UU., en el que se debatieron
cuestiones relativas a cómo continuar coordinando las acciones de la
Euromaidán. Ivkovic, es ciudadano norteamericano de origen serbio -persona non
grata en Rusia-, quien se hiciera famoso en su día por dirigir la organización
serbia “Otpor”, que derrocase a Slobodan Milosevic. Fue el creador de
movimientos de protesta como el georgiano “Kmara” o el ucraniano “Porá”.
También destacó su labor en Kirguistán en el 2010, cuando fue derrocado el
presidente Bakíev. Ivkovic intentó organizar algo parecido en Rusia, pero fue
expulsado del país.
Sin embargo el curso futuro de los acontecimientos va a depender de las
directrices que salgan de la embajada de los EE.UU. Fue con su “beneplácito”
que los nazis ucranianos pasaron a la ofensiva, exigiendo además del arresto de
Yanukóvich, la desrusificación y una “limpieza” revolucionaria. Los
descendientes directos e ideológicos de los “Banderistas” se han activado al
máximo y en una situación de crisis como la actual, han enseñado su verdadero
rostro. Ya ha quedado claro, adonde quieren conducir al pueblo los líderes de
la Euromaidán y sus acólitos.
En la página de internet con el expresivo nombre de “Banderivets” apareció
un llamamiento a la movilización general contra el gobierno: “Nosotros,
nacionalistas ucranianos, manteniendo el formato de “sector de derecha” (fueron
precisamente los combatientes de este sector los que organizaron los disturbios
en la Maidán), para la juventud ucraniana radical, informamos de la ampliación
de nuestra actividad y anunciamos la creación de una milicia nacional, que
tendrá por delante la resolución de diversas tareas prácticas: El objetivo de su
creación es la resistencia activa frente a las estructuras de fuerza del
régimen de ocupación, así como la defensa de la población pacífica frente a los
ataques de la “Berkut” (antidisturbios) y demás formaciones antipopulares. El
alistamiento de voluntarios y la estructuración del personal de la milicia
nacional se llevará a cabo en la “Maidán Nezalezhnosti” (plaza de la
Independencia), así como en las sedes territoriales de la milicia”.
Entre las exigencias de los neonazis encontramos la proclamación de “Un
consejo revolucionario, la convocatoria de una Constituyente, la creación de un
gobierno revolucionario, que asuma todo el poder: que derogue los tratados
firmados con la Federación de Rusia, que contradicen la Constitución ucraniana;
la implantación de leyes que impidan ejercer cargo público alguno a los no
ucranianos, una purga revolucionaria de la sociedad de los enemigos de Ucrania,
la prohibición del Partido de las Regiones, del Partido Comunista de Ucrania y
demás organizaciones criminales; firma del acuerdo de asociación con la Unión
Europea, descolonización, desrusificación, “descomunistización” de Ucrania”.
Todo esto va firmado por el líder de la agrupación panucraniana “Trizub”,
Dmitri Yarosh y su principal “comandante”, Andrei Stempitsky.
La huella sangrienta de las “revoluciones de colores” ha dejado su rastro
por varios países del norte de África y el Oriente Próximo. Ahora se ha
acercado de lleno a la capital ucraniana.
Extracto del artículo de Víctor Tolokin en el último número de Pravda
(10-11 de diciembre de 2013).Título original "Golpe fascista en
Kiev".
Traducción: Josafat S. Comín
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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